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jueves, 31 de diciembre de 2015

Para vivir...

Felicitación del Año Nuevo 2016

Deseo que sigas avanzando y llenes tu vida de contenido, de esperanza y de ilusión.

¡FELIZ AÑO NUEVO!

 “Happy New Year” (“Feliz Año Nuevo”). Abba.


Fuente: “Psicohigiene” de Javier Urra.

No es lo mismo existir que vivir. Para vivir, hemos de poner de nuestra parte...

No querer llegar a todo, ni vivir tres vidas en una. Domesticar el tiempo cronológico y el psicológico.

Buscar el equilibrio, la armonía. Fortalecer la coherencia y la congruencia.

Dotar la existencia de sentido. Ponerle pasión a la vida. Ilusionarse día a día. Comprometerse.

Pensar y sentir, sentir y pensar. Compartir sonrisas. Llorar ante una lágrima.

Mimar la amistad, conversar, un vino.

Relativizar la importancia de los acontecimientos. Aceptar los reveses vitales. Asumir que la esperanza es una obligación ética.

Mantener el contacto con la naturaleza. Jugar (distinto que apostar). Practicar ejercicio físico.

Crear. Apreciar y disfrutar con la belleza natural y la proveniente del ser humano.

Gustar de la austeridad.

Vibrar con el arte.

Cuidar del espíritu, del alma.

Aceptar nuestras muchas limitaciones. Interiorizar que el mundo no gira alrededor de nosotros.

Disfrutar de una agradable tertulia de sobremesa.

Ser conscientes de que el azar o el Creador jugó a favor de nuestra existencia. Que heredamos todo de quienes nos antecedieron, y que se lo debemos a quienes nos continuarán.

Apreciar que nuestra sociabilidad e independencia; lenguaje, comunicación y silencio; memoria y olvido; capacidad de anticipación; posibilidad de reír y de llorar; de captar y plantearnos dilemas, de formularnos preguntas sin respuestas, nos conduce a un punto de insatisfacción permanente.

Partiendo de que nadie ha dicho que la vida sea justa, comprensible, interiorizada ni realmente vivida, ser conscientes de que formamos parte de los demás y de que los otros nos constituyen.

Efímera e inaprensible, así es nuestra existencia, que entreteje el dolor y la felicidad, el sufrimiento y el bienestar, el nacimiento y la pérdida, el deseo y la frustración.

Cuidar y cuidarnos física y emocionalmente, este es el reto de la convivencia. Piel con piel con nuestros seres queridos, en con-tacto con quienes nos rodean, sin olvidar a quienes en otras latitudes, tradiciones y culturas comparten los mismos latidos de la evolución de nuestra especie.

Y siempre mirando al universo, escuchando cualquier mensaje que nos pueda llegar de otro espacio-tiempo. Consternados ante nuestra manifiesta limitación, pero no insignificancia.

Captar un gesto, un aroma, un matiz, inaprensibles. Recordar aquel instante. Imaginar, intuir, soñar, en un posible mañana.

Construirse, autoeducarse, reinventarse, mejorarse, gustarse. Restañar heridas. Afincarse en la generosidad. Contestarse: “¡Mereció la pena!”.

Anticipar que quedarán cabos sueltos, que nos iremos sin saber ni adónde, ni por qué, como vinimos.

Alcanzar a despedirse serenamente, habiendo aprendido a no pedirle a la vida más de lo que la vida puede dar. Sabiendo para qué se ha vivido, sintiendo para quién.


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Te desafío (2017)
- Desiderata (2015)
- ¿Qué se le puede pedir a la vida? (2014)
- Te deseo 365 días felices (2013)
- Reivindicar la alegría (2012)

lunes, 28 de diciembre de 2015

Despertar

Los anuncios de Navidad de Campofrío de los últimos años, han utilizado el humor como hilo conductor (La Bombería, Hazte extanjero, El curriculum de todos, Disfrutar en tiempos difíciles…).

Este año se ha cambiado el tono y el mensaje con un cortometraje titulado “Despertar”, que constituye un canto a la vida con el que se ha querido simbolizar la actitud de la empresa tras el incendio que, en noviembre de 2014, destruyó su fábrica de Burgos.

La agencia McCann sigue siendo la responsable de las campañas de la marca. El corto ha sido dirigido por Icíar Bollaín y protagonizado por Tristán Ulloa y Emma Suárez. La canción de fondo, interpretada por Cristina Sepúlveda, es una versión flamenca del mítico tango “Volver”.

Un hombre (Tristán Ulloa), tras varios años en coma, despierta y va descubriendo todo de nuevo gracias a las indicaciones de su mujer (Emma Suárez). Descubrir esas pequeñas cosas que nos hace ser quiénes somos: nuestros amigos, nuestras costumbres, nuestros gustos, nuestra familia, nuestro amor… El lema del anuncio sigue siendo “Que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida”.



ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Anuncios que cuentan historias
- Cuatro sentidos 2010 
- Disfrutar en tiempos difíciles Navidad 2011 
- El curriculum de todos Navidad 2012 
- Hazte extranjero Navidad 2013 

jueves, 24 de diciembre de 2015

Compasión en la Tierra

Felicitación de Navidad del año 2015

 “Cantus Angelis” (“El canto de los Ángeles”). Michel Pépé.


Fuente: “Terapia espiritual” de Ramiro Calle.

No hay cualidad más hermosa que la compasión.

Si algo convierte al homo animal en ser humano es la compasión.

Si algo necesita esta humanidad es compasión.

La compasión nos hace prodigiosamente sensibles y nos invita a la apertura conciliadora y benevolente.

