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sábado, 30 de abril de 2011

Flores para mi madre

Mañana será el primer domingo del mes de mayo y se celebrará “El día de la madre”. Cuando falta una madre, se tenga la edad que se tenga, el sentimiento de orfandad es irremediable.

Hoy llevé flores a mi madre.

Faltaría a la verdad si dijera que la recuerdo todos los días porque, en realidad, lo que ocurre es que la “siento”. Mis sentidos reconocen su rostro, sus manos, su voz, su aroma... Cada día. A mi lado.

¡Bendito poder de la memoria, de la mente, de la imaginación o del alma! Vaya usted a saber. Tampoco me importa saberlo.

Y surge un nuevo cordón que nos vuelve a unir y entonces, sobrecogida por la emoción, no por la pena ni por la alegría, rompo a llorar. Lo necesito casi tanto como el aire que respiro.

Y es así cómo siento su abrazo y, ya reconfortada, me quedo dormida como una niña y, soñando, le susurro a Dios en tono de reproche:

—Desde que ella se fue, estoy esperando una respuesta.

Él sonríe y calla. De momento calla. Él sabe.

“Amainará”. Rosana.


viernes, 29 de abril de 2011

Legendary biru (legendaria cerveza)

Muchas marcas de cerveza se han consolidado como referentes publicitarios por la calidad de sus anuncios, pero, sin lugar a dudas, es difícil encontrar una campaña de cerveza que rompa moldes como lo hace la marca de cerveza japonesa Sapporo.

Al ritmo de taikos (tambores japoneses), nos cuenta la fantasiosa historia de los orígenes de su cerveza hasta el día de hoy.

Con una realización excelente, vemos las diferentes etapas y el proceso de fabricación de la cerveza nipona de una manera muy original.

El anuncio Legendary Biru (biru es cerveza en japonés), lo ha llevado a cabo la agencia Dentsu Canadá.

En su día, la cerveza Sapporo compró el grupo cervecero canadiense “Sleeman” como una fuerte apuesta por el mercado canadiense y norteamericano.

Grabado in situ durante aproximadamente un mes en Guangzhou, China, el anuncio publicitario combina acción en directo, control remoto, gráficos por ordenador y pinturas mate proyectadas sobre geometría.

La acción se traslada de nivel a nivel con expertos en artes marciales, luchadores de sumo y actores customizados como samurais y geishas.

Publicistas culturales japoneses fueron contratados durante el rodaje para garantizar la autenticidad de la producción, para cuidar cada detalle del vestuario y la dirección artística.

Es uno de esos anuncios que te deja la boca abierta con los mil y un detalles que podemos encontrar en cada una de las escenas.

Recrea tus sentidos con las imágenes de este vídeo.



miércoles, 27 de abril de 2011

El águila que creía ser una gallina

Este cuento está incluido en el libro “Reinventarse. Tu segunda oportunidad” de Mario Alonso Puig.

«Un pastor que vivía en una cabaña cerca de un bosque y a cierta distancia de una montaña, tenía un corral con gallinas y un rebaño de cabras.

Aquel año hubo una gran sequía, con lo cual la mayor parte de la hierba desapareció. Por esa razón, el pastor decidió llevar sus cabras a lo alto de la montaña, donde probablemente al haber más humedad, encontraría algo de hierba tierna para sus animales. Así lo hizo y, después de un largo caminar, llegó junto a la cima de la montaña. Allí sus animales pastaron durante unas horas, hasta que fue cayendo la tarde y el pastor decidió volver de nuevo a la cabaña donde vivía.

Bajaba entre las piedras con su rebaño cuando vio frente a él algo grande, que en seguida reconoció como un nido de águilas. Al acercarse observó que en el interior había dos polluelos, uno de los cuales se había matado al desprenderse el nido de la roca en la que se encontraba. El otro polluelo, aunque algo se movía, parecía estar gravemente herido.

Al pastor no le gustaban nada las águilas porque las tenía por enemigas. en alguna ocasión habían atacado a sus cabras e, incluso, se habían llevado a alguna de sus gallinas. No obstante, llevado por la lástima, el pastor se agachó, cogió con delicadeza el polluelo herido y lo llevó a su cabaña. Allí lo curó como pudo y empezó a alimentarlo con pequeños trocitos de carne, mientras dejaba que la naturaleza hiciera el resto. El animal se recuperó por completo y empezó a crecer y crecer hasta que se convirtió en un magnífico ejemplar adulto de águila.

A partir del momento en el que el águila se hizo adulta, las cosas empezaron a cambiar. El pastor, que inicialmente se sentía tan orgulloso por lo que había hecho, empezó a sentirse cada vez más inquieto con la presencia de aquel animal. De alguna manera, no lograba evitar que imágenes cargadas de emoción le vinieran a la cabeza y le recordaran lo que animales como aquél habían hecho con sus cabras y sus gallinas.

Un día, el pastor llegó a una decisión, la de abandonar el animal en el bosque, pensando que sin duda la naturaleza se ocuparía de nuevo en ayudarlo a sobrevivir. Tres veces llevó el pastor el águila al bosque y tres veces el águila le siguió dando pequeños saltitos en el suelo.

No sabiendo ya qué hacer para deshacerse del animal, el pastor pensó y pensó hasta que se le ocurrió la más absurda de las ideas: metería el águila en el corral con sus gallinas. Cuando las gallinas vieron entrar en el corral a ese animal al que tanto temían, se adentraron despavoridas en la pequeña caseta en la que se refugiaban. Pronto se dieron cuenta del extraño comportamiento de aquel animal, que permanecía quieto y solo, y se fueron acostumbrando de forma progresiva a su presencia en aquel lugar.

Los años fueron pasando y aquella águila se acostumbró a vivir como una gallina. Comía lo mismo que comen las gallinas, se movía como las gallinas e incluso aprendió a emitir los mismos sonidos que emiten las gallinas.

Estaba la situación así, cuando pasó por aquella región un naturalista que estaba haciendo un estudio sobre las águilas de aquella región y, al pasar junto a la cabaña del pastor, contempló, incrédulo, el espectáculo que se ofrecía: ni más ni menos que un águila conviviendo con las gallinas. Corriendo, golpeó con fuerza la puerta de la cabaña del pastor, el cual al oír los ruidos abrió sobresaltado.

—¿Quién es usted? ¿Qué es lo que quiere?

