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miércoles, 24 de julio de 2024

Sobre la comunicación asertiva

La asertividad es la habilidad que permite a las personas expresar de manera directa y adecuada, sin hostilidad ni agresividad, sus pensamientos, sentimientos, opiniones... y defender sus intereses. Una persona asertiva es capaz de dialogar en la diferencia y tener la intención de llegar a acuerdos.

En la página de Facebook de Muxote Potolo Bat, el 14 de diciembre de 2021, Miryam Artola publicó uno de sus “dibumensajes” sobre la asertividad. Se trata de un pequeño gran mensaje,optimista y alegre, que acaricia el alma y nos muestra que otro mundo es posible.

El texto, que es un acróstico, dice lo siguiente:

«Aprendiendo cada día, cada rato a ser más asertiva. Y hay ratos que tengo que repetir asignatura.

Con Amabilidad y respeto. Amable y respetuosa conmigo, con mis ideas, con lo que defiendo. Amable y respetuosa con quien me escucha y recibe mis palabras.

Sincera. Mostrando lo que siento, lo que quiero decir. Desde mi lugar. Diciendo y pidiendo. Con Confianza. En mí. En ese espacio de conversación que se abre.

Específica. Sin irme por las ramas. Siendo clara. Concisa. Sin florituras ni rodeos.

Recíproca. Dando espacio a la otra persona. Equilibrando tiempos de decir y también de escuchar. Desde el respeto.

Cuidando el Tono. El lenguaje no verbal. La postura y el gesto.

Poniendo Interés en lo que digo y cómo lo digo. Prestando atención e interés a lo que me dicen y cómo me lo dicen.

Dando Valor a mi palabra, mi sentimiento, mi lugar, mi mensaje.

Anclada en el yo. Hablando desde mí, sin valorar ni juzgar lo que la otra persona dice. Hablar desde mí, lo que quiero decir».


miércoles, 17 de julio de 2024

La tórtola y la lechuza

Vayas donde vayas, sigues siendo tú.


Fuente: “Cuentos para quererte mejor” de Álex Rovira y Francesc Miralles.

«Cuenta una vieja fábula que una lechuza y una tórtola eran vecinas en el bosque. La primera estaba siempre disgustada porque nadie apreciaba su canto, así que, un día, le contó a su amiga que había decidido marcharse bien lejos.

—Pero… ¿adónde te irás? —preguntó la tórtola preocupada.

El mundo era muy grande y peligroso. Su amiga no entendía por qué quería irse si en su bosque vivían en paz y tenían comida y un hogar confortable.

—Voy a trasladarme al norte —contestó la lechuza segura.

—¿Qué hay en el norte que no tengamos aquí? —quiso saber la tórtola.

—Me han dicho que allí la gente es muy culta e inteligente —replicó la lechuza—. Aquí nadie aprecia mi graznido. Yo me esfuerzo, tú lo sabes, y solo recibo burlas. Allí seguro que todo me irá mejor.

La tórtola se quedó pensativa durante un buen rato antes de afirmar:

—Yo creo que dará igual si te vas al norte o al sur.

La lechuza abrió mucho sus ojos grandes, redondos como naranjas. Estaba sorprendida. No entendía a qué se refería.

—¿Tú eres capaz de cambiar tu voz? —le preguntó la tórtola.

La lechuza negó con la cabeza. ¡Su amiga a veces hacía preguntas muy tontas!

—Entonces da igual dónde vayas. Si tu voz es la misma, si tú eres la misma, las cosas serán parecidas allá donde vayas. A la gente del norte tampoco le gustarás—. Y tras una pausa para reflexionar, añadió: —Si te gustas a ti misma, en todas partes estarás bien, sin importar lo que piensen los otros. Y si no te gustas, entonces tienes un trabajo contigo misma.

A veces nos quejamos de los demás, desearíamos que fueran distintos, poder cambiarlos. Pero eso es tarea casi imposible.

Solo hay una persona en el mundo a la que puedes cambiar, si así lo deseas: tú mismo.

Un viejo proverbio indio dice: “es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar el mundo entero”.

La lechuza no puede cambiar su voz, pero cada persona tiene una asombrosa capacidad de transformación. Para eso no hay que ir al norte ni al sur. Dentro de ti mismo es donde anida el gran cambio. Decide lo que quieres ser y haz lo necesario para hacerlo posible, porque, aunque nada cambie, si tú cambias, todo cambia».


miércoles, 10 de julio de 2024

La cara amable del mundo

A Isabel.

“Toma la vida, es para ti. Un mundo entero para que juegues, para que crezcas libre y feliz. Todo un planeta entre tus manos. ¡Ojalá te quede todavía un mundo como el mío!”.
(De la canción “Cuando tú nazcas” de Mocedades).


El 22 de junio, mi sobrina nieta Isabel, que de momento es la benjamina del clan familiar, cumplió un año y quiero dedicarle esta entrada, repleta de hermosos deseos y consejos, con la bella canción “La cara amable del mundo” que la cantautora española Rozalén compuso para su sobrino. Pertenece a su álbum “El abrazo” (abril de 2024) y su letra contiene valiosísimos pequeños grandes mensajes que considero pueden, algún día, ser un gran regalo para Isabel. ¡Ojalá sepamos mostrarte la cara amable del mundo!

  “La cara amable del mundo”. Rozalén.

«Bienvenida a la jungla. Ojalá una infancia feliz mantenga viva tu cordura. Te confieso que me aterra que formes parte de la aventura. Te harán reír, serás feliz y harán que sufras.

Ojalá te quede inocencia para endulzar tus pasos y uses tu intuición “pa” no hacer mortales los disparos.

Ojalá te ames tal y como eres y también te amen con tus imperfecciones, inevitablemente.

Ojalá sepamos mostrarte la cara amable del mundo y te abrace, entre algodones, cada noche un sueño profundo. Sabes bien que te protegeré, pero tú sola tendrás que aprender a caer y entender que en la vida todos buscamos querer y dejarnos querer.

Riega siempre tus raíces. Tendrás claro dónde quieres ir si sabes de dónde partiste. No compitas, no envidies. No hace falta ganar el oro. Sé buena gente, haz lo que sientes y ofrece el hombro.

Ojalá nunca seas de nadie ni tú poseas a nadie y cuides con ternura de igual manera que tú quieres que te traten.

Ojalá no sea frágil tu memoria. Son tus cicatrices hermosas enseñanzas de golpes y victorias.

Ojalá sepamos mostrarte la cara amable del mundo y te abrace, entre algodones, cada noche un sueño profundo. Sabes bien que te protegeré, pero tú sola tendrás que aprender a caer y entender que en la vida todos buscamos querer y dejarnos querer.

Ojalá nunca te olvides que siempre, siempre se está a tiempo. Que a pesar de los errores podrás empezar de cero.

Que valores cada instante y te enamores hasta del viento.

Y digas con frecuencia “gracias”, “te quiero”, “lo siento”.

