Presentación   /   Página de Inicio   /   Frases y citas para el cambio   /   Libro de visitas
  ÍNDICES POR TEMAS O ETIQUETAS:

jueves, 31 de diciembre de 2020

Toma las riendas de tu vida

Felicitación del Año Nuevo 2021


 “Terre Enchanteresse”. Michel Pépé.

Fuente: “Cuentos para reparar alas rotas” de Nekane González y Virginia Gonzalo.

«Existen hilos que nos unen a algunas personas; en cambio, hay otros que nos atan a ellas.

La diferencia reside en que, mientras que los primeros nacen para hacernos grandes, los otros surgen para mantenernos pequeños.

Cada mañana tienes la oportunidad de definir qué quieres hacer con tu día, recuperar el control de tus sueños y dejar de cumplir expectativas ajenas para enfrentarte al desafío más bonito de todos: tomar las riendas de tu vida.

Tus decisiones, tu tiempo y tus prioridades son tuyas. A la hora de delimitar tu espacio, no des por hecho las cosas, sé fiel a tus valores y flexible cuando lo creas conveniente; prioriza tus intereses sin justificarlos y mira por ti sin disculparte.

Tienes derecho a decir “no”, a rechazar lo que no te convenga y a expresar molestia cuando la sientas. Recuerda que, a veces, no es imprescindible responder a todas las peticiones en ese preciso momento, sino que puedes tomarte el tiempo suficiente para pensar si quieres decir “sí” o si, por el contrario, necesitas enunciar un rotundo “no”. Recuerda que aplazar una respuesta cuando el objetivo es conectarte con tu propia honestidad no es un gesto de negación, sino de autoafirmación.

Y afirmar es decirte sí a ti mismo, sin condiciones. Sí a vivir en primera persona. Sí a romper con lo establecido. Sí a sentir que tus deseos y decisiones están, como mínimo, a la misma altura que los del resto. Sí a creer que mereces todo lo bueno que te ocurre y aquello que está por venir.

El día que descubres que los hilos de tu vida solo los manejas tú, se abre ante ti todo un mundo de posibilidades.

El día que empiezas a dibujar tu frontera, lejos de delimitarte, te sorprenderá lo amplio que puede llegar a ser tu horizonte.

El día que sostienes con soltura los hilos que te hacen grande y cortas aquellos que te hacen sentir pequeño, un mundo nuevo se abre paso ante tus ojos.

El día que decides tomar el control de tu vida, comienza la relación de amor más auténtica y duradera de todas: la tuya contigo».

¡FELIZ AÑO NUEVO!


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- El poder de cambiar (2020)
- Fluye con la vida (2019)
- Decálogo de libertad (2018)
- Te desafío (2017)
- Para vivir... (2016)

martes, 29 de diciembre de 2020

A este lado del cristal

El grupo musical “La Oreja de Van Gogh” está preparando la gira “Un susurro en la tormenta”, que tienen previsto iniciar el próximo mes de marzo.

En los ensayos surgió y grabaron ellos mismos, a modo de felicitación de Navidad, la breve, pero intensa balada “A este lado del cristal”. La canción tiene un gran mensaje: en estas fiestas, tan diferentes y difíciles, no es necesario contar con las celebraciones en las calles, pues lo que verdaderamente importa, nuestro mayor regalo, lo solemos tener cerca de nosotros, en nuestra casa, y son los pequeños detalles los que hacen especiales estas fiestas.

Aún nos quedan muchos motivos para celebrar.

“Asomada a la ventana veo la plaza desierta.
Solo el viento, que se aburre, mueve algunas hojas secas.
No hay canciones, luz ni niños. Solo una noche cualquiera.
¿A quién queremos engañar? Si ni parece Nochebuena…

Miro al cielo y enfadada exijo alguna explicación,
pero todas mis palabras se convierten en vapor.
Tengo frío y siento rabia, cierro de golpe la ventana
y es entonces cuando veo tu mirada reflejada.

Y de pronto, qué tonta, lo comprendo:
a este lado del cristal está todo lo que quiero.
Si podemos abrazarnos, lo demás puede esperar.
¿No es acaso un buen motivo como para celebrar?

