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domingo, 30 de octubre de 2016

El efecto “Tres meses”

Fuente: ¡Puedo superarme! de Bernardo Stamateas.

Los investigadores aseguran que la felicidad que proporcionan las cosas materiales dura tres meses.

Así, por ejemplo, se ha descubierto que personas que habían ganado millones en la lotería, a los tres meses estaban con el mismo nivel de felicidad que antes de recibir todo ese dinero.

Hombres que un día lograron comprarse un Ferrari o un Porsche, tres meses después estaban igual de felices que antes de tener un coche de lujo.

Creer que las cosas materiales nos van a hacer felices muchos años es una mera ilusión.

No está mal tener cosas materiales. El problema viene cuando nos engañamos y creemos que la felicidad depende de tener cosas, porque en realidad esa felicidad durará no más de tres meses.


martes, 25 de octubre de 2016

La sabiduría del chófer

La siguiente anécdota se recoge en el libro “El arte de pensar” del escritor suizo Rolf Dobelli. Al parecer, la anécdota fue contada por el americano Charlie Munger, uno de los más importantes inversionistas y hombres de negocios del mundo, para hablar sobre la existencia de dos tipos de conocimiento: el auténtico, el de las personas que han dedicado gran tiempo y trabajo intelectual en conseguirlo, y lo que él denomina el “conocimiento del chófer”, es decir, el conocimiento superficial de las personas que simulan saber y recitan palabras y conceptos con gran elocuencia. Por desgracia, resulta cada vez más difícil diferenciar el conocimiento auténtico del conocimiento del chófer.

El alemán Max Planck (1858-1947) fue uno de los padres de la mecánica cuántica. Recibió el Premio Nobel de Física en 1918. Como gran científico y Nobel, era reclamado para dar conferencias en diversas ciudades de Alemania. A Planck lo acompañaba su chófer que, sentado en primera fila, durante meses, se vio obligado a escuchar su conferencia sobre mecánica cuántica.

Con el tiempo, surgió entre ambos una sincera amistad. Un día, el chófer le comentó al científico que debía ser muy aburrido estar contando una y otra vez lo mismo y que él había escuchado su ponencia tantas veces, que se sentía capaz de dar la conferencia. La próxima conferencia sería en Munich y le propuso intercambiar los papeles: él daría la charla de mecánica cuántica y Planck se pondría la gorra de chófer y se sentaría en primera fila a escucharle. Al físico le pareció divertido, aceptó el juego e intercambiaron los papeles. Hemos de señalar que, en esos tiempos, era difícil que los asistentes conocieran a ciencia cierta cómo era el científico ya que su imagen solo se conocía por algunos periódicos.

El chófer dio a la perfección una conferencia magistral hasta que llegó el tiempo dedicado a las preguntas. El hombre, con poco dominio sobre física cuántica, se vio acorralado con la primera. Dotado de suficientes recursos retóricos, tras vacilar un momento, respondió, algo indignado, que la pregunta le parecía tan simple que, señalando al verdadero Planck, hasta su chófer podría responderla. En ese momento hizo subir al verdadero profesor.


jueves, 20 de octubre de 2016

Siempre estaré

Fuente: letra de la canción “Estaré” de Miguel Bosé.

  “Sarabande” (Suite en re menor). Haendel.

No alcanza tanto cielo a la gloria de ser parte viva de ti.

Detalle de la imagen de la Virgen de los Vientos (Roquetas de Mar, Almería).

Mira tus manos, mira tus pies, mira tus ojos y dime a quién ves... Guardada en cada una de tus células hay memoria del amor que puse en ti.

Lo que atan los genes se hace ley. Lo que ata el amor se hace eterno.

Seré tu ángel. Me veas o no, me vas a sentir. Estaré muy cerca de ti. En tu corazón. Ahí donde estuve, estoy y siempre estaré…

Cierro los ojos y, como un bebé en los brazos de su madre, siento tu cariño y tu protección. Alejas el ruido de mi alma y me abandono... Y es tal mi confianza, que no me importaría morir si tú me dieras la mano.


domingo, 16 de octubre de 2016

Amad a vuestros enemigos (II)

Fuente: “Al sur de la razón” de Juan José Benítez.

La ley del contrato

Según Juan José Benítez, antes de nacer, cuando Dios imagina a una criatura, esa personalidad “es”. Entonces, si el nuevo ser decide probar la aventura del tiempo y del espacio, elige. Es el único momento de auténtica libertad. Y decide qué ser, cómo, dónde y por qué. Es entonces cuando se “firma”, libre y voluntariamente. Es entonces cuando se nace. Y el “contrato” es preservado de todo y de todos, incluyendo nuestra propia memoria. Por eso casi nadie sabe por qué está aquí, ni cuál es su Destino. Por eso nacen mediocres, sabios, malvados, anónimos, tontos o fanáticos. Todos lo han seleccionado y firmado. Todos por una u otra razón o, lo que es más probable, por toda una cadena de razones-experiencias. Todo obedece a un orden superior que no podemos ni siquiera imaginar. Después, al morir, alguien nos entregará la “maleta” de la memoria. Entonces recordaremos…

Si la ley del “contrato” fuera real y si la Tierra fuera uno de los mundos “laboratorio”, la enigmática frase de Jesús de Nazaret “amar a los enemigos” cobraría sentido. El enemigo, en estos supuestos, sería igualmente voluntario, como cada uno de nosotros, y con una misión específica, previamente elegida y “firmada”. En otras palabras: el “enemigo” sería nuestro hermano en la gran aventura de VIVIR o EXPERIMENTAR. Un hermano imprescindible. Por eso Jesús solicitó lo aparentemente absurdo. Él sabía…


martes, 11 de octubre de 2016

Hijos del mismo Dios

Fuente: “Pensamientos cotidianos” de Omraam Mikaël Aïvanhov.

En el transcurso de los tiempos, las religiones no solo han pretendido poseer la verdad excluyendo a los demás, es decir, ser los únicos herederos legítimos de Dios, sino que han generado muchos conflictos e injusticias en el interior de cada una de ellas. ¡Cómo si correspondiese a los humanos decretar quién es hijo de Dios y quién no lo es!

En nuestros días, parece ser que los hombres se han vuelto más tolerantes en materia de religión, pero es porque, a menudo, no les inspira más que indiferencia. Aquellos que se dicen creyentes, no están demasiado dispuestos a dar pruebas de apertura y de comprensión.

Dios está en el alma de todos los seres. Allí donde se encuentren, Dios se encuentra también y es ahí donde debemos buscarle sin que nos preocupe la religión a la que pertenecen.

Hemos de descubrir a Dios y venerarlo también en la religión de los demás.


jueves, 6 de octubre de 2016

Saber callar

Fuente: “Aprendiz de sabio” de Bernabé Tierno.

Algunas reflexiones sobre saber guardar silencio:

- Más que en saber lo que debemos decir, el talento se muestra en saber lo que debemos callar, lo que debemos silenciar.

- Casi siempre, tras la verborrea y la locuacidad, tras una “cotorra” humana que no escucha y no para de hablar y de expeler palabras, se esconde el primitivismo o la estupidez. Tras la capacidad de una escucha atenta y del silencio, lo normal es que se oculte una persona inteligente, cauta y llena de sabiduría. Por eso es tan difícil conocer al necio si sabe guardar silencio.

- Si eres sabio, demuéstralo utilizando con inteligencia, mucho más que tus palabras, tus silencios. Si eres necio, mejor es callarte y que algunos sospechen de tu necedad, porque si hablas ya no tendrían ninguna duda.

- Si quieres subir un peldaño más en sabiduría, lo lograrás si, aun teniendo razón, sabes callarte.

- Por la palabra y la inteligencia el ser humano es superior a los animales, pero si sabe utilizar y manejar el silencio, sin duda se superará a sí mismo.


sábado, 1 de octubre de 2016

Por meterse a redentor

Este cuento pertenece a una colección de 30 cromos antiguos titulada “Fábulas ilustradas” con publicidad de Chocolates Camps y galletas Viñas de Barcelona. De autor anónimo, fueron publicados hacia 1920. Las colecciones de cromos eran por entonces, educativas y artísticas.

Los cromos en su anverso ilustran a todo color las escenas y personajes de la fábula y en su reverso la relatan y llevan la publicidad.

Las antiguas colecciones de cromos son un rico patrimonio por su valioso testimonio informativo: son una crónica ilustrada de la sociedad de su época, de la evolución de la publicidad y de las artes gráficas.

«En épocas lejanas, los buitres se declararon la guerra por un fútil pretexto, y fue tal el encarnizamiento y saña con que se acometían, que los despojos de los combatientes caían a tierra, cubriendo la llanura los restos de los guerreros.

Los dioses, impasibles, presenciaban el exterminio de una raza y todo hacía presumir que el combate feroz continuaría por largo tiempo, cuando las palomas intercedieron, deseando ser árbitros de la contienda.

Al efecto, enviaron mensajeros y mientras se discutían los preliminares de una paz honrosa, los buitres reconocieron su error y de común acuerdo ambos bandos beligerantes, arremetieron contra las palomas, que débiles en demasía sufrieron la muerte, guiadas solo por el altruismo y bondad, y por el deseo de que la sangre no se derramase entre las aves».