Presentación   /   Página de Inicio   /   Frases y citas para el cambio   /   Libro de visitas
  ÍNDICES POR TEMAS O ETIQUETAS:

domingo, 31 de diciembre de 2023

Busca lo bueno

Felicitación del Año Nuevo 2024

Quiero felicitaros en el Año Nuevo con el mensaje, lleno de optimismo y positividad, que nos deja la canción “Look for the good” (Busca lo bueno) de Jason Mraz.

La esperanza puede autogenerarse, especialmente en tiempos oscuros, buscando el bien en las cosas y los seres humamos que te rodean. Buscar lo bueno es practicar la gratitud.


 “Look for the good” (“Busca lo bueno”). Jason Mraz.

Busca lo bueno en todo y en todos. Busca a las personas que liberarán tu alma. Puede parecerte algo imposible hasta que lo haces.

La gente ha enloquecido, está enfadada y ha olvidado los poderes que todos tenemos. Nacimos para amar, no para odiar y podemos decidir nuestro destino. Todos cargamos con algún tipo de dolor, pero siempre hay un resquicio de esperanza y un lado positivo que tenemos que encontrar.

Todos necesitamos la luz del sol y la lluvia... Todos somos naturaleza. El mundo es amor, luz y vibración. Todos somos Dios.

Veo quién eres. Eres igual que yo. Soy como tú. Veo que, guiado por un sueño, estás buscando un propósito. A veces me pierdo y olvido lo que vine a hacer aquí, pero, cuando todo se pone difícil, sigo intentando buscar lo bueno.

Hay multitud de héroes cerca de ti. Búscalos. La vida sería más dulce si todo el mundo lo hiciera.

¡FELIZ AÑO NUEVO!


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Puestos a escoger (2023)
- Toma las riendas de tu vida (2021)
- El poder de cambiar (2020)
- Fluye con la vida (2019)
- Decálogo de libertad (2018)

jueves, 28 de diciembre de 2023

Nuestra Navidad (II): Lucía

“Lucía” es el segundo vídeo de la campaña de Navidad de la cadena de televisión andaluza “Canal Sur”.

Como vimos en la entrada “Nuestra Navidad (I): Antonio”, gira en torno a su famoso y popular villancico, “Nuestra Navidad”, creado en 1994.

La campaña consta de tres cortos de animación, en formato 2D, con un rasgo común: a sus personajes les cambia la Navidad cuando oyen el villancico de Canal Sur. Cada historia está enfocada a un público distinto. El vídeo que nos ocupa en esta entrada, se dirige a un público joven-adulto.

Lucía trabaja en Alemania en un estudio de arquitectura donde está realizando un importante proyecto. Amante de las fiestas de Navidad, trabaja contando los días para volver a casa.

Los tres cortos están producidos por ADM y el estudio granadino Rokyn Animation. Han sido escritos y dirigidos Manuel Sicilia y la música original es obra del compositor Sergio de la Puente, ambos también granadinos. En su realización, en el tiempo récord de cuatro meses y medio, han participado cuarenta y cinco personas, el 75 % son artistas andaluces, con una media de edad de veinticinco años.



domingo, 24 de diciembre de 2023

Lo mejor de ti

Felicitación de Navidad del año 2023


 “All of the Angels” (“Todos los Ángeles”). Noa. (Música: cantata 140, J. S. Bach).

Fuente: Mª Jesús Álava Reyes

A menudo estamos tan pendientes de pedir, que nos olvidamos de dar y perdemos, así, uno de los mejores placeres de la vida: disfrutar de nuestra amabilidad y generosidad.

¡Qué fácil nos hacen la vida las personas amables! ¡Cuánta amabilidad necesitamos en los tiempos actuales!

Recuerda que la agresividad genera violencia y que la amabilidad genera paz. Siempre es mejor tender puentes que levantar muros. Una persona amable y conciliadora ayuda a crear buen ambiente, a desactivar tensiones, a facilitar encuentros, alegría y cordialidad.

Pocas cosas resultan más satisfactorias en la vida que regalar bienestar, tranquilidad, amistad y, a quien no la tenga, esperanza.

No olvides que te será más fácil ser amable con los demás si eres amable contigo y miras la vida con alegría y flexibilidad. Quererte a ti es crucial para poder ofrecer lo mejor que llevas dentro.

No te arrepientas de dar más de lo que recibes. La generosidad auténtica es la que se da sin esperar recompensa. El premio es la propia satisfacción, aunque haya gente que abuse, actúe con engaño y no valore tu generosidad.

El mejor antídoto contra la tristeza, la nostalgia o el desánimo es la sonrisa. Esa sonrisa que al principio puede ser, apenas, una mueca, pero que pronto levanta nuestro ánimo, llena de luz nuestros ojos, de latidos nuestro corazón y da paso a la paz y a la esperanza.

No compliquemos la vida. Una sonrisa amable favorece el entendimiento y la comunicación. ¡Sonríe, aunque no merezcan tu sonrisa!

Si eres una persona amable y generosa, nunca te canses: ¡tienes un tesoro! Si no lo eres, tienes un reto: intenta dar siempre lo mejor de ti.

¡FELIZ NAVIDAD!


viernes, 22 de diciembre de 2023

Oraciones de agradecimiento

Felicitación de Navidad del año 2023 para los seguidores del blog

A los seguidores del blog a través de Blogger, Facebook, X, Pinterest o Instagram. En grande y despacito: G-R-A-C-I-A-S.


  “He showed me how” (“Él me mostró cómo”). David Archuleta.

Fuente: “Escúchate” de Prem Rawat.

Contaré una pequeña historia sobre la oración:

«Un día, un joven iba en bicicleta a una importante entrevista de trabajo cuando chocó con una piedra y se le pinchó una rueda. “Esto es terrible”, pensó, “si no arreglo la rueda, no conseguiré el empleo”, y comenzó a rezar para que se solucionara su problema. A la vuelta de la esquina había otro joven sentado a la puerta de su taller de reparación de bicicletas. “Es terrible”, pensaba, “si no tengo un cliente hoy, voy a quedarme sin trabajo”, y comenzó a rezar».

