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sábado, 31 de diciembre de 2011

Origen de las costumbres navideñas (II)

Con motivo de la Navidad, el programa de Canal Sur Televisión “La respuesta está en la Historia” ha realizado un capítulo especial titulado “La celebración de la Nochevieja” dedicado al origen de las costumbres navideñas. En él, se dan respuestas fáciles de entender por todos los públicos a las siguientes preguntas:


¿Por qué ponemos el tradicional árbol de Navidad en nuestras casas?

Una interesante tradición popular alemana, afirma que el árbol de Navidad se remonta al siglo VIII. Se le atribuye a San Bonifacio que era un obispo inglés que marchó a Germania en el siglo VIII para predicar el Evangelio.

Después de un duro período de predicación, Bonifacio fue a Roma para entrevistarse con el papa Gregorio II. A su regreso a Alemania, en la Navidad del año 723, se sintió profundamente dolido al comprobar que los alemanes habían vuelto a su antigua idolatría y se preparaban para celebrar el solsticio de invierno sacrificando a un hombre joven en el sagrado roble de Odín.

San Bonifacio se atrevió a cortar con un hacha el roble sagrado y en el primer golpe del hacha, una fuerte ráfaga de viento derribó al instante el árbol. El pueblo, sorprendido, reconoció en este acontecimiento la mano de y preguntó a Bonifacio cómo debían celebrar la Navidad. El Obispo se fijó en un pequeño abeto que milagrosamente había permanecido intacto junto a los restos del roble caído. Lo vio como símbolo del amor perenne de Dios, y lo adornó con manzanas, que simbolizaban las tentaciones, y velas, que representaban la luz de Cristo que viene a iluminar el mundo.

Como estaban familiarizados con la costumbre popular de meter en las casas una planta de hoja perenne en invierno, pidió a todos que llevaran a casa un abeto. Este árbol representa la paz, y por permanecer verde simboliza también la inmortalidad; con su cima apuntando hacia arriba, se indica, además, el cielo, la morada de Dios.

En España, una aristócrata rusa casada con el Gran Duque de Sesto, en 1870, fiel a sus tradiciones navideñas del norte de Europa, colocó un árbol adornado en su palacio. Tal fue el éxito que toda la aristocracia española lo colocaba. Así se fue extendiendo por toda la población.

¿Por qué lo árboles de Navidad llevan adornos?

Los celtas adornaban los árboles en el cumpleaños de los dioses utilizando la sangre de sus enemigos. Como hemos visto en la anterior pregunta, fue San Bonifacio, en el siglo VIII, quien le colgó manzanas para simbolizar el pecado original y velas para simbolizar la luz que Jesús daba al mundo.

Con el paso del tiempo se fueron colocando otros adornos: lazos que simbolizan la unión entre la familia, herraduras que atraían la suerte, piñas como símbolo de la inmortalidad, la estrella de la copa como recuerdo de la de Belén, las campanas que muestran la alegría navideña, las manzanas o bolas que representan la abundancia y las bombillas eléctricas, que han sustituido a las velas, como símbolo de la luz del mundo.

¿Cuál es el origen de las cestas de Navidad?

La costumbre de repartir cestas y lotes de navidad parece moderna, pero su origen podría remontarse hasta el Imperio Romano. Para celebrar la llegada del nuevo año, los romanos intercambiaban lo que se llamaban “sportula”, eran unos cestillos en los que se guardaban olivo, laurel, higos secos y los buenos deseos.

Esta tradición también se vincula al popular aguinaldo. En la época romana se conocía como “stranae”, un pago especial al trabajador, en dinero o en especies. También se conocía como stranae al intercambio de regalos entre amigos en honor a los dioses.

Esta práctica ha sobrevivido hasta nuestros días y en los últimos meses del año la mayoría de las empresas obsequian a sus trabajadores con un aguinaldo o más comúnmente con una cesta de navidad.

¿Por qué adornamos la casa con flores de Pascua en Navidad?

Esta planta originaria de Centroamérica, en especial de México, tenía un importante simbolismo para los aztecas que la utilizaban como remedio medicinal y para ofrecérsela a sus dioses.

En el siglo XVI, según consta en un relato de la época, los frailes franciscanos que se encontraban evangelizando en la población de Taxco de Alarcón (México) ya la utilizaban como adorno floral durante las fiestas navideñas.

Pero quien realmente es el artífice de que la planta fuese conocida mundialmente es Joel Roberts Poinsett, gran apasionado a la botánica. Entre 1825 y 1829 ejerció el cargo de embajador de los Estados Unidos en México y en uno de los múltiples viajes que realizó por el país, se encontró con esta llamativa planta de hojas rojas. Recogió unos esquejes que mandó a su invernadero y al volver a los EEUU se dedicó a su cultivo y desarrollo. Como florece en invierno, alcanzando su esplendor entre noviembre y febrero, se le ocurrió regalar esta planta a sus amistades por Navidad y así fue cómo nació una entrañable tradición que se introduce en Europa a finales de XIX.

¿Por qué celebramos el día de los inocentes?

Cuando los Reyes de Oriente, siguiendo una estrella, llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por el Rey Herodes, a quien contaron que buscaban a un recién nacido que “debía reinar sobre todas las naciones”. Herodes, temeroso de que este Niño llegara a sustituirle, mandó matar a todos los menores de dos años (niños inocentes). En el siglo IV, la iglesia decidió recordar la muerte de estos niños cada 28 de diciembre.

La costumbre de hacer bromas proviene de mezclar esta fecha con una tradición de la Edad Media llamada la Fiesta de los Locos, que consistía en que la gente disfrazada acudía a la Iglesia a bailar , cantar y jugar y se elegía al Obispo de los locos. Acto seguido los locos salían a la calle provocando a la gente con toda clase de bromas y burlas. Una de ellas consistía en colgar un monigote de papel en la espalda de alguien.


¿Por qué celebramos la Nochevieja?

Nuestra tradición de celebrar la llegada del nuevo año se remonta al Imperio Romano en el que el mes de enero estaba dedicado al dios bifronte Janus, dios que mira hacia delante y hacia atrás (al año que se va y al que viene). Lo representaban con dos rostros, uno que simbolizaba el pasado y otro el futuro.

Los romanos invocaban el primer día del año a este dios, invitando a comer a los amigos e intercambiándose miel con dátiles e higos para endulzar los amargos momentos del pasado y dar la bienvenida al nuevo año.

En la Edad Media la Iglesia trató de oponerse a estas viejas costumbres paganas, pero no consiguió acabar con ellas y esta fiesta fue adoptada por los cristianos intercambiando el Dios Jano por San Silvestre, un famoso Papa de la época que murió un 31 de diciembre.