La compasión no es un sentimiento pasivo de lástima o pena. Es una actitud interior que nos hace sentir a los demás como parte de nosotros mismos.

La compasión nos previene contra la fría indiferencia. Es el antídoto contra la avaricia, la ira y la crueldad.

La compasión es padecer con, identificarse con el sufrimiento de los otros.

Ser sensible a sus aflicciones, preocupaciones y necesidades.

La compasión es no desoír sus demandas de ayuda.

Tratar de poner los medios para remediar su sufrimiento.

La compasión es evitar dañar o poner en peligro a los demás.

Superar el egoísmo.

Ayudar.

Ser generoso.

Poner medios para que otros sean felices.

Te deseo un corazón lleno de compasión.

Te deseo FELIZ NAVIDAD


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- El regalo de la vida (2014)
- Tender puentes (2013)
- El propósito fundamental de la vida (2012)
- Encontrar otra Navidad (2011)
- Hay otra Navidad (2010)

domingo, 20 de diciembre de 2015

El poder reside en ti

Felicitación de Navidad del año 2015 para los seguidores del blog

  “Jesús, la alegría de los hombres” (Cantata 147). Juan Sebastián Bach.

Un año más, esta es la sexta Navidad del blog “Si yo cambio, todo cambia”, quiero dejar mi pequeño gran mensaje de felicitación a las personas que lo siguen y a las que llegan hasta él por “causalidad”. En este blog trato de compartir información que creo interesante y útil, algunas de mis experiencias personales en el camino que llevo recorrido y muchas de las historias que alguna vez me conmovieron.

Quiero aprovechar esta ocasión para dar la bienvenida a los que, desde este año, lo siguen a través de Google+, Facebook, Twitter y Pinterest.

A todos y a todas os deseo Feliz Navidad.


Fuente: “El pescador de mentes” de Christian de Selys.

«El poder, en esencia, reside en ti, en mí, en cada uno de nosotros; el problema es que no nacemos con un libro de instrucciones para la vida, y debemos aprender por nosotros mismos a encontrar ese genio que hay en nuestro interior, ese talento único y especial que nos va a ayudar a sentirnos satisfechos con lo que hagamos, a ser felices y a hacer también felices a los demás.

Al fin y al cabo, al mundo solo lo mueven dos cosas, o el amor o el miedo. Deja llevarte por el amor, y trata de infundir luz y paz a tu realidad y a todos aquellos que se vayan cruzando por tu camino en este inmenso viaje que es la vida».


martes, 15 de diciembre de 2015

El yoga de la nutrición

Fuente: “Pensamientos cotidianos” de Omraam Mikhaël Aïvanhov.

Actualmente, cada vez más personas sienten su equilibrio físico y psíquico amenazados por el ritmo trepidante de vida que les viene impuesto, particularmente en las ciudades. Se lanzan entonces a hacer prácticas de relajación o diferentes yogas y artes marciales importados de Oriente. Existe un yoga más fácil y más eficaz, porque pueden practicarlo todos los días, e incluso varias veces al día: el yoga de la nutrición.

Cuando comemos de cualquier manera, con ruido, con nerviosismo y precipitación, charlando, peleándonos…es casi inútil que vayamos a hacer yoga después.

Cada día tenéis la posibilidad de hacer este ejercicio de relajamiento y armonización de todas vuestras células, si hacéis el esfuerzo de comer conscientemente en silencio y con recogimiento. Puesto que dos o tres veces al día, estáis de todas formas obligados a comer, reflexionad: este ejercicio es cómodo… ¡y gratuito! Lo que no es el caso de las clases de yoga o de otras disciplinas. ¡Cuántos gastos tenéis que hacer solo para aprender a relajaros!


jueves, 10 de diciembre de 2015

La cuna de la vida

Un año más, doy gracias por ello, quiero mostraros el belén que montamos en mi casa por Navidad. Es el cuarto año que os lo enseño y ya poco me queda que contaros.

Se trata de un belén bíblico, también llamado "hebreo" o "palestino", porque recrea el paisaje, los personajes, los enseres y las costumbres que había en Palestina en el momento del Nacimiento de Jesús. Sin embargo, tiene importantes detalles locales o regionales porque se incluyen monumentos de la ciudad de Jaén: el castillo de Santa Catalina, el pilar del Arrabalejo, el arco de San Lorenzo, los arcos del torreón del conde de Torralba...

Se trata de un belén abierto o panorámico porque solo lo cierra un telón liso de fondo. Puede calificarse de popular porque se han utilizado técnicas sencillas de montaje, con materiales tradicionales (corcho, musgo, serrín, etc.) pero, por otra parte, puede considerarse artístico porque el belenista, mi marido, es el que construye los edificios y pone la iluminación adecuada.

Este año se ha ampliado la muralla y se estrenan el telón del fondo, el portal, la posada, el lagar y algunas figuritas y enseres.

Esta tradición ocupa una parte importante de los recuerdos más emotivos de mi infancia y de “mi patrimonio” cultural. Me alegra comprobar cómo el belén, aunque compartiendo espacio con otras costumbres anglosajonas, sigue poniéndose en muchos hogares españoles.

Os dejo con el vídeo de este año. El título de su música ha dado el nombre a la entrada.

Música del vídeo: “Le berceau de la vie” (La cuna de la vida). Michel Pépé.


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- El belén del mar (2015)
- Pura luz  (2016)
- Todos los caminos llevan a Belén (2014)
- Montar el "Belén" (2013)
- Quiero enseñarte mi belén (2012)

martes, 8 de diciembre de 2015

El belén del mar

Este año, por el día de la Inmaculada, quiero mostraros un belén muy especial al que yo llamo “El belén del mar”. Se trata del belén que cada año se expone en el Castillo de Santa Ana situado en el puerto de Roquetas de Mar, en la provincia de Almería.