Ya ves, la desgracia de una persona puede ser la respuesta a la oración de otra.

Entiendo perfectamente por qué la gente recurre a la oración cuando se enfrenta a circunstancias difíciles. Yo lo he hecho en muchísimas ocasiones a lo largo de mi vida… y lo sigo haciendo. Sin embargo, es muy importante rezar también cuando las cosas nos van bien.

Orar no es solo hacer peticiones personales. Piensa en una guerra y verás soldados de ambos bandos rogando por la victoria. Para mí, la auténtica oración es cuando se dan gracias.

Cuando damos sinceras gracias por la vida que hemos recibido, se crea en nuestro interior una maravillosa sensación de paz.

La forma de orar más profunda y poderosa es dar gracias por lo que hay, no por lo que podría haber.

Las oraciones de agradecimiento, siempre obtienen una respuesta.

La voz de nuestro corazón está preparada para cantar con gratitud, con reconocimiento de lo que es bueno y agradable en nuestra vida. He aquí una hermosa paradoja: la gratitud nos hace sentir completos, pero siempre somos capaces de más. Todos tenemos una capacidad infinita de paz, alegría y amor. ¿No es extraordinario?

¡FELIZ NAVIDAD!


miércoles, 20 de diciembre de 2023

Nuestra Navidad (I): Antonio

La cadena de televisión andaluza “Canal Sur”, ha preparado una campaña de Navidad que gira en torno a su famoso y popular villancico, “Nuestra Navidad”, creado en 1994 y que han cantado voces de niños y también de grandes artistas como José Mercé, Rosa López, Pasión Vega, Pastora Soler o David de María.

La campaña consta de tres cortos de animación, en formato 2D, con un rasgo común: a sus personajes les cambia la Navidad cuando oyen el villancico de Canal Sur. Cada historia está enfocada a un público distinto. El de Pablete se dirige a un público más infantil-adolescente, el de Lucía a un público más joven-adulto y el de Antonio a un público adulto.

Las tres historias han sido escritas y dirigidas por el granadino Manuel Sicilia, creador referente de la animación que ha logrado en su carrera más de cien premios internacionales, incluyendo dos Goyas, y la música original es obra del compositor, también granadino, Sergio de la Puente. La empresa andaluza Rokyn Animation ha sido la encargada de su realización.

El 11 de diciembre se estrenó el corto de Antonio y los dos siguientes se estrenarán en la semana de Nochevieja y en la de Reyes.

El primer vídeo publicado cuenta la historia de Antonio, un hombre viudo que vive solo y, desde que murió Carmen, su mujer, no soporta la Navidad. En este corto, el presentador Juan y Medio, en versión animada, hace un cameo porque el protagonista de la historia acude al programa “La Tarde, aquí y ahora” en el que hay una sección en la que personas mayores buscan pareja.



martes, 19 de diciembre de 2023

Humanizando la inteligencia artificial

En el último año, el tema de la inteligencia artificial (IA) se ha introducido en nuestras conversaciones y en los medios de comunicación y, dadas las oportunidades y los riesgos que brinda, ha despertado, a la vez, admiración y preocupación. De hecho, la palabra más buscada por los españoles en 2023 ha sido “ChatGPT”.

Este año la empresa Campofrío ha realizado, supuestamente, un experimento en su campaña de Navidad empezando con un anuncio cuyo guion, plagado de “típicos tópicos”, había realizado la IA y que se rodó al pie de la letra: una familia perfecta, en una casa adornada idílicamente y un mensaje sobre las relaciones humanas. El objetivo era comparar la calidad del anuncio, que fue tachado de frío y soso, con la de los creados por seres humanos.

Dos días después, el 17 de diciembre, con el lema “Que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida”, se emitió el verdadero anuncio, que lleva por título “CampofrI.A.” y es una idea original de Mónica Moro y Raquel Martínez, directoras creativas de la agencia “This is Libre”.

El actor Carlos Areces entra en el decorado del primer anuncio, cuyo guion hizo la IA, y comenta que le falta cariño y “calle” y que, por tanto, lo van a humanizar.

Intervienen en el anuncio las futbolistas Alexia Putellas y Eva Navarro; el cantaor José Mercé; las actrices Malena Alterio y Gloria Ramos; los cómicos Ana Morgade y Fofito; el joven David Nano JR, cuyos vídeos en Tik Tok se hicieron virales por tener dos trabajos para sacar a su familia adelante, y los raperos Bnet y Chuty.

En el anuncio hacen su aparición “artificial”, con la ayuda de la IA, grandes y entrañables humoristas, ya desaparecidos, que protagonizaron anteriores campañas: Chiquito de la Calzada, Eugenio y Quique San Francisco.

Se trata de mostrar que la IA es una herramienta y que, en definitiva, es lo que nosotros hacemos con ella y se nos reta a darle un enfoque más humano.

Os dejo el vídeo del anuncio y las palabras de la IA:

“Estoy aquí para aprender todo de vosotros. Quiero aprender a pelear, pero solo por lo que soñáis. Aprender a copiar, pero solo lo que os hace reír. Me encanta imitaros. Aprendo de todo lo que sois, de cómo os comportáis, de cómo os habláis, si os respetáis o no, si os entendéis o no... Aprendo de cómo me usáis porque yo seré lo que vosotros hagáis conmigo. Así que, por favor, alimentadme de lo que os enorgullece, antes de que yo os alimente a vosotros de lo que no”.

Y acabo esta entrada con la frase de José Mercé: “¡Ea, cortito y flamenco!”.