¿Por qué celebramos cotillones en la noche de fin de año?

La palabra francesa cotillón significaba originalmente enaguas o falda. Posteriormente, denominó a un tipo de baile, parecido al vals, con el que se cerraba algunas fiestas. Con el tiempo, la palabra cotillón pasó a designar también a las fiestas donde, al final, se bailaba esa especie de “vals”.

Parece ser que, en esas fiestas, y cuando llegaba el momento de bailar el cotillón, o sea el baile, era costumbre repartir algunos pequeños obsequios, confetis, serpentinas, pitos..., para dar mayor alegría y animación al fin de fiesta. Fue así cómo la palabra cotillón pasó a usarse para denominar a los obsequios, más que a la danza.

Actualmente, se suele denominar cotillón a las fiestas con música y baile que tienen lugar en la Nochevieja. En estas fiestas se suele entregar una bolsa llamada cotillón que contiene artículos como sombreros, antifaces, matasuegras y confeti que no pueden faltar en la fiesta de celebración de la entrada del nuevo año.

¿Por qué nos ponemos ropa interior roja en Nochevieja?

El origen se remonta a la Edad Media. En invierno, cuando todo está helado, la sangre (el color rojo) era símbolo de la fuerza de la vida, por lo que la gente creía que llevar algo rojo a comienzos de año les traería buena suerte. Como la Iglesia relacionaba el rojo con el demonio, la sangre y la brujería, evitaban llevarlo a la vista, así que se ponían la ropa interior de ese color.

¿Por qué tomamos doce uvas en Nochevieja?

Es una tradición de origen español. Todo empezó con un excedente de uvas que se produjo en 1909 en Alicante. Para poder vender con rapidez esa gran cantidad de uvas sobrantes, los viticultores inventaron el rito de tomar 12 uvas, una con cada campanada, a las 12 de la noche del último día del año. Según decían, esta forma de celebrar el año traía buena suerte. Con el tiempo se popularizó en toda España y se exportó a Latinoamérica.

La respuesta a todas estas preguntas está en la historia.


viernes, 30 de diciembre de 2011

Origen de las costumbres navideñas (I)

Con motivo de la Navidad, el programa de Canal Sur Televisión “La respuesta está en la Historia” ha realizado un capítulo especial titulado “La celebración de la Nochevieja” dedicado al origen de las costumbres navideñas. En él, se dan respuestas fáciles de entender por todos los públicos a las siguientes preguntas:


¿Por qué celebramos la Nochebuena?

La Nochebuena se celebra la noche del día 24 de diciembre, víspera del día de Navidad. Es la celebración cristiana del nacimiento de Jesús.

Las costumbres varían de unos a otros países, pero es bastante común una reunión familiar para cenar y, sobre todo en los países protestantes, intercambiarse regalos.

Su origen está en Las Saturnales que era el acontecimiento social más importante del año para los romanos. Celebraban el solsticio de invierno, en honor a Saturno, dios de la agricultura y las cosechas. Cuando las tareas en el campo se terminaban y llegaba la noche más larga, los romanos se relajaban y salían a la calle a bailar y cantar con guirnaldas en el pelo. En esta fiesta se visitaban a amigos y parientes y se intercambiaban regalos.

Al final de la Saturnalia, el 25 de diciembre, se celebraba el Natalis Solis Invicti, es decir, el nacimiento del Sol invencible. En la antigüedad creían que el sol nacía hasta morir y volvía a nacer. Durante este día, se decoraban las casas con plantas verdes, se encendían velas para celebrar la vuelta de la luz, se colgaban figuras de los árboles y se hacían regalos a los niños.

La religión cristiana quiso celebrar la Navidad el 6 de enero atendiendo, no tanto al hecho del nacimiento de Jesús sino a su incorporación a la humanidad (Epifanía). La intención de los cristianos fue fallida, porque se vieron incapaces de hacer desaparecer la fiesta pagana del 22 de diciembre. La Iglesia decidió renunciar a su eliminación y optar por su cristianización. Fue el Papa Julio I quien en el año 334 estableció la Navidad el 25 de diciembre.

¿Por qué comemos pavo en la cena de Nochebuena?

Este animal es originario de Centroamérica. Los aztecas preparaban y consumían el pavo en sus celebraciones importantes como, por ejemplo, las que festejaban la recolección de la cosecha.

Los misioneros adoptaron esta costumbre para acercar a los nativos al cristianismo, festejando la natividad de Jesús con este manjar para los indígenas.

Los conquistadores españoles lo trajeron a Europa. Los reyes y nobles de la época lo comían como símbolo de exquisitez. Así se transmitió la idea de comer pavo en la Noche Buena, como un manjar de reyes.

¿Por qué llamamos Misa del Gallo a la misa de Nochebuena?

Los antiguos romanos consideraban que el día comenzaba a partir de la media noche, momento que denominaban el del Canto del Gallo. Según una leyenda, el gallo fue el primer animal que presenció el nacimiento de Jesús y se encargó de anunciarlo al mundo entero. La primera Misa del Gallo se celebró en Roma durante el pontificado de Sixto II (432-440), en la Iglesia de Santa María.

Este animal es originario de Centroamérica. Los aztecas preparaban y consumían el pavo en sus celebraciones importantes como, por ejemplo, las que festejaban la recolección de la cosecha.

Los misioneros adoptaron esta costumbre para acercar a los nativos al cristianismo, festejando la natividad de Jesús con este manjar para los indígenas.

Los conquistadores españoles lo trajeron a Europa. Los reyes y nobles de la época lo comían como símbolo de exquisitez. Así se transmitió la idea de comer pavo en la Noche Buena, como un manjar de reyes.

¿Por qué nos felicitamos la Navidad a través de Christmas?

El primer Christmas se atribuye al aristócrata inglés Henry Cole que, en 1843, cansado de escribir las felicitaciones de navidad a mano, mandó imprimir unas tarjetas con una escena navideña que encargó a un amigo pintor y el mensaje “Feliz Navidad y próspero año nuevo” que después envió a amigos y familiares.

En 1862 se comenzó a imprimir tarjetas en serie y al bajar los precios, se pusieron al alcance de todos los bolsillos. Fueron un éxito inmediato y la costumbre de enviar christmas se extendió por todo el mundo.


¿Por qué tenemos la costumbre de poner el portal de Belén?