—Le ruego que me perdone, soy un naturalista que me dedico al estudio de las águilas y he visto algo inaudito, un águila viviendo entre las gallinas.

El pastor comprendió perfectamente la causa de la sorpresa de aquel investigador y, después de invitarle a entrar en su cabaña, le explicó la historia de cómo la encontró, la curó y la crio entre las gallinas.

El naturalista escuchaba absorto la historia, hasta que algo le "sacudió" bruscamente, algo aparentemente inocente, ya que fue sólo un sencillo comentario que hizo el pastor.

—Verá, amigo mío, el animal ha vivido tanto tiempo entre gallinas que ya no me queda la menor duda de que, aunque su forma siga siendo de águila, en su interior no es ya nada más que una gallina.

—De verdad que lo siento, pero no puedo estar más en desacuerdo con lo que acaba de decir —contestó el naturalista.

El pastor se sintió tal vez un poco agraviado porque quizás considerara que nadie conocía tan bien a aquel animal como él.

—Si está convencido, ¿por qué no me lo demuestra sencillamente haciendo que vuele?

El naturalista se fue al corral, cogió el águila e hizo lo primero que se le ocurrió, que fue lanzarla por los aires gritando “¡vuela!”. El animal cayó pesadamente y se escondió en el interior del corral. El pastor hizo una mueca irónica, aunque ello no hizo que el naturalista se diera por vencido.

Entonces, empezó a mirar a su alrededor como si buscara algo, hasta que se fijó en que a unos metros de allí había una escalera. Se acercó, la cogió y la apoyó en una de las paredes de la cabaña del pastor. Entró de nuevo en el corral, agarró el águila y subió con ella por la escalera hasta llegar al tejado.

Desde allí, lanzó el águila por los aires diciendo “¡vuela!”. El pobre animal se precipitó como una bola de plumas contra el suelo y se quedó unos instantes aturdido. En cuanto recuperó su compostura, rápidamente se escondió en el interior del corral.

El pastor dijo entonces:

—Si sigues así vas a matar a mi gallina.

Por alguna razón, y a pesar de todas las evidencias en contra y de todas las críticas de aquel pastor, el naturalista tenía una absoluta certeza en que el espíritu de un águila jamás muere y, por eso, a pesar de todo, no se dio por vencido.

De repente, algo en el horizonte captó su atención.

—¿Qué es aquello que se ve al fondo?

—Es el pico de la montaña donde encontré el águila cuando se desprendió el nido, ¿por qué?

—Porque la voy a llevar allí, donde ella nació, tal vez pueda así recordar sus orígenes y se dé cuenta de que puede volar.

—Tú estás loco, eres un insensato incapaz de darte por vencido. ¿Acaso no has tenido suficientes evidencias de lo absurdo de tu teoría, de esa estupidez de que el espíritu de un águila nunca muere?

El naturalista no se defendió, simplemente actuó. Entró de nuevo en el corral, cogió el águila y empezó a caminar con la vista puesta en el pico de aquella montaña. El pastor, sin entender muy bien por qué y viendo que caía la noche, cogió una linterna y les siguió. Durante toda la noche estuvieron subiendo por la montaña sin que el naturalista supiera qué hacer para despertar el espíritu dormido del águila.

Cuando llegaron al pico de la montaña, donde el águila había nacido, empezó a amanecer y entonces el naturalista observó algo curioso: el águila apartaba la mirada del sol. Sin saber muy bien por qué, agarró el pescuezo del animal y lo obligó a mirar al sol. En ese momento, el águila hizo unos extraños movimientos, abrió unas espléndidas alas y se puso a volar. Aquel día el águila recordó quién era en realidad y recuperó su verdadera identidad, que no era de gallina, sino de águila».



domingo, 24 de abril de 2011

Sobre la propiedad de la tierra

Para esta entrada, he seleccionado otro fragmento del libro “Ni lobo ni perro. Por senderos olvidados con un anciano indio” de Kent Nerburn, escritor estadounidense muy involucrado en asuntos de los nativos americanos. En él, un anciano indio lakota llamado Dan habla sobre la “propiedad” de la tierra.

“Déjame decirte cómo perdimos la tierra. No era nuestra tierra, como si nos perteneciera. Era la tierra donde cazábamos o donde nuestros ancestros estaban sepultados. Era la tierra que el Creador nos había dado. Era la tierra donde sucedían nuestras historias sagradas. Había lugares sagrados en ella. Nuestras ceremonias se realizaban aquí. Conocíamos a los animales. Ellos nos conocían a nosotros. Presenciamos el paso de las estaciones en esta tierra. Estaba viva, como nuestros abuelos. Éramos parte de ella. La tierra era parte de nosotros. Nosotros ni siquiera sabíamos lo que era ser propietarios de la tierra. Es como decir que eres propietario de tu abuela. Para nosotros, la tierra estaba viva. Mover una piedra significaba cambiarla. Matar a un animal era quitarle algo a ella. Tenía que haber respeto.

Nosotros no vimos respeto en esa gente. Ellos cortaban los árboles y dejaban a los animales en donde les disparaban. Hacían ruidos fuertes. Parecían salvajes. Su paso era pesado y hacían mucho ruido. Y luego esa gente nueva comenzó a pedirnos la tierra. Querían darnos dinero por la tierra. Nuestra gente no aceptó eso. Entonces esa gente dijo que ya no pertenecíamos aquí. Que había un jefe en Washington, una ciudad muy lejana, y que la tierra era de él, y que él había dicho que esa gente podía vivir aquí y nosotros no.

Pensamos que estaban desquiciados. Esas personas cabalgaban por la tierra y colocaban una bandera, y luego decían que todo, desde donde habían empezado hasta donde ponían la bandera, les pertenecía. Eso es como si alguien disparara una flecha al cielo y dijera que todo el cielo hasta donde llegara la flecha le pertenecía. Nosotros pensamos que esa gente estaba loca. Ellos hablaban de propiedad. Nosotros hablábamos de la tierra.

Tu gente vino de Europa porque querían tener propiedades. Ellos habían trabajado para otras personas que les habían quitado sus propiedades y las cosas que cultivaban. Nunca habían tenido nada porque no tenían propiedades. Eso era lo que más deseaban tener.

