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lunes, 31 de agosto de 2015

Somos únicos

A todos/as los maestros/as que mañana comenzamos un nuevo curso escolar.

«Los niños son como mariposas en el viento...

Algunos pueden volar más alto que otros, pero cada uno vuela de la mejor forma que puede.

¿Por qué entonces compararlos unos con otros?

Cada uno es diferente en su vuelo, pero igual en su derecho a volar.

Cada uno es especial.

Cada uno es hermoso y único».

(Autor desconocido)


viernes, 28 de agosto de 2015

Amanecer (II)

Fuente: “Pensamientos cotidianos” de Omraam Mikhaël Aïvanhov.

Roquetas de Mar (Almería)

«Cuando queráis ir por la mañana a ver la salida de sol, pensad en prepararos ya desde el día anterior. Y cuando os pongáis en camino, mantened muy presente en vuestra cabeza la convicción de que no solo vais al encuentro de la aurora, sino que vais también a participar en un acontecimiento formidable que se produce en el universo.

¿Hay algo más bello y más esencial que el nacimiento del día? Diréis que vuestra presencia no cambiará nada, que el sol saldrá tanto si estáis vosotros como si no. Es verdad, el sol no necesita de vosotros para aparecer en el horizonte. Pero sois vosotros los que tenéis necesidad de él, porque existe una relación entre los acontecimientos de la naturaleza y los de vuestra vida interior.

Cuando sepáis cómo mirar al sol cuando sale, en el instante en que brota el primer rayo, sentiréis todos los poderes puros y luminosos que entran en acción, y comprenderéis lo importante que es trabajar con ellos para que el día se despierte también en vuestra conciencia».


lunes, 24 de agosto de 2015

Hacer que la vida valga la pena

Aquí está tu mensaje. Sé que llegará a su destino. El cómo, no es cosa mía…


Fuente: “El pescador de mentes” de Christian de Selys.

La vida es una sucesión de momentos alegres, de jornadas tristes, de sorpresas maravillosas y de noticias que nos rompen el corazón. Cuando una situación no tiene vuelta atrás, cuando algo no tiene remedio como el fallecimiento de un ser querido, no conseguiremos nada culpándonos a nosotros, o al mundo, ni honraremos la memoria de esa persona hundiéndonos en la tristeza.

Dejemos de luchar contra gigantes invencibles y dejémonos llevar por el flujo de la propia naturaleza de las cosas. La aceptación no es, en ningún caso, una fatal resignación.

Todo tiene una razón de ser, todo ocurre por algún motivo. Probablemente necesitemos vivir esa experiencia y aprender de ella.

Ante la adversidad el único camino es crecer. Está en nuestras manos decidir qué actitud vamos a tomar. La responsabilidad nos pertenece al cien por cien. Somos nosotros los que decidimos si nos volvemos a poner en pie y replanteamos nuestra realidad o si nos dejamos vencer y abandonamos toda ilusión de seguir adelante.

En nuestro interior hay escondida una grandeza, una fuerza inusitada que es capaz de enfrentar cualquier reto y que puede sobreponerse a toda adversidad y en nuestro corazón albergamos el asombroso poder de intuición que nos ayudará a ver con claridad lo que debemos hacer frente a cada circunstancia.

La vida puede llevarnos por caminos escarpados, por los que se nos hará muy difícil avanzar, pero hemos de perseverar mientras tengamos una sola gota de energía.

La vida es realmente valiosa. Haz que valga la pena. Busca aquello que te hace ilusión y poténcialo. Llena tu vida de ello, porque la ilusión mueve montañas.

Recuerda que la hora más fría y más oscura de la noche es cuando está a punto de amanecer.


miércoles, 19 de agosto de 2015

La posada de «Las cinco campanas»

Este cuento está incluido en el libro “La oración de la rana” de Anthony de Mello.

Hace mucho tiempo, había una posada llamada «La estrella de plata». El posadero, a pesar de que hacía cuanto podía por atraer a la clientela esforzándose en hacer la posada confortable, atender cordialmente a los clientes y cobrar unos precios razonables, se las veía y se las deseaba para que le alcanzara el dinero. Desesperado, acudió a consultar a un sabio.

El sabio, tras escuchar sus lamentos, le dijo: “Es muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es cambiar el nombre de la posada.”

“¡Imposible!”, dijo el posadero. “¡Se ha llamado «La estrella de plata» durante generaciones y así se la conoce en todo el país!”

“No”, replicó el Sabio enérgicamente. “A partir de ahora debes llamarla «Las cinco campanas» y colgar seis campanas sobre la entrada.”

“¿Seis campanas? ¡Eso es absurdo! ¿Para qué va a servir?”

“Inténtalo, y lo verás”, le respondió el Sabio sonriendo.

El posadero hizo lo que se le había dicho y sucedió lo siguiente: todo viajero que pasaba por delante de la posada entraba en ella para advertir al posadero acerca del error, creyendo que nadie hasta entonces había reparado en ello. Una vez dentro, quedaba tan impresionado por la cordialidad del servicio que se alojaba en la posada, con lo que el posadero llegó a amasar la fortuna que durante tanto tiempo había buscado en vano.