El origen de esta costumbre está en las esculturas y pinturas que había en los templos para explicar la Navidad, pero la tradición nació en el siglo XIII cuando en la Nochebuena de 1223, San Francisco de Asís celebró una misa en una cueva del pueblo italiano de Greccio y preparó una representación viviente del pesebre. Cuenta la leyenda que, debido al frío, fue elegido un muñeco para representar al Niño Jesús y en la hora del nacimiento, el muñeco empezó a llorar. Este milagro corrió de boca en boca por toda Italia y se comenzó a poner Belenes por todas las casas.

En España, la esposa de Carlos III trajo a la Corte unas figuras de porcelana procedentes de Nápoles y gustó tanto al Rey que pidió un Belén completo para su hijo. El entusiasmo del rey y su esposa fue imitado por los nobles y la costumbre arraigó pronto en el pueblo.

¿Por qué ponemos en los nacimientos la estrella de Belén?

El Evangelio dice que una estrella guio a unos magos de oriente hasta Belén.

En la antigüedad, se asociaban los fenómenos extraños de la naturaleza con grandes acontecimientos de la historia: el final de una era, el nacimiento de un Rey…

Hay referencias históricas que dicen que Saturno, Júpiter y Venus, considerados dioses, coincidieron en el cielo formando una estrella, hecho que señalaba el nacimiento de otro dios. Este fenómeno sucedió en la constelación de Piscis que representaba a Judea. De ahí que los magos pensaran que iba a nacer un Rey en Judea.

¿Por qué cantamos villancicos en Navidad?

Los villancicos aparecen como género musical en el siglo XV. Eran las canciones populares que cantaban los villanos, es decir, los habitantes de las villas en cualquier fiesta.

En el siglo XVI se introduce el villancico en la liturgia como una manera de acercar al pueblo a las misas y a los oficios religiosos que se decían en latín, lengua que no dominaba el pueblo llano.

Con el paso del tiempo, el villancico va cambiando su temática y a principios del siglo XVII, pasan a ser utilizados en los maitines de las principales fiestas religiosas. Los maestros de capilla fueron adaptando las cancioncillas populares a las festividades religiosas con gran éxito y difusión. Como las que mejor recordaban los fieles eran los maitines de Navidad, el término quedó como sinónimo de canción para la Nochebuena.

¿Cuál es el origen de la zambomba jerezana?

Se conoce como zambomba jerezana la fiesta distintiva de la Navidad jerezana que tiene su origen en las reuniones que se organizaban en las casas de vecinos al caer la noche, durante estas fechas.

La genuina fiesta se componía y compone de las viandas navideñas características de la gastronomía andaluza, del vino de la tierra y del cante y baile de villancicos aflamencados acompañados de la zambomba, instrumento musical que da nombre a la fiesta.

La respuesta a todas estas preguntas está en la historia.


miércoles, 28 de diciembre de 2011

Fábula de la hormiga arrepentida

Había una vez una hormiga y una cigarra que eran muy amigas.

Durante el verano y el otoño la hormiga trabajó sin parar almacenando comida para el invierno.

No aprovechó el sol, ni la brisa suave del atardecer, ni charló con los amigos tomando una cervecita después de un día de trabajo…

Mientras, la cigarra, que andaba cantando y bailando con los amigos en los bares de la ciudad, aprovechó el sol y disfrutó muchísimo sin preocuparse por el invierno.

Pasados unos días, empezó a hacer frío. La hormiga, exhausta de tanto trabajar, se metió en su pobre hormiguero repleto hasta el techo de comida. Alguien la llamó desde fuera y cuando abrió la puerta, se sorprendió al ver a su amiga la cigarra dentro de un Ferrari y con un valioso abrigo de pieles.

La cigarra le dijo:

—¡Hola amiga! Voy a pasar el invierno en París ¿podrías cuidar de mi casa?

La hormiga respondió:

—Sí, claro... desde luego. Pero ¿dónde conseguiste el dinero para ir a París, comprar este Ferrari y ese abrigo tan bonito y caro?

Y la cigarra respondió:

—Estaba cantando en un bar la semana pasada y a un productor le gustó mi voz. Firmé un contrato para hacer actuaciones en París. A propósito, ¿necesitas algo de allí?

—Sí, dijo la hormiga. Si te encuentras con La Fontaine (autor de la fábula original), ¡“mándalo a hacer puñetas” de mi parte!

Moraleja:

Trabajar demasiado solo trae beneficios en las fábulas de La Fontaine.

Trabaja, pero disfruta de la vida que es única. Aprovecha la vida: dosifica el trabajo y la diversión.


domingo, 25 de diciembre de 2011

Un borrico en Navidad

En este día de Navidad, un regalo para la Inocencia —así, con mayúscula— del niño o la niña que estoy segura conservas y conservarás en algún rincón, aunque sea recóndito y olvidado, del corazón.

Basada en un libro de Charles Tazewell, “Un Borrico en Navidad” es una tierna historia de amistad y amor entre un niño de unos siete años de edad y su fiel amigo, un burro viejo llamado “Pequeño” al que debe de vender porque ya no es rentable para el trabajo.

Al niño le da mucha pena tener que vender a su mejor amigo y se esfuerza en que “Pequeño” quede en buenas manos. En la ciudad pasa algunas vicisitudes teniendo que huir de un peletero que lo quería sacrificar, de un subastador y de gente que veía en el burro una simple mercancía.

Cuando las esperanzas de vender al animal estaban agotadas, aparece José, un hombre bueno que le dice al niño que necesita un burrito para llevar a su esposa María a Belén. “Pequeño” enseguida se alegra de ver la cara bondadosa de su nuevo amo. Se despide de su joven dueño y se va con José hacia un pequeño establo que se ve a lo lejos, con una gran estrella en lo alto del cielo. El borrico terminará siendo elegido para una misión muy especial.

“Un Borrico en Navidad”, producida por Walt Disney, fue realizada en el año 1978 por un gran equipo de profesionales, entre ellos el director Don Blut, el guionista Vance Gerry y el animador Cliff Nordberg.



sábado, 24 de diciembre de 2011

La luz que nace en ti

Felicitación de Navidad del año 2011 para los seguidores del blog

El grupo donostierra La Oreja de Van Gogh ha compuesto la canción “La luz que nace en ti” para la cadena pública infantil Clan TV. El tema forma parte de la banda sonora de la serie infantil española “Clanners”.

Con esta canción quiero desear a todos los seguidores y seguidoras del blog Feliz Navidad. A los que han llegado este año y a los que lo han seguido un año más.

Gracias.

De alguna manera, como dice la canción, sois la luz que me ayuda a seguir.

Mis mejores deseos para todos y todas.