Es un belén monumental tanto por su tamaño (ocupa, con unos 210 metros cuadrados, casi todo el patio interior del castillo) como por su escenografía (más de 1.300 piezas y un sistema de iluminación con efectos que emulan la noche, el amanecer y el atardecer). El Ayuntamiento de Roquetas encargó la dirección de su construcción a Francisco José Sánchez Morata y se han empleado 45 días en su montaje.

En él se representan, con excelentes figuras de barro, siguiendo el orden evangélico, los denominados “misterios”. Las escenas de la vida cotidiana están repletas de “deliciosos” detalles. Belén se transforma en un pueblo de pescadores, con su puerto de mar, sus salinas, su faro… donde, además, haciendo un guiño a Macael, otro pueblo del interior de la provincia, aparece una cantera de su famoso mármol.

Una espectacular, aunque efímera, obra de arte que cada año nos hace disfrutar a cuantos lo visitamos.

Música del vídeo: “Un regard d'amour” (Una mirada de amor) de Michel Pépé.


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Pura luz (2016)
- La cuna de la vida (2015)
- Todos los caminos llevan a Belén (2014)
- Montar el "Belén" (2013)
- Quiero enseñarte mi belén (2012)

lunes, 7 de diciembre de 2015

La vela

Fuente: “El pescador de mentes” de Christian de Selys.


Historia originaria de Etiopía

Un anciano en su lecho de muerte llamó a sus tres hijos y les dijo:

—No quiero dividir en tres lo que poseo porque eso dejaría muy pocos bienes a cada uno de vosotros. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más hábil, más inteligente, más astuto y más sagaz. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de vosotros. Tomadla. El que compre con esa moneda algo con lo que se pueda llenar la casa completamente se quedará con todo.

Los tres se fueron.

El primer hijo compró paja, pero solo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo hijo compró sacos de pluma, pero no logró llenar la casa mucho más que el anterior.

El tercer hijo —que consiguió finalmente la herencia— solo compró un pequeño objeto. Era una vela. Esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.


martes, 1 de diciembre de 2015

Peregrinar al propio corazón

Fuente: “El arte de no amargarse la vida” de Rafael Santandreu.

Este antiguo cuento hindú transmite la idea de que la fuente de la felicidad se halla dentro de nosotros, en nuestra mente, y podemos acceder a ella siempre que lo deseemos. El bienestar emocional no se halla en logros externos. El ser humano sigue cayendo en la misma trampa pese al paso de los siglos.

Benarés

«Sari era un buen hombre con aspiraciones espirituales sinceras y se había propuesto llevar a cabo una larga peregrinación a Benarés para bañarse en el Ganges. Antes de partir, se encontró con un maestro que le preguntó:

—¿Para qué quieres ir allí?

—Para ponerme en contacto con Dios —repuso.

El maestro le ordenó:

—Dame ahora mismo todo el dinero que llevas para el viaje.

Sari le entregó el dinero, el maestro se lo guardó en el bolsillo, y dijo:

—Sé que habrías acudido a Benarés y te hubieras lavado en el Ganges. Pues bien, en lugar de eso, lávate con el agua que llevo en mi cantimplora.

Sari tomó el agua y se lavó la cara y las orejas. El maestro, satisfecho, declaró a continuación:

—Ahora ya has conseguido lo que te proponías. Ya puedes regresar a tu casa con el alma serena, aunque antes quiero decirte algo más. Desde que fue construido Benarés, Dios no ha morado allí ni un solo minuto. Pero desde que fue creado el corazón del hombre, Dios no ha dejado de habitar en él ni un solo instante. Ve a tu casa y medita. Y, siempre que lo necesites, viaja a tu propio corazón».


jueves, 26 de noviembre de 2015

Usar la imaginación (I)

Este cuento, de autor desconocido, está incluido en el libro “Cuentos con alma” de Rosario López.

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.

En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso, desde el primer momento, se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio, pero tenía escasas o nulas oportunidades de escapar de la horca.

El juez, que ya había pactado la condena, cuidó de que pareciera un juicio justo; por ello, dijo al acusado:

—Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados, las palabras “culpable” e “inocente”. Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino.

Por supuesto, el corrupto funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: “Culpable”. La pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El juez requirió al hombre para que cogiera uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba a impacientarse, abrió los ojos y, con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y, llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes, le reprocharon airadamente:

—Pero, ¿qué hizo? ¿Y ahora cómo vamos a saber el veredicto?

—Es muy sencillo —respondió el hombre—. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué.

Con enojo mal disimulado debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Cuando todo parezca perdido, usa la imaginación. No olvides el inmenso poder que llevamos dentro.


sábado, 21 de noviembre de 2015

Un clavo en la puerta

Este cuento, de autor desconocido, está incluido en el libro “Cuentos con alma” de Rosario Gómez.

Tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó treinta y siete clavos detrás de la puerta.

Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.

Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

Su padre le tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo:

—Has trabajado duro, hijo mío; pero mira todos esos agujeros en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves.

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física.


lunes, 16 de noviembre de 2015

La fábrica de maniquíes

Anuncio de la Lotería de Navidad 2015

Hoy se ha presentado el esperado anuncio del tradicional sorteo de Navidad que se celebrará el próximo 22 de diciembre.