Y cantes desafinada, y bailes, aunque no sepas.

Y te apoyes en tu tribu y no caigas en la pereza.

Que tus lágrimas sean como un torrente de agua fresca que limpie tu alma noble y sepas que las estrellas son ojos que nos recuerdan que nunca estarás sola, a pesar de la avaricia, a pesar de todo el odio.

Tú nunca estarás sola, confía a pesar de todo».


domingo, 7 de julio de 2024

No me doy por vencida

Hoy cumple “Si yo cambio, todo cambia” catorce años y considero que, por méritos propios, constituye una pieza importante de mi propósito (tikkún).

En este blog intento evitar las teorías complejas o enrevesadas, las fórmulas absurdas y los consejos vacíos para convertirse en alguien que no se es. No pretendo que estés de acuerdo con lo que en él se dice. Puedes discrepar tanto como quieras, pero cuestiónate lo que crees y piensa por ti mismo/a.

Poner en algunas de sus entradas mis pensamientos y emociones, permitiendo que se desplieguen, me ayuda a desenmarañar parte de lo que sucede en mi mente y en mi cuerpo. En realidad, creo que escribo para comprender mi propia alma. Eso es todo. Nada más y nada menos.

  “No me doy por vencido” (Luis Fonsi). Piano. Natalia Jareño.


Fuentes: Saga de libros “Caballo de Troya” de J.J.Benítez y letra de la canción “Creo en Ti” de Reik.

No concibo la vida sin cariño, sin afecto, sin ternura, sin calidez y, en ocasiones, decepcionada, la tristeza y la soledad golpean y fracturan mi alma.

No es una queja. A estas alturas de la película sé que forma parte de mi tikkún, pero, como no termino de aceptarlo, me siento descontenta, insatisfecha, infeliz y, tras la puerta cerrada de mi silencio, me enfado, niego la realidad, fantaseo, dejo de esperar un milagro y pido a Dios, sé que en vano, que acabe este mal sueño… Y al segundo de rendirme, el cielo acude en mi ayuda, desaparece el dolor y es entonces cuando mi silencio se encuentra con su voz y su A-M-O-R (en grande y despacito) detiene mi caída libre y enciende luces en mi alma.

Sé, aunque lo desconozca, que mi tikkún, ese que yo misma decidí antes de asomarme a este mundo del tiempo y del espacio, tiene sentido y que, precisamente, está sujeto al A-M-O-R. Poco importa el porqué de mi tikkún. Estoy aquí y esa es la única verdad. Tengo que seguir escribiendo el libro de mi vida, que va teniendo ya muchas páginas y, mientras pueda, seguir adelante con el blog “Si yo cambio, todo cambia”. Algún día llegaré a mi destino.

Ojalá nos encontremos aquí el año que viene. Gracias. Siempre.


miércoles, 3 de julio de 2024

Cruz Roja Española: 160 años de humanidad


“La batalla de Solferino”, un episodio decisivo de la lucha por la unidad italiana, tuvo lugar el 24 de junio del año 1859 en Solferino, un pequeño pueblo situado en el norte de Italia. En ella se enfrentaron el ejército austriaco de Francisco José I (alrededor de 100.000 hombres) y los ejércitos de Napoleón III de Francia y del Reino de Cerdeña comandados por Víctor Manuel II (en torno a los 118.600 hombres). El episodio dejó, tras nueve horas de batalla, más de 6.000 muertos y más de 40.000 heridos en el campo de batalla.

Henry Dunant (1828-1910), un comerciante de origen suizo que quería hablar con el emperador francés Napoleón III debido a un problema con la concesión de unas tierras, se topó con la batalla sin pretenderlo. Cuando contempló con sus propios ojos lo que estaba sucediendo, dejó de lado sus propósitos iniciales, abrumado y conmovido por los horrores de la guerra, y decidió actuar.

La situación era insostenible. Los servicios sanitarios de los ejércitos resultaban insuficientes; los medios de transporte, inexistentes y las cajas de vendas habían sido abandonadas en la retaguardia. Bajo el lema “Tutti fratelli” (todos hermanos), Dunant no dudó en ayudar a todas las personas heridas sin distinción de bandos. Para ello, organizó a la población civil, especialmente a las mujeres y chicas jóvenes, con el fin de proporcionar asistencia a soldados heridos, mutilados y enfermos.

Más tarde, de regreso a su Ginebra natal, Dunant escribió un libro titulado “Un souvenir de Solferino”, publicado en 1862, sobre las experiencias vividas en el pueblo italiano. En él, entre otros aspectos, plasmó que debería existir en el futuro una organización neutral para proporcionar cuidados a los soldados heridos y reflexionó sobre la necesidad de que los Estados ratificaran un principio que garantizara protección jurídica a los hospitales militares y al personal sanitario. Pese a la firme oposición de algunos de sus coetáneos, que consideraban que esa pretensión era imposible de alcanzar, Henry Dunant no cejó en su empeño por conseguirlo. Un año después, en 1863, nacía el Comité Internacional de la Cruz Roja y, a partir de 1864, las primeras Sociedades Nacionales, entre ellas, Cruz Roja Española.

En la concepción de Dunant, estas sociedades estaban principalmente orientadas a actuar en momentos de guerra, pero ya vislumbró posibilidades para los de paz: prestar servicios en épocas de epidemias o cuando sobrevienen desastres como inundaciones, incendios… Era el germen del actual Derecho Internacional Humanitario y del mayor movimiento humanitario, ciudadano e independiente del mundo.

Dunant, que recibió en 1901 el Premio Nobel de la Paz, fue el ideólogo del emblema de la Cruz Roja, basado en los colores de la bandera de su país, pero invertidos. La Media Luna Roja, se utiliza en los países musulmanes desde la guerra entre Turquía y Rusia en 1878, pues el Imperio Otomano utilizó este símbolo al considerar que la cruz roja hería las susceptibilidades de los soldados musulmanes.

Aunque ninguno de los emblemas tiene ninguna asociación religiosa, en el 2005 se creó el emblema del Cristal Rojo para los estados que desean evitar cualquier percepción de significado religioso. Por tanto, el Movimiento tiene en la actualidad tres emblemas reconocidos mundialmente: la Cruz Roja, la Media Luna Roja y el Cristal Rojo.

Fragmento de la reproducción del Cartel corrida benéfica de toros (1921) de Julio Romero de Torres. Hospital de la Cruz Roja. Córdoba (España).

La sociedad ha evolucionado profundamente a lo largo del tiempo y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde su origen, hace más de 150 años, ha ido adaptándose y mutando para ofrecer lo que en cada momento se necesitaba, pero sin cambiar un ápice sus Siete Principios Fundamentales definidos y aprobados en 1965: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad. En la actualidad es el mayor movimiento internacional, independiente y voluntario del mundo.

Humanidad:

Cruz Roja se esfuerza en prevenir y aliviar el sufrimiento humano en todas las circunstancias, en proteger la vida y la salud, respetando a la persona. Favorece también la comprensión mutua, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.