“Brilla en mi pecho la luz que conecta tus ojos con mi corazón.
Así es la luz que nace en ti, así es la luz que nos ayuda a vivir.
Por ti, por mí, por compartir… Tu luz me hace tan feliz.
…Y volverá por Navidad, la buena estrella que nos guía al andar”.



ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- El poder reside en ti (2015)
- Atrévete a soñar (2014)
- Creo en Ti (2013)
- La fuerza positiva de la vida (2012)
- Navidad en la Tierra (2010)

Encontrar otra Navidad

Felicitación de Navidad del año 2011

Con esta entrada quiero agradecer a Juan José Benítez su obra “Caballo de Troya”. En su mensaje me he basado para hacer esta entrada.
¡Gracias mal'ak!


Mural de la Iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán (Jordania)

  “Navidad”. Arcangelo Corelli.

Hay otra Navidad. La Navidad de la que hablo, no podrás encontrarla en el ambiente festivo que nos rodea en estos días.

Tal vez puedas encontrarla si eres capaz de ver la luz en la mirada de los seres humanos. Una luz que nace en su interior porque Dios reside personalmente, humilde y silencioso, en cada espíritu. Somos seres extraordinarios. Somos hijos de Dios y hemos recibido el inviolable patrimonio de la inmortalidad. Este es el mensaje que Jesús vino a traernos. Esta es la otra Navidad.

Dios es un Padre amoroso que no necesita leyes escritas, ni prohibiciones, ni castigos; que no lleva la cuenta de tus obras y al que puedes hablar de tú a tú. Nadie escapa al amor de Dios. Nadie puede ofender a Dios. Somos los humanos los que nos empeñamos en salvar y condenar.

Él vive contigo tus soledades, tus errores, tus alegrías, tus dudas, tus odios, tus humillaciones, tus riquezas y tus pobrezas, tus ansiedades, tus enfermedades, tu ignorancia, tu cobardía o tu valor, tu generosidad, tu servicio a los demás… Él suscita la necesidad de saber quién eres, por qué estás en la vida, qué te espera después de la muerte, la necesidad de hallarle…

Lo hallarás si lo deseas. Solo si lo deseas.

Búscalo. Ponte en sus manos. Deja que se haga su voluntad. Dios responde y una fuerza arrolladora se pondrá a tu servicio.

Hacer la voluntad de Dios es confiar en Él. No hay que renunciar a nada. Tus ideas, tus iniciativas, tus decisiones… son tuyas.

Algún día sabremos. Algún día conoceremos...

Las dudas son inevitables. Las empuja la propia vida.

El método científico nunca te servirá para llegar a Dios, de la misma manera que nunca servirá para medir la belleza, la poesía, la ternura... Pero lo que no vemos, también existe.

No trato de convencerte. Encontrar esta Navidad es siempre un hallazgo individual, una experiencia personal y espiritual. Si Dios te toca, el alma se pone en pie y ya nada será igual.

La vida, mientras permanezcamos en ella, es lo más valioso que nos ha sido confiado. Vive lo bueno y lo malo. De eso se trata. Esta experiencia en la carne es única.

¡FELIZ NAVIDAD!

¡POR LA VIDA!


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Hay otra Navidad (2010)
- Redescubrir nuestra esencia (2009)
- Lehaim (2008)
- Dicen que es Navidad (2007)
- Es Navidad... ( 2006)

martes, 20 de diciembre de 2011

Una bella confrontación entre el baile flamenco y la danza clásica

El día 1 de diciembre empezó a emitirse en televisión uno de los anuncios, junto con el de la lotería, más asociados a la llegada de la Navidad: el del cava catalán Freixenet.

Este año es protagonizado por Sara Baras, bailaora y coreógrafa, como figura del flamenco (reconocido como Patrimonio de la Humanidad) y José Carlos Martínez, director artístico y coreógrafo de la Compañía Nacional de Danza, en representación de la danza clásica y contemporánea.

En el anuncio, todo un espectáculo de arte y pasión flamenca, contemplamos una pacífica confrontación del baile flamenco frente a la danza clásica, que se acercan y se entrelazan en una coreografía mimética.

El anuncio ha sido dirigido por el director británico Howard Greenlagh que ya trabajó en 2009 junto a Gemma Mengual y el resto del equipo olímpico de natación sincronizada. La idea creativa es de la agencia JWT.

Este año no vemos las clásicas mujeres-burbuja sino pompas de jabón, creadas por especialistas.

El vestuario es de la diseñadora Nuria Sardá.

La banda sonora del anuncio la pone el músico valenciano Iván Llopis.



sábado, 17 de diciembre de 2011

Lo que importa es la edad que sientes


MAÑANA ES LA ÚNICA UTOPÍA (José Saramago)

«Frecuentemente me preguntan que cuántos años tengo...

¡Qué importa eso!

Tengo la edad que quiero y siento.

La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.

Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido.

Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo!

No quiero pensar en ello.

Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo.

Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir: eres muy joven, no lo lograrás.

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada y otras, en un remanso de paz como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo?

No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas... valen mucho más que eso.

¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta o sesenta!

Lo que importa es la edad que siento.

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo?

¡Eso a quién le importa!

Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento».


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Abandona tu nada

Fuente: “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.


 “Angels”. Enya.

Pensaba que era de vital importancia ser pobre y austero. Jamás había caído en la cuenta de que lo vitalmente importante era renunciar al «ego»; que el «ego» engorda tanto con lo santo como con lo mundano, con la pobreza como con la riqueza, con la austeridad como con el lujo. No hay nada de lo que no se sirva el «ego» para hincharse.

De tu nada puedes hacer una auténtica posesión y llevar contigo tu renuncia como un trofeo.

No abandones tus posesiones. Abandona tu «ego».


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Cuentos egocéntricos
- Diógenes
- El apego
- El esclavo
- La corneja

lunes, 12 de diciembre de 2011

La guerra de los botones

Basadas en la novela “La guerre des boutons” (1912) de Louis Pergaud, se han realizado varias adaptaciones cinematográficas. La primera, la realizó Jacques Daroy en 1937. En 1962 se estrenó la versión más popular dirigida por Yves Robert. En 1994 se hizo una adaptación en Reino Unido dirigida por John Roberts.

En la actualidad, dos adaptaciones coinciden en la cartelera: la dirigida por Yann Samuell, que mantiene la ambientación en los años sesenta, y la de Christophe Barratier, director de “Los chicos del coro”, que lleva el relato a la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial lo que le permite dirigirse a una audiencia no solamente infantil.