Todos ellos pensaban que quien tuviera un pedazo de papel diciendo que era dueño de la tierra podría controlar todo lo que sucediera en ella. La gente vino aquí para conseguir propiedades. Nosotros no sabíamos esto. Ni siquiera sabíamos lo que significaba. Nosotros simplemente le pertenecíamos a la tierra. Ellos querían adueñarse de ella.

Su religión no vino de la tierra. Podían llevarla a todos lados con ustedes. Su religión estaba en una copa y un pedazo de pan que podían llevarse en una caja. Sus sacerdotes podían hacer sagrado cualquier lugar. Y no podían entender que lo que era sagrado para nosotros era el lugar donde estábamos, porque ahí era donde sucedían las cosas sagradas y donde los espíritus nos hablaban.

Tu gente no sabía nada acerca de lo sagrado de la tierra. Ustedes estaban matando a todos los animales. El búfalo había desaparecido. Las aves habían desaparecido. Ustedes no nos permitían cazar. Nos daban mantas y whiskey que enloquecía a nuestra gente. Nos pusieron en pequeños corrales de tierra que eran como pequeñas islas en su gran mar.

Lo peor es que ustedes ni siquiera nos escucharon nunca. Ustedes vinieron a nuestra tierra y nos la quitaron, y ni siquiera nos escucharon cuando les tratamos de explicar. Hicieron promesas y rompieron cada una de ellas. Nos mataron sin quitarnos la vida. Nos mataron al convertir nuestra tierra en pedazos de papel y sacos de harina y mantas, diciéndonos que eso era suficiente. Ustedes nos quitaron los lugares donde los espíritus nos hablaban y nos dieron sacos de harina.

Para nosotros la tierra estaba viva. Ella nos hablaba. Nosotros la llamábamos nuestra madre. Si ella estaba enojada con nosotros, no nos daba alimentos. Si nosotros no compartíamos con los demás, ella nos enviaba inviernos duros o plagas de insectos. Teníamos que hacer cosas buenas por ella y vivir de la manera que ella consideraba apropiada. Ella era la madre de todo lo que habitaba en ella, así que todos eran nuestros hermanos. Los osos, los árboles, las plantas, el búfalo. Todos eran nuestros hermanos y hermanas. Si no los tratábamos bien, nuestra madre se enojaba. Si los tratábamos con respeto y honor, ella se sentía orgullosa.

Para tu gente la tierra no estaba viva. Era algo así como un escenario donde podían construir cosas y hacer que sucedieran cosas. Veían el lodo, los árboles y el agua como cosas importantes, pero no como hermanos y hermanas. Esas cosas existían sólo para ayudar a los humanos a vivir.

Ustedes tomaron la tierra y la convirtieron en propiedades. Ahora nuestra madre está en silencio. Pero nosotros aún intentamos escuchar su voz”.


viernes, 22 de abril de 2011

Querer es poder: la historia del Panyee FC de Tailandia

Bajo el slogan “Make The Difference” (Haz la diferencia), el banco TMB (Thai Military Bank) produjo un spot, creado por Leo Burnett y Arc Worldwide, con la intención de animar a la gente a realizar cambios positivos sin la necesidad de crear grandes proyectos. No tiene nada que ver con fondos de inversión, hipotecas o préstamos. Esta vez se ha centrado en la máxima: querer, es poder.

Se trata de un corto basado en hechos reales. Cuenta la historia de la creación en 1986 de un equipo de fútbol en Koh Panyee, una isla flotante del sur de Tailandia, un pueblo flotante en mitad del mar que no cuenta con un solo metro cuadrado de tierra firme. Los chicos del lugar eran unos grandes aficionados al fútbol. Les encantaba ver las retransmisiones de los partidos, pero no tenían lugar para poder practicar su deporte favorito hasta que decidieron hacer un campo flotante.

Lo increíble de la historia, y que ha servido como inspiración para este corto, es que la falta de medios no los detuvo. Desafiaron las adversidades y se convirtieron en ejemplo de dedicación y esfuerzo. Una historia realmente bonita. Típica trama de superación y lucha por un sueño.

Poco después participaron en las principales competiciones del país y quedaron finalistas, consolidándose como uno de los equipos más importantes de Tailandia.



jueves, 21 de abril de 2011

La Pasión según la imaginería de la Semana Santa de Jaén

Durante la Semana Santa tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión.

La imaginería es una especialidad del arte de la escultura dedicada a la representación plástica de temas religiosos con finalidad devocional, litúrgica, procesional o catequética.

Luis Álvarez Duarte

La técnica más habitual es la talla en madera policromada que busca el realismo más convincente.

El acercamiento a la realidad determina el auge de los elementos postizos. Se usan pestañas, ojos y lágrimas de cristal, incluso cabellos añadidos a la talla, llegándose al empleo de telas verdaderas en las imágenes de vestir que sólo tienen talladas cabeza, manos y pies.

La policromía constituye un poderoso aliado de la expresión.

La imaginería la encontramos especialmente en países de cultura católica: España, Italia, Portugal, Latinoamérica, Filipinas y en menor medida Francia, Canadá, Países Bajos y Austria.

La representación plástica de los misterios religiosos acompaña al cristianismo desde sus primeros siglos, pero será con el arte Románico y Gótico (siglos XII-XV) cuando comience la evolución de la escultura en madera o imaginería.

La celebración de procesiones en la Semana Santa tiene su origen a finales de la Edad Media, cuando los franciscanos se encargan de organizarlas.

A partir del Concilio de Trento (1545 - 1563) la Iglesia Católica, en respuesta a la Reforma luterana, decide potenciar las artes plásticas como medio de alcanzar la atención de los fieles, desarrollándose extraordinariamente la imaginería durante el período barroco.

En España, es en el primer tercio del siglo XVII cuando las procesiones cobran una inusitada importancia y son las cofradías, principalmente las de penitencia, las que encargan pasos procesionales. Se trata, en definitiva, de mover la sensibilidad del creyente que asiste así, a la Pasión de Cristo.

Desde España se extenderá a toda América Central y del Sur.

Domingo Sánchez Mesa, autor de “María Santísima de la Estrella” (Jaén)

Las escuelas más importantes en España son: la castellana, andaluza, murciana y canaria.

La escuela andaluza, frente al patetismo dramático y a veces casi expresionista de la escuela castellana de la época, se caracteriza por su serenidad y clasicismo. De talla virtuosa, por monumentales que resulten algunas tallas, siempre hay en ellas una mesurada actitud y equilibrio y se emplean muy poco los elementos postizos.

