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martes, 31 de diciembre de 2019

El poder de cambiar

Felicitación del Año Nuevo 2020



Fuente: “El poder de confiar en ti” de Curro Cañete.

¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible que haya personas con historias tremendas, orígenes humildes y pasados terroríficos que han logrado inspirar al mundo entero? O, al contrario, ¿cuál es la razón por la que individuos que disponían de todas las facilidades para triunfar y hacer lo que les diera la gana tiraron su vida por la borda? Evidentemente, las decisiones que tomaron sobre sus vidas les llevaron a destinos diferentes.

El ser humano tiene el poder de cambiar cualquier aspecto de su vida y, de hecho, hoy se sabe científicamente que, cuando cambias tus pensamientos, las conexiones entre tus neuronas varían y tu cerebro se transforma.

Millones de personas en el mundo han logrado transformar su mente y han dejado atrás, de forma concreta y medible, los hábitos que les estaban arruinando la vida. Tú también puedes. Para utilizar este poder, debes creer en él y convencer a tu mente de que ese cambio es posible y tomar decisiones diferentes a las habituales. Quizá te dé miedo o pereza, pero el reloj sigue avanzando…

Para despertar la fuerza interior que cambiará tu vida, tienes que hacerte responsable de todo lo que suceda en ella. Cuando seas consciente de que lo que has creado en tu vida, en buena medida, ha dependido de cómo has pensado y actuado, se abrirá la puerta a la esperanza: podrás cambiar desde ese momento. Nunca es tarde. Cuanto más tiempo haya pasado, más te costará tomar las riendas de tu vida, pero los cambios positivos aparecerán desde el mismo momento en que te pongas manos a la obra y dejes de culpar a los demás y a las circunstancias.

Es cierto que sentimos alivio cuando echamos la culpa a otros, y también cuando alguien que nos aprecia nos consuela diciéndonos que tenemos razón, pero ese alivio es pasajero y nos condena a ser víctimas de las circunstancias.

Esto no significa que debas soportarlo todo. En ocasiones tendrás que “dejar ir”, sin juzgar ni culpar, a las personas con las que mantienes una relación tóxica y seguir tu camino.

El primer paso será clarificar qué esperas de la vida, hacia dónde quieres ir. Si naciste con alguna ventaja (de entorno, dinero, talento…), harás bien en sacar partido de ella, pero no olvides que muchas personas consiguen, cuando todo parece estar en su contra, superar sus limitaciones iniciales y elevarse por encima de sus circunstancias. Son ejemplos que demuestran que dentro del ser humano hay una fuerza ilimitada.

Que no te quede ninguna duda de que no importa de dónde procedas ni cuáles sean tus orígenes o circunstancias para que puedas mejorar tu vida hasta transformarla por completo.



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domingo, 29 de diciembre de 2019

Todos tenemos un Ángel

Desde pequeños, se nos dice que todos tenemos un Ángel que vela por nosotros día y noche. Es nuestro Ángel de la guarda o custodio. Sin embargo, hay otros ángeles, tú puedes ser uno, que tienen nombre y apellidos…

En enero de 2019, Cáritas Diocesana de Barcelona, para conmemorar su 75 aniversario, llevó a cabo la campaña “Todos tenemos un Ángel de la guarda” realizada altruistamente por la empresa Ogilvy Barcelona que, anualmente, pone sus recursos al servicio de causas solidarias.

En el anuncio, inspirado en la película “City of Angels”, un hombre de unos 50 años busca trabajo sin expectativas. Un día, algo cambia y “alguien” le hace recuperar la confianza en sí mismo.

Cáritas viene siendo “el ángel” de aquellas personas que, por diversas circunstancias de la vida, han perdido la esperanza, pero, en realidad, este “ángel” lleva el nombre de todos y cada uno de sus socios, donantes y voluntarios.

La campaña, que apuesta por un enfoque social, también va dirigida a los no creyentes: “Aunque no creas, todos tenemos un Ángel”.

Debido al éxito de esta campaña, “Cáritas España” ha presentado la de Navidad de 2019 con el lema “Todos tenemos un ángel, especialmente en Navidad”. Con ella se pretende despertar a ese “ángel” que todos llevamos dentro, capaz de conmoverse y sentir el dolor y el sufrimiento de los demás.

