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viernes, 30 de octubre de 2020

Desde mi propia cultura

Mariposas de aceite

Desde hace un tiempo vengo reivindicando la celebración del Día de Todos los Santos, de acuerdo con nuestra cultura, siguiendo nuestras costumbres y tradiciones y, cada año, por estas fechas, no puedo evitar indignarme al ver a España invadida por la fiebre de Halloween.

El proceso de globalización al que estamos sometidos, va difundiendo mundialmente modos, valores y tendencias que fomentan la uniformidad de gustos y costumbres y, por desgracia, “lo universal” se está convirtiendo en el imperio homogéneo, uniforme y estandarizado de una única forma cultural dominante.

En el caso de Halloween, es la “industria cultural” del gigante norteamericano la que se ha encargado de difundir por todos los puntos del Planeta, un Halloween que ha perdido su trasfondo espiritual (la palabra Halloween procede de la contracción inglesa All Hallows'Eve que en español significa “víspera de Todos los Santos”) y se ha convertido en una fiesta en la que imperan los disfraces, calabazas, telarañas, brujas, fantasmas, esqueletos, vampiros, zombis…, los sustos y el terror. Se trata de un día que empuja al consumo. Por eso, apoyándose en la necesidad de vender, los centros comerciales y las televisiones le prestan una gran atención.

Los “profes” de inglés también han aportado su “granito” de arena haciendo que esta fiesta sea popular en muchos colegios donde los niños acuden a clase disfrazados. Creo que, para conocer y estudiar las costumbres de un pueblo, no hace falta imitarlas cada año ni, mucho menos, adoptarlas. De todas formas, me cuesta entender, con lo que hemos denostado al infeliz lobo feroz, que los niños vayan a la escuela con disfraces que inciden en aspectos de horror, miedo, sangre, monstruos... y todos tan contentos.

Pero ahí voy a dejarlo porque, en esta entrada, quiero hacer una reflexión sobre lo local y lo universal. Para ello, me he basado en la reciente Encíclica “Fratelli tutti” del Papa Francisco.

En la actualidad hay, por un lado, una falsa apertura a lo universal que procede de la superficialidad vacía de quien no es capaz de amar a su propio pueblo y penetrar en el fondo de su cultura, pero hay también, por otro lado, narcisismos localistas que esconden un espíritu cerrado que prefiere crear murallas defensivas y convertir su cultura en un museo folklórico de ermitaños incapaces de valorar la belleza de las culturas diferentes.

Las demás culturas no son enemigos de los que hay que defenderse, sino que son distintos reflejos de la riqueza inagotable de la vida humana. Es en contraste y sintonía con otras culturas, la forma en la que cada uno puede reconocer mejor las peculiaridades de su cultura, su riqueza, sus posibilidades y sus límites.

No hay apertura entre pueblos sino desde el amor a la tierra y a los propios rasgos culturales, pero, al mismo tiempo, no es posible ser sanamente local sin una sincera y amable apertura a lo universal, sin dejarse enriquecer por otras culturas. El mundo crece y se llena de nueva belleza gracias a sucesivas síntesis que se producen entre culturas abiertas, fuera de toda imposición cultural.

No conviene, por tanto, perder de vista lo local porque es lo que nos hace caminar con los pies sobre la tierra. La solución no es una apertura que renuncie al propio tesoro. Hay que ampliar la mirada, pero hay que hacerlo sin desarraigos. Es necesario hundir las raíces en la tierra fértil y en la historia del propio lugar y, al igual que cuidamos nuestra casa, debemos amar, cuidar y proteger nuestra cultura.


domingo, 25 de octubre de 2020

El planeta azul llamado Tierra

Fuente: “Parábolas para vivir en plenitud” de Antonio Pérez Esclarín.

«Los científicos del planeta V3 perteneciente a la galaxia Imaginaria, lograron reunir una serie de indicios de que existía vida en aquel minúsculo planeta azul. Y enviaron unos emisarios para que averiguaran.