En esta entrada quiero recordar la película dirigida por Yves Robert en 1962 porque, al ser una de las películas de mi niñez, me traslada a una infancia donde éramos capaces de crear juegos de cualquier cosa.

Esta película nos muestra un mundo que ya no existe, ni podría existir. Las nuevas generaciones no se identificarán en absoluto con este tipo de niñez “al aire libre”.

La acción tiene lugar en los pueblos de Longeverne y Verlans (Francia) durante las vacaciones escolares del verano de 1961. Los niños no quieren ver a sus vecinos cerca de donde ellos viven y, al finalizar el curso, deciden hacerse la guerra armados con espadas de madera, tirachinas y palos. En una de esas batallas, Lebrac, un chico de trece años de Longeverne, conflictivo, pero de gran corazón, tiene una idea brillante: arrancar todos los botones de las ropas de los prisioneros que tomen. Se ha declarado la “guerra de los botones” y el pueblo que reúna el mayor número de botones será declarado vencedor.

Al ir creciendo esta “batalla” y en el transcurso de la misma, los niños irán asimilando importantes facetas de la vida adulta: compañerismo, trabajo en equipo, economía, libre comercio, política, estrategia, liderazgo, organización, disciplina…

En la película se denuncia la invalidez de un sistema educativo paterno-filial basado en la autoridad y la perpetuación generacional de los enfrentamientos. Como mensaje final nos lleva a reflexionar que cuando el hombre, sin importar su edad, pelea con sus semejantes cae en lo más bajo de la estupidez humana.



viernes, 9 de diciembre de 2011

Córdoba, mi bella vecina

En esta entrada, quiero mostraros el audiovisual, rodado en 3D, “Córdoba, vida y genio” que se estrenó el 27 de septiembre, Día Mundial del Turismo.

Aprovecho esta ocasión para declararme una gran amante del legado histórico-artístico de la Córdoba romana, árabe, judía y cristiana, pero, sobre todo, de la esplendorosa época de la Córdoba de las Tres Culturas, cuando los pueblos cristiano, judío y musulmán, con sus religiones y lenguas correspondientes, convivían pacíficamente ofreciendo al mundo ejemplo de convivencia, tolerancia e inteligente civilización.

Su Mezquita-Catedral fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1984 y diez años más tarde, en 1994, se amplió el legado patrimonial a todo el casco histórico de la ciudad.

La película es una especie de documental que tiene por objetivo promocionar sus atractivos patrimoniales y culturales a nivel nacional e internacional y servir de carta de presentación de la ciudad y su provincia pues incorpora imágenes de localidades como Zuheros, Cardeña, Priego, Montoro y Almedinilla.

En ella se muestran sus monumentos más emblemáticos (la Mezquita, hoy reconvertida en Catedral, el conjunto arqueológico de Madinat al-Zahra, el Alcázar de los Reyes Cristianos, la Sinagoga, el Gran Teatro, los Baños Califales, el Palacio de Viana, la Posada del Potro…), sus tradiciones más conocidas, su gastronomía, sus paisajes y su arte.

Está dirigido por el reconocido realizador Hervé Tirmarché director de los vídeos de la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016.

El compositor cordobés Lorenzo Palomo ha cedido para la banda sonora su obra “Nocturno de Córdoba”, interpretada por Javier Riba a la guitarra, acompañado por la “Orquesta Sinfónica de Córdoba” bajo la dirección de Manuel Hernández Silva.

Han participado artistas cordobeses o afincados en Córdoba como Vicente Amigo, Paco Montalvo, Manuel Moreno El Pele, el bailaor Javier Latorre, el artista plástico Juan Serrano, la arpista Maite García Donet, la bailarina Karen Lugo, la compañía Teatro Par y el escultor Marcos de la Cruz.

La película fue realizada por la empresa “ECCO” y coproducida por el “Consorcio de Turismo de Córdoba, la “Fundación Córdoba Ciudad Cultural” y el “Patronato Provincial de Turismo de Córdoba”.



martes, 6 de diciembre de 2011

La fábrica de sueños

Anuncio de la Lotería de Navidad 2011

El 16 de noviembre se presentó el anuncio de la Lotería de Navidad 2011 con el lema “Cada Navidad, tus sueños hacen posible la Lotería”. Se titula “La fábrica de sueños” y se trata de un cuento, de una historia mágica en la que el salón de sorteos se ha transformado en un lugar de fantasía donde los niños guardan los sueños de todas las personas que juegan a la Lotería de Navidad.

Este anuncio, de dos minutos de duración, emocionante y cercano, marca el pistoletazo de salida para el inicio de la Navidad.

Ha sido realizado por la agencia de publicidad Grey y la productora Lee Films. El rodaje tuvo lugar en el mes de septiembre en escenarios nocturnos de la ciudad medieval de Riga, en Letonia, un lugar perfecto para darle una atmósfera de cuento de hadas.

De forma paralela, en España se llevó a cabo la creación del interior de la “Fábrica de los sueños” a través de un laborioso proceso de animación por ordenador.

Más de 200 personas participaron en el proyecto, entre ellas 65 niños de entre 5 y 11 años y más de 100 extras.

Los niños, que representan a los niños de San Ildefonso, recolectan durante la noche en bolas de cristal, gracias a toda una suerte de artilugios, los sueños y las ilusiones de las personas que compran décimos de lotería y los llevan a la Fábrica de los Sueños que no es otra cosa que una escenificación metafórica del salón de loterías. Allí, los sueños son introducidos en el gran bombo del Sorteo Extraordinario de Navidad.

La melodía que suena de fondo es “The Grand Finale” de Danny Elfman y pertenece a la banda sonora de Eduardo Manostijeras.

Así que ya solo queda esperar hasta el 22 de diciembre y que esta fábrica de sueños sea capaz de realizar los nuestros.



domingo, 4 de diciembre de 2011

Narada

Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.


  “May it be”. Enya.

El sabio indio Narada partió en peregrinación hacia el templo del Señor Vishnú.

Una noche se detuvo en una aldea y le dieron asilo en la choza de una pobre pareja.

A la mañana siguiente, antes de que marchara, el hombre le dijo a Narada: «Ya que vas a ver al Señor Vishnú, pídele que nos conceda un hijo a mi mujer y a mí, porque son muchos años ya los que llevamos sin descendencia».

Cuando Narada llegó al templo, dijo al Señor: «Aquel hombre y su mujer fueron muy amables conmigo. Ten compasión de ellos y dales un hijo».

El Señor, de un modo terminante, le replicó: «En el destino de ese hombre no está el tener hijos».

De modo que Narada, una vez hechas sus devociones, regresó a casa.