Este año se ha utilizado el mismo lema que el año pasado, “El mayor premio es compartirlo”, y vuelve a utilizar la historia de los que no juegan a la lotería por despiste, por olvido o porque no quieren, pero al final encuentran en un amigo o en unos compañeros el don de compartir. Una vez más el anuncio hace hincapié en la bondad humana y en el deseo de hacer felices a los demás.

El anuncio ha sido creado por la agencia de publicidad de Leo Burnett y por primera vez sus protagonistas no son seres de carne y hueso, sino que se ha recurrido a la animación por ordenador.

La música del anuncio es un elemento clave ya que carece de diálogos. La canción, titulada “Nuvole Bianche”, está compuesta por Ludvico Einaudi y arreglada por Joan Martorell.

El protagonista es Justino, el vigilante nocturno de una fábrica de maniquíes. Justino pasa las noches con la única compañía de estos inanimados personajes. En su soledad, interactúa con ellos: juega al fútbol, cena junto a ellos…

Al trabajar de noche, nunca coincide con sus compañeros de trabajo, pero se comunica con ellos a través de detalles: todos encuentran por la mañana un maniquí que les saca una sonrisa por algún motivo especial y les anima el día.

En su afán por hacer la vida de los demás más agradable, Justino no se da cuenta de apuntarse en la lista que se cuelga en la fábrica para participar en el sorteo de Navidad. El Gordo toca en la fábrica y las buenas obras de Justino encuentran recompensa.



miércoles, 11 de noviembre de 2015

Todo ha sido previsto

Fuente: “El testamento de San Juan” de Juan José Benitez.

«Si es buena la fuerza de carácter, ¿por qué os lamentáis ante la adversidad?...

Responded a esa prueba fortaleciendo vuestro coraje.

Si es bueno el servicio a vuestros semejantes, ¿por qué os alarmáis ante la desigualdad social?...

Responded a esa prueba con el amor desinteresado.

Si es buena la confianza en sí mismo y en la voluntad de Dios, ¿por qué rasgáis vuestras vestiduras ante la inseguridad y la incertidumbre?...

Responded a esa prueba con la esperanza.

Si es buena la afirmación del pensamiento humano, ¿por qué desfallecéis?...

Responded a esa prueba con la humildad.

Si es bueno el amor a la verdad, ¿por qué os alarmáis ante el error y la mentira?...

Responded a esa prueba con vuestra verdad, aunque ello os conduzca a la muerte y a la ruina.

Si es buena la búsqueda de Dios, ¿por qué os entristecéis con la maldad del mundo?...

Responded a esa prueba con una permanente lucha por a belleza y la bondad.

Si es buena la lealtad, ¿por qué retrocedéis ante la traición?...

Responded a es prueba con el valor y la amistad.

Si es bueno el olvido de sí mismo, ¿por qué os empeñáis en buscar honores?...

Responded a esa prueba con el desinterés.

Si es buena la felicidad, ¿por qué acusáis a Dios de enviaros el dolor y la soledad?...

Responded a esa prueba, asumiendo el sufrimiento propio y ajeno.

Para alcanzar la perfección es preciso primero haber conocido la imperfección».

No hay descuidos. Todo se halla minuciosamente planificado.


viernes, 6 de noviembre de 2015

El aprecio del mundo

Fuente: “Pensamientos cotidianos” de Omraam Mikhaël Aïvanhov.

¡Cuántos se sienten solos y se lamentan porque el mundo entero no aprecia sus ideas, sus proyectos, sus aspiraciones! Dicen: “No me comprenden, no me tienen en cuenta, hacen como si no existiese”.

Si hay en ellos realmente cosas tan buenas, deben saber que el Cielo les aprecia. ¿No es eso acaso suficiente? ¿Por qué querer que los humanos vengan en masa a aplaudirles y felicitarles? Es como si tratasen de atraer a ladrones que muy pronto les habrán desvalijado. ¡Si supieran el peligro de lo que desean! La celebridad acarrea grandes inconvenientes.

No os quejéis de ser unos desconocidos, unos incomprendidos. Con esta actitud, sois vosotros mismos los que impedís a los demás que os aprecien.

Alegraos de que el Cielo os comprenda y procurad comprender a los demás. Si hay realmente en vosotros tantas buenas cosas, tarde o temprano la gente lo reconocerá.


domingo, 1 de noviembre de 2015

Una caña de bambú para el más tonto

Fuente: “101 cuentos clásicos de la India”. Recopilación de Ramiro Calle.

«Existía un próspero reino en el norte de la India. Su monarca había alcanzado ya una edad avanzada. Un día hizo llamar a un yogui que vivía dedicado a la meditación profunda en el bosque y dijo:

—Hombre piadoso, tu rey quiere que tomes esta caña de bambú y que recorras todo el reino con ella. Te diré lo que debes hacer. Viajarás sin descanso de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo y de aldea en aldea. Cuando encuentres a una persona que consideres la más tonta, deberás entregarle esta caña.

—Aunque no reconozca otro rey que mi verdadero yo interior, señor, habré de hacer lo que me dices por complacerte. Me pondré en camino enseguida.

El yogui cogió la caña que le había dado el monarca y partió raudo. Viajó sin descanso, llegando sus pies a todos los caminos de la India. Recorrió muchos lugares y conoció muchas personas, pero no halló ningún ser humano al que considerase el más tonto.

Transcurrieron algunos meses y volvió hasta el palacio del rey. Tuvo noticias de que el monarca había enfermado de gravedad y corrió hasta sus aposentos. Los médicos le explicaron al yogui que el rey estaba en la antesala de la muerte y se esperaba un fatal desenlace en minutos. El yogui se aproximó al lecho del moribundo. Con voz quebrada pero audible, el monarca se lamentaba:

—¡Qué desafortunado soy, qué desafortunado! Toda mi vida acumulando enormes riquezas y, ¿qué haré ahora para llevarlas conmigo? ¡No quiero dejarlas, no quiero dejarlas!