Estuvieron un tiempo camuflados viviendo con los terrícolas, sin darse a conocer. Cuando regresaron a su galaxia y a su planeta, presentaron un largo informe, del que copiamos algunos trozos:

“—Sí. Hay vida, y muy variada, en el planeta azul, cuyos habitantes llaman Tierra. Está habitado por unos seres muy violentos que han desarrollado una enorme capacidad de destrucción. Gastan inmensas fortunas para aniquilarse unos a otros, pero no son capaces de combatir la pobreza, la miseria y el hambre. Tienen almacenada una enorme cantidad de armas nucleares con las que podrían acabar varias veces con todo vestigio de vida. Mientras algunos tiran los alimentos, gastan enormes cantidades para bajar de peso y hasta se operan para quitarse la gordura, otros muchos mueren de hambre. Les encanta matar los árboles, los ríos y hasta están empecinados en acabar con los océanos en los que descargan basuras y materiales tóxicos. Algunos viven en palacios y tienen varias mansiones, mientras otros muchos duermen en la calle por no tener cobijo. La mayoría afirma creer en Dios, pero a quien verdaderamente adoran es al dinero al que sacrifican vidas y personas. Sobresalen por su incoherencia y sus mentiras: aseguran que todos son iguales y hasta lo proclaman en sus constituciones, pero se desprecian unos a otros, se esclavizan y tienen unas diferencias de sueldos y de niveles de vida increíbles. Dicen que quieren mucho a los niños, pero algunos los golpean, los abandonan, los ponen a trabajar en condiciones vergonzosas, los prostituyen y hasta matan. En algunos países los están sustituyendo por mascotas”.

Seguía el informe presentando una gran variedad de datos y de situaciones increíbles. Y los autores lo cerraban de este modo: “Por todo esto, concluimos que los habitantes del planeta Tierra han desarrollado un tipo de inteligencia irracional y autodestructiva, totalmente desconocida por nosotros. Mucho nos tememos que, si siguen así, pronto culminarán su tarea y lograrán destruirse por completo”.

Ciertamente, el planeta Tierra parece haber perdido la brújula y anda a la deriva. Tras tanto desarrollo científico y tecnológico, impera el darwinismo social, la ley de la selva, la sobrevivencia de los más fuertes. Las desigualdades se agigantan de un modo vergonzoso entre países y entre grupos dentro de cada país. Los 225 personajes más ricos en el mundo acumulan una riqueza equivalente a la que tienen los 2.500 millones de habitantes más pobres, es decir, el 47% de la población total. Los tres personajes más acaudalados del planeta tienen activos que superan el PIB (Producto Interior Bruto) combinado de los 48 países más pobres. Mil millones de personas viven con menos de un dólar diario, mientras que unos pocos multimillonarios aumentan sus fortunas en 500 dólares cada segundo. Algunos países de América Latina baten el récord mundial de las desigualdades sociales. En México, 24 familias tienen ingresos superiores a 24 millones de mexicanos. Algunos ejecutivos mexicanos ganan hasta 124 veces más que sus obreros. En Brasil, el 10% de la población acapara el 60% del ingreso nacional.

Una de las mayores preocupaciones de los privilegiados es cómo consumir sin engordar y, solo en Estados Unidos, se realizan al año más de cuatrocientas mil liposucciones para quitarse la grasa, mientras que cada día mueren de hambre unos 35.000 niños. El hambre y la pobreza ocasionan cada año más muertes que todas las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Cada minuto se gasta más de un millón de dólares en armas, lo que supone ochocientos mil millones de dólares al año. Un solo tanque moderno equivale al presupuesto anual de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación). Las grandes potencias tienen almacenadas más de 60.000 bombas nucleares, que equivalen a cuatro toneladas de explosivos por cada habitante del planeta. Bastaría el precio de un avión norteamericano B-2 para alimentar a los 13 millones de africanos y africanas que no tienen nada, absolutamente nada que comer.