Cinco años más tarde emprendió la misma peregrinación y se detuvo en la misma aldea, siendo hospedado una vez más por la misma pareja. Pero en esta ocasión había dos niños jugando a la entrada de la choza.

«¿De quién son estos niños?», preguntó Narada. «Míos», respondió el hombre.

Narada quedó desconcertado. Y el hombre prosiguió: «Hace cinco años, poco después de que tú te marcharas, llegó a nuestra aldea un santo mendigo. Nosotros le dimos hospedaje aquella noche. Y a la mañana siguiente, antes de partir, nos bendijo a mi mujer y a mí... y el Señor nos ha dado estos dos hijos».

Cuando Narada lo oyó, no pudo esperar más y marchó inmediatamente al templo del Señor Vishnú. Una vez allí, gritó desde la misma entrada del templo: «¿No me dijiste que no estaba en el destino de aquel hombre el tener hijos? ¿Cómo es que ahora tiene dos?».

Cuando el Señor le oyó, rio sonoramente y dijo: «Debe de haber sido cosa de un santo. Los santos tienen el poder de cambiar el destino».

Uno recuerda instintivamente una fiesta de bodas en la que la madre de Jesús, por medio de sus súplicas, consiguió que su hijo realizara un milagro antes de lo previsto en su destino.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

¡Perdón chicos! Os hemos fallado

Artículo de opinión de Adela Tarifa Fernández (académica de la Historia, investigadora y vicedirectora del Instituto de Estudios Giennenses) en el “Diario Ideal”.

Adela Tarifa Fernández

«¿Deberíamos sentir vergüenza mirando a la cara a nuestros jóvenes? Les hicimos creer que eran la generación más preparada de la historia, cuando en realidad son la más parada. Les dijimos que vivían en Jauja y acaban de descubrir que solo viven en un país llamado España, el penúltimo en el informe Pisa. El primero en desempleo juvenil.

Nacieron nuestros niños entre nubes de algodón. Casi todos eran “hijos deseados” de la generación que descubrió los secretos de métodos anticonceptivos y que buscaba la “parejita” para formar una familia perfecta. Así los hermanos no tendrían que convivir en la misma habitación ni heredar los trajes de los otros. Es decir, conjugarían poco en su vida los verbos compartir, aguantar, resistir o esforzarse, palabra maldita.

Bautizamos a nuestros infantes con fuegos de artificio. Antes de tener uso de razón ya les llenaron la cuna de regalos. Disfrutaron de excelente medicina y alimentación. Ellos jamás temerían el azote de las fiebres de Malta, ni a la Polio o a la Difteria. Ellos, aunque no vieron nunca al ratoncito Pérez, recibieron su regalo cuando perdieron el primer diente. Sí conocieron a los Reyes Magos y recibían cada año tantos regalos suyos que no dudaron de su existencia, porque costaba creer que aquel derroche lo sostuviera una familia media. Antes, al comenzar la Navidad, Papa Nöel, nueva excusa foránea consumista, ya les había premiado con otra tanda de obsequios.

Crecieron nuestros muchachos rodeados de caprichos. Celebraron cumpleaños al estilo americano, vestidos con ropa de marca de la cabeza a los pies. Asistieron a escuelas e institutos con calefacción y pistas deportivas, tutelados por profesores dialogantes, que a veces parecían más amigos que maestros. Al fin se había descubierto la importancia pedagógica del tuteo alumno-profesor y se había desterrado la competitividad gracias a la “escuela comprensiva”, otro fabuloso invento que convertía el colegio en un lugar de ocio-aprendizaje. Estaba claro: una de las grandes conquistas sociales de la nueva España era alejar el sufrimiento de la mente de los jóvenes: nada de llevarlos demasiado a hospitales o a visitar al abuelo que vegetaba en una residencia cercana. Para los más pequeños, adictos al televisor, incluso dejaron de estar de moda los dibujos de un niño llamado Marco, porque lloraba mucho buscando a su madre, desde los Apeninos a los Andes. Gustaba más a los psicólogos la Abeja Maya, siempre volando, siempre feliz; o las aventuras de los Pitufos, aunque allí estaba también el malvado Gargamel, tan viejo, tan feo, tan maquinador. ¡Nada es perfecto!

Superaron la secundaria nuestros adolescentes casi sin traumas: aquella selectividad la aprobaron casi todos y era el pasaporte a universidades privadas o públicas, carísimas también pero que pagábamos todos y parecían gratuitas. Se entraba así en otra etapa de la eterna juventud, que culminaba con un Erasmus, para conocer mundo y perfeccionar idiomas, y con algún Master, pagado por los papás. Todo era poco para nuestros chicos. Sin duda ellos serían más ricos y felices que sus padres.

Pero un día alguien pronunció una palabra maldita: “Crisis”. ¿No sería un invento de los políticos para fastidiar? Pero no. La crisis la percibieron antes que nadie ellos, nuestros chicos: ahora, con suerte, les ofrecían trabajo-basura, pese a sus muchas titulaciones. Les clausuraron casi todas las ofertas de empleo público. Los bancos no le daban préstamos para tener casa propia y debían volver a su viejo dormitorio de infancia, pintado de nubes. No podían tener hijos, aunque sí eficaces métodos anticonceptivos subvencionados por el estado. Para colmo algunos gobernantes les decían que lo mejor para ellos era hacer la maleta y buscarse la vida lejos de Jauja, como sus abuelos. Entonces descubrieron que el universo de los Pitufos de su infancia de sueños podía ser real porque su proyecto de futuro había quedado tan diminuto como aquellos seres, y porque el malvado Gargamel había ganado al fin.

¡Perdón chicos! Os hemos fallado».


domingo, 27 de noviembre de 2011

La romería de Santa Catalina

El día 25 de noviembre, día de Santa Catalina de Alejandría que comparte el patronazgo de la ciudad de Jaén con la Virgen de la Capilla, se celebra una fiesta religiosa, seguida de romería, en el cerro de Santa Catalina.

El culto a Santa Catalina fue introducido en Jaén por el rey Fernando III el Santo, gran devoto de esta santa.

Cuenta la leyenda que el 25 de noviembre de 1245, estando Fernando III en las inmediaciones de la ciudad, sitiada por sus tropas con el objetivo de tomarla a los musulmanes, se le apareció en sueños la joven mártir Santa Catalina de Alejandría y le entregó unas llaves grandes. Una vez despierto, entendió que las llaves eran las de la ciudad y que Santa Catalina estaba mostrando su apoyo a las tropas cristianas.