Imparcialidad:

Cruz Roja atiende a los individuos y colectivos en proporción con su sufrimiento, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgente, sin reparar en su nacionalidad, raza, religión, condición social o credo político.

Neutralidad:

Cruz Roja se abstiene de tomar parte en las hostilidades, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.

Universalidad:

Las Cruces Rojas y las Medias Lunas Rojas de todo el mundo tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente.

Unidad:

En cada país sólo existe una Cruz Roja o Media Luna Roja, accesible a todos y que extiende su acción humanitaria a la totalidad del territorio.

Independencia:

Cruz Roja es independiente y, pese a actuar como auxiliar de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y a someterse a las leyes del país, conserva una autonomía que le permite siempre actuar acorde con sus Principios

Carácter voluntario:

Cruz Roja es una organización de voluntariado y de carácter desinteresado.

Cruz Roja Española

El 6 de julio de 1864, bajo los auspicios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, nacía Cruz Roja Española a través de una real orden de la reina Isabel II. Dos figuras fueron decisivas para que echara a andar: un médico militar de origen navarro, Nicasio Landa, y el aristócrata y filántropo valenciano, Joaquín Argulló, conde de Ripalda.

Nicasio Landa fue el inventor del denominado “mandil Landa”, una especie de camilla formada por un lienzo, una vara de madera y unas correas que permitía trasladar a los heridos con más agilidad, lo que supuso un gran avance en el traslado de heridos. Posteriormente, el “mandil Landa” fue utilizado por todas las sedes de Cruz Roja en el mundo.

Inicialmente, Cruz Roja Española atendió las necesidades sanitarias de la población, tanto en épocas de guerra como en tiempos de paz.

Así, en 1870 prestó ayuda humanitaria en la guerra franco/prusiana, siendo este el primer envío de ayuda humanitaria que realiza la Cruz Roja Española, y en 1872 actuaba por primera directamente en Pamplona, en la tercera guerra carlista. La Semana Trágica de Barcelona, la epidemia de gripe de 1917, la Guerra del Rif o la Guerra Civil Española fueron otros de los escenarios donde Cruz Roja Española desempeñó un papel crucial.

Durante la guerra civil, de 1936 a 1939, realizó una importante actividad y jugó un papel importante en el intercambio de prisioneros entre ambos bandos. Finalizada la guerra, lleva a cabo la repatriación de los españoles que se encontraban en la URSS.

La importante experiencia adquirida durante la guerra se empleó en la intervención ante los desastres ocurridos en todo el territorio nacional. Se asistió, así, a las víctimas de los incendios, inundaciones y accidentes de todo tipo.

En la década de 1970, Cruz Roja Española comenzó a incluir nuevos ámbitos de ayuda, atendiendo a las nuevas necesidades que iban surgiendo a medida que avanzaban los tiempos: puestos de primeros auxilios en las carreteras, tareas de socorro en el mar y salvamento de náufragos.

En las décadas de 1980 y 1990, con la democratización de la institución, Cruz Roja emprendió una profunda reorganización, potenciando la participación de voluntarios, la apertura hacia nuevos campos de actuación y asumiendo los nuevos retos que planteaba la sociedad española del momento: ayuda a colectivos vulnerables como personas mayores, refugiados e inmigrantes, enfermos de SIDA, drogodependientes, niños y jóvenes, población reclusa, discapacitados, atención a mujeres..., además del incremento de la atención a programas internacionales como los destinados a la cooperación al desarrollo, ayuda humanitaria o cooperación institucional.

Son 160 años en los que Cruz Roja Española no ha dejado de caminar, extendiendo esa labor humanitaria que soñó Henry Dunant. Que la historia de Cruz Roja Española siga inspirándonos para construir un mundo más justo y compasivo.


miércoles, 26 de junio de 2024

La rosa y el sapo


Fuente: Adaptación de un cuento popular incluida en el libro “Cuentos para entender el mundo” de Eloy Moreno.

En un precioso jardín, una rosa y un sapo habían ido creciendo juntos. Durante mucho tiempo compartieron todo tipo de vivencias, secretos y, sobre todo, una amistad que parecía eterna.

La vida iba pasando y el sapo observaba cómo su amiga se volvía cada vez más y más hermosa. Para él era un placer ir a visitarla, saltar a su alrededor y contarle todo lo que sucedía fuera de aquel jardín.

Pero la rosa comenzó a darse cuenta de su hermosura y de la atracción que ejercía sobre la gente que la miraba. El único problema era que, de vez en cuando, aparecía un sapo dando saltos a su alrededor que espantaba a los que se acercaban.

Llegó el día en el que la rosa, ya cansada de la situación, habló con el sapo.

—Oye —le dijo—, ¿no podrías hacer lo mismo que haces aquí, eso de ir saltando de un lado a otro, en cualquier otra parte del jardín?

—Pero... —contestó confundido— hasta ahora nunca te había molestado mi presencia, siempre te había gustado tenerme alrededor...

—Sí, es cierto, pero me he dado cuenta de que espantas a todos los visitantes que vienen a verme. Les asustas y además... tu aspecto ya no armoniza con mi belleza.

—Vaya... —contestó triste el sapo— qué lejos han quedado aquellos tiempos...

Ambos se quedaron callados durante una eternidad. Él esperando una rectificación y ella, en cambio, esperando a que se fuera.

—Vale... —contestó finalmente el sapo— no te preocupes, el jardín es muy grande, puedo irme a cualquier otro sitio— y se alejó de allí.

Y la primavera pasó, y el verano, y también el otoño...

Y durante todo aquel tiempo, ambos hicieron su vida por separado. No volvieron a verse en meses, hasta que un día el sapo decidió acercarse a visitar a la rosa.

Pero al llegar se quedó totalmente sorprendido. Su amiga, aquella bonita flor, estaba ahora marchita, apenas quedaba rastro de la belleza que había tenido meses atrás. Sus pétalos estaban agujereados, su tallo caído...

—Hola, rosa.

—Hola, sapo —contestó ella con rocío en las mejillas.

—Pero, ¿qué te ha pasado? ¿qué te han hecho? ¿por qué tienes tan mal aspecto?

—No lo sé. Los primeros días todo fue bien, pero poco a poco comenzaron a comerme los bichos, sobre todo las hormigas. Un día un picotazo aquí, otro día otro picotazo allá y se han apoderado de mí...

—¡Ay, rosa! —le contestó el sapo— nunca te diste cuenta de que antes había alguien que se comía todos esos bichos que estaban cerca de ti. Estabas demasiado ocupada observando tu propia belleza.

Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos o porque consideramos que no nos sirven para nada, pero ocurre a menudo que ni siquiera somos conscientes del bien que nos hacen. Nadie debe despreciar a nadie. Todos tenemos algo que enseñar o algo que aprender de los demás.


jueves, 20 de junio de 2024

Verano del 78

El día 7 de junio, la marca de cerveza Estrella Damm lanzó su anuncio de verano que, desde 2009, se incluye en la campaña “Mediterráneamente” que tiene como clave de sus historias vivir un verano de ensueño en el Mar Mediterráneo.