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Despertar. Campofrío. Navidad 2015
- Hijos del entendimiento. Campofrío. Navidad 2016
- “Amodio” (amor y odio). Campofrío. Navidad 2017
- El humor, bien de primera necesidad. Campofrío. Navidad 2018
- D.E.V. (Disfrute en vida). Campofrío. Navidad 2020

jueves, 14 de diciembre de 2023

Un cuento por Navidad (IV): La vendedora de fósforos

Cuando yo tenía seis años, los Reyes Magos me trajeron el cuento “La vendedora de fósforos” de Hans Christian Andersen (1805–1875). Publicado por primera vez en 1845, el cuento es conocido como “La pequeña cerillera”, “La cerillera”, “La niña de los fósforos”, “La pequeña vendedora de fósforos” o “La Nochebuena de Anita”. Es, sin lugar a dudas, el libro que más veces leí y releí y al que más tiempo dediqué mirando y remirando sus ilustraciones. Gracias a internet, he conseguido el dibujo de su portada y la he incluido en la imagen que ilustra esta entrada.

Hay personas que denuestan los cuentos clásicos. Muchas se empeñan en analizarlos concienzudamente desde una óptica actual, otras hacen versiones modernas que poco o nada tienen que ver con los cuentos originales, algunas proponen finales diferentes... En cualquier caso, lo cierto es que los cuentos clásicos emocionan y recogen historias que siguen vigentes. Por desgracia, en el cuento que nos ocupa, no hay que irse muy lejos para comprobar que la miseria existe, que se vulneran los derechos más elementales de los niños y que muchas personas sufren en la calle los rigores del invierno. El final del cuento es, verdaderamente, muy triste, pero... ¿acaso no es trágica la cifra de muertes que provoca la pobreza infantil existente?

“La vendedora de fósforos” nos narra una historia que, por una parte, mueve sentimientos como la compasión y valores como la empatía y la solidaridad y, por otra, nos mueve a la fe y a la esperanza de que, al final, sea cual sea nuestra experiencia en este planeta, todo estará bien.

“La vendedora de fósforos” de Hans Christian Andersen

¡Qué frío hacía! Nevaba y comenzaba a anochecer. Era la última noche del año, la noche de San Silvestre. Bajo aquel frío y en aquella oscuridad, pasaba por la calle una pobre niña, descalza y con la cabeza descubierta. A decir verdad, cuando salió de su casa llevaba unas zapatillas de su madre, pero, como le estaban muy grandes, las perdió al cruzar corriendo la calle para que no la atropellaran dos coches que venían a gran velocidad. Una de las zapatillas no la pudo encontrar y la otra se la llevó un mozalbete, que le dijo que, cuando tuviera hijos, la utilizaría de cuna.

Y así, la pobre niña, andaba descalza con los desnudos pies amoratados por el frío. En el bolsillo de un viejo delantal llevaba un puñado de cajas de cerillas y en la mano, una caja de muestra. En todo el día, nadie le había comprado nada ni le había dado un mísero céntimo. Volvía a su casa hambrienta, helada y abatida. Los copos de nieve caían sobre su largo cabello rubio, cuyos hermosos rizos le cubrían el cuello, pero la niña no estaba pendiente de su pelo.

En un rincón que formaban dos casas, una más saliente que la otra, se sentó en el suelo y se acurrucó hecha un ovillo. Encogió las piernas todo lo posible, pero el frío la iba invadiendo. No se atrevía a volver a casa, pues no había vendido ni un fósforo ni conseguido limosna alguna. Su padre le pegaría y, además, en casa también hacía frío, pues, a pesar de que habían tapado las rendijas con trapos y paja, el viento entraba por todas partes. Tenía las manos ateridas de frío. ¡Ay, seguramente una cerilla la aliviaría! Si se atreviese a sacar solo una de la caja, frotarla contra la pared y calentarse los dedos… Y sacó una: “¡ritch!”.

¡Cómo chisporroteó y cómo quemaba! Cuando la resguardó con la mano, dio una llama clara y cálida con una luz maravillosa. Le pareció que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro en la que el fuego ardía magníficamente en su interior. La niña alargó los pies para calentárselos, pero se extinguió la llama. Se había esfumado la estufa y ella se quedó sentada, con la consumida cerilla en la mano.

Encendió otra, que, al arder y proyectar su luz sobre la pared, la volvió transparente como si de una gasa se tratara. La niña pudo ver el interior de una habitación donde estaba la mesa puesta, con fina porcelana y un blanquísimo mantel. Un pato asado humeaba, deliciosamente relleno de ciruelas y manzanas. El pato saltó fuera de la fuente y, con un tenedor y un cuchillo en la espalda, se dirigió hacia la niña, pero, en aquel momento, se apagó la cerilla y solo pudo ver una gruesa y fría pared.

Encendió una tercera cerilla y se encontró sentada debajo de un hermoso árbol de Navidad. Era aún más alto y más bonito que el que vio en Nochebuena, a través de una puerta de cristales, en casa del rico comerciante. Miles de velitas ardían en sus ramas verdes en las que colgaban estampas pintadas como las que adornaban los escaparates. La pequeña levantó los dos brazos y, entonces, se apagó el fósforo. Todas las lucecitas se fueron a lo alto y se dio cuenta de que, en realidad, eran las estrellas del cielo. Una de ellas se cayó trazando en el firmamento una larga estela de fuego. “Alguien se está muriendo” —pensó la niña. Su abuela, la única persona que la había querido y que ya había muerto, le había dicho: —Cuando una estrella cae, un alma se eleva hacia Dios.

Frotó un nuevo fósforo contra la pared. Se iluminó el espacio inmediato y apareció la anciana abuela, radiante, dulce y cariñosa.
—¡Abuelita! —exclamó la pequeña—. ¡Llévame, contigo! Sé que te irás cuando se apague la cerilla como se fueron la estufa, el asado y el árbol de Navidad.

Con el afán de no perder a su abuela, se apresuró a encender las cerillas que le quedaban y brillaron con más claridad que la del pleno día. Nunca su abuela le había parecido tan alta y tan hermosa. La abuela cogió a la niña en brazos y, envueltas ambas en un gran resplandor, henchidas de gozo, emprendieron el vuelo hacia las alturas. La pequeña ya no sentía frío ni hambre ni miedo.