Entonces me seco los ojos
y me siento a tu lado en nuestro sofá.
Me apoyo despacio en tu hombro
y me escucho decirte en voz alta: ¡Feliz Navidad!”.


jueves, 24 de diciembre de 2020

Deja que fluya el bien

Felicitación de Navidad del año 2020


 “Away in a Manger” (Lejos en un pesebre). Coro “The Cathedral Singers”.

Fuente: “Aprendiz de sabio” de Bernabé Tierno.

Que cualquier persona que hoy llegue hasta ti y se ponga en contacto contigo, por cualquier motivo, se lleve algo bueno de ti, algo que le reconforte y le haga sentirse bien consigo mismo: una sonrisa, una palabra de aliento, una alabanza, un pequeño detalle…

Muéstrate hoy feliz y muy agradecido por vivir, por tener salud, porque hay personas que te quieren, por todo lo que has recibido y recibes de los demás.

Adquiere la saludable y reconfortante costumbre de bendecir y desear el bien a cuantos te rodean, de ser agradecido y de sentir gozo por lo que eres y por lo que tienes.

El intercambio dinámico del universo —la ley del dar y del recibir— se cumple inexorablemente. Por eso, no ceses de generar acciones nobles y saludables, que producen un gran bien en tus semejantes y se convierten en un bien mayor para ti mismo. Tampoco te olvides de tratar con afecto y comprensión al mejor amigo que tienes y que nunca puede fallarte y que eres tú mismo.

Sé consciente de toda la energía y potencialidad que recorre tu ser y no ceses de disfrutar de todos los dones que te ofrece la vida y la naturaleza. Disfrútalos, mientras pasen por tu vida, pero no intentes retenerlos; deja que fluyan, que circulen, que salgan de tu persona hacia tus semejantes.

Percibe tu individualidad, tu singularidad y tu grandeza. Sé consciente de tu importancia, a pesar de tu pequeñez, haciendo buenas las palabras de Duane Elgin: «Nadie puede ocupar tu lugar. Cada uno de nosotros teje una hebra en la tela de la creación. Nadie puede tejer esa hebra por nosotros».

Aprende a ser siempre, estés donde estés, correa de transmisión del bien, porque nuevos gozos y bienes esperan su momento para llegar a tu vida.

FELIZ NAVIDAD


miércoles, 23 de diciembre de 2020

Un cuento por Navidad (III): El niño descalzo

Cuento para niños y no tan niños

En ocasiones, el alma agradece ese almíbar capaz de traer al presente un poco del calor del hogar de tu niñez.


 “Petit Papa Noël”. Nana Mouskouri.

El niño descalzo (Cuento tradicional francés)

Hace mucho tiempo, en un remoto pueblo de Francia, vivía un niño llamado Pierre que era huérfano. Había perdido a sus padres cuando era muy pequeño y vivía con su tía, una mujer egoísta y avariciosa, que nunca había sido cariñosa con él. Vivían en una casa ruinosa, muy incómoda y fría en invierno. Sin embargo, el pequeño, que soportaba los malos tratos de su tía, tenía un corazón noble y bondadoso y era amable con los demás.

Pierre andaba siempre descalzo, pues su tía, que era muy tacaña, no le compraba zapatos desde hacía mucho tiempo. Cuando llegó el invierno, el niño se talló unos zuecos de madera para poder proteger sus pies de la nieve.

El día de Nochebuena, como cualquier niño, se encontraba muy nervioso por la llegada de Papá Noel. Dejaría sus zuecos junto a la ventana para que pudiera dejarle regalos.

Al salir de la Misa del Gallo, Pierre vio a un niño vestido de blanco que tiritaba de frío en un rincón de la calle. Estaba descalzo y a Pierre le dio tanta pena, que se quitó uno de sus zuecos y se lo dio.

Al regresar a casa, su tía se enfureció al verle:

—¡Ya has perdido uno de tus zuecos! —le regañó— ¡Pues no voy a dejar que gastes otro tronco de leña para tallar uno nuevo! Ahora te vas a la cama sin cenar.

Pierre se fue muy triste a la cama, pero, antes, dejó el zueco que le quedaba junto a la ventana.