Desde entonces, las procesiones han conocido momentos de esplendor y de declive. Actualmente, viven un período de apogeo, se habla de una auténtica nueva edad de oro a partir de los años ochenta, resurgiendo varias generaciones de imagineros que, siguiendo los cánones barrocos, han esculpido y siguen esculpiendo multitud de imágenes.

En la escultura procesional es muy importante la puesta en escena por eso, el escultor estudia las posiciones para que parezcan acontecimientos que ocurren en el momento. La imagen de Cristo es representada de mil maneras conforme a los hechos de la Pasión. El contemplador habrá de leer los evangelios para entender debidamente lo que se ha representado. Esto fue lo que hice con las imágenes de la Semana Santa de mi Tierra cuando, en el verano del 2008, realicé el vídeo titulado “Resurrexit sicut dixit” cuyo subtítulo resume perfectamente su contenido: “la Pasión según la imaginería de la Semana Santa de Jaén”.

Las fotografías son de Juan Carlos Ayala Hurtado quien, además de recopilar los datos de los imagineros, me asesoró en todas las cuestiones cofrades.

Me gustaría destacar que las dos primeras marchas procesionales que pueden escucharse en el vídeo están interpretadas por la Banda Municipal de Jaén. La primera es “Resurrexit sicut dixit” del músico giennense José Antonio Orta Román y la segunda, “Nuestro Padre Jesús” del toledano Emilio Cebrián que fue director de la Banda Municipal de Jaén desde 1932 hasta su muerte en 1943.

Espero que os guste:


* Ver actualización de la entrada: La Pasión según la imaginería de la Semana Santa de Jaén (II).


miércoles, 20 de abril de 2011

La saeta de Antonio Machado

Antonio Machado

“La saeta” es uno de los poemas más populares del poeta sevillano Antonio Machado, nacido en la capital andaluza en 1875, uno de los principales autores del primer tercio del siglo XX, cuya poesía influirá decisivamente en los poetas posteriores (del 27) y que sigue siendo uno de los más leídos hoy día.

El poema forma parte del libro “Campos de Castilla”. Publicado en 1912, se considera como uno de los libros más completos de Machado y el que mejor recoge el espíritu de la generación del 98 de la que formaba parte.

En él, Machado hace una crítica de la religiosidad tradicional andaluza, encarnada en la saeta que se canta a un Cristo moribundo e inmóvil, símbolo del sufrimiento y el martirio, mientras que él prefiere al Jesús vivo y activo como declara en la última estrofa del poema en la que nos traslada la idea central: su visión personal de la religiosidad cristiana.

Machado, como estrofa inicial para introducir el tema, ha utilizado una copla popular con rima asonante. El poema se desarrolla en cuatro estrofas: tres redondillas y una cuarteta irregular (el segundo verso es tetrasílabo).

El poema presenta un lenguaje muy sencillo y fácil de entender, pero con gran profundidad de contenido.

¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
(Saeta Popular)

¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!

¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!

¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
que es la fe de mis mayores!

¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

A la popularidad del poema, contribuyó mucho la versión musical que del mismo hizo el cantante catalán Joan Manuel Serrat.

Os dejo con tres interpretaciones de la versión musical de “La saeta”: la de Joan Manuel Serrat, la de Camarón y la instrumental como marcha procesional.



martes, 19 de abril de 2011

La saeta

La saeta es un canto religioso que se interpreta durante el transcurso de las procesiones de Semana Santa en honor de las imágenes de los pasos que desfilan por las calles. Es parte de una tradición muy arraigada en Andalucía.

En su origen parece ser que fue un rezo, una invocación en voz alta dirigida a la Virgen o a Jesús. No sabemos cuándo se empezaron a cantar saetas. Su historia es fechable sólo a partir del último tercio del siglo XVIII. Lo que sí podemos asegurar es que es uno de los cantes andaluces más bellos y sensibles y la genuina voz de nuestra Semana Santa.

La saeta, al ser un canto popular que se ha transmitido oralmente de generación en generación, ha dado lugar a diferentes estilos: la saeta cordobesa vieja, la cuarteta de Puente Genil, la samaritana de Castro del Río y la saeta flamenca. Dentro de la saeta flamenca se distingue: por seguiriyas, por martinetes, por carcelera, o la saeta malagueña.

Cuando la saeta fue cantada con el estilo de la siguiriya o del martinete se convirtió en un cante de difícil ejecución ya que exige conocer el estilo del cante jondo propio de la tradición musical del flamenco.

Siendo un cante sumamente difícil de interpretar, son numerosísimos los cantaores y cantaoras anónimos que salen a la calle a implorar a su Dios y a su Virgen, interpretando saetas con letras realizadas por ellos mismos o las de algunos de los buenos saeteros que el flamenco tiene o ha tenido: Pepe Pinto, Enrique El Morcilla, Tomás Pavón, Gallego, La Niña de Los Peines, Rafael Romero, La Niña de La Alfalfa, La Paquera de Jerez, Jarrito, Manolo Caracol y tantos otros que han hecho historia.

La saeta puede llegar al rango de obra de arte, pero, al tratarse una oración espontánea cantada ante una imagen que pasa procesionalmente, esa calidad no es imprescindible y así, una saeta mal cantada, o cantada con pobre voz, pero sincero sentimiento, cumple su misión de conmover.

La letra está compuesta, generalmente, por coplas de cuatro versos octosílabos y tiene siempre un significado religioso que alude a los hechos y personajes de la Pasión y al sentimiento religioso de nuestra gente. Hay otras que son puros y simples piropos a Jesús o la Virgen, algo que no debe extrañar si se conoce el modo en que el pueblo andaluz vive la Semana de Pasión. Si quieres acercarte a este sentir andaluz, te recomiendo ver, siguiendo el enlace, el pregón de la Semana Santa de Málaga 2011 de Antonio Banderas.

Un cante que se interpreta en la calle, la procesión se detiene, la banda deja de tocar y el bullicio de la gente se vuelve silencio. Sólo se oye el quejido de una garganta. Lo podéis apreciar en el primer vídeo que os dejo de una saeta cantada, en la madrugada del Viernes Santo, por el “Niño Jorge” a “Nuestro Padre Jesús”, “El Abuelo”, de Jaén.

