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miércoles, 29 de marzo de 2023

Los pequeños detalles


Fuente: “Fortalece tu carácter” de Javier Urra.

Mimar los detalles es muy importante, porque la vida, al final, son detalles: un detalle con tu madre, con la persona con la que vives, con el amigo/a, con el compañero/a de trabajo…; un detalle en el aroma de una persona, la forma de vestir, de presentarse, de sentarse…; los detalles en el trabajo, en el “buenos días”, en el “gracias”, en el gesto, en la sonrisa, en la amabilidad…

Detalles. La vida se mide por ellos. A veces son sutiles y parecen imperceptibles, pero están ahí.

Lo nimio, lo sutil, los pequeños gestos son importantísimos. Cuidar los detalles impregna la calidad de las pequeñas cosas.

Hay momentos en que una vida depende de un detalle o que entre el fracaso y el éxito hay lo que llamamos un detalle.

En ocasiones, un detalle se recuerda toda la vida. Enseñemos y aprendamos a valorarlos.

Los detalles inesperados constituyen la chispa de la vida: dar sin esperar recibir, sorprender, ilusionar, gustar, a los seres queridos y a otros con los que hemos coincidido.

Coger el coche y hacer un viaje para interesarse por alguien que ha sido hospitalizado; comprar una caja de bombones y llevársela a quien no lo espera, etc.

Es así como la vida adquiere otro color, otro brillo y, además, se disfruta sobremanera. Créanme, merece la pena.


jueves, 23 de marzo de 2023

Parábola del rey y las cuatro esposas

Fuente: “El diario de Eliseo” de Juan José Benítez.

Una parábola es una narración de un suceso fingido del que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral. Jesús de Nazaret fue un gran contador de parábolas. Contó decenas de ellas. Algunas divertidas, otras misteriosas..., pero todas profundas. Solía cerrar sus parábolas con la frase “El que tenga oídos… que oiga”.

“La muerte del rey Arturo” (fragmento). Óleo de James Archer. 1860

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. El rey amaba a su cuarta esposa más que a las demás. La cubría de joyas y le daba siempre lo mejor.

También amaba a su tercera esposa y la llevaba con él por sus territorios, pero temía que se fuera con otro.

Amaba, igualmente, a su segunda esposa. Ella era su confidente.

La primera esposa era su compañera leal. Había ayudado a mantener en pie el gran reino. El rey, sin embargo, no amaba a la primera esposa. Apenas se fijaba en ella.

Un día, el monarca enfermó gravemente y pensó:

—Ahora tengo cuatro esposas, pero, cuando muera, estaré solo.

Decidió hacer una pregunta a cada una de las esposas. Habló con la cuarta y le dijo:

—Te he amado más que a las demás, te he proporcionado los mejores vestidos y te he cuidado. Ahora me muero. ¿Estarías dispuesta a morir conmigo?

—Ni pensarlo —respondió la mujer. Y se alejó muy enfadada.

El entristecido rey preguntó también a la tercera esposa:

—Te he amado toda mi vida. Ahora estoy muriendo. ¿Estarías dispuesta a seguirme?

—¡No! —replicó la tercera— ¡La vida es demasiado buena! Cuando mueras, me volveré a casar.

Entonces interrogó a la segunda:

—Siempre has estado ahí para ayudarme. Ahora me muero. ¿Querrás acompañarme al “otro lado”?

—Lo siento —respondió la segunda esposa—, esta vez no puedo ayudarte. Lo único que puedo hacer por ti será enterrarte.

Y el rey, de pronto, oyó una voz. Decía:

—Me iré contigo.

Era su primera esposa. Aparecía delgada y desnutrida. El rey, muy afectado, contestó:

—Debí atenderte cuando tuve oportunidad de hacerlo…

Y el Maestro redondeó:

—Quien tenga oídos… que oiga.

Cuando uno de los discípulos quiso saber algo más sobre la mencionada parábola del rey y las cuatro esposas, el Galileo aclaró:

—En realidad, todos tenemos cuatro esposas: el cuerpo (la cuarta), nuestros bienes y riquezas (la tercera esposa), la familia (la segunda) y el alma (la primera esposa). Esta última será la que te acompañará siempre. ¡Ámala más que a ninguna!


viernes, 17 de marzo de 2023

Duelo por lo que nunca fue


 “I Dreamed a Dream”. (“Los Miserables”). (Cello y Piano. Eru Matsumoto y Jerry Jean).