El yogui entregó la caña de bambú al rey.

Puedes ser un monarca, pero de nada sirve si tu actitud es la de un mendigo. Solo aquello que acumulas dentro de ti mismo te pertenece. No hay otro tesoro que el amor».


martes, 27 de octubre de 2015

El umbral de la muerte

Fuente: “La muerte, un amanecer” de Elisabeth Kübler Ross.

La muerte infunde en el hombre moderno un pavoroso temor. Por eso, preferimos rechazarla e ignorarla. Sin embargo, la integración de la idea de la muerte en el pensamiento humano, nos permitiría vivir más conscientemente y no derrochar “demasiado” tiempo en cosas sin importancia.

Hasta hace muy poco, los conocimientos que se tenían sobre la muerte constituían un saber “oculto” accesible solo a los estudiosos de los textos sagrados tibetanos o de la más compleja literatura esotérica occidental y, a través de la fe, a los creyentes.

La doctora Elisabeth Kübler Ross, estudió más de veinte mil casos, a través del mundo entero, de personas en el momento de la muerte. Muchas de ellas, habían sido declaradas clínicamente muertas y “volvieron” a la vida de forma natural o después de una reanimación.

En sus libros nos revela sus convicciones basadas en sus propias investigaciones. Para muchos, resultan enormemente difíciles de digerir porque no cuadran con sus ideas científicas o religiosas. Debemos aceptar con humildad que haya millones de cosas que no entendemos todavía, pero esto no quiere decir que, solo por el hecho de no comprenderlas, no existan o no sean realidades.

De todas maneras, en el instante mismo en que muramos, lo sabremos y tendremos ocasión de verificarlo…

Según la doctora Elisabeth Kübler Ross en el momento de la muerte hay tres etapas.

En la primera etapa, se produce la muerte física que, simbólicamente hablando, es idéntica al abandono del capullo de seda por la mariposa. El capullo de seda puede compararse con el cuerpo humano. Morir significa, simplemente, mudarse a una nueva casa.

Desde el momento en que el capullo de seda esté deteriorado al extremo de que, agotada la energía física, ya no podamos respirar y nuestras pulsaciones cardíacas y ondas cerebrales no admitan más mediciones, la mariposa se encontrará fuera del capullo que la contenía. Esto no significa que ya se esté muerto, sino que el capullo de seda ha dejado de cumplir sus funciones. Al liberarse de ese capullo de seda, se llega a la segunda etapa en la que estaremos provistos de energía psíquica.

La energía física y la energía psíquica son las dos únicas energías que al hombre le es posible manipular. Tenemos, por tanto, la posibilidad de elegir la forma de utilizar esas energías, sea de modo positivo o negativo.

Desde el momento en que somos una mariposa liberada, es decir, desde que nuestra alma abandona el cuerpo, advertiremos enseguida que estamos dotados de capacidad para ver todo lo que ocurre en el lugar de la muerte. Estos acontecimientos no se perciben ya con la conciencia mortal, sino con una nueva percepción.

Ha habido personas que han podido explicar con precisión cómo sacaron su cuerpo del coche accidentado, personas que precisan el número de la matrícula del coche que los atropelló y continuó su ruta sin detenerse. No se puede explicar científicamente que alguien que ya no presenta ondas cerebrales pueda leer una matrícula. Los sabios deben ser humildes.

Mucha gente abandona su cuerpo en el transcurso de una intervención quirúrgica y observa, efectivamente, dicha intervención. Los médicos y enfermeras deben tener conciencia de este hecho. En la proximidad de una persona inconsciente, sea cual fuere su estado, no se debe hablar más que de cosas que esta persona pueda escuchar.

Es necesario que sepamos que, si nos acercamos al lecho de un ser querido, aunque esté ya en coma profundo, oye todo lo que le decimos y en ningún caso es tarde para expresar “lo siento”, “te amo” o alguna otra cosa que queramos decirle. Nunca es demasiado tarde para pronunciar estas palabras, aunque sea después de la muerte, ya que las personas fallecidas siguen oyendo.

En esta segunda etapa, “el muerto” —si puede llamarse así— se dará cuenta también de que se encuentra intacto nuevamente. Los ciegos, que no habían tenido ni siquiera percepción luminosa desde diez años antes, que tuvieron una experiencia extracorporal y volvieron, pueden decirnos con detalle los colores y las joyas que llevaban los que los rodeaban en aquel momento, así como el detalle del dibujo de sus jerséis o corbatas. Es obvio que ahí no podía tratarse de visiones. Las personas que solo podían desplazarse utilizando una silla de ruedas, pueden andar… Evidentemente, al volver a su cuerpo físico se encuentran otra vez en su viejo cuerpo enfermo.

Podemos comprender, pues, que esta experiencia extracorporal es un acontecimiento maravilloso, que nos hace sentirnos felices.

En esta segunda etapa nos damos cuenta de que ha dejado de existir el tiempo y, del mismo modo, tampoco podría hablarse de espacio y de distancia. Por ejemplo, si un joven norteamericano muere en Vietnam y piensa en su madre que reside en Washington, la fuerza de su pensamiento atraviesa esos miles de kilómetros y se encuentra instantáneamente junto a su madre.