Todos esos “ángeles”, que eligen caminar junto a quienes tienen su dignidad más maltratada, han hecho posible que, en el último año, Cáritas haya destinado, procedentes de donaciones privadas, 258 millones de euros a sus distintos programas sociales.

Todos tenemos un ángel, especialmente en Navidad.


martes, 24 de diciembre de 2019

Destinado/a a ser luz

Felicitación de Navidad del año 2019

 “Suo Gân” (Canción de cuna). Banda sonora de la película “El imperio del sol”.


Autor: Darío Lostado

«A veces parece que todos los caminos se cierran, que la noche es eterna, que el invierno ha congelado los corazones, que no existen más rosas, que tu destino son lágrimas, que no hay sino soledad para ti, que han desaparecido las estrellas, que la sonrisa se apagó sobre la tierra, que los días son cortos y lluviosos, que las noches son interminables y sin luna, que no hay espacio alguno para tus pies, que no hay salida en la calle de tu vida, que la indiferencia y la desilusión aprisionan tu corazón...

Pero aún entonces puedes confiar que tú eres un camino eterno y abierto, que tú eres un día luminoso, que en tu alma no hay estaciones, solo las hay en tu mente, que hasta en el desierto más árido y seco hay una flor, que las lágrimas como el agua, dan vida y fecundidad, que tú eres el mejor amigo de ti mismo, que tu alma es un cielo lleno de luz y de estrellas, que dentro de ti el rostro de la vida sonríe, que en ti está el sol radiante, solo es noche si le das la espalda, que el mundo es ancho y no ajeno, sino tuyo porque tú eres el mundo, que norte, sur, este y oeste son puntos para tu elección, que tú eres amor pleno.

Estás destinado a dar, más que a recibir. Ten confianza porque, aunque tu mente te hable de puertas cerradas y de soledad, ese es un engaño temporal y pasajero. Tú estás destinado a ser luz para muchos que necesitan de tu luz y de tu amor. No te quedes encerrado en tu rincón. Haz que hoy sucedan cosas buenas».



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domingo, 22 de diciembre de 2019

Volver a casa por Navidad

 “I'll be home for Christmas”. Susan Boyle.

Estaréis en casa por Navidad.

El camino de vuelta es largo, pero, os lo prometo, estaréis en casa por Navidad.

La he adornado con bonitos motivos navideños y he preparado regalos junto al árbol. Ha dejado de nevar y ha salido el sol en mi corazón.

Cuento con vosotros.

En Nochebuena, nos encontraremos donde brilla la luz del amor.

Estaréis en casa por Navidad.

… Aunque solo sea en mis sueños.


viernes, 20 de diciembre de 2019

Por siempre joven

Felicitación de Navidad del año 2019 para los seguidores del blog

 “Forever young” (“Por siempre joven”). (Bob Dylan). Pete Seeger.

“Que Dios te bendiga y te proteja siempre.
Que todos tus deseos se hagan realidad.
Que ayudes siempre a los demás y dejes que los demás te ayuden.
Que construyas una escalera hacia las estrellas y subas todos los peldaños.
Que te mantengas joven por siempre”.
Bob Dylan: “Forever young”.


Quiero felicitar, un año más, con mis mejores deseos y unas píldoras de sabiduría, a todas las personas que siguen el blog “Si yo cambio, todo cambia” a través de Blogger, Facebook, Twitter, Pinterest o correo electrónico.

Fuente: “Los 88 peldaños de la gente feliz” de Anxo Pérez.

«Aprendí que todo pájaro que nace enjaulado cree que volar es de locos. Y que, curiosamente, el lugar más peligroso para un ave es su propio nido, ya que es el único sitio donde nada sucede.

Aprendí que no debes buscar el éxito para ser feliz, sino que debes buscar ser feliz, y eso será tu éxito.

Aprendí que por cada persona dispuesta a inflar un globo hay mil dispuestas a pincharlo. Y que aun así deberíamos inflar ya no un globo, sino mil.