A la mañana siguiente, corrió a ver su zueco y se quedó impresionado. ¡Papá Noel le había dejado un par de relucientes zapatos, un abrigo, un gorro, una bufanda, unos guantes, un cuaderno, lápices de colores y una pelota!

Fue corriendo a la ventana y, al mirar al cielo, descubrió el trineo de Papá Noel que se alejaba. A su lado iba un niñito vestido de blanco, que sostenía el zueco que él le había regalado. ¡El niño al que le regaló su zueco era el Niño Jesús!

En la medida en que des al mundo, el mundo te lo devolverá con creces. Dar para recibir. Sé generoso con quienes te rodean.


domingo, 20 de diciembre de 2020

Vivir en el cielo

Felicitación de Navidad del año 2020 para los seguidores del blog

Como cada año, quiero felicitar en Navidad a los seguidores del blog “Si yo cambio, todo cambia” a través de Blogger, Facebook, Twitter, Pinterest o correo electrónico, con un pequeño “gran mensaje”.


 “Immanuel”. Michael Car.

Fuente: “Escúchate” de Prem Rawat.

Me gustaría que supieras que, cualesquiera que sean tus creencias, hay un cielo aquí en la tierra para ti, un cielo que apreciar y del que disfrutar de múltiples maneras.

El cielo es el lugar donde uno se siente pleno. Encontraremos este cielo si abrimos los ojos y el corazón hacia él; si lo percibimos en el aquí y ahora; si apreciamos la importancia y el milagro de cada momento; si reconocemos lo hermoso de estar hoy en este planeta; si nos damos cuenta del regalo de la existencia. Está ahí cada vez que respiramos.

El cielo empieza para nosotros cuando vivimos en paz.

Ver aparecer los primeros rayos de sol es celestial.

Sentir el calor de ese sol que sale, trayendo el día y todas sus posibilidades, es celestial.

Oír los coros de pájaros al amanecer, cantando la dicha de sus corazones, es celestial.

Ver una ballena desafiando la ley de la gravedad durante unos gozosos segundos es celestial.

Sentir el viento fresco en la cara es celestial.

Beber agua bien fría en un día caluroso es celestial.

Comer fruta madura directamente del árbol es celestial.

Ver, durante el crepúsculo, cómo se hunde el sol en el horizonte, despidiéndose del día e invitándonos a descansar, es celestial.

Saber que siempre hay un amanecer y un atardecer teniendo lugar en algún sitio de este hermoso planeta es celestial.

Ver las formas de los campos matizadas por la suave luz de la luna es celestial.

Oír el ulular del búho en la oscuridad del bosque es celestial.

Ver estrellas fugaces, súbitas y sublimes, es celestial.

Ver sonreír a alguien a quien amas es celestial.

Sentirse contento es celestial.

Notar la divinidad en el aliento es celestial.

Estos sentimientos, que son la alegría de la vida, la dicha de existir, están ahí para que todos los saboreemos; dondequiera que vivamos, sea cual sea nuestra edad, creamos lo que creamos, seamos quien seamos.

¡FELIZ NAVIDAD!


viernes, 18 de diciembre de 2020

Breves historias de grandes valores

Fuente: Estas pequeñas historias me las enviaron por WhatsApp. Desconozco su autor/a.

Estas seis pequeñas y sencillas historias definen, con muy pocas palabras, otros tantos valores con mayúsculas. Todo un regalo.

❂ Un día, los habitantes de un pueblo decidieron rezar para pedir que lloviera. La gente se reunió en el lugar acordado para la oración, pero solo un niño acudió con paraguas. Eso es FE.

❂ Cuando lanzas a un niño pequeño por los aires y se ríe, es porque sabe que lo cogerás. Eso es CONFIANZA.

❂ Cada noche nos vamos a dormir sin la seguridad de que estaremos vivos a la mañana siguiente y, sin embargo, ponemos el despertador para levantarnos. Eso es ESPERANZA.

❂ Hacemos grandes planes para mañana a pesar de que no conocemos el futuro. Eso es SEGURIDAD.

