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viernes, 29 de agosto de 2014

El oro del avaro

Este cuento anónimo está incluido en el libro “365 ideas para cambiar tu vida” de Francesc Miralles.

Un avaro vendió todo lo que tenía de más y compró unas piezas de oro. Tras admirarlas hasta el aburrimiento las enterró en la tierra, a orillas de una vieja pared.

Todos los días iba a mirar el sitio donde había enterrado sus monedas. Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió averiguar qué pasaba. Pronto descubrió el tesoro que estaba ahí escondido. Cavó y tomó las piezas de oro, robándoselas al avaro.

En su siguiente visita, el avaro encontró el hueco vacío y se lamentó amargamente. Entonces otro vecino, al enterarse del motivo de su queja, lo consoló diciéndole:

—Amigo, da gracias de que el asunto no es tan grave. Ve, lleva una piedra y colócala en el hueco. Imagínate que el oro aún está allí. Para ti será lo mismo que sea o no sea el oro, ya que de por sí nunca hubieras hecho ningún uso de él.

Valoremos las cosas por lo que sirven, no por lo que aparentan.


domingo, 24 de agosto de 2014

Vivir por segunda vez

«He aquí una prueba para saber si tu misión en la Tierra ha concluido. Si estás vivo, es que no».
Richard Bach



Fuentes: “Héroe” de Rhonda Byrne y “365 ideas para cambiar tu vida” de Francesc Miralles.

 “Canon en Re mayor”. Johann Pachelbel.

Toda vida tiene un propósito. El sentido de la vida no es algo que se invente, sino que se descubre por el camino. Sin embargo, los descubrimientos más importantes pueden pasarte por alto si transitas por el mundo con una actitud conformista, apática o temerosa.

Cuando rechazas la llamada de la vida para perseguir tus sueños, corres el riesgo de vivir sin realizarte y ser infeliz. Muchas personas con gran potencial, viven una vida desgraciada, sin satisfacción y sin alegría. La infelicidad de la gente se manifiesta en el alarmante aumento de los problemas de salud mental del mundo.

No importa lo que hagas, ni los bienes materiales que consigas por el camino: si lo que haces no te alegra el corazón, si no alimenta tu pasión por levantarte cada día, al final de tu vida te invadirán una frustración e insatisfacción abrumadoras. Es más, no habrás desempeñando tu papel como ser humano en este planeta.

No permitas que esta sea tu historia.

Las circunstancias iniciales, aun siendo importantes, no determinan el tipo de vida que tendrás. Aunque parezca que lo tienes todo en tu contra, no son las condiciones del mundo exterior las que determinan si tus sueños se van a hacer realidad.

Naces con las facultades necesarias para realizarte, superar las pruebas, obstáculos y retos que se interpongan en tu camino. De hecho, nunca sientes la llamada a perseguir un sueño si no es porque tienes dentro de ti los medios para hacerlo realidad. En tu interior tienes todo lo que necesitas.

Cuando tomas conciencia de tus recursos y los movilizas, de repente lo imposible se vuelve posible. Tu vida deja de ser el fruto de acontecimientos externos para ser el resultado de un trabajo interior lleno de intención.

A veces, la vida te presentará las circunstancias que te empujarán a perseguir tu sueño, pero la mayoría de las personas no dan el salto porque su situación no es lo suficientemente desesperada. Por lo general, harán algo cuando estén hartas, asqueadas, cansadas y ya no aguanten más.

No esperes a llegar a ese punto.

No importa en qué situación te encuentres en este momento de tu vida, ni tu edad, nunca es demasiado tarde para perseguir tu sueño. En todas las edades de tu vida puedes decidir lo que quieres ser de mayor. Aunque creas que las obligaciones te impiden moverte, nunca es demasiado tarde. Siempre existen infinidad de formas de perseguir tus sueños. Es mucho más fácil de lo que piensas.

Tú eres responsable de crearte una vida que te haga feliz y con la que te sientas realizado. Nadie puede hacerlo por ti. Ni tu jefe, ni tu pareja, ni tus hijos, ni tu familia, ni tus amigos… No hay nadie que sea responsable de tu vida, salvo tú mismo. Este es el paso verdaderamente importante para cambiar las cosas. Has de cambiar de mentalidad, hay que cambiar lo que haga falta…

¿No has encontrado tus objetivos vitales? ¿Eres incapaz de elaborar una hoja de ruta propia? Existen diferentes estrategias para salir de esta situación:

No siempre sabemos lo que queremos, pero seguro que sabemos lo que no queremos. Si averiguas qué es lo que no te gusta acabarás llegando por eliminación a lo que te gusta. Deja de hacer o pensar lo que no quieres.