Aprendí que no envejeces el día que pruebas cosas nuevas, sino el día que decides dejar de probarlas. Y que nunca se es demasiado viejo para fijar un objetivo nuevo ni demasiado joven para empezar a conquistarlo.

Aprendí que hay una cosa que pesa más que hacer y fracasar: no hacer y lamentarse. Y que no hay que buscar cómo cambiar el pasado, sino cómo crecer gracias a él.

Aprendí que no es valiente el que salta sin tener miedo, sino el que salta a pesar de tenerlo. Y que mil días que te quedas en la orilla analizando el océano valen menos que un solo día en que echas a la mar.

Aprendí que un camino con derrotas es una escuela de victorias. Y que cada fracaso es un paquete con un lazo, dentro del cual se esconde una enseñanza con tu nombre.

Aprendí que no hay que trabajar tan poco que no te llegue para vivir, pero tampoco tanto que vivas para trabajar. Y que si la vida te sonríe con dinero, ganas más no cuando lo usas para agrandar tu casa, sino cuando lo usas para aumentar tu huella.

Aprendí que las grandes personas son aquellas que, aun sabiendo que es su último día en la Tierra, deciden plantar un árbol. Y que no es ciego quien no ve, sino aquel que, aun pudiendo ver, decide no mirar.

Aprendí que no hay nada más bonito que no te llegue el tiempo que pasas con la persona con la que pasas más tiempo. Y que el amor o el talento son como las plantas: no es que hayas dejado de tenerlos, es que has dejado de regarlos.

Aprendí que el día que pierdes tu parte humana tal vez no pierdas el éxito, pero dejará de valer la pena. Y que la vida es como un espejo... Cada vez que le regalas tu sonrisa, te la devuelve».

¡FELIZ NAVIDAD!


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- Hay que sembrar (2017)
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miércoles, 18 de diciembre de 2019

Un cuento por Navidad (II): Navidad en la granja

Cuento para niños y no tan niños


Fuente: “El país de los colores” de Eric Larreula. (Adaptación).

Una vez, por Nochebuena, en una granja, el gallo convocó a todos los animales a una reunión urgente, porque tenía que comunicarles una cosa importante.

Asistieron todos: el pavo, la gallina, el cerdo, la oca, el conejo, el caballo, el cordero, el pato, la cabra, la vaca y el burro; y cuando todos estaban allí reunidos, muy atentos y formales, esperando a que el gallo les hablara, este les dijo.

—Queridos compañeros, os he reunido aquí porque se me ha ocurrido una idea genial.

—¿Qué idea? —exclamaron todos entusiasmados.

—¿Sabéis que mañana es Navidad? —les preguntó.

—Hombre, claro que lo sabemos —respondió el cordero—, ¿cómo quieres que los animales de granja no sepamos estas cosas? ¡Bastante pena tenemos!

—Mi idea —continuó el gallo— en que también nosotros podemos celebrar la Navidad.

—¿Celebrar la Navidad? —preguntaron todos un poco extrañados—. Los animales no celebramos las cosas. ¿Cómo podemos celebrarla?

—Pues yo digo que sí que la podemos celebrar. Y para celebrarla, propongo que organicemos una gran fiesta —respondió el gallo—. No me diréis que no es una gran idea.

—¿Una gran fiesta? —gritaron todos a la vez.

—Por supuesto —continuó el gallo—, tal como lo hacen las personas. Por Navidad preparan unas comilonas increíbles. Nosotros podemos hacer lo mismo. Por Navidad no comeremos ni grano, ni pienso, ni otras porquerías de esas que nos dan. ¡Que se note que es una fiesta! Así, al menos una vez al año, comeremos como Dios manda. Comeremos barquillos y turrones, y beberemos cava y vino dulce y…

Mientras el gallo iba hablando a todos les brillaban los ojos de alegría. Finalmente, sin dejarlo terminar, exclamaron a la vez:

—¡Bravo!

—¡Caramba! —dijo el burro—, esta sí que es una gran idea.

Y más contentos que unas castañuelas corrieron a decorar un árbol que había en la entrada del gallinero para crear un poco de ambiente navideño. Cuando acabaron, lo miraron y exclamaron:

—¡Oh, qué bonito!

—Ahora tenemos que preparar la comida para mañana —dijo el gallo muy satisfecho.