También en esta etapa nos daremos cuenta de que ningún ser humano muere solo: las personas a las que amamos, que han muerto antes, nos esperan. En general, siempre encontraremos en primer lugar a las personas que más amamos o tuvieron mayor importancia para nosotros. En el caso de los niños pequeños, de dos o tres años, por ejemplo, cuyos abuelos, padres y otros miembros de la familia aún están con vida, es su ángel de la guarda personal quien generalmente los acoge.

Cada ser viene acompañado por seres espirituales desde su nacimiento hasta su muerte. Los niños pequeños los llaman «compañeros de juego» y desde muy temprano hablan con ellos y son perfectamente conscientes de su presencia. Al crecer, se olvidan y muchas personas vuelven a reconocerlo en el lecho de muerte…

Después de haber reencontrado a aquellos a los que más se amó, se toma conciencia de que la muerte no es más que un pasaje hacia otra forma de vida. Se han abandonado las formas físicas terrenales porque ya no se las necesita y, antes de dejar nuestro cuerpo para tomar la forma que se tendrá en la eternidad, se pasa por una fase de transición totalmente marcada por factores culturales terrestres, pues cada uno tiene el espacio celestial que se imagina: un pasaje, un túnel, un pórtico, un puente…

Cuando estamos realizando este pasaje, una luz brilla al final. Esa luz es más blanca, es de una claridad absoluta y, a medida que nos aproximamos a esta luz, nos sentimos llenos del amor más grande que nos podamos imaginar. No hay palabras para describirlo.

Cuando alguien tiene una experiencia del umbral de la muerte, puede mirar esta luz sólo muy brevemente. Es necesario que vuelva rápidamente a la tierra, pero cuando uno muere —quiero decir, morir definitivamente— este contacto entre el capullo de seda y la mariposa —podría compararse al cordón umbilical— se rompe y ya no es posible volver al cuerpo terrestre.

De cualquier manera, cuando se ha visto la luz, ya no se quiere volver. Frente a esta luz, se vive la comprensión sin juicio, un amor incondicional, indescriptible, y nos damos cuenta de que toda nuestra vida aquí abajo no es más que una escuela en la que debemos aprender ciertas cosas y pasar ciertos exámenes.

Inmediatamente después del fallecimiento el rostro expresa paz, equilibrio y serenidad, incluso en el caso de personas que poco antes de morir se encontraban en un estado de cólera, agitación o depresión.

Gracias a Elisabeth Kübler Ross, la muerte va dejando de provocar espanto porque en el transcurso de sus investigaciones ha descubierto que no tenemos nada que temer de la muerte, pues la muerte no es el fin sino más bien un radiante comienzo. Nuestro cuerpo físico es sólo una envoltura pasajera que rodea un yo inmortal.

La muerte es sólo un paso más hacia la forma de vida en otra frecuencia y el instante de la muerte es una experiencia única, bella, liberadora, que se vive sin temor y sin angustia.

Hace cinco años realicé un vídeo para la entrada "La muerte: un amanecer" de este blog. En él se resumen, en tres minutos y medio, las principales ideas del libro de la doctora Elisabeth Kübler Ross.


jueves, 22 de octubre de 2015

Los problemas del mundo

Este cuento, de autor desconocido, está incluido en el libro “Cuentos con alma” de Rosario Gómez.

Un científico, que vivía preocupado por los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para subsanarlos.

Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo de siete años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo; justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y, junto con un rollo de cinta, se lo entregó a su hijo, diciendo:

—Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie.

Entonces calculó que al pequeño le llevaría diez días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño, que lo llamaba calmadamente:

—Papá, papá, ya hice todo; conseguí terminarlo.

Al principio, el padre no creyó al niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiese conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.

Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus lugares correspondientes.

¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?

—Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?

—Papá, yo no sabía cómo era el mundo; pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.

Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.


sábado, 17 de octubre de 2015

Las manos de mi madre

Se tiene miedo a la muerte porque no se conoce. La luz del conocimiento suprime el miedo. Debemos familiarizarnos con la idea de este tránsito que es, en realidad, la continuación de la vida bajo otra forma.

 “Penelope’s Song” (“La canción de Penélope”). Loreena McKennitt.

El día 20 de este mes, hará siete años que murió mi madre. Sé que comprendió el significado y el objetivo de su existencia terrestre, porque abandonó la vida con la sensación de haber cumplido la tarea que había venido a hacer. Por eso, la muerte no le asustaba.

Cuando muere un ser querido es natural que tengamos necesidad de seguir estando apegados a algunos recuerdos: objetos, fotos… y que vayamos a visitar su tumba. Yo lo sigo haciendo… Sin embargo, ni sufro ni lloro. Sé que no voy a reencontrarme con ella a través de mi llanto. Para hacerlo, me esfuerzo por buscarla allí donde está: muy lejos, muy alto, en la luz…

Ahora que sé que no hay descuidos, que todo está minuciosamente planificado, que todo ha sido previsto… empiezo a intuir su verdadero papel en mi vida.

Hace unos años circulaba por la red, en forma de presentación, un poema titulado “Alta costura” atribuido, no he podido confirmar su autoría, a Rosita Pedrazzini. Este poema me evoca emotivos recuerdos porque mi madre, como otras muchas mujeres de su tiempo, cosía y tricotaba nuestra ropa.

Tal como dice el poema, fueron las manos de mi madre las que enhebraron el hilo que unió las distintas piezas que formaron mi familia y aseguraron presillas y botones para que nos mantuviéramos unidos. Fueron sus manos las que sacaron dobladillos para que pudiéramos crecer, para que no se nos quedaran cortos los ideales y, lo más importante, zurcieron desgarros, una y otra vez, para que volviéramos a usar el corazón sin resentimientos y para que no perdiéramos la esperanza.