¿Te has preguntado alguna vez cuál es tu propósito en la vida? Tal vez desconozcas que tienes un increíble recurso con el que puedes conectar: si pides la información que precisas, las ideas, las soluciones… la respuesta vendrá. Cuando planteas una pregunta, el Universo te transmite la respuesta. Las respuestas no vienen de tu mente consciente; si fuera así, ya las conocerías… Se trata de escucharte a ti mismo, de viajar a tu interior. Las respuestas están dentro de ti. Siempre lo han estado.

Hay un consejo que, si se sigue, te conducirá a realizarte como ser humano: persigue tu felicidad. Así de simple. Persigues tu felicidad cuando tomas la decisión de hacer cada día algo que te haga sentir realmente bien, que haga que te parezca que el tiempo vuela, que te haga sentir inspirado… Por insignificante o pequeño que sea lo que hagas, es un hilo que te está conectando con tus sueños, con la razón por la que estás aquí. Aunque no puedas ver todo el camino, tu felicidad es el hilo que te conducirá a la realización de tus sueños.

La condición previa a todo proceso de recuperación es la voluntad de renacer. Hermann Hesse dice en su novela “Demian” que “cada vez que vayamos a renacer debemos romper la cáscara de huevo que nos aprisiona”. La cáscara está formada de autocompasión, pero también de miedo a responsabilizarse de la propia vida y pasar a la acción. Dentro del huevo, los viejos traumas procuran un sentimiento de familiaridad, ya que uno acaba haciéndose amigo de sus penas, mientras que afuera se halla el camino a recorrer, la incertidumbre. Esto explica por qué hay tantas personas que parecen resistirse a salir de su postración. En principio a nadie le gusta la infelicidad, pero buscar la felicidad es un duro trabajo que requiere arremangarse.

Hace falta valor para hacer lo que te gusta e ir contracorriente. Resiste la tentación de intentar complacer a todo el mundo y sé fiel a ti mismo. Es tu vida y has de seguir lo que te dicta el corazón. Tienes una responsabilidad contigo mismo.

La vida es corta; no es un ensayo general. No puedes quedarte sentado en el sofá viendo la televisión y lamentándote de lo que podía haber sido.

«Actúa como si vivieras por segunda vez y la primera lo hubieras hecho tan desacertadamente como estás a punto de hacerlo ahora».
Viktor Frankl


martes, 19 de agosto de 2014

La sencillez


*Autor: Darío Lostado.

«¿Por qué se hace hoy tan difícil la sencillez?

¿Por qué hay tan pocos gestos sencillos, sonrisas sencillas, gustos, amores, expresiones, personas, conversaciones, modas y vidas sencillas?

Estamos inundados de artificio, amaneramiento, doblez, disimulo, sofisticación, cursilería y afectación. ¿Por qué siendo tan fácil ser sencillo se elige la complicación de lo sofisticado?

¡Qué absurdo empeño en colorear la gota limpia y transparente de agua clara!

De niños fuimos muy sencillos. Cuando empezamos a ser mayores, aprendemos e imitamos la necia afectación hipócrita de los mayores.

¿Por qué hacer complicado lo que es simple? Lo verdadero, si es sencillo, es más verdadero. Lo bello, si es sencillo, es más hermoso. Lo bueno, si es sencillo y simple, es mejor.

Amar las cosas sencillas, los modos sencillos, las costumbres sencillas, las palabras sencillas… El ser más perfecto es el más simple.

Ocurre en la vida moderna como si existiera una competencia habitual por ver quién llama más la atención por lo extravagante y afectado. Y se ha llegado a ver todo ello como normal. Es uno de los signos de nuestro tiempo».

* Darío Lostado, filósofo, psicólogo, teólogo y escritor nacido en España, fue profesor en las Universidades de Santiago de Chile, Puerto Rico y República Dominicana. Entre sus libros destacan “La alegría de ser tú mismo”, “Pero mi voz me dice”, “Ama y haz lo que quieras”, “Atrévete a ser libre”, “Hacia la verdad de ti mismo”... Ha impartido numerosos talleres y seminarios sobre el desarrollo personal y las relaciones humanas. Su filosofía es sencilla y accesible. Sus enseñanzas tratan sobre el despertar de la conciencia y la comprensión de la vida. Falleció en enero de 2013.


jueves, 14 de agosto de 2014

Amueblando la cabeza

En este mes de agosto, IKEA ha lanzado una nueva y entrañable campaña publicitaria apoyándose en una máxima incuestionable: los niños aprenden lo que ven y viven en el hogar.