Cuanto mayor es el éxito en la invención y creación de nuevas armas cada vez más sofisticadas y eficaces, más fracasamos en construir la paz.

A la cruda y espantosa miseria de miles de millones de personas, habría que añadir la creciente miseria humana y espiritual de los satisfechos. Millones se deshumanizan al tener que vivir en condiciones inhumanas, otros se deshumanizan al volverse insensibles ante el dolor de sus semejantes. Muchos matan para tener, otros matan –o mandan matar– para defender lo que tienen y para impedir que los demás tengan. Los miserables asaltan con cuchillos y pistolas, los poderosos aniquilan con *combas inteligentes.

La selva humana está resultando mucho más cruel que la de los animales: estos no acaparan o amontonan, ni privan a los demás, si están hartos. Algunos gobiernos, para atraer la inversión extranjera, han contribuido a degradar y súper-explotar la fuerza de trabajo, volviendo a situaciones de esclavitud que parecían definitivamente superadas. Particularmente graves son las condiciones de trabajo que impone el capital transnacional en las *maquilas. Las mujeres, que son preferidas para este tipo de trabajo, deben someterse a pruebas de embarazo, trabajan jornadas de 14 horas o más, son vigiladas permanentemente y no se les permite ni ir al baño, a no ser en unos pocos minutos previamente reglamentados. Les está prohibida toda forma de organización para velar por sus derechos, sufren con frecuencia maltratos y acoso sexual, y la mayoría gana menos de un dólar diario. En 1997, Michael Jordan ganó por su publicidad de los zapatos Nike, más que los 30.000 obreros indonesios de dicha industria.

En un mundo que invita a todos al festín del consumo y del tener, pero cierra las puertas a las mayorías que no pueden pagar la entrada, aumenta de un modo vertiginoso la violencia. Violencia del exhibicionismo de los que tienen, ostentan y derrochan, violencia de los que buscan tener a cualquier precio (asalto, robo, prostitución, tráfico de drogas, de niños, de órganos…), violencia de los aparatos represivos, que en vano intentarán poner orden en un mundo estructuralmente desordenado. Las cárceles inhumanas e inmundas, donde se cultiva con tenacidad el odio y la violencia, verdaderas escuelas de delincuencia, se llenan y rellenan de pobres (raramente un delincuente de cuello blanco y corbata va a la cárcel o, si va, es a una cárcel “especial”), y la seguridad es un privilegio del que cada vez pueden disfrutar menos personas. En muchas ciudades y barriadas, seguir con vida es tan solo cuestión de suerte. Cada lunes, los periódicos de las principales ciudades del sur ofrecen el balance de víctimas por la delincuencia como un abultadísimo parte de guerra.

Por todas partes impera el desorden y la violencia. Mueren los ríos y los árboles, cada vez se siente más débil y lejano el canto de los pájaros, la contaminación nos tapa las estrellas y el hueco en la capa de ozono amenaza con engullir la vida. Llenos de ruidos y de prisas, somos incapaces de escuchar los lamentos de la tierra herida, los gritos de hambre y de dolor de nuestros hermanos, y el rumor sordo de nuestra creciente soledad».

* Comba: Maza, martillo grande. Golpe dado con el puño en la cabeza.
* Maquila: Trabajo de manufactura textil parcial realizado por encargo de una empresa.



martes, 20 de octubre de 2020

Te echo de menos

A mi madre. Tu huella marcará mi historia personal para siempre.


 “Te echo de menos” (Versión Gospel). Beatriz Luengo.

Fuente:“Cuentos para crecer por dentro ” de Nekane González y Virginia Gonzalo.

Tal vez sea yo quien dirija mis pasos con las decisiones que tomo, pero estoy convencida de que hay otro tipo de circunstancias que no dependen exclusivamente de mí, es lo que yo llamo “causalidades”. Compartir nuestras vidas durante cuarenta y seis años, fue mi gran “causalidad” y cuando te fuiste, pusiste en mi vida el mejor broche de oro que jamás podría imaginar. Hoy es, para mí, un día realmente importante. Es por eso que quiero acariciar tu corazón de una de las maneras más bonitas que conozco: con el agradecimiento.