❂ Vemos el sufrimiento en el mundo y, a pesar de ello, nos casamos y tenemos hijos. Eso es AMOR.

❂ Había un anciano con la siguiente leyenda escrita en su camiseta: “No tengo 70 años. Tengo 16 con 54 años de experiencia”. Eso es ACTITUD.


domingo, 13 de diciembre de 2020

La necesidad de sentirse querido

Fuente: “Parábolas para vivir en plenitud” de Antonio Pérez Esclarín.


El leñador y su esposa

El cuento “El leñador y su esposa” es una adaptación del cuento que Paulo Coelho incluye en el artículo “La necesidad de recibir: No sentirse inferior”

Había un leñador, fuerte y robusto, que contrajo matrimonio con una mujer totalmente distinta: delicada, suave, con unos dedos prodigiosos con los que realizaba unos extraordinarios bordados.

El leñador estaba muy orgulloso de su esposa y pasaba todo el día en el bosque para que no faltara nada en la casa.

Tuvieron tres hijos que crecieron, estudiaron, se casaron y se fueron a vivir lejos de la casa de sus padres.

Cuando quedaron solos, el hombre siguió trabajando con el mismo afán. A pesar de los años, no disminuía su extraordinaria fortaleza. La mujer, sin embargo, fue languideciendo, dejó de bordar, perdió el apetito, dejó de salir de la casa y pasaba casi todo el día en la cama.

El esposo no sabía qué hacer y se la pasaba dando vueltas como un león enjaulado. Una noche, la esposa empezó a arder de fiebre y una palidez de muerte devoró su rostro.

El leñador tomó en sus manos toscas los delicados dedos de la esposa y comenzó a llorar:

–No me dejes, por favor, no me dejes –gritaba entre sollozos.

La mujer hizo un gran esfuerzo por levantar su pregunta sobre la llamarada de su fiebre:

–¿Por qué estás llorando?

–¡Porque te necesito!

Una chispa suave avivó los ojos de la esposa:

–¿Por qué no me lo dijiste antes? Yo creía que cuando los hijos crecieron y se fueron, ya mi vida no servía para nada. Me sentía tan débil y tan frágil y te veía tan fuerte y tan seguro de ti mismo…

–Me daba pena decirte lo mucho que te necesitaba. Pensaba que no te merecía. Tenía tanto miedo de perderte…

Desde ese momento, la mujer volvió a recuperar la salud, empezó de nuevo a pasear por el bosque y sus dedos recobraron su agilidad y su arte. Su vida había vuelto a tener sentido porque alguien la necesitaba. Alguien era capaz de recibir lo que ella tenía: amor.

No basta querer, es necesario que el otro se sienta querido, que experimente y compruebe el amor. Muchas veces, basta un gesto cariñoso, una simple palabra: “te quiero”, “te necesito”, “cuenta conmigo”…

No nos han educado para expresar nuestros sentimientos y con frecuencia nos privamos de expresar nuestro amor. Pensamos que la otra persona va a pensar que somos sensibleros o cursis y, en muchas ocasiones, expresamos cosas bellas de las personas cuando han fallecido y no pueden oírlas. Ya es tarde…

Todos necesitamos sentirnos valorados y queridos. Todos necesitamos ser reconocidos y apreciados. Todos tenemos hambre de refuerzos positivos. Todos queremos experimentar que somos importantes para los demás y que se valoran nuestros logros y nuestra manera de ser.

Es cierto que solo si uno se acepta y quiere, podrá aceptar y querer a los demás, pero no es menos cierto que la autoestima parte siempre de la estima del otro y es imposible quererse si uno no ha experimentado el amor.


martes, 8 de diciembre de 2020

Preludio

Va transcurriendo y llegando a su fin este año especialmente duro y amargo para tantos y tantos seres humanos en el planeta Tierra y hoy, día de la Inmaculada, es, tradicionalmente, el preludio de la Navidad.

Un año más, quiero enseñaros el belén de mi casa. Muchos lo conocéis, así que no voy a repetiros su descripción y características. Si a alguien le interesan, puede encontrarlas en entradas de años anteriores. En el índice de la etiqueta “El Espíritu de la Navidad” hay un apartado dedicado a los belenes.