—Primero podemos preparar una sopa —propuso la vaca.

—Esto empieza a animarse —exclamó el cerdo lamiéndose el morro.

—Pues tendremos que matar a la gallina —añadió la vaca—, porque para la sopa se necesita caldo de gallina.

—¿Matar a la gallina? —preguntaron todos.

—Naturalmente —continuó la vaca—. Si no, la sopa no quedará buena.

—¡Ni se os ocurra! —replicó la gallina indignada—. Al primero que se atreva a tocarme una pluma se acordará de mí toda su vida. Será posible…

—Bueno mujer, no te enfades, que no es para tanto.

—Pasemos al segundo plato —continuó la vaca—. Propongo que hagamos pavo relleno de ciruelas.

—¡Bien! —gritaron todos menos el pavo, que dijo:

—¡Qué chiste más gracioso! ¡Ya os cuidaréis de tocarme!

—Venga, chico, es un plato muy típico de Navidad —dijo el caballo para intentar convencerlo.

—Pues podríamos comer pollo al horno —replicó el pavo—, que también es un plato muy típico.

—Ah, pues no estaría mal —respondieron todos menos el gallo, que dijo muy indignado:

—¡De ninguna manera! ¡Desagradecidos! ¿No se os ocurre otra cosa que pensar en desplumarme?

—De acuerdo, de acuerdo —dijo la vaca, no os peleéis, por favor, que si no, aguaremos la fiesta.

—Pues tendremos que matar al cordero y al cerdo —dijo la cabra.

—¡Sí, hombre! —exclamó el cerdo dispuesto a pelearse con el primero que se le acercara.

—No pensaba yo en otra cosa ... —añadió el cordero desafiante.

—Lo que ocurre es que tenéis poco espíritu de colaboración —dijo la oca.

—¡Tú calla! —replicó el cerdo—, que todavía comeremos canapés de foie-gras para el aperitivo.

Y a partir de aquel momento se organizó un jaleo monumental, donde nadie escuchaba lo que se decía.

—¡Vale ya! —gritó el conejo con energía—. Así no haremos nada. Señores, propongo que pasemos directamente a los postres y comamos barquillos y turrones remojados con un buen vino dulce.

Y así se hizo. Al acabar, el gallo pidió la palabra y dijo que querer celebrar la Navidad con una gran comilona, como hacen las personas, no era tan buena idea porque después de todo, donde esté un buen pienso…

Todos se abrazaron conmovidos y gritaron:

—¡Que recite el verso!

Y el gallo, sin poder disimular la emoción, se subió a una silla y, con lágrimas en los ojos, dijo:

“Ahora, lleno de felicidad,
sé que no es necesaria
una buena comilona
para celebrar la Navidad.
Es mejor que vivamos unidos
y no acabar como enemigos”.

Todos saltaron de las sillas, se fundieron en abrazos y besos y deseos de una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.


viernes, 13 de diciembre de 2019

El “Santo de los pinceles”


Fuente: “101 cuentos clásicos de la China”. Recopilación de Chang Shiru y Ramiro Calle.

Xian Zhi era hijo del famoso calígrafo Yi Zhi. Cuando su padre trabajaba en el estudio, el pequeño solía contemplar cómo trazaba los ideogramas en el papel de arroz. Con los pinceles chorreando tinta, el artista plasmaba espíritu y personalidad en los papeles. Poco a poco, el hijo también adquirió el hábito de escribir. A los pocos meses progresó tanto que los amigos y vecinos empezaron a alabarlo sin cesar. El pequeño se sentía engreído creyéndose ya un buen calígrafo.

Cierto día escribió una docena de caracteres y se los mostró a su padre, esperando de él un generoso elogio. Después de examinarlo un momento, el famoso calígrafo, que se había dado cuenta de la vanidad de su hijo, no hizo ningún comentario. Cogió el pincel y agregó un pequeño trazo en un ideograma, convirtiéndolo en otro carácter distinto, y le dijo:

—Enséñaselo a tu madre, a ver qué dice.

El pequeño fue a buscar a su madre en espera de un juicio alentador.

—Mamá, ¡mira lo que he escrito! Se parece al estilo de mi padre, ¡a que sí!