El vídeo, titulado “Verano'78”, de casi cuatro minutos de duración, nos cuenta una historia familiar que toca nuestra fibra sentimental. Comienza en un tanatorio donde María despide a su abuela. Poco después, recibe una caja con fotografías y, entre ellas, llama su atención las del viaje que realizó la fallecida en el verano de 1978. La joven decide recorrer todos los lugares que su abuela visitó y seguir, foto a foto, sus pasos. El vídeo combina pasado y presente a través del recurso de la comparativa de fotos en los lugares visitados.

El anuncio, ideado por la agencia Oriol Villar, dirigido por la cineasta Claudia Llosa y producido por Blur, se ha rodado en Barcelona, la Costa Brava y Menorca.

Con la canción “Yes Sir, I can boogie” de las Baccara, versionada por cantante británica Debbie, la protagonista pasea por calles de Barcelona, desde la playa de la Barceloneta al barrio Gótico, y, tras pasar por la ciudad condal, se dirige a la Costa Brava.

Durante el viaje, María conoce a personas que hacen que este verano sea lo mejor que ha vivido nunca, al igual que le pasó a su abuela en 1978: inolvidables días de playa, noches estrelladas, bailes hasta el amanecer y personas que dan un vuelco a las vidas de las protagonistas.

Después de vivir una serie de experiencias, algunas alegres y otras no tanto, el vídeo acaba con María y su abuela de joven sonriendo bajo el lema: “Cambie lo que cambie, que lo importante nunca cambie”.



lunes, 17 de junio de 2024

Así que pasen cien años

Debes sentirte muy bien después de haber quitado el peso terrenal de tus hombros. Guárdame un sitio. Ya no he de tardar.


  “Save a place for me” (“Guárdame un lugar”). Matthew West.

Reflexión basada en la publicación de 26 de octubre de 2023 de la página de Facebook “Antes que olvide” de Marisel Hilerio.

En ocasiones, alguna fecha, una canción o un olor nos recuerdan a un ser amado que ya se ha ido. Cerramos los ojos para concentrarnos y recordar el timbre de su voz. La nostalgia nos quebranta y, de golpe, entendemos que nada es para siempre.

Cuando ya no estemos, tal vez, en algún momento, apareceremos en la memoria de alguien que, quizás, nos eche de menos, pero, así que pasen cien años, nadie nos recordará.

Nuestras palabras no resonarán en ningún oído.

Nuestra casa, que con tanto esfuerzo adquirimos, tendrá un nuevo dueño.

Nuestras fotos habrán desaparecido.

No quedará ni rastro de las pertenencias que acumulamos.

Nadie se ocupará de nuestra tumba, pues nadie recordará quién está allí enterrado.

El tiempo intenta enseñarnos a soltar y a perdonar, nos da la oportunidad de crecer, de levantar el vuelo y trata de mostrarnos el camino.

Somos como hojas que se lleva el viento y, aunque no sabemos si viviremos, nos empeñamos en guardar vida para mañana.

Despidámonos de cada día y estrenemos vida cada mañana.


miércoles, 12 de junio de 2024

Aprender a aburrirse


Fuente: “No te ahogues en un vaso de agua” de Richard Carlson.

En la mayoría de los casos, nuestra vida está tan llena de estímulos, por no mencionar de responsabilidades, que nos resulta casi imposible sentarnos sin hacer nada y mucho menos relajarnos. Ni siquiera durante unos minutos.

Una gran parte de nuestra ansiedad se origina en nuestras mentes ocupadas, hiperactivas, que siempre necesitan algo con lo que entretenerse, algo en lo que concentrarse, y no dejan de preguntarse: “¿Y qué viene ahora?”. Mientras tomamos la cena nos preguntamos qué hay de postre. Mientras ingerimos el postre, no preguntamos qué deberíamos hacer a continuación. Después de la velada, lo siguiente es: “¿Qué deberíamos hacer este fin de semana?”. Después de haber estado fuera, entramos en casa y de inmediato encendemos el televisor, cogemos el teléfono, abrimos un libro o empezamos a limpiar. Es casi como si nos asustara la idea de no hacer nada, incluso durante un minuto.

Tenemos que permitirnos aburrirnos. No hacer nada. No estamos hablando de horas de ociosidad ni de holgazanería, sino de aprender el arte de relajarse, de “ser”, sencillamente, en lugar de “hacer”, durante unos pocos minutos al día. Si lo hacemos durante una hora, o menos, sin luchar contra ello, la sensación de aburrimiento acaba por ser reemplazada por la sensación de paz y, con la práctica, aprendemos a relajarnos. Al principio, si no estamos habituados, apenas puede soportarse, pero, pasado un rato nos acostumbramos y terminamos aprendiendo a disfrutar de ello.

No existe ninguna técnica específica para esto, aparte de no hacer nada de forma consciente. Limítate a sentarte o a mirar por la ventana y reparar en tus pensamientos, sensaciones y sentimientos. Al principio puede que sientas un poco de ansiedad, pero cada día te resultará un poco más fácil. La compensación es tremenda.

Al igual que el cuerpo, la mente necesita descanso ocasional de su agitada rutina. Lo hermoso de no hacer nada es que te enseña a despejar la mente y relajarte durante un período breve de tiempo. Cuando permites que tu mente se tome un descanso, regresa más fuerte, más aguda, más capaz de concentrarse y más creativa.

Es bueno aburrirse durante un rato. Cuando nos permitimos aburrirnos, nos liberamos de una enorme cantidad de la presión que nos impulsa a actuar y a tener ocupado hasta el último segundo de cada día. Tenemos que aprender a reservar momentos para descansar y aburrirnos.


miércoles, 5 de junio de 2024

El caballo del califa


Este cuento está incluido en el libro “La oración de la rana” (volumen I) de Anthony de Mello.

Un califa de Bagdad llamado Al-Mamun poseía un hermoso caballo árabe del que estaba encaprichado el jefe de una tribu, llamado Omah, que le ofreció un gran número de camellos a cambio; pero Al-Mamun no quería desprenderse del animal. Aquello encolerizó a Omah de tal manera que decidió hacerse con el caballo fraudulentamente.

Sabiendo que Al-Mamun solía pasear con su caballo por un determinado camino, Omah se tendió junto a dicho camino disfrazado de mendigo y simulando estar muy enfermo. Y como Al- Mamun era un hombre de buenos sentimientos, al ver al mendigo sintió lástima de él, desmontó y se ofreció a llevarlo a un hospital.

—Por desgracia —se lamentó el mendigo—, llevo días sin comer y no tengo fuerzas para levantarme.