Os dejo, además, una saeta interpretada por Gracia de Triana y dos por Arcángel.



domingo, 17 de abril de 2011

El renegado


La historia titulada “El renegado” está incluida en el libro “Mágica fe” del escritor, investigador y periodista español Juan José Benítez.

«¿Qué hago yo aquí?

Yo, que no creo en santos, vírgenes ni cristos de madera policromada...

Yo, que defiendo la imagen sin imagen de un Dios...

Yo, que he aprendido a no “pedir”...

¿Qué hago arrodillado, dolorido, humillado y avergonzado ante el amor?

La culpa —bendita culpa— fue de Julio Marvizón Preney.

¿Por qué tuvo que contarme aquella historia?

Un nuevo “enredo” de la “nave nodriza”, supongo...

Todo empezó, como digo, con aquella historia.

...Corría el año del Señor de 1965.

Protagonista: un vecino de la ciudad de Sevilla. Un ex futbolista profesional y de “campanillas” —matizó Julio—. Un “tío legal”.

Pues bien, este ciudadano, hermano de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, tenía una hija. Y enfermó gravemente.

Y ocurrió que este gran devoto del Señor de Sevilla acudió, día sí y día también, a la parroquia de San Lorenzo, rogando por la curación de su pequeña.

Pero la niña falleció.

Y desesperado, fuera de sí, renegó del Gran Poder.

—No quiero volver a verlo. Si desea algo de mí —sentenció— que venga a verme. Ya sabe dónde vivo...

Y sucedió que, algún tiempo después, Nuestro Padre Jesús fue sacado de su capilla. No se trataba de la tradicional estación de penitencia, en Semana Santa, sino de una “salida”, podríamos decir, al margen del calendario oficial. Algo así como una “escapada” del Nazareno, tan excepcional como pura y simplemente devocional. Concretamente, al barrio de Nervión.

La comitiva, escoltada por numerosos hermanos, alcanzó hacia el mediodía el sanatorio que lleva el nombre del Gran Poder. Los cofrades de mostraban inquietos. El cielo —negro y oro— no inspiraba confianza.

No se equivocaron. A la media hora comenzó a llover. Y el entonces hermano mayor de la cofradía, el vizconde de Dos Fuentes, ordenó marchar a toda prisa, buscando “refugio” en la parroquia de Santa Teresa.

Pero la lluvia arreció. Y a la altura de la plaza de la Inmaculada Concepción, los alarmados cofrades optaron por una solución “in extremis”.

Allí mismo se presentó la solución:

Las puertas de un garaje.

Y buscando, por encima de todo, la protección de Nuestro Padre Jesús, alguien golpeó con fuerza dichas puertas.

Y una voz clamó desde el interior:

—¿Quién es?

Y alguien replicó con energía desde el exterior:

—¡El Gran Poder!

Y aquel hombre, al abrir, se encontró de cara con el Señor de Sevilla.

“...Que venga a verme. Ya sabe dónde vivo...”

“Aquel hombre, como habrás imaginado, era el renegado...”.

Nadie supo el fuerte impacto que causó en mí el relato de este suceso. Ahora creo saber por qué...

Y la Providencia siguió “tejiendo y destejiendo”.

Meses más tarde, merced a las buenas artes de Julio Marvizón, tuve el privilegio de hablar sobre la pasión y muerte de Jesús de Nazaret en la basílica del Divino Salvador, también en Sevilla.

(Los hilos de la Providencia...)

Fue entonces cuando lo conocí.

Pero antes, en la penumbra del templo, ocurrió “algo” que no supe explicar.

Al principio, mejor dicho, durante la totalidad de la charla, ni siquiera lo vi. Es más, aunque Julio seguramente me había hablado de Él, mi preocupante despiste lo borró. Y sin embargo estaba allí, a mi izquierda.
Excepcionalmente a mi izquierda.

El caso es que “algo” me invadió. Una implacable “fuerza” se apoderó de mí y las palabras —desobedeciendo inteligencia y voluntad— brotaron como un géiser y por la “línea de alta tensión” de los sentimientos.

Ahora creo saber también de dónde procedía aquella poderosa y benéfica fuerza...

Y al concluir, Julio, con cara de “tornillo transmisor”, me condujo feliz hasta la pequeña capilla de la Virgen de las Aguas, donde iba a ser desarmado de mis supuestas “férreas creencias”.

E hizo las “presentaciones”:

—Aquí, el Cristo del Amor. Aquí, un amigo...

Y tampoco sé explicarlo. Tampoco sé que sucedió. Tampoco sé que me sucedió.

“El Cristo del Amor”.

El más bello título para el más bello Cristo.

¿Fue eso? ¿Fue el título?

No lo sé...

Y durante unos segundos —¿una eternidad?— quedé fuera de “combate”.

¿Qué pudo ser?

¿La resignación? ¿La dulzura infinita de aquellos ojos, “causalmente” fijos en aquel atormentado buscador de la Verdad?

¿Qué fue?

¿El dolor aballestado, atomizado, colgando, resistiendo y clamando en aquel cuerpo?

¿Qué fue?

¿La cabeza, coronada de inocencia, inclinada precisamente hacia el menos inocente de los mortales?

¿Qué fue?

¿Las “potencias” del Amor? ¿Sus ochenta y un rayos, como una señal, como el anuncio del “sé valiente, mañana vivirás”?

¿Qué fue?

¿El pelícano —símbolo del máximo Amor—, abriéndose las entrañas para alimentar a sus crías?

¿Qué fue?

¿El mudo reproche del Amor ante mi desamor?

No lo sé...

Sólo sé que, desde entonces, sé dónde está el Amor.

Y la Providencia siguió “tejiendo y destejiendo”.

Pero ¿qué hago yo aquí?

Yo que no creo en santos, vírgenes ni cristos de madera policromada...

Yo, que defiendo la imagen sin imagen de un Dios...

Yo, que he aprendido a no “pedir”...

Yo, de pronto, un buen día, me sorprendí a mí mismo a los pies del Amor...“pidiendo”.

Yo, pidiendo al Amor unas migajas de amor...

Y esa súplica fue renovada visita tras visita.

Y así, año tras año.

Pero el Amor —desde mi proverbial “miopía”—, no cumplió.

Y al igual que el ex futbolista sevillano, decepcionado, renegué del único Cristo que había logrado emocionarme.

—Si deseas que nos veamos —le dije y me dije—, ven tú a verme...

Y la Providencia siguió “tejiendo y destejiendo”.