El rey castellano consiguió del rey musulmán Alhamar la rendición de Jaén en los primeros días de marzo de 1.246.

Una vez conquistada la población, se escogió a la santa como patrona de la ciudad y el monte y el castillo que la dominan, pasaron a llamarse de Santa Catalina. Fernando III le erigió una capilla en el castillo, junto a la torre del Homenaje.

Son muchos los jiennenses que el día de Santa Catalina preparan ropa y calzado cómodos para subir andando hasta el castillo.

El hecho de que la romería de Santa Catalina se celebre en el mes de noviembre, la hace especial porque casi todas las romerías se llevan a cabo en primavera. Por eso, es frecuente que haga frío o que caiga un chaparrón. Yo recuerdo, incluso, la presencia de nieve en varias ocasiones.

La Romería tiene unos componentes sencillos:

En las primeras horas de la jornada se celebran los actos religiosos: misa en la capilla de Santa Catalina y procesión por el castillo.

Finalizados los actos religiosos, se inicia la parte más lúdica de la fiesta: los jiennenses, en un ambiente familiar y/o entre amigos, disfrutan de la gastronomía más típica de la romería: las sardinas a la plancha que se acompañan con las tradicionales migas, carnes y paella.

Es, en definitiva, un día de convivencia.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Reencarnaciones. (Por la igualdad de género)

Desde este blog, quiero celebrar el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” que, desde que fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, se celebra cada 25 de noviembre. Se escogió este día en memoria de las hermanas Mirabal, activistas políticas dominicanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por órdenes del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

“Reencarnaciones” es el título del poema que he seleccionado para esta entrada. Obtuvo en 1992 el primer premio en el concurso de poesía “Gabriela Mistral” en Quito, Ecuador. Su autora es Jenny Londoño López que nació en Guayaquil, en 1952. Socióloga, historiadora y escritora, ha dedicado la mayor parte de su vida a luchar por los derechos humanos de los sectores más desfavorecidos y por los derechos de las mujeres.

Reencarnaciones

 Voz: Mercedes Pérez. Música: “O Fortuna. Carmina Burana”. Carl Orff.

«Vengo desde el ayer, desde el pasado oscuro y olvidado, con las manos atadas por el tiempo, con la boca sellada desde épocas remotas.

Vengo cargada de dolores antiguos, recogidos por siglos, arrastrando cadenas largas e indestructibles.

Vengo desde la oscuridad del pozo del olvido, con el silencio a cuestas, con el miedo ancestral que ha corroído mi alma desde el principio de los tiempos.

Vengo de ser esclava por milenios, esclava de maneras diferentes: sometida al deseo de mi raptor en Persia, esclavizada en Grecia; bajo el poder romano, convertida en vestal; en las tierras de Egipto, ofrecida a los dioses de ritos milenarios; vendida en el desierto o canjeada como una mercancía.

Vengo de ser apedreada por adúltera en las calles de Jerusalén por una turba de hipócritas, pecadores de todas las especies, que clamaban al cielo mi castigo.

He sido mutilada en muchos pueblos para privar mi cuerpo de placeres y convertida en animal de carga, trabajadora y paridora de la especie.

Me han violado sin límite, en todos los rincones del planeta, sin que cuente mi edad madura o tierna o importe mi color o mi estatura.

Debí servir ayer a los señores, prestarme a sus deseos, entregarme, donarme, destruirme, olvidarme de ser una entre miles.

He sido barragana de un señor de Castilla, esposa de un marqués y concubina de un comerciante griego; prostituta en Bombay y Filipinas y siempre ha sido igual mi tratamiento.

De unos y de otros siempre esclava, de unos y de otros, dependiente; menor de edad en todos los asuntos; invisible en la historia más lejana; olvidada en la historia más reciente.

Yo no tuve la luz del alfabeto durante largos siglos. Aboné con mis lágrimas la tierra que debí cultivar desde mi infancia.

He recorrido el mundo en millares de vidas que me han sido entregadas una a una.

Y he conocido a todos los hombres del planeta: los grandes y pequeños, los bravos y cobardes, los viles, los honestos, los buenos, los terribles.

Mas casi todos llevan la marca de los tiempos. Unos manejan vidas como amos y señores, asfixian, aprisionan, succionan y aniquilan.

Otros manejan almas: comercian con ideas, asustan o seducen, manipulan y oprimen.

Unos cuentan las horas con el filo del hambre, atravesado en medio de la angustia. Otros viajan desnudos por su propio desierto y duermen con la muerte en la mitad del día.

Yo los conozco a todos. Estuve cerca de unos y de otros, sirviendo cada día, recogiendo las migajas, bajando la cerviz a cada paso, cumpliendo con mi karma.

He recorrido todos los caminos. He arañado paredes y ensayado cilicios tratando de cumplir con el mandato de ser como ellos quieren, mas no lo he conseguido.

Jamás se permitió que yo escogiera el rumbo de mi vida. He caminado siempre en una disyuntiva: ser santa o prostituta.

He conocido el odio de los inquisidores que en nombre de "la santa madre iglesia" condenaron mi cuerpo a su sevicia o a las infames llamas de la hoguera.

Me han llamado de múltiples maneras: bruja, loca, adivina, pervertida, aliada de Satán, esclava de la carne, seductora, ninfómana, culpable de los males de la tierra.

Pero seguí viviendo, arando, cosechando, cosiendo, construyendo, cocinando, tejiendo, curando, protegiendo, pariendo, criando, amamantando, cuidando, y sobre todo amando.

He poblado la tierra de amos y de esclavos, de ricos y mendigos, de genios y de idiotas, pero todos tuvieron el calor de mi vientre, mi sangre y mi aliento y se llevaron un poco de mi vida.

Logré sobrevivir a la conquista brutal y despiadada de Castilla en las tierras de América, pero perdí mis dioses y mi tierra y mi vientre parió a gente mestiza, después de que el castellano me tomara por la fuerza.

Y en este continente mancillado proseguí mi existencia, cargada de dolores cotidianos. Negra y esclava en medio de la hacienda, me vi obligada a recibir al amo cuantas veces quisiera, sin poder expresar ninguna queja.

Después fui costurera, campesina, sirvienta, labradora, madre de muchos hijos miserables, vendedora ambulante, curandera, cuidadora de niños y de ancianos, artesana de manos prodigiosas, tejedora, bordadora, obrera, maestra, secretaria o enfermera.

Siempre sirviendo a todos, convertida en abeja o sementera, cumpliendo las tareas más ingratas, moldeada como cántaro por las manos ajenas.