Gracias por ocupar un lugar privilegiado en mi vida y en mi corazón. Sin ti, jamás sería la que soy.

Gracias por ser la brújula de mi vida.

Gracias por ser mi persona-hogar.

Gracias por cada paso juntas.

Gracias por tanto amor y paciencia.

Gracias por tu confianza y apoyo incondicional.

Gracias por la complicidad y por latir en la misma sintonía.

Gracias por darme alas y ser el viento que hacía posible batirlas.

Gracias por enseñarme a sortear los obstáculos y a reparar alas rotas.

Gracias por regalarme tu especial forma de ver el mundo.

Gracias por cuidar mi sueño y enseñarme a echar siempre el corazón por delante.

Gracias por tu especial manera de decirme con palabras lo que mi corazón pedía a gritos.

Gracias por ser uno de los espejos que siempre me recordará mi esencia.

Gracias por enseñarme a aligerar mi equipaje.

Gracias por ser irrepetible.

Gracias por ser regalo.

Gracias por tanto cielo.

Gracias por ser punto cardinal, de apoyo y de regreso… a casa.

Gracias por tu último abrazo, que nunca termina y es un “hasta pronto”.

G-R-A-C-I-A-S.

Así, en grande y despacito.

viernes, 16 de octubre de 2020

El aburrimiento


Fuente: “Lo bueno de tener un mal día” de Anabel González.

El aburrimiento es un sentimiento difícil de definir en positivo, ya que tiene que ver con la falta de estimulación. Puede derivarse de la repetición, de la saciedad (tener demasiado) o de la falta de desafíos.

Algunas personas se dejan absorber por esta sensación, incluso la disfrutan y la asocian al descanso, mientras que para otras tiene una connotación negativa y dedican grandes esfuerzos a evitarla; para algunos, el aburrimiento tiene relación con la falta de significado de la vida y el mundo, y se conecta con sensaciones de vacío.

El aburrimiento puede funcionar como un motor en positivo, pero muchas cosas pueden obstaculizar que nos empuje hacia la creatividad, la exploración o la estimulación. El temor ante lo que los cambios suponen, las pegas que no ponemos a nosotros mismos ante cualquier iniciativa (diversas variantes de “me da pereza” o “no me apetece”), las dificultades vitales objetivas para disponer de estímulos (muchas personas no se pueden permitir trabajos estimulantes o viven en contextos sociales que no se lo ponen fácil) pueden anclarnos en el aburrimiento.

La sensación de aburrimiento es importante en la infancia, como también el modo en que los adultos le han ayudado a gestionarlo. Hoy en día, entusiasmados con la estimulación precoz de los niños, y embarcados en la sobredosis de actividades extraescolares, hay poco espacio para que los niños puedan aburrirse y poner su cabeza a tener ocurrencias. De hecho, los pocos momentos en los que los niños tienen el privilegio de aburrirse suelen ser anestesiados con teléfonos inteligentes y tabletas para que se entretengan. Quizás como sociedad hemos de empezar a darle algo más de valor al sano aburrimiento, generador de pensamiento reflexivo y creatividad.

Pero esto de llevar mal el aburrimiento no es patrimonio de los niños, muchas personas adultas tienen dificultades para tolerar el aburrimiento. Como cualquier emoción o sentimiento que la persona no se permite sentir, el hecho de tratar de evitarlo generará complicaciones en el funcionamiento psicológico. Cuando el aburrimiento se siente como intolerable, puede llevar a buscar sensaciones intensas, nos parece más importante esa intensidad que el hecho de que sean beneficiosas o no. Podemos así perseguir cualquier estímulo potente a través de las drogas o de actividades de riesgo, las relaciones de alto calibre emocional (da igual de qué tipo), con todos los problemas que de esto se pueden derivar.