Hasta que un Sábado Santo, un inolvidable y fulminante 18 de abril de 1992, paseando por Sevilla, fui a desembocar —aparentemente por “casualidad” (?)— en la calle de Argote de Molina.

Y de pronto, al fondo, como uno más en el llamado Santo Entierro Grande, distinguí la silueta negro-dulzura del Crucificado. Del que había sido mi Cristo favorito.

¿Cómo era posible?

Tenía que haber un error.

El Amor sale a la calle en la tarde del Domingo de Ramos. Nunca en otra fecha.

Y el Amor —aballestado, atomizado, resignado y sublimado— fue a pasar, lento y racheado, frente al renegado.

Y el Amor pasó y se “quedó”.

“...Ven tú a verme...”.

Julio Marvizón terminaría despejando mis últimas y estúpidas dudas:

—Hacía sesenta y nueve años que el Amor no pisaba las calles sevillanas, fuera de la acostumbrada estación de penitencia del Domingo de Ramos.

¡Sesenta y nueve años!

Y ese 18 de abril de 1992 —por “casualidad” (?)— el renegado estaba allí...

“...Ven tú a verme...”.

¿Qué hago yo aquí?

Yo, que no creo en santos, vírgenes ni cristos de madera policromada...

Yo, que defiendo la imagen si imagen de un Dios...

Yo, que he aprendido a no “pedir”...

Yo, un renegado...

Yo, dolorido, humillado, y avergonzado, caí a los pies del Amor...

Y volví a “pedir”.

“Pedí” perdón.

Perdón al Amor por tanto desamor...».


viernes, 15 de abril de 2011

Final de la Copa del Rey

Hacía más de 20 años que el Real Madrid y el Barcelona no se enfrentaban en una final de la Copa del Rey que se disputará el día 20 de abril en Valencia.

Adidas, empresa patrocinadora de la Copa del Rey, ha lanzado un spot publicitario para “ir calentando” la final entre estos dos equipos, además de mostrar el nuevo balón con el que se jugará el partido.

El spot fue realizado en las ciudades de Barcelona y Madrid por un equipo técnico aragonés a cargo de Domingueros Producciones.

La banda sonora del vídeo corrió a cargo de los también aragoneses The Faith Keepers.

Los protagonistas son los propios jugadores del Real Madrid y del Barcelona, quienes decidieron enviarse algunos “mensajitos” a través de balonazos. Por el Barcelona podemos ver a Villa, Daniel Alves, Xavi, y Messi y por el Madrid a Xavi Alonso, Granero, Canales, Arbeloa y Di María.

El partido atraerá la atención de millones de aficionados por lo que la marca deportiva, decidió colocar este divertido spot en su página de Internet para que todo el mundo pueda verlo.

Arrimando el ascua a mi sardina, añadiré que muchos niños y niñas quieren seguir los pasos de sus estrellas. Esperemos que los profesionales sean conscientes de que la clave es jugar con deportividad como nos muestra este anuncio.



miércoles, 13 de abril de 2011

Canelo, una historia de lealtad

¿Hasta dónde puede llegar la fidelidad? Ésta es la conmovedora y real historia de amor y fidelidad entre un ser humano y un perro.

Canelo era el perro de un hombre que vivía en la ciudad de Cádiz a finales de la década de los 80.

Este hombre vivía solo. El perro era su más leal amigo y único compañero.

Cada mañana, se les podía ver paseando juntos por las calles de la ciudad. La compañía y el cariño mutuo los hacía cómplices en las miradas y hasta en los gestos.

Una vez a la semana, uno de esos paseos era hasta el Hospital “Puerta del Mar”, conocido como La Residencia, donde el dueño de Canelo, con problemas renales, se sometía a tratamiento de diálisis.

Canelo se quedaba siempre esperándolo en la puerta del hospital:

—Espérame aquí, compañero —le decía su dueño— y Canelo esperaba pacientemente a su amigo. El hombre salía de su diálisis y, juntos, se dirigían a casa.

Ésta era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.

Cierto día, el hombre sufrió una complicación en medio de su tratamiento y tuvo que ser internado. A los pocos días falleció.

Canelo siguió esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del hospital. Su dueño nunca salió.

El perro permaneció allí sentado, esperando. Ni el hambre ni la sed lo apartaron de la puerta. Día tras día, con frío, lluvia, viento o calor seguía acostado en la puerta del hospital esperando a su amigo para volver a casa.

Los días se transformaron en meses y los meses en años.

Los trabajadores del hospital y los vecinos de la zona, se percataron de la situación y sintieron la necesidad de cuidar al animal. Se turnaban para llevarle agua y comida e incluso lograron el indulto de Canelo en una ocasión en que alguien hizo una denuncia, diciendo que había atacado a su perro, y la perrera municipal se lo llevó para sacrificarlo.

Nunca se aburrió. Nunca se fue en busca de alimento. Nunca buscó una nueva familia. Sabía que, si su único amigo había entrado por esa puerta, por allí debía volver a salir y él lo esperaría para volver juntos a casa.

La asociación “Agadén” (Asociación gaditana para la defensa y estudio de la naturaleza) se encargó de cuidar de él. Quisieron darlo en adopción, pero el perro siempre huía para regresar una y otra vez a la puerta del hospital a esperar a su querido y único amigo.

La gente de Cádiz lo cuidaba y Canelo se convirtió en el perro del pueblo, en el perro de todos.

El noble animal pasó 12 años esperando la salida de su amo con inquebrantable paciencia.

La espera llegó a su fin el 9 de diciembre de 2002, cuando Canelo murió atropellado, a las afueras del hospital, por un coche cuyo conductor se dio a la fuga.

Canelo nos dejó un inolvidable mensaje de amor. Solo vivía para encontrarse con su dueño y con la muerte, regresaba con él.

El pueblo gaditano, en reconocimiento al cariño, dedicación y lealtad de Canelo, puso su nombre al callejón anexo al hospital en el que solía merodear y un relieve en la pared recuerda a este excepcional animal.

Os dejo con el vídeo titulado “Siempre fiel” que es un precioso homenaje a Canelo.



domingo, 10 de abril de 2011

Antonio Banderas, pregonero de la Semana Santa de Málaga

El sábado 9 de abril, el cofrade malagueño José Antonio Domínguez Bandera —el actor, cantante, productor y director de cine Antonio Banderas— pronunció el pregón oficial de la Semana Santa de Málaga en el Teatro Cervantes. Rompió moldes: el cofrade aportó las vivencias y los sentimientos para que el actor los recreara en una puesta en escena perfecta.