Sus manos hicieron los bolsillos donde guardo los mejores recuerdos… y mi identidad. Nunca han abandonado su trabajo, porque, esté donde esté, sigue tejiendo mis sueños.

Gracias. Sé que te amaré siempre.


lunes, 12 de octubre de 2015

Una partícula de verdad

Este cuento está incluido en el libro “101 cuentos clásicos de la India” de Raimundo Calle.

En compañía de uno de sus acólitos, el diablo vino a dar un largo paseo por el planeta Tierra. Habiendo tenido noticias de que la Tierra era terreno de odio y perversidades, corrupción y malevolencia, abandonó durante unos días su reino para disfrutar de su viaje. Maestro y discípulo iban caminando tranquilamente cuando, de súbito, este último vio una partícula de verdad. Alarmado, previno al diablo:

—Señor, allí hay una partícula de verdad, cuidado no vaya a extenderse.

Y el diablo, sin alterarse en lo más mínimo, repuso:

—No te preocupes, ya se encargarán de institucionalizarla.

Nadie puede monopolizar la verdad, ni la verdad es patrimonio de nadie.


miércoles, 7 de octubre de 2015

La hipocresía

“La hipocresía es uno de los mayores males de nuestra sociedad porque promueve la injusticia, la desigualdad, el engaño y el autoengaño”.
Noam Chomsky



Fuente: “Deja de quejarte y libérate” de Brenda Barnaby

La hipocresía es “el arte” de fingir opiniones, creencias, sentimientos y cualidades. Proviene del deseo de esconder la verdadera personalidad, y esta pretensión de “encubrimiento”, por lo general, tiene sus raíces en el temor a ser rechazado o ridiculizado. También puede tener como objetivo mostrar una versión mejorada de uno mismo. Se edifica, así, un alter ego, con lo que se desearía ser, que no tiene nada que ver con la verdadera esencia.

Cuando hay baja autoestima se genera temor, porque el desamor produce debilidad y sensación de desamparo. ¿Qué hace una persona así? Finge sin cesar, dice lo que no siente y pronuncia lo que no cree.

Esta operación de disimulo y simulación, que construye una imagen distante de lo que verdaderamente se es, es una mentira que tarde o temprano termina descubriéndose.

Perder la esencia, el ser, es una tragedia. Por eso, hay que tener la valentía de sacarse la máscara y mostrar lo que se encuentra debajo de ella.


viernes, 2 de octubre de 2015

El capullo y la mariposa

Fuente: “El pescador de mentes” de Christian de Selys.

Un hombre encontró un capullo y lo llevó a su casa para observar cómo emergía la mariposa de él. Un día apareció un agujero pequeño. El hombre se sentó y observó durante algunas horas cómo la mariposa luchaba forzando su cuerpo a través de la pequeña abertura del capullo. Parecía que no había ningún progreso. Era como si la mariposa no pudiese salir. Estaba atascada.

El hombre, desde su bondad, decidió ayudarla. Tomó unas tijeras y cortó lo que faltaba para que saliera el pequeño cuerpo de la mariposa. Y así fue: la mariposa salió fácilmente, pero su cuerpo era pequeño y retorcido, y sus alas estaban arrugadas.

El hombre continuó observándola en espera de que en cualquier momento la mariposa estirara las alas, pero nada sucedía. De hecho, pasó el resto de su vida arrastrándose con su retorcido cuerpo, sin poder volar.

Lo que el hombre no entendió, a pesar de que lo hizo movido por su corazón y urgencia, es que la lucha requerida para salir del pequeño agujero era la manera en que la naturaleza inyectaba fluidos desde el cuerpo hacia las alas, de manera que se fortalecieran, preparándose para volar. Libertad y vuelo solo vendrían después de la lucha.

Privando a la mariposa de su proceso natural de lucha por sobrevivir, el hombre la despojó de su salud y su libertad.

El ejemplo de la mariposa podemos trasladarlo fácilmente al mundo humano.

Algunos padres no dejan a sus hijos experimentar, equivocarse y asumir las consecuencias del error. Más que ayudarlos, les están matando su potencial, les están atrofiando las alas y negando las herramientas para poder volar. A los niños y niñas les hacemos un flaco favor sobreprotegiéndolos. Es mejor acompañar, animar y orientar.


domingo, 27 de septiembre de 2015

Las esperas

Fuente: “Los 88 peldaños del éxito” de Anxo Pérez.

Cuando era niña, y no tan niña, me pasaba los días “esperando a que”: esperando a que llegasen las Navidades, esperando a que llegasen las vacaciones de Semana Santa, esperando a que llegasen las vacaciones de verano, esperando a que acabara la escuela primaria, para luego esperar a que terminara la secundaria y luego la universidad...

Maduré el día en que me di cuenta del error tan grave que estaba cometiendo. Vivir así era quedarme sin vida.

He aprendido a no esperar a lo que sea que venga después. He aprendido a disfrutar de lo que es en lugar de anhelar lo que podría ser. Sigo teniendo deseos que hacen que me supere, pero no vivo de ellos.

Vivir en el futuro es vivir en una hipótesis y vivir en el pasado, por mucho que el recordar endulce mi mente, es vivir en la nostalgia.

Ahora vivo disfrutando del presente, no esperando a que trascurra. Intento hacer aquello que para mí tiene significado y encontrar significado en aquello que hago.

Aprecio la vida y agradezco haber nacido. Doy gracias a la vida.