Fuente: “El camino de las lágrimas” de Jorge Bucay.

Hay un tipo de duelo que, a simple vista, parece ser diferente a los demás. Se trata del duelo por no tener lo que nunca se tuvo. Consiste en el dolor que padecemos los que, teniendo la fantasía de llegar a tener algo, aterrizamos un día en la conciencia de que no lograremos tenerlo jamás.

Si no se puede perder lo que no se tiene, ¿cómo podemos sentir esto como una pérdida? Evidentemente, hay algo que se tuvo que tener y que se está perdiendo:

Se tuvo ilusión.

Se tuvo fantasía.

Se tuvo el sueño.

Las ilusiones, las fantasías y los sueños, si son sentidos y son conscientes, son. Están siendo en este momento.

Cuando la realidad demuestra que esto no va a suceder, es como si algo muriera y tendemos a quedarnos aferrados a los sueños lo mismo que nos aferramos a las realidades y a nuestras relaciones.

Igual que ocurre con las realidades y con los hechos, hace falta soltar, pero para esto tenemos que aceptar que el mundo no es como nosotros queremos que sea.

Tenemos que aceptar que el mundo es como es y amigarnos con el hecho de que así sea.

Tenemos que aceptar que nuestro buen camino no pase quizás por tener todo lo que soñamos.

Quizás pase por donde ni siquiera imaginamos.

Pero si no nos animamos a soltar la soga de un sueño no podremos seguir nuestra ruta hacia nosotros mismos.


sábado, 11 de marzo de 2023

La guerra de la tilde (II)

Continuación de la entrada “La guerra de la tilde”.

La Real Academia Española (RAE) ha vuelto a abordar en el pleno del día 9 de marzo, la polémica surgida en torno a la tilde del adverbio “solo” y los pronombres demostrativos. Al finalizar el pleno académico, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ha hecho unas declaraciones, algo inusual, y ha manifestado que le preocupa que trasciendan los debates, pues la RAE quiere actuar de modo más reservado.

Muñoz Machado ha reconocido que toda esta polémica se ha alimentado, entre otros motivos, por una mala comunicación. La RAE, a través de su perfil de Twitter @RAEinforma, dependiente del departamento “Español al día” que dirige el lexicógrafo Salvador Gutiérrez Ordóñez, manifestó que quien escribiera la tilde en el adverbio “solo”, debía justificarlo. El director ha aclarado que la RAE no aprobó la necesidad de justificarlo.

El pleno no ha sido “tormentoso” como vaticinara el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte en Twitter. Al parecer, han hablado los académicos que han querido, expresándose libremente, con dureza, pero cortésmente. Al final, han llegado a una conclusión pacífica.

El director de la RAE ha señalado que el tema empezó a debatirse hace diez años y ha situado en distintas posiciones tanto a escritores como a gramáticos. Según Muñoz Machado, por más que algunos se empeñen, ni hay vencedores ni nadie ha dado su brazo a torcer. Ha comentado que en la RAE no hay posturas tildistas o antitildistas, sino personas con una formación diferente: hay un tercio de gramáticos, un tercio de novelistas y un tercio de personas con profesiones diferentes.

En el pleno del día nueve de marzo ha sido ratificado, por unanimidad, lo aprobado por consenso el jueves pasado (ahora nos hemos enterado de que la semana pasada no hubo unanimidad, sino que hubo un voto en contra). Además, las otras veintidós Academias de la Lengua Española lo han refrendado por vía telemática.

Para la reedición del “Diccionario panhispánico de dudas” se propone una redacción más explícita, pero que mantiene la norma de la “Ortografía de la lengua española” (2010):

a) Es obligatorio escribir sin tilde el adverbio solo en contextos donde su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad.

b) Es optativo tildar el adverbio solo en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad.

a) Es obligatorio escribir sin tilde los demostrativos este, ese, aquel (y sus femeninos y plurales) en contextos donde su uso no entrañe riesgo de ambigüedad.

b) Es optativo tildar los usos pronominales de los demostrativos este, ese, aquel (y sus femeninos y plurales) en enunciados donde, a juicio de quien escribe, su empleo entrañe riesgo de ambigüedad.