Entonces, Al-Mamun lo alzó del suelo con mucho cuidado y lo montó en su caballo, con la idea de montar él a continuación. Pero, en cuanto el falso mendigo se vio sobre la silla, salió huyendo al galope, con Al-Mamun corriendo detrás de él para alcanzarlo y gritándole que se detuviera. Una vez que Omah se distanció lo suficiente de su perseguidor, se detuvo y comenzó a hacer caracolear al caballo.

—¡Está bien, me has robado el caballo! —gritó Al-Mamun— ¡Ahora sólo tengo una cosa que pedirte!

—¿De qué se trata? —preguntó Omah también a gritos.

—¡Que no cuentes a nadie cómo te hiciste con el caballo!

—¿Y por qué no he de hacerlo?

—¡Porque quizás un día puede haber un hombre realmente enfermo tendido junto al camino y si la gente se ha enterado de tu engaño, tal vez pase de largo y no le preste ayuda!

Anthony de Mello incluye el cuento en el apartado “Amor”.


miércoles, 29 de mayo de 2024

Escribir números: ¿cifras o letras?

Esta es, sin duda, un tipo de entrada poco usual en este blog. Lo de ejercer de maestra lo solía dejar, sin conseguirlo del todo, para la escuela. Esta publicación es la evidencia de que sigo sin lograrlo.

Cuando escribimos números, algunas veces, no sabemos si debemos hacerlo con cifras o con letras. En caso de duda, si te resultara clara mi explicación, puedes recurrir a ella cuando lo necesites y siempre podemos consultar el Diccionario panhispánico de dudas de la Academia Española.

En la actualidad, para qué engañarnos, son muchos los que descuidan la correcta utilización del lenguaje porque lo consideran algo accesorio. Nadando contracorriente, en esta entrada recopilo algunas reglas básicas para escribir correctamente los números.

En textos científicos y técnicos los números deben escribirse con cifras y es obligado hacerlo en operaciones matemáticas, fórmulas, gráficos, etc., pero ¿cómo se escriben los números en los demás textos?


Los números cardinales


Se escriben con letras:

- Los números cardinales inferiores a cien y los que se expresan con una palabra.

Os recuerdo que los números del uno al treinta (diecinueve, veintiocho…), las decenas (cincuenta, ochenta…) y las centenas (trescientos, quinientos…) se escriben en una sola palabra.

Tengo noventa y seis ovejas / Tengo 96 ovejas.

Su precio es cincuenta euros / Su precio es 50 euros.

Compré ochocientos ejemplares / Compré 800 ejemplares.

Tengo ciento cincuenta ovejas / Tengo 150 ovejas.

Se escriben con cifras:

- Los números cardinales que indican años y los que aparecen seguidos de abreviaturas.

Nació en 1953 / Nació en mil novecientos cincuenta y tres.

Vale 30 cts. / Vale treinta cts.

Al escribir con cifras debes saber que:

* No se deben combinar cifras y palabras, salvo si el número va seguido de millar, millón, billón, etc.:

Quince mil cabezas de ganado / 15 000 cabezas de ganado / 15 mil cabezas de ganado / Quince millares / 15 millares

Ocho millones de euros / 8 millones de euros.

* No deben utilizarse ni el punto ni la coma para separar los grupos de tres dígitos; solo se debe marcar con un espacio:

Mi teléfono es el 456 848 421.

* No se utiliza espacio en los años, códigos postales y números identificadores como el del DNI.

Lo compré el año 2017.

Mi código postal es 32007.

Mi DNI es 27938274H

* En los números decimales se debe usar el punto como signo separador, aunque también se admite el uso de la coma.

Saqué 9.4 en el examen / Saqué 9,4 en el examen.

Escritura de la hora:

- Para expresar la hora podemos usar las palabras o los números, pero sin mezclarlos.

Las nueve de la noche / Las 21:00 h

* Las horas deben separarse de los minutos utilizando los dos puntos, pero es válido el empleo del punto. El símbolo h (hora) se escribe sin punto y separado por un espacio.

Son las 11:35 h / Son las 11.35 h / Son las 11,35 h / Son las 11:35 h.

Escritura de la fecha:

- Predomina el orden día, mes y año.

20 de diciembre de 2017.

* El día y el año se escriben con números y el mes con minúscula. Como vimos más arriba, en el año nunca se pone punto ni separación en los grupos de tres dígitos.

20 de Diciembre de 2017 / 20 de diciembre de 2.017 / 20 de diciembre de 2 017.

* También son válidas las siguientes abreviaturas de las fechas:

31-1-17, 31/1/2017, 31.1.2017 y 31-1-2017


Los números ordinales

- Se escriben en una sola palabra hasta el vigésimo y en dos palabras a partir del vigésimo primero.

Decimotercero, decimoctavo…

Vigésimo cuarto, cuadragésimo quinto…

Se pueden abreviar con números romanos y, cuando el número resulta muy complejo, con cifras seguidas de punto y de letra volada.

II Guerra Mundial / IIª Guerra Mundial (Segunda Guerra Mundial)

LXXVIII Campeonato de Ajedrez / 78.º Campeonato de Ajedrez.

Numeración de nombres de papas, reyes y emperadores:

- Se pueden leer como ordinales o cardinales hasta el número diez. A partir del diez se deben leer como cardinales.

Alfonso IX (Alfonso noveno o Alfonso nueve) / Juan XXIII (Juan vigésimo tercero / Juan veintitrés).

* Recuerda que los siglos se escriben en números romanos.

Siglo XXI

* Los ordinales correspondientes a los números 11 y 12 presentan dos formas válidas: undécimo y decimoprimero, duodécimo y decimosegundo, pero se prefieren las primeras.

Subimos al undécimo piso / Subimos al decimoprimer piso.

Ocupa el puesto duodécimo / Ocupa el puesto decimosegundo.




miércoles, 22 de mayo de 2024

Las personas descalificadoras


Fuente: “Gente tóxica” de Bernardo Stamateas.

Las personas descalificadoras disfrutan menospreciando y rebajando a los demás. Tienen como objetivo desestabilizar las emociones y controlar la autoestima de sus víctimas, da igual el vínculo que tengan con ellas, para que, de esta forma, ellas puedan brillar y ser el centro del universo. Dignas representantes de la gente tóxica, se encargarán de hacerte cumplir sus exigencias o, de lo contrario, te harán la vida imposible.

Es de gran importancia conocer que el poder destructivo de la descalificación puede contagiarse y la persona que alguna vez sufrió en carne propia este tipo de maltrato, puede convertirse en agresora. Muchas de las personas descalificadoras, probablemente, en algún momento de sus vidas, hayan sido descalificadas. Son seres que proyectan en los otros todas la frustraciones e inseguridades que no les permitieron desarrollar su potencial y sus sueños. Como ellos/as no pudieron llegar a la meta, su objetivo será que tú tampoco lo logres. Sólo al lograr disminuirte y menospreciarte podrán sentirse, al menos por un momento, importantes.