Quiero “ilustrar” esta entrada con el cortometraje “Las esperas” dirigido por Ismael Curbelo Betancort, que obtuvo, en el año 2003, una mención especial en el I Concurso de Creación Audiovisual “Canarias Rueda”. Grabado en Lanzarote, este sencillo vídeo está protagonizado por una abuela y su nieta, interpretadas por las actrices, no profesionales, Nieves Betancort y Marga Torres.

“La vida pasa ante tus ojos esperando el tren de la felicidad que nunca llega...”.

“La felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos”.


martes, 22 de septiembre de 2015

Vive y deja vivir

Fuente: “La voz interior” de Eileen Caddy.

A medida que vayas conociendo el sentido de la paz y armonía internas, tu comprensión crecerá y te volverás más abierto y tolerante, aprenderás a vivir y dejar vivir y ya no tendrás la impresión de que el tuyo es el único camino.

No volverás a ser dogmático respecto a nada, sino que de una forma callada y confiada seguirás tu camino sabiendo que es el apropiado para ti.

No volverás a intentar cambiar a otros, sino que vivirás de tal modo, que esas personas querrán saber qué es lo que tú tienes y ellas no. No lo olvides nunca; puedes enseñar mucho más mediante el ejemplo.

Nunca compares tus preferencias con las de nadie; lo que a ti te gusta quizá no le atraiga a nadie más. Haz lo que de verdad te guste hacer, aquello con lo que encuentres auténtica alegría. Sea lo que sea. No importa que sea sencillo o extravagante. Cuando haces algo que te gusta, aunque conlleve esfuerzo, no te sientes agotado sino vigorizado y animado.

Haz aquello con lo que disfrutes y deja que los demás hagan lo que les resulte atractivo.

Vive y deja vivir.


jueves, 17 de septiembre de 2015

Corazón de cebolla

Este cuento está incluido en el libro “El pescador de mentes” de Christian de Selys.

Había una vez un huerto lleno de hortalizas, árboles frutales y toda clase de plantas. Como todos los huertos, era fresco y agradable. Por eso daba gusto sentarse a la sombra de cualquier árbol a contemplar todo aquel verdor y escuchar el canto de los pájaros.

Un buen día, empezaron a crecer unas cebollas especiales. Cada una tenía un color diferente: rojo, amarillo, azul, verde…

El caso es que los colores eran tan deslumbrantes que a todos llamaban la atención y quisieron saber la causa de tan misterioso resplandor.

Después de grandes investigaciones lograron descubrir que cada cebolla tenía dentro, en el mismo corazón, una piedra preciosa.

Una tenía una esmeralda, la otra un rubí, la otra un topacio, y así sucesivamente.

¡Una verdadera maravilla!

Pero, por alguna razón incomprensible, aquello se vio como algo peligroso e intolerable. Total, que las bellísimas cebollas tuvieron que empezar a esconder su íntima piedra preciosa. Pusieron capas y más capas, para cubrirla, para disimular cómo eran por dentro.

Algunas cebollas llegaron a tener tantas capas que ya no se acordaban de lo hermoso que ocultaban debajo.

Algunas tampoco recordaban por qué se habían puesto las primeras capas.

Poco a poco fueron convirtiéndose en unas cebollas comunes, sin ese encanto especial que tenían.

Un día pasó por allí una niña que gustaba sentarse a la sombra del huerto. Su inocencia le permitía descubrir lo que había en lo profundo de las cebollas y entender su lenguaje. Comenzó a preguntarle a cada una:

—¿Por qué no eres por fuera como eres por dentro?

Y ellas iban diciendo:

—Me obligaron a ser así.

—Me fueron poniendo capas.

—Yo misma me puse algunas capas para ocultar mi piedra preciosa.

Ante esas respuestas, la niña entristeció y comenzó a llorar.

Desde entonces todo el mundo llora cuando una cebolla nos abre el corazón…

En el camino del descubrimiento personal podemos ir retirando las capas que cubren nuestro auténtico ser.


sábado, 12 de septiembre de 2015

Cuestión de fe

Este cuento, de autor desconocido, está incluido en el libro “Cuentos con alma” de Rosario Gómez.

«Cuentan que un andinista, desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación; pero cometió el error de subir solo, sin compañeros, pues quería toda la gloria para él.

Empezó a subir de buena mañana sin detenerse en ningún momento, se fue haciendo tarde y más tarde, pero no se detuvo para acampar, sino que continuó subiendo decidido a llegar a la cima; pero la noche cayó…

Noche cerrada, cielo cubierto; no se podía ver absolutamente nada, todo era negro: visibilidad cero.

Subiendo por un acantilado, a solo cien metros de la cima, el osado andinista resbala y cae a velocidad vertiginosa… Solo podía ver veloces manchas más oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo y en esos angustiosos momentos le pasaron por su mente todos los gratos y los no tan gratos momentos de su vida, pues él pensaba que iba a morir; sin embargo, de repente, sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos…

¡Sí!, como todo andinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más que gritar.

—¡Ayúdame, Dios mío! ¡Ayúdame, Dios mío!

Y una voz grave y profunda de los cielos, le contestó:

—¿Qué quieres que haga?

—¡Sálvame, Dios mío!

—¿Realmente crees que te pueda salvar?

—¡Por supuesto, Dios mío!

—Entonces, ¡corta la cuerda que te sostiene!

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda, y reflexionó…

Cuenta el equipo de rescate que al día siguiente encontró colgado a un alpinista muerto, congelado, agarrado con fuerza, con las manos y los pies, a una cuerda… ¡A dos metros del suelo!

La fe mueve montañas… pero tenemos que, en verdad, vivir la vida con fe.