En el rincón entre las dos casas, la fría madrugada descubrió a la chiquilla, con las mejillas sonrosadas y la boca sonriente, muerta... Muerta de frío en la última noche del Año Viejo. La primera mañana del Año Nuevo iluminó el pequeño cadáver, sentado, con sus fósforos. Una cajita de ellos, aparecía consumida casi del todo. “¡Quiso calentarse!”, dijo la gente, pero nadie supo las maravillas que había visto ni el esplendor con que, en compañía de su anciana abuela, había subido a la gloria del cielo.


❆❆❆❆

El año 2006, Walt Disney Animation Studios estrenó un cortometraje de animación, dirigido por Roger Allers y producido por Don Hahn, basado en la historia original de Christian Andersen. Este cortometraje no tiene diálogos ni sonidos y la música de fondo es el Nocturno del “Cuarteto de cuerda nº2 en re mayor” de Alexander Borodin.



jueves, 7 de diciembre de 2023

Gloria in excelsis Deo

El belén es la representación plástica de escenas del nacimiento y la infancia de Jesús de Nazaret, que se suele exponer durante la Navidad en hogares, iglesias y muchos centros públicos como escuelas, organismos oficiales, comercios, etc. en países tradicionalmente católicos.

Tres son las escenas esenciales que conforman un belén: la Natividad, el Anuncio de los pastores y la Adoración de los Reyes Magos. Sin embargo, y en función del tamaño y el alcance del belén, es frecuente ver representadas las escenas de la Anunciación, la Visitación, el Empadronamiento, la Búsqueda de la posada, la Huida de Egipto y, en menor medida, el sueño de José, la Matanza de los Inocentes o la Presentación en el templo.

El belenismo comprende tanto el arte de realizar las figuras del belén, como la construcción de las escenografías. En junio de 2022 fue declarado en España Patrimonio cultural inmaterial y, en octubre de 2023, el belenismo andaluz es declarado Bien de interés cultural por la Junta de Andalucía.

Más allá de su aspecto religioso, el belenismo tiene una dimensión cultural. Entre sus valores culturales está el de mostrar oficios tradicionales y modos de vida en desuso o ya desaparecidos y su estrecha relación con la tradición oral, narrativa y musical. Tampoco podemos olvidar la importancia del asociacionismo en torno al belenismo que tiene, además, una dimensión económica y productiva, pues, gracias a él, se preservan oficios artesanales especializados y se siguen recreando determinados conocimientos, habilidades y destrezas.

El belenismo es, por tanto, religiosidad, arte y cultura.

Un año más, quiero mostraros el belén de mi casa a través de un vídeo que he titulado “Gloria in excelsis Deo” (Gloria a Dios en las alturas). Como música de fondo he utilizado un fragmento del “Himno de los Querubines” de la obra “Liturgia de San Juan Crisóstomo op. 41” de Tchaikovsky y “Gloria in excelsis Deo”, que da título al vídeo, interpretada Kristin Amarie y Dallyn Vail Bayles.

Muy resumidamente os diré que es un belén de misterios y, aunque es un belén bíblico, tiene importantes detalles locales e incluye monumentos de Jaén, mi ciudad.

Si a alguien le interesa su descripción y características, puede encontrarlas en entradas de años anteriores. En el índice de la etiqueta “El Espíritu de la Navidad” hay un apartado dedicado a los belenes.

Hace ochocientos años, la Nochebuena de 1223, San Francisco de Asís celebró la Eucaristía en una cueva del pueblo italiano de Greccio y preparó una representación viviente de un pesebre con una mula y un buey, que es considerada origen del belenismo. Este año, para celebrar el octavo centenario, ha acudido la figura de San Francisco al portal del belén de mi casa para llevarle al Niño, con el deseo de paz en la Tierra, tres palomas blancas.

Espero y deseo que os guste.

Os animo a poner un belén (en vuestra casa, comercio, empresa…). Tal vez, solo tengáis que sacar de los altillos y trasteros esas cajas que, seguro, os recuerden vuestra infancia y a vuestros seres más queridos.


ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:

- Emmanuel (2022)
- Preludio (2020)
- Magníficat (2019)
- Un soplo de aire fresco (2018)
- Meditando con Dios (2017)

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Amor sin condiciones


Fuente: Esta historia, de autor desconocido, está incluida en el libro “Cuentos con alma” de Rosario Gómez.

Un soldado pudo regresar a casa después de haber combatido en la guerra de Vietnam. Cuando llegó a San Francisco llamó por teléfono a sus padres.

—Mamá, papá, voy de regreso a casa, pero os tengo que pedir un favor: traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros.

—Claro —le contestaron—. Nos encantará conocerlo.

—Hay algo que debéis saber —el hijo siguió explicando—: él fue herido en la guerra. Pisó una mina y perdió un brazo y una pierna. No tiene a dónde ir y quiero que se venga a casa a vivir con nosotros.

—Siento mucho escuchar eso, hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar donde se pueda quedar.

—¡No! Yo quiero que viva con nosotros.

—Hijo —le dijo el padre—, tú no sabes lo que estás pidiendo. Nosotros tenemos nuestras propias vidas y alguien tan limitado físicamente puede ser un gran peso para todos. Yo pienso que deberías regresar a casa y olvidarte de esta persona. Él encontrará una manera en la que pueda vivir solo.

El hijo colgó el teléfono.

Unos cuantos días después, recibieron una llamada telefónica de la policía de San Francisco. Su hijo se había caído de un edificio y había muerto. La policía creía que se trataba de un suicidio. Los padres, destrozados por la noticia, volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad para identificar el cadáver. Ellos lo reconocieron y, para su horror, descubrieron algo que no sabían: su hijo tan sólo tenía un brazo y una pierna.


miércoles, 22 de noviembre de 2023

El Lobo de Zhongshan


Este cuento de Ma Zhongxi, de la dinastía Ming (1368–1644), está incluido en el libro “Fabulas antiguas de China”.