Cómo actúa una persona descalificadora

Todos, alguna vez, hemos sido víctimas de un/a descalificador/a. Conocer su “modus operandi” nos permitirá neutralizar sus ataques y coartar o limitar sus intenciones.

- En primer lugar, la persona descalificadora se tomará tiempo para conocerte. Poco a poco, encontrará la forma de satisfacer tus necesidades, de ofrecerte paz y cooperar contigo para que, una vez que le hayas dado tu confianza, sean sus palabras y sus decisiones las que tengan poder y peso sobre tu vida. Llegarás a dudar de tus capacidades y hasta agradecerás que esa persona esté a tu lado. Sus movimientos son tan insidiosos que ni te darás cuenta de lo destructiva que su manipulación puede llegar a ser.

- La mentalidad de este tipo de persona es avasallante y precisa. Sabe con exactitud cuál es el dardo que saldrá de su boca. Si haces algo, te criticará y si no actúas, te juzgará por no hacerlo. Su idea es que te sientas inseguro/a y dependas de sus palabras y opiniones.

- Mediante indirectas e insinuaciones te hará creer que lo que estás haciendo no está del todo bien, influyendo negativamente en tu motivación y energía. Agigantará tus errores y tus fracasos y reducirá al máximo el valor de tus logros y de tus éxitos. La persona descalificadora conoce a la perfección todo lo que eres capaz de alcanzar si te lo propones y, como conoce tu potencia, intentará por todos los medios hacerte sucumbir y amedrentarte.

- Vive usando una lupa para ver con detalle tus defectos, observará a la perfección todas tus acciones y escuchará con atención las quejas que tú hagas de ti mismo/a para, en el momento adecuado y certero, sacarlos a la luz y desvalorizarte.

- Vivirá escondido/a detrás de una máscara para jugar mejor su juego. En determinados momentos intentará ser un ángel, ocultando su mal humor, su irritabilidad y la falta de dominio propio, pero, en el momento preciso, será capaz de dar la estocada final.

- La persona descalificadora siempre tiene razón y conoce a la perfección todos los temas y asuntos que puedan tratarse. Se considera perfecta, jamás podrá admitir un error y, por supuesto, no sentirá culpa por nada. Nada de lo que sucede merece su atención, excepto aquello relacionado con lo que quiere alcanzar.

- A medida que su víctima le deja espacio, va ganando territorio. Al cabo de los meses y de los años, su humor será más irritable y sus contestaciones más hirientes, hasta verse convertido en un ser sumamente difícil para la convivencia. Su agresividad irá en aumento en la medida en que tome conciencia de que quienes están a su alrededor, en cuando puedan, lo alejarán de sus vidas. Claro que, en un momento determinado, esa agresión se volverá contra ellos/s, convirtiéndose en una depresión llena de culpas que desembocará luego en una enfermedad psicosomática.

Cómo controlar a una persona descalificadora

- Podemos confrontar a la persona descalificadora, pero esto no dará buen resultado: siempre se las arreglará para salir ilesa de la situación y hacer que tú quedes con toda la culpa y la responsabilidad del asunto. Esa persona te dirá: “¿De dónde has sacado esa idea de que yo te estoy usando? Yo nunca te utilizaría”. Con estas palabras te llenará de angustia y remordimientos por sentir que has pensado mal y, entonces, tomará un mayor control sobre tu mente y sobre la situación en general.

- Otro método no muy aconsejable para controlar a la persona descalificadora es actuar como ella: eres descalificado/a, entonces descalificas y así sucesivamente. Sin embargo, esta solución no es la óptima ya que, si la eliges, te estarás sumando a su juego y corriendo el riesgo de salir nuevamente herido/a. La persona descalificadora tiene millones de métodos que sacará para cada situación en la cual decidas enfrentarte y si no la tiene en su mente, la improvisará como todo buen actor.

- No te enfrentes a esa persona en público. Es vengativa. Nunca dejará pasar por alto una humillación y tu nombre estará escrito en su memoria para siempre.

- No la contradigas. Contradecirla abiertamente es una batalla que nunca vas a ganar y se cobrará tu hazaña. Este tipo de persona detesta ser confrontada.

- Mira a esa persona y sonríe. Supón que la persona descalificadora está frente a un grupo de cinco o seis personas y lo primero que hace es ponerse a discutir contigo con el único objetivo de demostrar quién tiene el poder. En este caso, lo que debemos hacer es mirar a esa persona con “cara de nada”, sonreírle y darle a entender que lo has escuchado, para así tomar el control de la situación. Es difícil, pero se puede.

- No caigas en su juego, no cedas a sus golpes bajos. Solo si logramos controlar nuestras emociones y contamos “hasta tres” antes de comenzar a hablar, sabremos que, si no hacemos frente a esta clase de manipuladores emocionales, seremos capaces de ganar la batalla.

Algunas conclusiones

¿Una persona descalificadora puede vivir en pareja? ¿es capaz de sentir amor, de compartir sus pensamientos con un amigo?, ¿puede trabajar en equipo, sentir la belleza de vivir?

La respuesta en “no”, a menos que tome conciencia de sus actitudes, de su manipulación y decida revertir su mentalidad y su trato. Todos tenemos la oportunidad de cambiar y de pedir disculpas si hemos descalificado, pero también es cierto que no es el destino de nadie tener que convivir con personas cuya meta es limitarnos y lastimarnos, ni tampoco nos compete ser sus socorristas.

Si en reiteradas ocasiones te dijeron que no eras capaz, que no servías y terminaste por aceptarlo, pon en orden tu mente y refuta todo lo que hasta hoy has aceptado como cierto. Un pensamiento verdadero acarrea otro pensamiento verdadero y la suma de todos ellos sanará tu autoestima y cambiará el valor y el poder de tus decisiones. Comienza por priorizar tu vida, cuida tus emociones, deshazte de toda la gente tóxica que durante años ha estado cerca de ti. Pon todo tu potencial en marcha. Poco a poco sentirás que estás capacitado/a para alcanzar lo que te propongas y con perseverancia, las mejores oportunidades estarán a tu alcance. Sigue tu camino. Sé el constructor/a de tu propio destino.


miércoles, 15 de mayo de 2024

Los diez no mandamientos

Fuente: “El diario de Eliseo” de Juan José Benítez.

En Ptolemais, julio del año 29.

...Allí, Jesús conversó con un pequeño grupo de seguidores. Y los animó a continuar haciendo la voluntad del Padre Azul. Al terminar la reunión, el maestro recitó los “diez no mandamientos”.

«1. Dios no juzga… No vives para ser bueno o malo.