Banderas dedicó el pregón a su hermano, Francisco Javier. “Porque copiar e imitar sus muchos valores me hacen mejor cofrade y ser humano”.

Su intervención fue precedida por la actuación de la Orquesta Filarmónica de Málaga que interpretó la marcha “Lágrimas de San Juan”, de Abel Moreno, de la que Antonio Banderas compuso la letra.

De forma original y sencilla, plasmó lo que para él significa la Semana Santa a través de un texto, a modo de relato, en el que la literatura y la vida caminaron juntas de la mano de varios personajes, que expresaron las emociones a las que el actor puso la voz y el corazón.

El pregón arranca en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy, en un avión que cubre el trayecto entre Nueva York y Los Ángeles. En ese vuelo comienza todo. Un sueño traslada a Banderas a Málaga, una ciudad que huele a incienso y azahar, y a mar templado, a la que acude a “fundirse” con su gente y a ocultarse tras un capirote, con el que disfruta del anonimato.

Antonio Banderas crea seis personajes de inspiración en personas reales o de experiencias vividas, para plantear diferentes formas de vivir la Semana Santa y ser portavoces de sus pensamientos íntimos. Seis formas de ver el mundo cofrade que, como él mismo aseguró, es “tan extensa, tan poliédrica y multicolor, que se podría decir que hay tantas Semanas Santas, y formas de percibirla, como cofrades”.

Don Amadeo:

Profesor de filosofía, viudo y sin hijos. Como el pregonero describe, es “un católico convencido”. Pero matiza que se equivocan los que piensen que es “un hombre chapado a la antigua, un conservador monolítico, un ser rancio y pasado de moda”. Sale como nazareno en el Sepulcro.

Gregorio:

Hombre de trono de la Virgen de Lágrimas y Favores, y del submarino de la Esperanza. Refleja a Manolo Picasso, cofrade muy conocido en Málaga y fallecido en 2008.

Pablito:

Con cuatro años descubrió que quería un tambor y desde entonces anda pegado a él. Entró en una banda donde toca el bombo, algo que le gusta porque marca las notas graves «las más poderosas, las que se escuchan a kilómetros de la procesión». Tiene doce años, es muy delgado y sus padres son Paco y Rosa.

Carmen:

Tía de Pablo, está casada con Ramón, que ha tenido un ataque al corazón y se encuentra muy delicado. Sale de promesa en el Cautivo. No tiene hijos.

Vaquerito:

Cantaor flamenco de 62 años que tuvo momentos de gloria con los mejores. La bebida echó a perder su carrera. Tiene que cumplir una misión, cantarle una saeta al Señor de la Columna y aprender a perdonar.

Lola:

Profesora de piano, con una extraordinaria sensibilidad, casada con Mariano, con dos hijos, hermana de Fusionadas y devota de Ánimas de Ciegos.

El público del Teatro Cervantes se vino arriba con la magistral actuación de Banderas y el actor malagueño no pudo contener su emoción y rompió a llorar lo que hizo que los aplausos sonaran aún más fuertes y cálidos.

Apoyándolo entre el público, se encontraban su esposa Melanie Griffith, su hija Estela del Carmen y su madre doña Ana.

He disfrutado durante una hora y cuarenta y ocho minutos con este intenso y emocionante pregón que me ha hecho reír y llorar, que me ha removido el alma y me ha hecho sentir “cosas” adormecidas en el transcurso rutinario de los días, avivando la conexión con mis raíces —“un ser humano sin raíces no es nada”— y con el mundo.

Me quedo con la frase “El amor es la respuesta a todas las preguntas”. Una auténtica obra de arte. En todos los sentidos. Gracias Antonio por tu regalo y como decimos en nuestra tierra, que Dios te lo pague.




sábado, 9 de abril de 2011

¡Indignaos!

Stéphane Hessel

En marzo de 2011, la editorial Destino ha publicado en castellano con el título de ¡Indignaos! e incluyendo un prólogo de José Luis Sampredo, el librito —tiene 64 páginas— de Stéphane Hessel que ha revolucionado el panorama librero en Francia.

Stéphane Hessel nació en 1917 en Berlín (Alemania). Cuando tenía siete años, su familia se estableció en París. Con nacionalidad francesa desde 1937, fue uno de los primeros seguidores de De Gaulle.

Activo luchador de la resistencia francesa, fue capturado y torturado por la Gestapo en 1944. Fue deportado a Buchenwald en donde, dos días antes de ser ejecutado, puedo escapar cambiando su identidad por la de otra persona fallecida. Escapó, fue capturado, volvió a escapar... Ha tenido una vida de película y una frase como lema: “Sólo es hombre quien se compromete”. Ingresó en Naciones Unidas siendo uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Stéphane Hessel ha trasladado al papel esa sensación generalizada de indignación que está presente en el ambiente. No se conforma con un “es lo que hay” y anima a involucrarse. Su libro es un ejemplo de coherencia y dignidad y anima a pensar sin caer en paranoicas conspiraciones, pero con desconfianza hacia los poderosos.

Hessel quiere despertar conciencias. Hacer que los jóvenes cambien indiferencia por insurrección pacífica en especial contra los medios de comunicación dominantes, en manos del capital o del poder, que sólo empujan a los ciudadanos hacia el consumo, el desprecio a la cultura, el olvido generalizado y una competición despiadada de unos contra otros.

Cambiar el chip, desperezarnos y darnos cuenta de que las cosas pueden cambiar y está en nuestras manos hacerlo. Cambiar el callar y consentir por una indignación activa, siempre pacífica, eso sí, para conseguir una sociedad mejor.

No dejéis de ver el siguiente reportaje emitido el día 3 de abril en el programa Informe Semanal de rtve.



jueves, 7 de abril de 2011

Frontera

Con este anuncio, una vez más Coca-Cola muestra a la bebida como la “ayuda idónea” y universal para dejar a un lado las diferencias que puedan existir entre las personas.

Este spot, titulado “Frontera”, creado por la agencia Wieden + Kennedy, fue transmitido durante el Super Bowl XLV en enero de 2011.