Zhao Jianzi, un alto funcionario, organizó una gran cacería en la montaña. Al divisar a un lobo, lanzó su carro en su persecución.

Ahora bien, el maestro Dongguo, viejo letrado conocido por su buen corazón, venía en camino para abrir una escuela en Zhongshan y se extravió en esa misma montaña. En camino desde el alba, seguía a pie al asno cojo que cargaba su saco lleno de libros, cuando vio llegar al lobo que huía aterrorizado y que le dijo:

—Buen maestro, ¿no está usted siempre dispuesto para socorrer a su prójimo? Escóndame en su saco y me salvará la vida. Si me saca de este mal paso, yo le quedaré eternamente agradecido.

El maestro Dongguo sacó sus libros del saco y ayudó al lobo a meterse en él. Cuando Zhao Jianzi llegó y no encontró al animal, volvió sobre sus pasos. Al notar el lobo que el cazador estaba lo suficientemente lejos, gritó a través del saco.

—¡Buen maestro, sáqueme de aquí!

Apenas estuvo en libertad, el lobo empezó a chillar:

—Maestro, usted me salvó hace un rato cuando los hombres del Reino de Yu me perseguían y yo se lo agradezco, pero, ahora, casi estoy muriéndome de hambre. ¿Si su vida puede salvar la mía, no la sacrificaría usted por mí?

Se abalanzó con el hocico abierto y las garras afuera sobre el maestro Dongguo. Este, trastornado, se estaba defendiendo lo mejor que podía cuando, de repente, divisó a un anciano que avanzaba apoyándose en un bastón. Precipitándose hacia el recién llegado, el maestro Dongguo se arrodilló ante él y le dijo llorando:

—Anciano padre, ¡una palabra de su boca puede salvar mi vida!

El anciano quiso saber de qué se trataba.

—Este lobo era perseguido por cazadores y me pidió que lo socorriera. Le salvé la vida y ahora quiere devorarme. Le suplico que interceda en mi favor y le explique su error.

El lobo dijo:

—Hace un rato, cuando le pedí socorro, él me amarró las patas y me metió en su saco, poniendo encima de mí sus libros. Aplastado bajo todo ese peso, apenas podía respirar. Después, cuando llegó el cazador, habló largo rato con él, pues deseaba que yo muriera asfixiado dentro del saco y de, esa manera, habría sacado provecho de mi piel. ¿Un traidor semejante no merece acaso que lo devoren?

—¡No creo nada! —contestó el anciano—. ¡Vuelva a meterse en el saco, para que yo vea con mis propios ojos si usted estaba tan incómodo como dice!

El lobo aceptó con alegría y se metió de nuevo dentro del saco.

—¿Tiene usted un puñal? —preguntó el anciano al oído del maestro.

— Sí —contestó mostrando el objeto pedido.

Inmediatamente el anciano le hizo señas para que lo clavara en el saco. El maestro Dongguo exclamó:

—¡Pero le voy a hacer daño!

El anciano se echó a reír:

—¿Usted vacila en matar a una bestia feroz que acaba de demostrarle tanta ingratitud? ¡Usted es bueno, maestro, pero también es muy tonto!

Entonces le ayudó al maestro Dongguo a degollar al lobo y, dejando el cadáver a la orilla de la senda, los dos hombres siguieron su camino.


miércoles, 15 de noviembre de 2023

La suerte de tenernos

Los anuncios de la Lotería de Navidad, más allá de ser campañas publicitarias, se han convertido en una tradición. Hoy, día 15 de noviembre, Loterías y Apuestas del Estado ha presentado el anuncio de este año con el lema “No hay mayor suerte que la de tenernos” en el que se ha apostado por el amor de un padre y una hija.

El anuncio, protagonizado por Andrea Thurman y Carlos Olalla, nos cuenta, en menos de cuatro minutos, la historia de Bea, una joven con una vida ajetreada, que no tiene tiempo para casi nada, y a la que toda la familia le hace encargos de cara a la Navidad.

Justo el día anterior al sorteo, su padre le pide que compre un décimo de lotería. Bea se olvida y, ya en casa, agobiada, “explota” y desea que desaparezca todo el mundo.

Su deseo se hace realidad y, cuando despierta, se encuentra un Madrid deshabitado. Lejos de asustarse, disfruta de la ciudad para ella sola hasta que, por la noche, al llamar a su padre, el teléfono no da señal. Decide ir a buscarlo a su casa y, de camino, entra en una vacía administración de loterías, coge un décimo y deja el dinero.

Mientras todo esto ocurre, suena de fondo “El caminante”, una melodía de la banda asturiana Templeton.

Al llegar a casa de su padre, como en el resto de la ciudad, no hay nadie. Lo que era un sueño se convierte en pesadilla y, abatida, deja el décimo sobre la mesa de la cocina y se acuesta.

A la mañana siguiente, el 22 de diciembre, le despierta el sonido de los niños de San Ildefonso y parece que todo ha vuelto a la normalidad. Bea pide disculpas a su padre y le cuenta que, al final, consiguió el décimo. Su padre, feliz de que haya dormido en casa, le contesta que, en realidad, el décimo es la excusa para estar juntos.

Por sexto año consecutivo, la agencia Contrapunto BBDO ha sido la encargada de realizar la campaña.

El anuncio ha sido grabado en los lugares más emblemáticos de Madrid capital y el reto ha sido lograr que esos lugares aparecieran vacíos. En la mayoría de los casos se logró con post producción, eliminando a la gente.

El cortometraje, por un lado, por las imágenes de un Madrid desierto, nos recuerda a la película “Abre los ojos” de Alejandro Amenábar y, por otro, por haberse cumplido un deseo expresado en un momento de exasperación, a la película “Qué bello es vivir”, aunque, en este caso, no es Bea la que desaparece de la vida de los demás, sino al contrario.