Y un día me dolí de mis angustias. Un día me cansé de mis trajines, abandoné el desierto y el océano, bajé de la montaña, atravesé las selvas y confines y convertí mi voz dulce y tranquila en bocina del viento, en grito universal y enloquecido.

Y convoqué a la viuda, a la casada, a la mujer del pueblo, a la soltera, a la madre angustiada, a la fea, a la recién parida, a la violada, a la triste, a la callada, a la hermosa, a la pobre, a la afligida, a la ignorante, a la fiel, a la engañada, a la prostituta.

Vinieron miles de mujeres, juntas, a escuchar mis arengas. Se habló de los dolores milenarios, de las largas cadenas que los siglos nos cargaron a cuestas.

Y formamos con todas nuestras quejas un caudaloso río que empezó a recorrer el universo, ahogando la injusticia y el olvido.

El mundo se quedó paralizado. ¡Los hombres sin mujeres no caminan!

Se pararon las máquinas, los tornos, los grandes edificios y las fábricas, ministerios y hoteles, talleres y oficinas, hospitales y tiendas, hogares y cocinas.

Las mujeres, por fin, lo descubrimos. ¡Somos tan poderosas como ellos y somos muchas más sobre la tierra! ¡Más que el silencio y más que el sufrimiento! ¡Más que la infamia y más que la miseria!

Que este canto resuene en las lejanas tierras de Indochina, en las arenas cálidas del África, en Alaska o en América Latina, llamando a la igualdad entre los géneros, a construir un mundo solidario, a conjugar ternura, paz y vida, a beber de la ciencia sin distingos; a derrotar el odio y los prejuicios, el poder de unos pocos, las mezquinas fronteras; a amasar con las manos de ambos sexos, el pan de la existencia».

Son necesarios el compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general, para conseguir la eliminación de toda violencia, en todas sus formas, contra la mujer.

Entre todos, entre todas, podemos hacer el cambio.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Hofetz Chaim

Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.

En el siglo pasado, un turista de los Estados Unidos visitó al famoso rabino Hofetz Chaim y se quedó asombrado al ver que la casa del rabino consistía sencillamente en una habitación atestada de libros. El único mobiliario lo constituían una mesa y una banqueta.

«Rabino, ¿dónde están tus muebles?» preguntó el turista.

«¿Dónde están los tuyos?», replicó Hofetz.

«¿Los míos? Pero si yo sólo soy un visitante... Estoy aquí de paso... », dijo el americano.

«Lo mismo que yo», dijo el rabino.

Cuando alguien comienza a vivir más y más profundamente, vive también más sencillamente.

Por desgracia, la vida sencilla no siempre conlleva profundidad.


domingo, 20 de noviembre de 2011

Día universal de la infancia. Contra el maltrato infantil

Hoy, 20 de noviembre, se celebra en todo el mundo el Día Universal de la Infancia y el XVII aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1989.

Ratificada por 192 países, la Convención sobre los Derechos del Niño supuso un hito, pues desde su aprobación la infancia es considerada, no como objeto de protección, sino como sujeto de pleno derecho. Un enfoque de desarrollo basado en los derechos de la infancia contribuye a que se produzcan las transformaciones sociales, económicas y jurídicas necesarias para hacer del mundo un lugar más justo y habitable.

Sin embargo, la Convención sobre los Derechos del Niño sigue siendo un documento insuficientemente conocido y los derechos que recoge aún distan mucho de convertirse en realidad en numerosos rincones del planeta. Días como el 20 de noviembre sirven para recordar que los derechos de la infancia están ratificados, pero no garantizados.

Desgraciadamente se siguen violando diariamente los derechos de millones de niños y niñas en todos los países del mundo, y son muchos los retos que quedan hoy día y que se reflejan en estas cifras:

- 1 de cada 4 niños vive en condiciones de extrema pobreza, en familias con ingresos menores a 1 euro diario.

- 1 de cada 12 niños muere antes de cumplir los 5 años.

- Más de 120 millones de niños, en su mayoría niñas, en edad escolar no asisten a la escuela.

- Cada minuto, un niño muere por una enfermedad vinculada al SIDA. Actualmente hay 15 millones de niños que han perdido a sus progenitores a causa del SIDA.

- 300.000 niños están sirviendo a gobiernos o fuerzas rebeldes como soldados.

- Más de 1,8 millones de niños, sobre todo niñas, están sometidos a la explotación sexual.

(Fuente: Página web de UNICEF)

“Detrás de un niño maltratado hay siempre una persona que daña y otra que calla”.

El maltrato a los niños es un problema universal que ha existido desde tiempos remotos. Sin embargo, es en el siglo XX, con la declaración de los derechos del niño en 1959, cuando se le considera como un delito y un problema de profundas repercusiones psicológicas, sociales, éticas, legales y médicas.

Maltrato infantil es cualquier acto, omisión o trato negligente, no accidental, realizado por individuos, por instituciones o por la sociedad en su conjunto, que prive a los niños de sus derechos y su bienestar y dificulte o interfiera su desarrollo físico, psíquico y social.

Los niños no saben defenderse ante las agresiones de los adultos, no piden ayuda; esto los sitúa en una posición vulnerable ante un adulto agresivo y/o negligente.

El niño que sufre maltrato tienen múltiples problemas que imposibilitan el desarrollo adecuado de su personalidad: retraso en su desarrollo y crecimiento, baja autoestima y pérdida de la confianza con otras personas, lesiones que causan discapacidad parcial o total, pérdida de años de vida saludable, bajo rendimiento escolar, agresividad y rebeldía, aislamiento, soledad y angustia, incapacidad para resolver los problemas sin violencia, búsqueda de afecto y aceptación por personas o grupos inadecuados, tendencia al alcoholismo o drogadicción, tendencia a cometer actos delictivos…

De ahí la importancia de detectar cuanto antes el maltrato y buscar una respuesta adecuada que ayude al niño en su desarrollo evolutivo.

El daño hecho al niño, puede perdurar de por vida.

Los siguientes vídeos tocan fibras profundas y sensibles. Viéndolos he quedado muy impactada.

El hecho de que socialmente todavía sea tolerado el castigo infantil y la violencia contra los niños, aunque sea en forma de “cachetes disciplinarios” y bajo la excusa de que es “por su bien”, no hace más que perpetuar la rueda de la violencia generación tras generación.

El día en que admitamos que cualquier forma de violencia es intolerable y la sociedad deje de amparar a los adultos frente a los niños, se habrá abierto un camino hacia la paz.

El maltrato infantil es un problema de todos. Si tú no luchas contra el maltrato infantil ¿quién lo hará?