La trama se desarrolla en la frontera entre dos países remotos y rivales, en donde se encuentran dos soldados custodiándola. A pesar de la rudeza de sus expresiones y actos, logran despojarse de estos para compartir una Coca-Cola mientras cumplen su misión.

Es un spot muy bueno que posee el toque característico de Coca-Cola: felicidad, positivismo y amistad.



martes, 5 de abril de 2011

La Buena Suerte

“La Buena Suerte”, de Álex Rovira Celma y Fernando Trías de Bes, es un cuento muy sencillo que va desgranando las claves de la buena suerte, las claves de la prosperidad. El mago Merlín cita a todos los caballeros de un reino y les informa de que en el bosque encantado nacerá en el plazo de siete días un trébol mágico de cuatro hojas, que es el trébol de la suerte ilimitada; a quien lo encuentre le sonreirá la suerte durante toda su vida en los negocios, en la guerra o en el amor.

De todos los caballeros, sólo dos aceptan el reto porque el bosque encantado es enorme, el trébol es diminuto y no hay ninguna pista.

Uno de los caballeros viste de blanco y se llama Sid, que es la afirmación, el sí, mientras que el otro prefiere el negro y se llama Nott, que es la negación.

Los caballeros van por el bosque encontrando toda una serie de personajes (el agua, la piedra, la tierra, el árbol, la roca...), y cada uno va facilitando a los dos caballeros exactamente la misma información. La diferencia estriba en que el caballero negro no hace nada, sino que espera a que otros le traigan la buena suerte, mientras que el caballero blanco, en cambio, va pensando qué tiene que hacer con esa información para que la buena suerte llegue.

Es lógico imaginarse que, al final, el caballero blanco hallará el trébol. Sin embargo, no es así, no lo encuentra. La historia tiene un final revelador, que nadie espera.

El libro finaliza con un capítulo titulado Decálogo, síntesis y nuevo origen de la Buena suerte.

Reglas de la Buena Suerte:

1ª. La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti. La buena suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

2ª. Muchos son lo que quieren tener buena suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.

3ª. Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la Buena suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.

4ª. Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte.

5ª. Si “dejas para mañana” la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso... ¡Dalo hoy!

6ª. Aún bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias…, ¡pero imprescindibles!

7ª. A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.

8ª. Nadie puede vender suerte. La buena suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.

9ª. Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.

10ª. Crear Buena suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí!

Síntesis:

Crear Buena Suerte únicamente consiste en... ¡crear circunstancias!

El nuevo origen de la Buena Suerte:

Dado que crear Buena Suerte es crear circunstancias... La Buena Suerte solamente depende de ti. A partir de hoy, ¡tú también puedes crear Buena Suerte!

Y recuerda que... El cuento de la Buena Suerte no está en tus manos por casualidad.


sábado, 2 de abril de 2011

Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

El Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en noviembre de 2007, que el 2 de abril sería reconocido como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el objetivo de que la sociedad tome conciencia de la situación de los niños y niñas con autismo y de que son sujetos cuyos derechos deben ser garantizados. Se celebró por primera vez en el año 2008.

El autismo es una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad. La tasa del autismo en todas las regiones del mundo es alta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia mundial de esta enfermedad está en torno a 21 autistas por cada 10.000 niños. Afecta a una niña por cada cuatro niños. Es importante señalar que los casos diagnosticados sobrepasan los casos de diabetes, cáncer y SIDA pediátricos juntos.

¿Qué es el autismo?

El trastorno del espectro autista (ASD) es una gama de trastornos complejos del neurodesarrollo, caracterizado por impedimentos sociales, dificultades en la comunicación y patrones de conducta estereotípicos, restringidos y repetitivos.

Se presenta de muy distintas formas: aislamiento social, alteraciones de las habilidades de comunicación verbal y no verbal, desinterés, problemas para afrontar cambios o la muestra de pocas emociones.

Las causas de esta enfermedad todavía se desconocen. Se cree que tiene una base genética, pero todavía no se han descubierto cuáles son los genes implicados. Parece ser que lo están muchos genes diferentes, por eso se puede manifestar de muchas maneras y en distinto grado por lo que no hay un autista igual a otro y en ocasiones, es muy difícil detectarlo.

Uno de los grandes problemas de esta alteración es el retraso en el diagnóstico. Muchas veces no se detecta hasta los 3 o 4 años de edad, coincidiendo con la escolarización del niño, lo cual dificulta mucho que el tratamiento sea efectivo. Actualmente, se basa en fármacos y terapia, pero queda mucho por avanzar en este sentido. De momento, es una enfermedad sin curación.

La detección precoz resulta determinante pues las edades tempranas son las mejores para empezar a trabajar.

Los expertos afirman que se tiene una idea equivocada del autismo. Se cree que son niños y niñas que viven en otro mundo, aislados y que no tienen afectividad, pero con trabajo se ha comprobado que son personas muy receptivas. No es que vivan en otro mundo, sino que tienen dificultades para entender éste.

De momento, el mejor tratamiento aplicable es la educación, una “medicina” que no encuentran cuando se hacen mayores. Las personas autistas lo van a ser toda la vida y muchas veces nos olvidamos de los adultos.

En España, lamentablemente, existe muy poca financiación para proyectos de investigación sobre esta enfermedad. Es bueno que existan días como éste que ayude a que todos tomemos más conciencia con enfermedades que a veces parecen olvidadas.

El cortometraje “El viaje de María”, producido por la fundación Orange, nos será de gran ayuda para poder comprender mejor este mundo que no conocemos y que quizás está muy cerca de nosotros.

Está basado en el comic “María y yo” del dibujante Miguel Gallardo, que es padre de una niña con autismo y del que ya se hizo una película documental dirigida por Félix Fernández de Castro.

Miguel Gallardo ha realizado en este cortometraje un excepcional relato de lo que es vivir con María y su vida diaria.

En este cortometraje nos cuenta en tono distendido y muy cercano algunos aspectos cotidianos de los Trastornos del Espectro Autista.

Comienza narrando algunas señales que les provocaron alerta y les hicieron sospechar que algo ocurría para desgranar después algunas de las conductas y necesidades de María para manejarse en el día a día y en las situaciones tanto cotidianas como extraordinarias.

Gallardo es capaz de transmitir muchas ideas de una forma muy clara y visual y el resultado es verdaderamente espectacular.

Ver este vídeo merece la pena por su contenido, por su diseño y por el optimismo que transmite.