Este año, la historia pone el foco en lo que de verdad importa, nuestros valores y las personas que nos rodean.


viernes, 10 de noviembre de 2023

Lo hemos hecho bien

Este año, la empresa de la marca de turrones y chocolates Suchard, que ha sido la primera en publicar su anuncio de Navidad titulado “Lo hemos hecho bien”, ha conseguido emocionar a la audiencia desde la nostalgia, haciéndose viral en las redes sociales en cuestión de minutos.

Se trata de un cortometraje de animación, al estilo Pixar, con un minuto y medio de duración y el lema “La vida es eso que pasa entre Navidad y Navidad”.

Ha sido realizado por la agencia Ogilvy, con producción de Hogarth, y los estudios de animación Passion Pictures y Megacomputeur.

El anuncio nos cuenta la emotiva historia de una pareja de personas mayores que, por Navidad, mirando una foto, se preguntan si lo han hecho bien con sus hijos.

A partir de ahí, se inicia un viaje al pasado de cincuenta años, hasta 1973, en los que recuerdan los momentos más tiernos que han vivido con su familia en anteriores celebraciones de Navidad: la pandemia, la llegada de los nietos, el momento en que sus hijos les presentan a sus parejas, la adolescencia y niñez de sus hijos…

Un dardo directo al corazón que apela a la felicidad del reencuentro con los seres queridos para celebrar las fiestas porque, en definitiva, la Navidad es celebrar la vida.


Campañas navideñas de Suchard de los años 2022 y 2020

En el año 2022, el anuncio navideño de Suchard se tituló “La primera Navidad” en el que la marca, con el lema “Por todas las Navidades que nos quedan por vivir”, aborda el tema de la muerte, algo poco habitual en estas campañas.

La Navidad es el momento del año en el que recuperamos las costumbres y tradiciones familiares para disfrutar de nuestros seres queridos y lo hacemos recordando aquellos que ya no están. A todos ellos, y a la capacidad de superación de su ausencia, rinde homenaje este anuncio que lleva la firma de la agencia creativa Ogilvy que, en esta ocasión, ha trabajado junto a la guionista Alicia Luna, ganadora de un Goya al mejor guion original por “Te doy mis ojos” de Iciar Bollaín.

El anuncio muestra a un padre y sus tres hijos intentando sacar adelante una reunión navideña sin la madre que es la que se encargaba de todo. Tratan de organizarse como a ella le habría gustado y, para ello, se reparten las tareas. Aunque sin la experiencia y pericia que ella tenía, lo hacen y se esfuerzan por continuar con las tradiciones y mantenerse unidos.

En el minuto uno y catorce segundos del vídeo, la protagonista femenina aparece viendo con su hija viejas fotos guardadas en una antigua caja metálica, redonda, de caramelos de café con leche de la viuda de Solano, idéntica a la que yo tengo en mi casa y utilizo como costurero básico.

En la campaña de Navidad del 2020, Suchard nos recuerda los regalos más importantes. Creada por Ogilvy y dirigido el cortometraje por Daniel Sánchez Arévalo, ha contado con actores reconocidos como Marisol Rolandi o Carlos Olalla.

El anuncio, cuyo lema es “Que no se nos olviden los regalos más importantes”, tiene una duración de cuatro minutos y nos traslada a una cena familiar navideña poniendo el foco en tres de sus miembros a través de tres historias. Por un lado, vemos a Carmen que sorprende a su madre al decirle el nombre que le va a poner al bebé que espera. Por otro, Íñigo el nieto mayor de la familia es sorprendido por Paco, su abuelo, que le ha reservado su sitio en la mesa. Finalmente, Lucía le dice a su padre, que se enfrenta a una separación, unas palabras muy especiales.



miércoles, 8 de noviembre de 2023

Personas optimistas y positivas


Fuente: “365 ideas para una vida plena” de Mario Alonso Puig.

🌝 “El mundo necesita personas optimistas que irradien alegría, confianza y entusiasmo. Por ello, no te resignes a ver el lado sombrío de las cosas. A esa opción ya se han apuntado demasiadas personas. Muchas de ellas dicen que quieren mejorar el mundo y, sin embargo, sus actos contradicen sus palabras”.

🌝 “Las personas optimistas, además de recuperarse más rápidamente de las pérdidas sufridas, son capaces de asumir más riesgos en la vida y, por tanto, es más fácil que descubran y aprovechen las oportunidades”.

🌝 “Las personas positivas siempre son constructivas, por eso utilizan hasta el elemento más sencillo para construir poco a poco un castillo capaz de albergar un sueño”.

🌝 “La gente positiva experimenta también multitud de derrotas, pero no se paraliza ante tantas batallas perdidas porque en su interior ya ha ganado la guerra”.

🌝 “El ser positivo no solo se asocia a la serenidad y a la paz interior, sino a la mejora de la salud y a la prolongación de la vida. Ser positivo implica enfocarse en la búsqueda de soluciones en lugar de hacerlo constantemente en los problemas”.

🌝 “Tener una actitud positiva en la vida hace que confiemos en que, si persistimos, si no abandonamos, los recursos imprescindibles y la ayuda necesaria antes o después aparecerán”.

🌝 “La persona positiva está convencida de que, por oculto que pueda estar, vive inmersa en un mundo de posibilidades. La negativa rechaza la posibilidad de que exista este mundo”.

🌝 “Los pesimistas creen que no pueden gestionar su vida. Por ello, cuando se enfrentan a ciertos obstáculos, les falta confianza y sienten que no están dotados para alcanzar grandes metas. Los pesimistas no viven, simplemente existen”.

🌝 “Para que tus emociones positivas persistan, mantén viva la alegría, la ilusión, la serenidad y el entusiasmo, aunque vayas contracorriente. Vivimos en un mundo que por un lado alaba dichas virtudes, pero por otro, cuando alguien las expresa, parece como que estuvieran fuera de lugar”.