Lo que sí ha quedado claro es que poner “solo” con tilde, cuando se refiere a “solamente”, si quien lo escribe considera que hay riesgo de ambigüedad, no puede considerarse falta de ortografía y los profesores no podrán penalizar por ello.

No hay un cambio de norma, pero lo que antes era una falta de ortografía ahora no lo es. ¿Eso no es una paradoja?

El director de la RAE, entre sus aclaraciones, ha dicho que, a veces, las interpretaciones pueden modificar la norma… Ahí lo dejo.

¿Se ha zanjado de manera definitiva la cuestión?


martes, 7 de marzo de 2023

La guerra de la tilde

Las reglas ortográficas anteriores a la publicación de la “Ortografía de la lengua española” en el año 2010, prescribían el uso de tilde en el adverbio “solo” y los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo “solo” y de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad.

La nueva edición de la “Ortografía de la lengua española” (2010) determinó que la palabra “solo”, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente como cuando es adjetivo, así como los demostrativos “este, ese y aquel”, con sus femeninos y plurales, ya funcionaran como pronombres o como determinantes, no debían llevar tilde, según las reglas generales de acentuación. Aunque el adverbio “solo” y los pronombres demostrativos pueden tildarse si hay riesgo de ambigüedad, se recomienda no hacerlo y resolver la ambigüedad de otra manera. Es incorrecto tildar estas palabras cuando no hay riesgo de posible confusión y, por tanto, se considera falta de ortografía.

Muchos escritores, periodistas y académicos se negaron en su momento a aplicar los dictados de la Ortografía o la cumplieron a regañadientes (Mario Vargas Llosa, Soledad Puértolas, Carmen Iglesias, Pérez-Reverte, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina, Luis Mateo Díez, José María Merino…).

La RAE ha decidido en el pleno del día dos de marzo, que el adverbio “solo” podrá llevar tilde, al igual que los pronombres demostrativos “este, ese y aquel”, con sus femeninos y plurales, cuando a juicio del que escribe haya un riesgo de ambigüedad. Antes, no se definía a juicio de quién y había casos, en exámenes y oposiciones, en los que su utilización restaba nota porque solía depender del criterio del profesor o del examinador. En el pleno se acordó, por unanimidad, una nueva redacción de la norma, que se publicará en el “Diccionario panhispánico de dudas”.

Esta novedad era reivindicada, desde hace más de 13 años, por los académicos escritores que consideraban que debía “despenalizarse” el uso de la tilde en estas palabras, pues se daban muchos casos de ambigüedad. Para muchos, la rectificación de la RAE supone la victoria de los escritores en la batalla que los había enfrentado, en el seno de la academia, a los lexicógrafos.

Pero aquí no acaba la cosa. La polémica ha surgido de nuevo por la información difundida por la Academia en la red social Twitter, en la que se afirma que lo aprobado en el último pleno no modifica la Ortografía de 2010 y consiste únicamente en un cambio en la redacción de la norma para hacerla más clara. También señala que, si se pone tilde, hay que justificarlo.

El escritor y académico Arturo Pérez-Reverte ha manifestado su disgusto y ha acusado a la RAE de dar en twitter una información sesgada e inexacta asegurando que el pleno del próximo jueves, día nueve de marzo, será tormentoso.

El debate no está terminado en absoluto.

¿CONTINUARÁ?...

¿Dónde y cómo hay que justificar la colocación de tildes en estas palabras? Con lo poco que cuesta ponerlas, no entiendo muy bien para qué arriesgarse a la ambigüedad y si lo que se pretende es que no se tilden, por favor, no mareen más la perdiz. ¡Qué forma de complicarlo todo!

Yo, tanto en mi época de estudiante como de profesora de la asignatura de Lengua castellana, siempre pretendí estar al día en las normas ortográficas que iba dictando la RAE para intentar escribir con corrección, pero ahora, con tanto vaivén y contradicciones, es que no me entero. Espero que alguien, de verdad, nos lo aclare.