El equilibrio respecto al aburrimiento es tratar de tener una vida lo más estimulante posible dentro de nuestras posibilidades, pero preservando la capacidad de aburrirnos.

Ser capaces de aburrirse sin llevarlo mal es un indicador de equilibrio emocional.


domingo, 11 de octubre de 2020

Hoy como ayer, pero nunca igual

Gripe española. Hospital de emergencia en Camp Funston, Kansas. 1918.

El texto “Imagina por un momento haber nacido en 1900”, de autor desconocido, lleva meses circulando por las redes sociales. El texto nos invita a ver la pandemia desde otra perspectiva. En él, se enumeran algunos de los grandes acontecimientos a los que una persona nacida en 1900 tuvo que enfrentarse a lo largo de su vida: con 14 años, a una Guerra Mundial; con 20 años, a la pandemia de la gripe española; con 29 a la crisis económica, etc. Tras esta enumeración, el texto concluye con una reflexión optimista: aunque actualmente nos quejemos por haber pasado semanas confinados o por tener que llevar mascarilla, otras generaciones lo pasaron peor y consiguieron salir adelante.

Según se señala en “Verne” (web del País digital en la que se descubre, crea y distribuye contenido para redes sociales), la versión más antigua existente está escrita en inglés y es de finales del mes de abril. Otras versiones, en alemán, aparecen publicadas en el mes de mayo. Las versiones más antiguas en español, traducidas del alemán, son de finales de junio. En España ha popularizado el texto el actor David V. Muro que lo publicó el pasado 30 de septiembre en su cuenta de Instagram.

Para esta entrada he preferido incluir el vídeo del canal ObbaraHouse, publicado en agosto, porque me parece mucho más gráfico.

«Imagina por un momento que hubieras nacido en el año 1900. Cuando tienes 14 años comienza la Primera Guerra Mundial y termina cuando tienes 18 con un saldo de 22 millones de muertos. Poco después aparece una pandemia mundial, la gripe española, matando a 50 millones de personas. Y tú estás vivo y con 20 años. Cuando tienes 29 años sobrevives a la crisis económica mundial, que comenzó con el derrumbe de la Bolsa de Nueva York, ocasionando inflación, desempleo y hambruna.

Cuando tienes 33 años los nazis llegan al poder. Cuando tienes 39 años comienza la Segunda Guerra Mundial y termina cuando tienes 45 años, con un saldo de 60 millones de muertos. En el Holocausto mueren 6 millones de judíos. Cuando tienes 52 años comienza la guerra de Corea. Cuando tienes 64 años comienza la guerra de Vietnam y termina cuando tienes 75 años. Un niño que nace en 1985 piensa que sus abuelos no tienen la menor idea de lo difícil que es la vida, pero ellos han sobrevivido a varias guerras y catástrofes. Hoy nos encontramos con todas las comodidades en un mundo nuevo, en medio de una nueva pandemia.

La gente se queja porque por varias semanas se deben quedar confinados en sus casas, tienen electricidad, celular, comida, agua caliente y un techo seguro sobre sus cabezas. Nada de eso existía en otros tiempos. Pero la humanidad sobrevivió esas circunstancias y nunca perdieron su alegría de vivir.

Hoy nos quejamos porque tenemos que usar mascarilla para entrar a los supermercados. Un pequeño cambio en nuestra perspectiva puede obrar milagros. Vamos a agradecer tú y yo que estamos vivos y vamos a hacer todo lo necesario para protegernos y ayudarnos mutuamente».

El vídeo que publicó David V. Muro, al que añade el episodio de la Guerra civil española, ha recibido muchas respuestas en las redes sociales que defienden que los jóvenes también han pasado por momentos complicados: la crisis del 2008, la burbuja inmobiliaria, la del alquiler, la precarización del empleo, el desmantelamiento del estado del bienestar, el terrorismo global, la pandemia del Ébola, la crisis de refugiados, el inicio del desmoronamiento de la Unión Europea, el cambio climático, el neoliberalismo más salvaje, la actual pandemia… En Twitter, algunos usuarios incluso las han enumerado de manera similar a cómo lo hace el texto que nos ocupa.