2. Tú no eres lo que crees… Eres mucho más.

3. Dios no está afuera… Él te habita en silencio.

4. Lo más bello no ha llegado aún… La muerte te sorprenderá.

5. Dios no castiga… Es el hombre el que cree que Dios castiga.

6. Tú no eres libre (ahora)… Lo serás mañana.

7. Dios no establece condiciones… Es un Dios de lujo.

8. Dios no es el final… La segunda era no ha empezado.

9. Dios no es religioso… Lo suyo es el arte y la simetría.

10. Tú no puedes ofender a Dios (aunque lo pretendas). Tú no puedes beberte el mar.

Y el undécimo:

No molestes a Dios con simplezas...».

miércoles, 8 de mayo de 2024

Hoy puede ser un gran día

Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943), cantautor, compositor y poeta, está considerado como una de las figuras más destacadas de la canción moderna y sus temas han pasado a formar parte de la memoria emocional de varias generaciones en España e Iberoamérica. La trayectoria de Serrat ha estado marcada por su compromiso y defensa de la democracia y los derechos humanos. Ha sido famoso por la calidad de sus letras; por haber puesto música a poemas de algunos de los principales poetas españoles y latinoamericanos (Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Joan Salvat-Papasseit, León Felipe y Mario Benedetti, entre otros); por su reivindicación de la lengua catalana (es precursor del movimiento Nova Cançó catalana) y por la denuncia de la represión e injusticias del régimen franquista.

En 1968 renunció a representar a España en Eurovisión por no poder cantar en catalán la canción “La, la, la” que, al final, ganó el festival interpretada, en español, por Massiel.

En 1975 se vio exiliado en México por haber condenado los últimos fusilamientos del régimen franquista y, muerto Franco, regresó a España el 20 de agosto de 1976.

Con una trayectoria musical de más de medio siglo y después de haber grabado cuarenta discos y más de quinientas canciones, Serrat se despidió de los escenarios el 23 de diciembre de 2022 con una actuación en el “Palau San Jordi” de Barcelona que puso fin a su última gira “El vicio de cantar 1965-2022”.

Joan Manuel Serrat ha sido galardonado el 24 de abril con el premio “Princesa de Asturias de las Artes 2024” que le será entregado el próximo octubre en una ceremonia que tradicionalmente presiden los reyes en el “Teatro Campoamor” de Oviedo.

Los catorce miembros del jurado decidieron por unanimidad reconocer un trabajo de honda raíz mediterránea en el que “se aúna el arte de la poesía y la música al servicio de la tolerancia, los valores compartidos, la riqueza de la diversidad de lenguas y culturas, así como un necesario afán de libertad”. Defensor del diálogo frente a la crispación, su obra es “un exponente de su irrenunciable vocación de tender puentes entre países y generaciones”.

Considero que este merecido premio pone el broche de oro a una carrera profesional larga y satisfactoria y en esta entrada quiero celebrarlo con su tema “Hoy puede ser un gran día” incluido en el álbum “En tránsito” de 1981.

Se trata de una canción optimista en la que la idea principal es que cada persona es, en parte, responsable de lo bueno que pueda ocurrirle. El punto de partida es plantearse que el día puede llegar a ser grande y, a partir de aquí, el autor, en forma de poema, nos da algunos buenos consejos para conseguirlo.

Ten siempre presente que hoy puede ser un gran día y mañana... también.


  “Hoy puede ser un gran día”. Joan Manuel Serrat.

Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

No consientas que se esfume,
asómate y consume la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.

Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.

Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.

Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.

Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.

Pelea por lo que quieres
y no desesperes si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.

En este blog se incluyen temas de Joan Manuel Serrat en las siguientes entradas:

- Celebrar el agua.

- Un mañana con memoria.

- La saeta de Antonio Machado.

- Cada loco con su tema.

- Reivindicar la alegría.

- Esos locos bajitos.

- Bendita ilusión.


miércoles, 1 de mayo de 2024

Deja de juzgar (II)


Fuente: “El libro de los quizás” de Fran Russo.

Los seres humanos no paramos de emitir juicios, incluso sin conocer lo que estamos juzgando y sin tener información real; es lo que llamamos “prejuicios”.

Los juicios constantes se convierten en el “ruido de fondo” de la intranquilidad, interferencias que no te dejan en paz, especialmente, cuando tratas de dormir o quedarte en silencio. Enjuiciamos nuestros actos, los de los demás, los pasados, los futuros, los presentes… Enjuiciamos todo lo que nos sucede, lo que nos puede suceder y lo que, probablemente, ni siquiera nos sucederá jamás.

El ego es un especialista en juzgar, vive de ello. Si comienzas a dejar de alimentarlo, lo dominarás. Lograrás que coma de tu mano, lo que tú digas, cuando tú digas, y no cuando lo dictamine él. Aprender a controlar el ego y usar el ego te proporcionará una ventaja que ahora ni imaginas. Olvídate de eliminarlo, es parte de ti. Solo debes domesticarlo porque es una fiera salvaje en tu vida.

Todos tenemos una misión en la vida, todos tenemos algo que hacer y que decir, pero normalmente nos conformamos con la peor versión de nosotros mismos, porque, entre otras cosas, no nos sentimos capaces. Nuestra misión es hallar la mejor versión de nosotros mismos y es una tarea de gran importancia, nuestra odisea.

Olvídate de llamar la atención. No confundas el éxito o llegar a ser alguien con que los demás reconozcan públicamente tu mérito. Puedes triunfar en el más absoluto de los silencios. Es un silencio hermoso y pleno. No necesitas el aplauso, porque tu verdadera misión sólo puede ser juzgada por ti mismo. Si tu meta acarrea una tarea pública y su reconocimiento, acéptalo también, pero que no sea el reto en sí, sino una vía, una consecuencia. Y si lo que atañe es polémica, crítica y presión social, igualmente: que no te distraiga, estás por encima de ello. Todo lo que te ataque te hará más fuerte. Déjalo estar y no le des la importancia que no tiene.

La gente rehúye de su propio interior, quiere entretenerse con mil cosas externas para no pensar, por vértigo a sí mismos y a la profundidad que pueden hallar dentro de sí mismos.

Pero no juzguemos. Cada uno tiene su tiempo, su momento. Tarde o temprano, en una existencia o en otras, llegará esa vida trascendental en la que decidan salir del círculo, de la espiral de búsquedas que solo tiene un propósito: hallarnos.


miércoles, 24 de abril de 2024

Cómo ha cambiado el cuento

El “retelling” (volver a contar) es una técnica literaria, cada vez más en boga, que se basa en recuperar los relatos más tradicionales para niños y darles una vuelta con la mirada propia del siglo XXI. El cuento sigue siendo reconocible, pero es contado de otra forma. Se trata, por tanto, de una adaptación y una reinterpretación de una historia ya conocida.

Como en la actualidad los cuentos clásicos son considerados fuera de época, sexistas y violentos, en vez de escribir nuevas historias, se ha puesto de moda reescribirlos cambiando, así, los cuentos de nuestra infancia. Esto es debido, sin duda, al atractivo especial de unas historias que han sobrevivido hasta nuestros días y que, analizadas con detenimiento, sin juzgarlas con los valores del presente, expresan verdades profundas del ser humano.


Fuente: “Cuentos afilados en noches extrañas y otras puñaladas” de Bebi Fernándes. Título original: Rebeldía.