🌝 “Para mejorar tu estado de ánimo hay tres cosas sobre las que has de tomar el control: tu cuerpo. Mirada al frente, sonrisa en tu rostro, pecho levemente sacado y hombros hacia atrás. Tu atención. Pon el foco en lo que quieres obtener y no en lo que quieres evitar. Y tu lenguaje. Habla contigo mismo como le hablarías a alguien al que quisieras de verdad y en el que confiaras plenamente”.

🌝 “La sonrisa tiene un efecto transformador muy poderoso. Si sonríes de verdad, no solo lograrás sentirte más alegre y confiado, sino que transmitirás esa alegría y esa confianza a las personas que te rodean. Recuerda que crear un entorno seguro es indispensable para que el cerebro funcione bien. La sonrisa es un factor esencial para crear un entorno amable y seguro”.

🌝 “Aunque no te apetezca, aunque te cueste, aunque sientas que no puedes, aunque tengas que utilizar todos los músculos del cuerpo, sonríe. Acabarás sintiéndote más contento y gestionarás mejor tus emociones. Solo te parece imposible, pero en realidad no lo es”.

🌝 “Recuerda que visualizarte siendo la persona en la que quieres convertirte tiene un impacto directo en la formación de nuevas conexiones entre las neuronas”.

🌝 “Para alcanzar un objetivo, utiliza más palabras estimulantes y menos negativas, y usa la imaginación para visualizarte haciendo frente, con éxito, a los retos que encuentres en el camino. El lenguaje y la imaginación afectan a la estructura del cerebro tanto de manera positiva como negativa”.

🌝 “Empieza a utilizar palabras más positivas para que te generen una mayor confianza y entusiasmo a lo largo del día. Recuerda que el lenguaje es un elemento clave en nuestra mente simbólica y por eso, no solo describe, sin que, además, es capaz de afectar a la percepción de la realidad y, por consiguiente, a la manera en la que nos relacionamos con ella”.


miércoles, 1 de noviembre de 2023

Por qué la muerte es invisible


Este cuento está incluido en el libro “La muerte y el duelo a través de los cuentos” de Carmen Moreno Lorite.

Cuento tibetano

Hubo una vez un anciano que vivía en un pueblo con su mujer y sus dos hijos ya crecidos. El anciano buscó esposas para sus hijos esperando que sus nueras cuidaran de él y de su mujer, pero en cuanto se casaron se fueron a vivir a otro lugar.

Esto le partió el corazón a la mujer del anciano, que murió poco después de la boda de sus hijos. Durante algún tiempo el anciano vivió lo mejor que pudo con sus pocos ahorros, pero cuando se le acabaron se vio obligado a trabajar. Tuvo que ir al bosque a cortar leña para venderla en el mercado. Era un trabajo muy duro para un hombre tan viejo como él, pero no había más remedio.

Un día, el anciano fue al bosque a cortar las ramas de un árbol seco. Volvía con el cesto tan cargado que iba doblado por el peso de la leña y caminaba muy despacio por el bosque. No era tan fuerte como cuando era joven, así que tenía que pararse cada poco a descansar. En una de estas paradas se lio un cigarro y se puso a pensar en su esposa muerta, sus desalmados hijos y la mala vejez que estaba teniendo. Era demasiado para él. El anciano, maldiciendo su destino, gritó:

–¿Por qué no viene la Muerte y me lleva?

Y sucedió que la Muerte andaba por allí cerca y escuchó el desesperado deseo del anciano. Se acercó y le preguntó:

–¿Por qué me llamas?

El anciano se quedó estupefacto.

–¿Y tú quién eres?

–Soy la Muerte. ¿No es a mí a quien llamabas? –le respondió ésta.

El anciano pensó que se estaba volviendo loco y miró a la Muerte, desconfiado.

–¿Acaso lo dudas? Te lo demostraré. ¿Ves aquella mujer en el río? Va a morir.

Y en cuanto la Muerte acabó de decir esto, la mujer se desvaneció, cayó en el agua y desapareció. El anciano pensó que, seguro que se estaba dando un baño y que pronto saldría a la superficie, pero pocos minutos más tarde su cuerpo sin vida salió a flote en la superficie del río. El anciano sintió miedo porque en ese momento se dio cuenta de que lo que había deseado se cumplía. Aquel ser que tenía ante él era la mismísima Muerte. Comenzó a excusarse ante la muerte:

–Verás, no lo decía en serio.

–No temas, a nadie me llevo antes de que llegue su hora.

–¿Y cuándo será mi hora? –preguntó el anciano, que no tenía ganas de seguir discutiendo con la Muerte.

–Te quedan cinco años –le respondió la Muerte, y desapareció.

El anciano supo que le quedaban sólo cinco años de vida y el deseo de seguir viviendo se apoderó de él. Se fue a lo más profundo del bosque y allí encontró un árbol centenario. Comenzó a excavar debajo del árbol y construyó un laberinto, y al final del laberinto excavó siete habitaciones que conducían la una a la otra; la última tenía una gruesa puerta hecha con algunas de las ramas del árbol centenario. Cuando pasaron los cinco años, la Muerte llegó y lo encontró sentado al pie del árbol.

–Tu hora ha llegado –le dijo la Muerte al anciano.

–Iré contigo –le respondió el anciano–, pero antes me gustaría mostrarte lo que he hecho en estos cinco años.

La Muerte asintió y le acompañó. El anciano llevó a la Muerte a través del laberinto y, cuando llegó al final, la hizo pasar de habitación en habitación, y en la más recóndita la encerró. Luego salió afuera cerrando todas las habitaciones según salía.