* Ver entrada “La guerra de la tilde (II)”.

viernes, 3 de marzo de 2023

Hijos de mi Tierra (II)

Este 28 de febrero se celebró el Día de Andalucía y, como viene siendo habitual, el Parlamento autonómico y el teatro sevillano de La Maestranza acogieron los actos institucionales para su conmemoración.

Tras el izado de la bandera y el discurso de Jesús Aguirre, presidente del Parlamento andaluz, tuvo lugar el acto de entrega de las Medallas de Andalucía a personalidades que han destacado en el mundo de la empresa, el deporte, la ciencia y el arte y de la distinción de Hijos Predilectos de Andalucía a los artistas Lola Flores (a título póstumo) y David Bisbal.

El Coro de Julio Pardo fue el encargado de dar inicio al acto de entrega de Medallas con el tango “A mí Dios me dio la suerte de haber nacido en Andalucía” (1991). Julio Pardo, uno de los más importantes compositores del Carnaval de Cádiz, fallecido el 11 de febrero de 2023, ha sido galardonado con la Medalla de Andalucía de las Artes.

El acto lo cerró David Bisbal cantando, con el alma y su voz privilegiada, el Himno de Andalucía del que hizo una particular y melódica interpretación que me parece, más que un himno, una hermosa balada de amor a mi Tierra.

La ceremonia de entrega de los títulos de Hijos Predilectos y Medallas de Andalucía tuvo emoción, arte y orgullo de ser andaluces de principio a fin.

Pero, tal vez, no hubiera hecho esta entrada de no haber sido concedida este año la Medalla de Andalucía a la solidaridad y la concordia, por su decidida apuesta por la formación integral de su alumnado y por la integración de las personas con discapacidad, al CEIP “Cándido Nogales” de Jaén.

La medalla es el reconocimiento a la labor de muchos años, pues, desde hace más de veinte, en el “Cándido Nogales” se desarrolla un proyecto de lengua de signos en el que están integrados niños y niñas con discapacidad auditiva que son atendidos por un profesorado especializado en lengua de signos.

La noticia de que el gobierno autonómico andaluz le había concedido la medalla de Andalucía me produjo una gran alegría. Yo fui maestra de educación infantil en este colegio durante siete años, entre 2005 y 2012. De él guardo muy gratos recuerdos, pues, aparte de desarrollar muy a gusto mi labor educativa, tuve excelentes compañeros y compañeras. Algunos de ellos, como su actual directora, por entonces compañera de ciclo, continúan trabajando en el centro educativo.

Siempre he admirado la labor que en el colegio se realiza con los niños y niñas con discapacidad auditiva, pero lo cierto es que el buen hacer de su profesorado y la integración de niños y niñas con diversas discapacidades, hace que se produzca un “efecto llamada” entre unos padres y madres que solicitan plaza en el colegio para sus hijos con necesidades educativas especiales. Trabajar en el colegio “Cándido Nogales” es una tarea compleja porque, aparte de la línea dedicada al alumnado con discapacidad auditiva, en sus aulas, que siempre completan la ratio establecida, hay, casi siempre, al inicio de la escolarización, dos o tres alumnos o alumnas que requieren una especial atención educativa y a lo largo de la etapa educativa, como ocurre en cualquier centro escolar, van surgiendo y se van diagnosticando otras dificultades en algunos niños y niñas. A todo esto, hay que añadir que el colegio cuenta con un alumnado muy heterogéneo en cuanto a su situación familiar socioeconómica y cultural. Tras la experiencia como docente en el CEIP “Cándido Nogales”, salí con la certeza de ser mejor maestra y mejor persona.

En este colegio, a raíz de un curso de formación sobre plataformas digitales, comencé el blog “Si yo cambio, todo cambia” en el que las entradas “Música para sordos” y “Un mañana con memoria” están dedicadas a algunas de mis compañeras. Mi recuerdo especial para María, una excepcional logopeda que nos dejó hace ya once años. Esta merecida medalla es también suya por la extraordinaria labor que desarrolló en el colegio con “sus niños sordos”. Gracias una vez más, María, por todo lo que me enseñaste para poder ayudar a los niños y niñas con dificultades en el lenguaje.

Mi más sincera enhorabuena a todo el profesorado que ha contribuido a conseguir este merecido reconocimiento.