Según David V. Muro, “hay que ver las cosas con perspectiva, y en España tenemos una historia muy larga, pero una memoria muy corta”.


martes, 6 de octubre de 2020

Lo que verdaderamente cuenta

En esta entrada, recojo once reflexiones de otros tantos cuentos que Sagar Prakash Khatnani incluye en su libro “Sawai. 21 cuentos sobre lo que verdaderamente cuenta”.

HILAR

Las antiguas civilizaciones unían las estrellas mediante trazos imaginarios para guiar a sus navegantes en la noche oscura. Por eso, no importa lo caótica que sea tu vida en este momento, dibuja una línea entre las experiencias vividas, conecta las decisiones que tomaste, y descubrirás que páginas sueltas no tienen sentido, pero juntas hacen una historia. Hay un mensaje oculto en el cielo estrellado de tu pasado:


GENEROSIDAD

«En ocasiones olvidamos que la vida es como una gran caverna vacía, donde el eco de nuestros actos regresa a nosotros amplificado. Si no por altruismo, uno debe actuar bondadosamente por egoísmo, por la alegría que le provoca».

«Un simple acto de bondad puede iluminar dos vidas: la del que da y la del que recibe».

IGUALDAD

«Todos nacemos iguales, pero cada uno se concibe de forma distinta. Es la libertad de ser únicos y poder expresarlo. La propia palabra lo dice: igual-dad, amor a quien es semejante como a quien es diferente. Al fin y al cabo, todos provenimos de lo mismo y cada día estamos más cerca de regresar a ello».

«El bien de todos es también el tuyo».

REPRESIÓN

«Reprimir no es cambiar, es ocultar, para que te acepten tal y como no eres. Es hacerte daño por miedo a que no te quieran. Piensas que tienes una carencia, pero tu única falta es la falta de amor propio.

Lo que sientes te puede abrasar o tú lo puedes abrazar. Es cuestión de una letra. De ti depende».

«No puedes alcanzar la felicidad negándote a ti mismo».

Obedécete solo a ti, aunque la voz de los demás sea más fuerte. Que tu corazón sea tu coraza.

ENCASILLAR

«Durante nuestra infancia somos incapaces de defendernos de las valoraciones que nos imponen los adultos, las asimilamos inconscientemente y olvidamos que el amor propio es el punto de partida, siempre. Hasta que un día ya no pintamos nada, son otros los que delinean nuestras vidas, para que no nos salgamos de la raya».

«Las palabras tienen un poder inmenso: arrastran a las personas a la altura de sus etiquetas».

«Las palabras son como piedras: podemos lanzarlas para atacar, construir un muro para encerrarnos o tender un puente para abrazarnos».

AUTENTICIDAD

«Seguir tu voz interior no es solo un derecho, es un deber. Pensamos que somos todos iguales, pero no es cierto, somos únicos. Observa: cuanto menos te amas, más imitas a los demás. Ser LEAL a uno mismo es cambiar la primera letra por una “R”».

«Cada ser humano es una respuesta en sí mismo».

«Deja de entrenar para ser como los demás. Recuerda que, para ellos, tú eres “los demás”».

BUSCAR

« RESulta que en ocasiones la búsqueda no nos deja ver la solución, PUES corremos tras sombras, conceptos, palabras que nos alejan de la realidad. TAnto, que olvidamos disfrutar del momento presente en espera de un futuro ilusorio. Por ello, en lugar de rastrear con la mente, hay que encontrar con el corazón y comprender que siempre ha estado delante de nuestros ojos la  ___ ____ __».

«Todo cuanto buscas está hoy, aquí y ahora, en ti».

«Hay quien desprecia la flor buscando la primavera».

PRIORIDADES

«En ocasiones, olvidamos compartir con nuestros seres queridos lo único que tenemos: nuestro tiempo.