En la actualidad, muchos padres se empeñan en que sus hijos sean educados en el colegio, pero los niños, auténticas esponjas del conocimiento, imitarán aquello que vean en sus mayores más cercanos. Lo que más influye en el comportamiento de los niños es lo que ven en su propia casa.

Para IKEA, multinacional de origen sueco que se dedica a la venta de muebles funcionales con diseño contemporáneo y objetos de decoración, la casa es el centro de la familia y tiene una incidencia directa sobre cosas tan importantes como la educación, la paz interior, el equilibrio, la sostenibilidad…

Se trata de la segunda campaña que la agencia McCann realiza para la compañía sueca y en ella utiliza la ironía, el humor y la ternura bajo el lema “nada como el hogar para amueblarnos la cabeza”.

En dos cosas estoy de acuerdo: para educar a los chicos lo mejor es el ejemplo y hay que educar con la cabeza “muy bien amueblada”.


sábado, 9 de agosto de 2014

Solo por hoy


Autor: *Angelo Giuseppe Roncalli (Papa Juan XXIII).

«Solo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.

Solo por hoy tendré el máximo de cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.

Solo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no solo en el otro mundo, sino en este también.

Solo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

Solo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

Solo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

Solo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos procuraré que nadie se entere.

Solo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

Solo por hoy creeré firmemente, aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

Solo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad».

*Juan XXIII, que dirigió la Iglesia católica entre 1958 y 1963, recibió el sobrenombre de “el Papa Bueno” por su carácter alegre y tranquilo, notable sentido del humor, apariencia bondadosa y generosidad. Tenía casi 77 años cuando fue elegido Papa.

Su pontificado, fuertemente criticado por los sectores más conservadores de la Iglesia, supuso el primer intento serio de modernización de la Iglesia al convocar en 1959 el Concilio Vaticano II que, comenzado en 1962, fue concluido en 1965 por su sucesor Pablo VI.

Juan XXIII instó a todos los obispos del mundo, entre muchas otras cosas, a promover la adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos, a transmitir el mensaje de Dios con un lenguaje más comprensible para todos, a tomar conciencia de los problemas del mundo moderno con un espíritu aperturista y de diálogo y a introducir dentro de la doctrina social de la Iglesia la cultura de los derechos humanos.

El día 27 de abril de este año fue canonizado, junto a Juan Pablo II, por el actual Papa Francisco.


lunes, 4 de agosto de 2014

La sopa de piedra

En un pequeño pueblo, una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño, correctamente vestido, que le pedía algo de comer.

“Lo siento”, dijo ella, “pero ahora mismo no tengo nada en casa”.

“No se preocupe”, dijo amablemente el extraño. “Tengo una piedra de sopa en mi cartera; si usted me permitiera echarla en un puchero de agua hirviendo, yo haría la más exquisita sopa del mundo. Un puchero muy grande, por favor”.

A la mujer le picó la curiosidad, puso el puchero al fuego y fue a contar el secreto de la piedra de sopa a sus vecinas. Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver a aquel extraño y su piedra de sopa.

El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cucharada con verdadera delectación y exclamó:

“¡Deliciosa! Lo único que necesita es unas cuantas patatas”.

“¡Yo tengo patatas en mi cocina!”, gritó una mujer. Y en pocos minutos estaba de regreso con una gran fuente de patatas peladas que fueron derechas al puchero.

El extraño volvió a probar el brebaje.

“¡Excelente!”, dijo; y añadió pensativamente:

“¡Si tuviéramos un poco de carne, haríamos un cocido de lo más apetitoso!”.

Otra ama de casa salió zumbando y regresó con un pedazo de carne que el extraño, tras aceptarlo cortésmente, introdujo en el puchero.

Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo:

“¡Ah, que sabroso! Si tuviéramos unas cuantas verduras, sería perfecto, absolutamente perfecto...”.

Una de las vecinas fue corriendo hasta su casa y volvió con una cesta llena de cebollas y zanahorias. Después de introducir las verduras en el puchero, el extraño probó nuevamente el guiso y, con tono autoritario, dijo:

“La sal”.

“Aquí la tiene”, le dijo la dueña de la casa.

A continuación, dio orden:

“Platos para todo el mundo”.

La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos. Algunos regresaron trayendo incluso pan y frutas. Luego se sentaron a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa.

Todos se sentían extrañamente felices y mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida. En medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente dejando tras de sí la milagrosa piedra de sopa, que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo.

Este cuento popular trata de la cooperación. “Poco puede ser mucho”. Frente a la escasez, podemos trabajar juntos y al final estar todos mejor.

La piedra inicial es solo un pretexto. Los aldeanos empezaron a compartir porque creían estar mejorando la sopa. Si quieres empujar a la gente a que haga algo, dales la oportunidad de ser parte del éxito.