Aunque la señora no era calígrafa, entendía la técnica de ese arte y solía emitir unas opiniones muy acertadas al respecto. Después de mirar durante un instante la obra de su hijo, le dijo:

—Has progresado, pero te falta mucho para conseguir el brío y la perfección de su caligrafía. En este carácter que has escrito, solo este trazo se parece mucho a su estilo, y lo demás no tiene nada que ver señaló, poniendo el dedo justo en el trazo que acababa de agregar el calígrafo.

Avergonzado, el niño se dirigió a su padre y le preguntó:

—Después de tantos días de práctica, ¿por qué no he podido dominar aún el secreto de tu arte?

—Es muy sencillo, hijo, ¿ves las tinajas que hay en el patio? Cuando empecé a aprender la caligrafía, me dijeron que había que llenar de agua las dieciocho tinajas. Y el día que se agotara el agua haciendo tinta para los ejercicios, sería un buen calígrafo. Lo hice, por eso escribo mejor.

Sin decir una palabra más, el niño entendió perfectamente. Corrió hacia el patio y durante toda la mañana estuvo trabajando para llenar de agua aquellas enormes tinajas. Se puso a practicar día y noche.

Veinte años después, cuando agotó la última gota del agua, llegó a tal dominio de la caligrafía china que fue consagrado como el «Santo de los Pinceles».


domingo, 8 de diciembre de 2019

Magníficat

Hoy, día de la Inmaculada, quiero presentaros mediante un vídeo, un año más, y ya van ocho, el belén de mi casa. A los que ya lo conocéis de otros años, no quiero cansaros repitiendo su descripción y características. A los que lo veis por primera vez, si os interesa, podéis encontrarlas expuestas en las entradas de años anteriores. Sus enlaces están al pie de esta entrada, en el índice de la etiqueta “El Espíritu de la Navidad” o en el Índice general del blog.

Vengo teniendo por costumbre, desde hace cinco años, dar a la entrada el mismo título que el de la música de fondo del vídeo. Este año le da nombre la segunda pieza musical incluida en él: “Magníficat” de Michel Pépé.

El Magníficat es el canto de acción de gracias a Dios, que María pronunció cuando visitó a su prima Isabel. Aparece recogido en el Evangelio de Lucas (1: 46-55).

Magnificat, en latín, significa “alaba”. Al cántico se le dio este nombre, porque sus primeras palabras son “Magnifĭcat anĭma mea Domĭnum” (Alaba mi alma al Señor).

En el Magníficat, María, una joven hebrea, inteligente, reflexiva, conocedora de la historia y tradiciones de su pueblo y de las lecciones sobre la Torah que se impartían en la sinagoga, alaba a Dios por haberla elegido como madre de Jesús y le da las gracias por su divina Providencia y por haber cumplido las promesas hechas a los seres humanos. Dado que las palabras de María en los Evangelios son escasas, este himno es el mejor retrato que tenemos de Ella y nos permite conocer sus sentimientos ante la grandeza de lo que le estaba ocurriendo.

En el canto, de gran belleza, en realidad, María dice pocas cosas nuevas. Casi todas sus frases encuentran numerosos paralelos en los salmos y en otros libros del Antiguo Testamento. Sus sencillas palabras, sin alardes literarios, son un anticipo de las bienaventuranzas.

Creo que, en el fondo, he elegido este tema musical, porque el Magníficat es, ante todo, un estallido de alegría tranquila, serena, equilibrada, propia de quien sabe reflexionar, guardarlo todo en el corazón... y callar.

A ver si os gusta...

Música: “I feel you” y “Magníficat” de Michel Pépé.


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- Meditando con Dios (2017)
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- El belén del mar (2015)

miércoles, 4 de diciembre de 2019

La mujer perfecta


Cuento sufí

Nasrudín conversaba con un amigo.

–Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?

–Sí pensé –respondió Nasrudín–. En mi juventud, resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.

Continué viajando, y fui a Isfahán; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita.

Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.

–¿Y por qué no te casaste con ella?

–¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.

Al aceptar que todos somos perfectos tal como somos, ya no habrá necesidad de buscar la perfección lejos.