A menudo el amor ocupa el último lugar en nuestra lista de prioridades, aunque decimos hacerlo todo por él.

Dar importancia a unas cosas es dejar otras atrás. Tú eliges qué ganas, pero también qué pierdes. No se pueden agarrar cien piedras con dos manos».

«Lo verdaderamente importante es el amor».

«El corazón puede ser como una roca de ego, pero el amor, como el agua, siempre se abre camino».

RABIA

«La cólera te hace parecer fuerte, pero en realidad te vuelve débil. Es como un puñal sin mango, hiere a su propio dueño. Ni cien años de ira pueden cambiar el daño que alguien te ha causado; solo una palabra puede. No tardes toda una vida en aprender ocho letras: P - E - R - D - O - N - A - R».

«La ira es pasajera, el amor es para siempre».

«Cuando la realidad no cumple nuestras expectativas, tratamos de defendernos de ella. Esto es enfadarse».

LA MUERTE

«La muerte no siempre llega al final, puede llegar a mitad de un día cualquiera, a mitad de tus sueños o de cuanto deseabas hacer. Por eso vive con el corazón, que ya la muerte se encargará de robarte los latidos. Al fin y al cabo, a todo el mundo le es concedido tiempo para cambiar su vida, pero nadie recibe otra vida para recuperar el tiempo».

«Conforme pasan los días, lo urgente se impone a lo importante».

GRATITUD

«En ocasiones, despreciamos lo que tenemos para correr detrás de lo que tienen los demás. Pero no hay mayor castigo para el ingrato que su propia insatisfacción, pues cree que le falta todo aquello de lo que carece. Siempre es igual: si lo consigue es tierra, si lo pierde es oro».

«Quien busca ya parte de la idea de que le falta algo, y esa misma desesperación no le deja encontrar».

«Es primavera y lloramos por no haber visto la nieve, pero es en invierno cuando nos damos cuenta de que nos perdimos las flores».

* Continúa en la entrada “Lo que verdaderamente cuenta (II)”.


jueves, 1 de octubre de 2020

Accede a tus ángeles

¿Otra entrada sobre los ángeles? Recibo, alto y claro, la repuesta y empiezo a sospechar que he terminado de echar por tierra mi reputación de persona coherente.


Fuentes: El capítulo “Accede a tus ángeles” de Tami Gulland incluido en el libro “Perlas de sabiduría” de varios autores. “Lo que nos dicen los ángeles” de Doreen Virtue y “Libro de Urantia”.

Mañana, día 2 de octubre, se celebra el día de los Ángeles custodios o Ángeles de la guarda que son los que cuidan de los seres humanos. Nadie queda sin protección. Me gustaría añadir que, en realidad, los seres humanos contamos con la ayuda de lo que podríamos llamar “Equipo de apoyo divino” formado, además de por los ángeles guardianes, por guías espirituales, maestros y otros seres de luz. Otro día, en otra entrada, hablaré de ello.

Estos ángeles, serafines, aparte de custodiar nuestra identidad e integridad personal, intentan continuamente promover en la mente humana las decisiones que le hagan progresar en su desarrollo espiritual.

Los ángeles no manipulan la voluntad de los mortales ni toman decisiones sobre la vida de los seres humanos. Bajo ninguna circunstancia interfieren con la libre acción del libre albedrío humano. Somos nosotros los que debemos trazar nuestro propio curso de acción y solo entonces, pueden actuar para hacer el mejor uso posible del curso que hemos elegido. No se les permite imponernos su ayuda. Por esta razón, es muy importante solicitársela. Hay que pedirla conscientemente (en voz alta o en silencio) y permanecer luego abiertos y receptivos.

Probablemente, en algunas ocasiones en las que alguien ha salido ileso de un grave accidente o por segundos se ha librado de él, hayáis oído comentar que esa persona tiene un gran ángel de la guarda que le ha protegido. Solemos tener la idea de que estos ángeles están disponibles o actúan solo en caso de emergencia, pero lo cierto es que están disponibles las veinticuatro horas del día, todos los días de la semana y que les encanta ayudarnos en todos los aspectos de nuestra vida por nimios que nos parezcan.