Con la Muerte encerrada en el laberinto del anciano, nadie en la tierra se moría. La población aumentó tanto que la comida comenzó a escasear. La gente se hacía cada vez más vieja, se volvía decrépita y vivía sufriendo achaques, pero nadie se moría. El ciclo de la creación había sido gravemente alterado y el equilibrio se había roto. Los dioses se preocuparon y fueron a ver a Visnú. El dios que todo lo ve supo exactamente dónde estaba la Muerte. Se disfrazó de hombre común y bajó a la tierra. Fue a ver al anciano, que estaba todavía sentado al pie del árbol, inimaginablemente viejo, débil y decrépito. Sus ojos cansados miraron a Visnú y allí él vio todo el sufrimiento que su vida le causaba.

–¿Todavía deseas vivir? –le preguntó Visnú al anciano.

–No –dijo el hombre con gran esfuerzo–. Si pudiese tenerme en pie y caminar unos pasos, ya habría ido a liberar a la Muerte.

–Si te doy bastante fuerza para liberar a la Muerte, ¿lo harás?

Por primera vez Visnú vio que los ojos del anciano se iluminaban. El dios le dio fuerza para ponerse en pie y caminar. El anciano sacó unas viejas llaves herrumbrosas de entre sus ropajes y condujo a Visnú por el laberinto. Por fin, después de haber traspasado las habitaciones, llegaron a la séptima, donde estaba encerrada la Muerte, y al abrir la puerta allí la vieron, durmiendo en la tierra. El anciano miró a la Muerte a los ojos y con un gesto de profunda paz en el rostro, cayó al suelo y murió. La Muerte presentaba un aspecto lamentable: débil y pálida, tenía el pelo y el cuerpo sucios y sus ropajes se habían convertido en un montón de harapos.

–Estoy harta, oh Visnú, de que los hombres me teman, huyan de mí y me tiendan trampas. Te pido que busques a otro que se lleve las almas de los hombres –le dijo la Muerte.

–No puedo concederte eso que me pides. El ciclo de la creación sólo puede continuar si la Muerte renueva la vida. Pero puedo hacer que tu trabajo sea más fácil. Si los hombres no pueden verte, no podrán tenderte trampas.

Y es por eso por lo que desde entonces la Muerte es invisible.

Igual que tenemos la tentación de escondernos de nuestra muerte para que no nos encuentre, nos queremos esconder de la muerte de nuestros seres queridos. Necesitamos un tiempo para aceptar esa realidad tan difícil de asimilar, pero tenemos que aprender a hacerlo, a aceptar que él o ella ya no están aquí y que la muerte forma parte del ciclo vida-muerte-vida, aceptando y expresando también las emociones y los pensamientos que esta pérdida nos causa.


jueves, 26 de octubre de 2023

El anciano y el bandolero


Fuente: “Cincuenta cuentos para meditar y regalar” de Ramiro A. Calle.

Un anciano muy religioso viajaba de un monasterio a otro a lomos de una mula. El sol era tan implacable y el camino tan largo que sus fuerzas de debilitaron de tal modo que perdió el conocimiento y cayó de la montura.

Pasaba por allí en esos momentos un bandolero tristemente célebre por sus muchas fechorías, pero que al contemplar la situación del viejo se apiadó de él y, cogiéndole entre sus fornidos brazos, trató de darle un poco de agua.

De repente el anciano volvió en sí y en seguida tomó conciencia de que ese hombre era el famoso bandolero, por lo que se sintió espantado y comenzó a gritar:

—¡No, no aceptaré ni una gota de agua, ya que viniendo de un malhechor como tú seguro que está envenenada! ¡Quieres matarme y robarme mi mula, pero no lo conseguirás!

—Te equivocas —dijo el bandolero—; mi agua es de manantial, pura y fresca, y te ayudará a reponerte.

—¡No, no, está envenenada!

—Créeme anciano —adujo afectuosamente el bandolero—, esta agua es muy sana y te dará las fuerzas que ahora necesitas.

—¡Te digo que no la beberé, maldito! Nada bueno puede proceder de ti. ¡No probaré ni una sola gota!

Y, negándose a beber, el extenuado corazón del anciano falló y le sobrevino la muerte.

La desconfianza sistemática no es una buena consejera. A menudo todos desarrollamos prejuicios con respecto a otras personas, hasta tal punto que no les damos la oportunidad de que nos demuestren su buena fe o disponibilidad si la tienen. Entonces nos comportamos injustamente y, además, en último caso, nos perjudicamos a nosotros mismos.

Sin dejar de protegernos, hay que dar un voto de confianza desde la adecuada prudencia. Muchas personas reaccionan positivamente en esta vida porque recibieron una nueva oportunidad de hacerlo.


viernes, 20 de octubre de 2023

Convivir en la ausencia

A mi madre. No hago otra cosa que transmitir el amor que de ella recibí.

“Virgen de los vientos”. Roquetas de Mar (Almería).

 “Ave María”. Giulio Caccini . (Royal Philharmonic Orchestra).

Fuente: “La vida empieza cada día” de Anne Igartiburu.

Nunca he encubierto el gran dolor que sentí por la muerte, hoy hace quince años, de mi madre. En mi caso, desde el principio, empecé a honrar su figura, su increíble capacidad de hacer cosas y hacerlas bien, su fuerza incombustible, su vitalidad, su clarividencia, su generosidad, los cuidados y el amor que me dedicó y que sanaban, siempre, mi corazón… y, de esta manera, su ausencia se convirtió en una presencia amorosa y constante.

Hoy revisaré, con amor y sana melancolía, la caja en la que guardo algunos objetos personales y sus fotos y volverán a mí los momentos vividos, las palabras compartidas, las emociones que me han convertido en quien soy y, como siempre que pienso en ella, dibujaré mi mejor sonrisa en la cara. Mi madre es mi gran regalo, mi mayor bendición y sigue siendo uno de mis refugios más importantes, seguros y reconfortantes.

Mi personalidad, lo bueno que en mí reconozco, tienen su raíz en mi madre y, en realidad, no hago sino transmitir el amor que de ella recibí.

No importa la edad que tenga. Siempre seré su hija. La extraño. