¡Cuántos se sienten solos y se lamentan porque el mundo entero no aprecia sus ideas, sus proyectos, sus aspiraciones! Dicen: “No me comprenden, no me tienen en cuenta, hacen como si no existiese”.
Si hay en ellos realmente cosas tan buenas, deben saber que el Cielo les aprecia. ¿No es eso acaso suficiente? ¿Por qué querer que los humanos vengan en masa a aplaudirles y felicitarles? Es como si tratasen de atraer a ladrones que muy pronto les habrán desvalijado. ¡Si supieran el peligro de lo que desean! La celebridad acarrea grandes inconvenientes.
No os quejéis de ser unos desconocidos, unos incomprendidos. Con esta actitud, sois vosotros mismos los que impedís a los demás que os aprecien.
Alegraos de que el Cielo os comprenda y procurad comprender a los demás. Si hay realmente en vosotros tantas buenas cosas, tarde o temprano la gente lo reconocerá.
- Arrebatar la atención
- Buscar reconocimiento
- El verdadero éxito
- La necesidad de notoriedad
- No tienes que convencer a nadie
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