Os animo a que pidáis conscientemente a los ángeles que se involucren en todos los aspectos de vuestra vida. Si conectáis con ellos, os sentiréis queridos y protegidos y ello se traducirá en un sentimiento interno de seguridad que atrae hacia vuestras vidas gente, experiencias y oportunidades maravillosas, amén de solucionaros situaciones conflictivas y potenciar vuestro crecimiento personal.

En ocasiones, nos embarga una sensación de insatisfacción por falta de sentido en nuestras vidas, nos sentimos abrumados, atrapados y la ansiedad nos provoca un estrés que pasará factura a nuestro bienestar emocional, físico y mental y puede llevarnos a la depresión.

Cuando sintamos que estamos sumidos en una de estas situaciones, podemos recurrir a la ayuda de nuestro “Equipo divino”. Ellos son capaces de ver las infinitas posibilidades de nuestras vidas, que nosotros podríamos no detectar debido a las limitaciones de nuestra percepción humana. Y lo mejor de todo es que siempre están listos para ayudarnos. Solo tienes que pedirles consejo y ellos te lo ofrecerán. Sin embargo, en estas situaciones se hace muy difícil que podamos sintonizar con ellos. ¿Cómo podemos hacerlo? Los pasos son sencillos.

- Párate y respira. Sentado o tumbado en una posición confortable, inspira tres veces tan lenta y profundamente como te sea posible y espira. Quédate unos momentos en silencio. Concentra tu consciencia en el centro de tu pecho. Imagina que estás respirando desde el centro de la caja torácica y que, con cada inhalación, se te abre el corazón. Piensa en un recuerdo feliz, en algo que te ilusione o en alguien a quien quieras. Eso te ayudará a alinearte con la energía de tus ángeles y a ser más receptivo a sus mensajes.

- Pide ayuda. Formula a tus ángeles tu pregunta o pídeles el consejo que necesites.

- Mantén una actitud abierta y receptiva. Debes ser consciente de que la respuesta puede venir de manera inmediata, pero si no es así, no te preocupes, ya llegará. El cielo siempre escucha. Permanece atento. Esta comunicación puede adoptar la forma de percepciones espontáneas, sensaciones, conocimientos intuitivos, palabras que oyes, visiones, sincronizaciones y sueños. Puede ser algo tan simple como un repentino sentimiento de alegría, paz y bienestar; un sueño que sea significativo para nosotros y nos haga sentir seguros; un amigo que nos diga las palabras que necesitábamos oír para sentirnos mejor; en ocasiones se trata de una señal que solo tiene un significado especial para nosotros (una canción, un arco iris, una mariposa, una pluma que cae a nuestros pies…); algunas veces aparecen soluciones que no son producto de nuestro esfuerzo, sino la consecuencia de una serie de acontecimientos “fortuitos”; pueden llegarnos soluciones a través de un artículo, de un programa de televisión, de la mano de un compañero que nos da cierta información…; otras veces la solución aparece al poco tiempo en nuestra mente, con total claridad… es como si se hubiera cargado en nuestra mente un archivo informático con la solución del problema…

- Da gracias. Agradece a tus ángeles y al “Equipo de apoyo divino” su amor, su apoyo y sus consejos.

Cuando sintonizas con tus ángeles y tu “Equipo” puede suceder que comprendas, de repente, dónde debes invertir tu tiempo y tus energías, cuáles deben ser los próximos pasos que debes tomar en tus relaciones personales y laborales y aprendas a hacer acopio de recursos personales para adquirir mayor confianza.

Todos podemos hacerlo o aprender a hacerlo. Hablo de personas normales y corrientes. Se trata de contactar con “algo” que ya se encuentra en nuestro interior.

Confía, déjate guiar por este equipo de consejeros divinos que están permanentemente a nuestro lado.