Hay pocas cosas que satisfagan más nuestro ego que el corregir los errores de los demás.


viernes, 14 de agosto de 2015

Píldoras para la sed

Fuente: “El pincipito” de A. de Saint-Exupèry.

—¡Buenos días! —dijo el principito.

—¡Buenos días! —respondió el comerciante.

Se trataba de un comerciante de píldoras perfeccionadas que quitan la sed. Se toma una por semana y ya no se sienten ganas de beber.

— ¿Por qué vendes eso? —preguntó el principito.

—Porque con esto se economiza mucho tiempo. Según el cálculo hecho por los expertos, se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.

—¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?

—Lo que cada uno quiere...

“Si yo dispusiera de cincuenta y tres minutos para gastarlos en lo que quisiera —pensó el principito— caminaría tranquilamente hacia una fuente”.


domingo, 9 de agosto de 2015

Pon tus sueños a trabajar

Fuente: “Una mochila para el universo” de Elsa Punset.

Dormir es necesario para sobrevivir físicamente (si no dormimos nos morimos) y puede ser, además, muy útil para solucionar algunos problemas. Cuando dormimos, soñamos, es decir, el cerebro sigue centrado en lo mismo que nos preocupa cuando estamos despiertos, pero en un estado de conciencia diferente. Por ello, cuando soñamos, podemos descubrir cosas de las que no nos damos cuenta cuando estamos despiertos.

Muchas veces los sueños nos parecen extraños; ello es debido a que, cuando soñamos, se activan áreas del cerebro relacionadas con las emociones profundas, con las imágenes visuales y con el movimiento y, en cambio, se ralentizan áreas del cerebro relacionadas con la lógica o con lo socialmente apropiado.

En los años noventa, se empezó a comprobar que soñar sirve para aprender y para mejorar la memoria. Actualmente, cada vez hay más evidencias de que soñando podemos encontrar soluciones o pistas para resolver nuestros problemas y dilemas.

A través de la intuición y de los sueños, el cerebro puede acceder a pensamientos que nuestra mente inconsciente sabe, pero de los que no nos hemos dado cuenta conscientemente, y que pueden resultarnos útiles.

Cuando soñamos, no nos limitan tanto los factores lógicos y familiares; vemos imágenes y asociamos ideas de una forma distinta a la lógica del día a día y eso, precisamente, puede hacernos más creativos.

Músicos como Beethoven o Paul McCarney cuentan cómo se han despertado con canciones en sus cabezas. La escritora Mary Shelley creó mientras soñaba el personaje de Frankenstein. El científico Mendeleyev, vislumbró la famosa tabla periódica cuando estaba dormido. El químico Friedrich August Kekulé imaginó, y más tarde comprobó, la estructura del benceno a raíz de un sueño.

Hay una técnica muy sencilla llamada “incubación de sueños” según la cual, si pensamos en determinados problemas o dilemas antes de dormir, tendremos más posibilidades de encontrar una solución.

Como señalo en la entrada “Historia de un sueño”, creo que los sueños, además de resultar vitales para la regeneración del organismo, constituyen un canal entre los hombres y otras dimensiones desconocidas... A través de los sueños se pasa información, se comunican cosas…

Hace tiempo que estoy aprendiendo a saber “escuchar” a mi intuición y a sacarle partido a mis sueños. Confío y me dejo… Nunca termino de asombrarme y en tal manera, que ya apenas hablo de ello. Creo que pensarían que estoy perdiendo la cabeza.


martes, 4 de agosto de 2015

El barquero inculto

Fuente: “101 cuentos clásicos de la India”. Recopilación de Ramiro Calle.

Se trataba de un joven erudito, arrogante y engreído. Para cruzar un caudaloso río de una a otra orilla tomó una barca. Silente y sumiso, el barquero comenzó a remar con diligencia. De repente, una bandada de aves surcó el cielo y el joven preguntó al barquero:

—Buen hombre, ¿has estudiado la vida de las aves?

—No, señor —repuso el barquero.

—Entonces, amigo, has perdido la cuarta parte de tu vida.

Pasados unos minutos, la barca se deslizó junto a unas exóticas plantas que flotaban en las aguas del río. El joven preguntó al barquero:

—Dime, barquero, ¿has estudiado botánica?

—No, señor, no sé nada de plantas.

—Pues debo decirte que has perdido la mitad de tu vida —comentó el petulante joven.

El barquero seguía remando pacientemente. El sol del mediodía se reflejaba luminosamente sobre las aguas del río. Entonces el joven preguntó:

—Sin duda, barquero, llevas muchos años deslizándote por las aguas. ¿Sabes, por cierto, algo de la naturaleza del agua?

—No, señor, nada sé al respecto. No sé nada de estas aguas ni de otras.

—¡Oh, amigo! —exclamó el joven—. De verdad que has perdido las tres cuartas partes de tu vida.

Súbitamente, la barca comenzó a hacer agua. No había forma de achicar tanta agua y la barca comenzó a hundirse. El barquero preguntó al joven:

—Señor, ¿sabes nadar?

—No —repuso el joven.

—Pues me temo, señor, que has perdido toda tu vida.

No es a través del intelecto como se alcanza el Ser: el pensamiento no puede comprender al pensador y el conocimiento erudito no tiene nada que ver con la Sabiduría.