«Tras observar que llevaba días cerrada y sin emitir sonido alguno, el soldadito de plomo abrió la caja de música y comprobó que allí dentro no había nadie.

La bailarina, tras años de esclavitud, cansada de bailar para otros cada noche como un autómata sin libertad en aquel cofre transformado en joyero, había trazado un plan durante meses.

El día anterior, a la hora prevista, había arrancado el muelle que la sujetaba, había conseguido forzar el mecanismo de cierre del joyero gracias a un pendiente transformado en ganzúa y había logrado huir».


miércoles, 17 de abril de 2024

Saber escuchar


Fuente: “No te ahogues en un vaso de agua” de Richard Carlson.

Resulta interesante considerar que cuando estamos en desacuerdo con alguien, esa persona se siente tan segura de su punto de vista como nosotros del nuestro y, sin embargo, siempre tomamos partido… ¡el nuestro! Es la manera que tiene nuestro ego de negarse a aprender nada nuevo. Es también un hábito que crea muchísimo estrés innecesario.

La primera vez que puse conscientemente a prueba la estrategia de asimilar primero el punto de vista del otro, descubrí algo maravilloso de verdad: no me hizo daño y me acercó más a la persona con la que estaba en desacuerdo.

Supón que un amigo te dice: “los liberales (o los conservadores) son la causa principal de nuestros problemas sociales”. En lugar de defender de manera automática tu propia posición (cualquiera que sea), mira si puedes aprender algo nuevo. Dile a tu amigo: “dime por qué piensas así”. No digas esto con un plan oculto o preparándote para defender o demostrar tu postura, sino, sencillamente, para escuchar otro punto de vista. No intentes corregir ni hacer que tu amigo vea que está equivocado. Deja que sienta la satisfacción de tener razón. Practica la habilidad de saber escuchar.

Contrariamente a la creencia popular, esta actitud no hace de ti alguien débil. No significa que tus creencias no estén lo suficientemente arraigadas ni que estés admitiendo estar equivocado. Lo único que estás haciendo es intentar conocer otro punto de vista: estás procurando, en primer lugar, entender. Por otra parte, no se requiere energía para permitir que otro tenga razón. De hecho, sucede lo contrario: te carga de energía a ti.

Cuando entiendes otras posiciones y puntos de vista, varias cosas maravillosas comienzan a suceder. Primero, puedes aprender algo nuevo y ampliar horizontes. Segundo, cuando la persona con la que hablas sienta que la estás escuchando, te apreciará y respetará mucho más que cuando saltabas a exponer tu propia posición. Si saltas, solo consigues que tu interlocutor se reafirme y se ponga más a la defensiva.

Si tú tienes una actitud más suave, en casi todos los casos, la otra persona también la tendrá. Puede que no suceda de inmediato, pero con el tiempo así será. Al procurar entender, estás poniendo el afecto y el respeto que sientes hacia la otra persona por encima de tu necesidad de tener razón. Estás practicando una forma de afecto incondicional.

Otro beneficio podría ser que consigas que la persona con quien estás hablando escuche tu punto de vista. Aunque no existe ninguna garantía de que vaya a escucharte, una cosa es segura: si tú no escuchas, tu interlocutor tampoco lo hará.

Al ser la primera persona que tienda la mano y escuche, romperás la espiral de inflexibilidad.


miércoles, 10 de abril de 2024

Sobre la autoestima infantil


Fuente: “Cuentos afilados en noches extrañas y otras puñaladas” de Bebi Fernández. (Título original del cuento: “Lo que de verdad importa).

«Naiara siempre se caía al suelo. Cada vez que, en el patio, los niños jugaban al pilla-pilla, clase contra clase, terminaba tropezándose con alguna baldosa y raspándose las rodillas o doblándose un pie. Todo el mundo sabía ya desde el comienzo de la jornada escolar, a las nueve de la mañana, que la niña terminaría con alguna herida aquel día.

—Siempre estás en el suelo —le recriminaba su monitor de comedor.

—¡Profe! ¡Naiara ya se ha caído otra vez! —avisaban a gritos los niños a la profesora de turno de vigilancia en el recreo.

Entonces llegó Luna. Luna sustituyó a uno de los monitores de comedor aquel trimestre, en primavera. Abril fue muy lluvioso, y a Luna le gustaba plantear a los alumnos problemas de lógica y adivinanzas los días de lluvia, que resolvían juntos aunando ingenio de cada niño, formando un equipo. Durante los enigmas, descubrió que una de las alumnas era muy buena en matemáticas, pero también descubrió, tras fijar su atención en ella, que nadie reparaba en ello porque todo el mundo la tachaba de patosa e inestable. La respuesta a cómo era Naiara era siempre la misma: la que siempre se cae.

—Naiara, profe, la chica que se cae, ¡se está peleando con Sergio!

Incluso usaban su falta de equilibrio para burlarse de ella o como arma arrojadiza durante una discusión entre niños:

—¡Naiara, tú cállate! ¡Que siempre te caes! ¡Patosa!

La verdad es que a Luna no le parecía que se cayera tantísimo. No difería mucho de cuánto se caían otros compañeros. Quizá un poco más, pero su fama la precedía en exceso. Opinaba que, tras la elaboración e instauración de aquel rol, la niña se debía a él, así que caía el doble. Era lo que todos esperaban. Era como todos la veían. Y ella se veía como la hacían verse. Si todo el mundo te dice que le recuerdas al color azul, acabas pensando que hay algo azul en ti.

Así que Luna fijó una estrategia. Comenzó a destacar la capacidad de aquella niña para la adivinación, el cálculo y la lógica. La nombró su ayudante durante las tardes de enigmas de lluvia y, siempre que podía, repetía a ella y a otros niños lo buena que era en matemáticas. Si Luna quería hacer algún cálculo, vociferaba delante de todos:

—¡Naiara! ¿Cuánto son cuarenta más ochenta y siete?

A la niña le costaba un poco al principio, pero, al final, se acostumbró a ser la calculadora oficial de su monitora, costumbre que siguieron los niños.

Al finalizar el curso, Luna decidió hacer una sesión de Quién es quién. El niño elegido recibía escrito en un papel el nombre de otro. El elegido debía destacar algo de ese niño, algo que lo identificara mucho, y los demás debían adivinar quién era a través de la pista.

Llegó el turno de Tomi. Luna eligió un nombre para que lo describiera. “Naiara”, escribió. Dobló el papel. Tomi se acercó a la mesa, lo recogió y, sin que nadie pudiera ver lo que había escrito en él, leyó el nombre para sí. Rápidamente dijo en voz alta:

—¡Es la mejor en matemáticas!

Los otros niños comenzaron a mirarse entre sí con excitación, y muchos se adelantaron a dar el veredicto antes de levantar la mano para pedir turno. Naiara asintió sonriente cuando sus compañeros pronunciaron su nombre con unanimidad, corroborando la verdad. Aquel año, nadie supo por qué, dejó de caerse al suelo».