Todos los años suelo hacer, con fotos del belén, un vídeo con el que felicito, por Navidad, a familiares, amigos y conocidos y hago una entrada en el blog a la que le pongo el mismo título que el de su música de fondo: “Magníficat”, “Un soplo de aire fresco”, “Meditando con Dios”, “Pura luz”, “La cuna de la vida”… y, este año, “Preludio”, obra musical instrumental del compositor griego Yanni, incluida en su álbum “Tribute” (1997).

Esta entrada quiero dedicarla a cuántos están luchando, como enfermos o como sanitarios, por superar la Covid-19, a todas las personas que han muerto y a sus familiares que se han quedado con la desolación y la pena de no haber podido, ni siquiera, acompañarles y a los que responsablemente se esfuerzan, cada día, por conseguir no expandir este virus.

Preludio es, ante todo, aquello que precede y sirve de entrada, preparación, anticipación, anuncio o comienzo de algo. Que esta Navidad sea el preludio de un nuevo año en el que los seres humanos logremos superar y vencer a esta pandemia que tanto ha cambiado y cambiará nuestras vidas.

Recibimos muchos mensajes que nos advierten de que esta Navidad debe ser diferente si queremos que vuelva a ser igual que siempre, pero me gustaría señalar que hay otra Navidad que nunca cambiará. La Navidad de la que hablo, no podemos encontrarla en el ambiente festivo que suele rodear estos días. Tal vez, podamos encontrarla si somos capaces de ver la luz en la mirada de los seres humanos. Una luz que nace en su interior porque Dios reside personalmente, humilde y silencioso, en cada espíritu. Somos seres extraordinarios. Somos hijos de Dios y hemos recibido el inviolable patrimonio de la inmortalidad. Este es el mensaje que Jesús vino a traernos. Esta es la otra Navidad.

Deseo que os guste.

Música: “Preludio” de Yanni y “Arameic lord's prayer” (fragmento) de Daniela de Mari.


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Magníficat (2019)
- Un soplo de aire fresco (2018)
- Meditando con Dios (2017)
- Pura luz (2016)
- La cuna de la vida (2015)

viernes, 4 de diciembre de 2020

D.E.V. (Disfrute en vida)

El nuevo anuncio de Campofrío para estas Navidades, dirigido por Daniel Sánchez Arévalo y Paco Plaza, lleva por título D.E.V. (Disfrute En Vida).

En un año en el que el coronavirus SARS-CoV-2 se ha cobrado miles y miles de vidas, los guionistas han querido expresar, con un toque de humor, el sentimiento que genera la muerte en el ser humano. La protagonista del anuncio, de negro y con guadaña en mano, es la muerte, interpretada por Quique San Francisco.

A lo largo del anuncio, que dura algo más de tres minutos, se pone de relieve cómo las personas ignoramos a la muerte y preferimos comportarnos como si no existiera e incluso somos incapaces de pronunciar la palabra muerte y, para nombrarla, empleamos diversos eufemismos (“criar malvas”, “quedarse tieso” o “irse al otro barrio”). Tan solo las personas que han vivido como han querido, no tienen miedo a la muerte y son capaces de enfrentarse a ella.

En el anuncio se hace un homenaje al periodista deportivo Michael Robinson, al cantante Pau Donés, fallecidos ambos este año, y a Chiquito de la Calzada que siempre es recordado en el anuncio navideño de Campofrío.

Además de Quique San Francisco, intervienen Silvia Abril, Juan Echave, Buenafuente, el pianista James Rhodes y María Galiana.

El tema de la muerte es complicado de tratar, pero Campofrío no ha querido dar la espalda a las circunstancias en que vivimos y, con humor, hace una crítica social. Al fin y al cabo, la muerte forma parte de la vida y, a pesar de que este 2020 ha sido un año trágico, el eslogan de la campaña nos señala que “cualquier día, por insignificante, extraño o difícil que parezca, merece la pena ser vivido”. El anuncio, dedicado a todos los que han muerto este año y a los que seguimos intentando disfrutar cada día del regalo de la vida, es, en definitiva, un canto a la vida.

D.E.V. (Disfrute en vida).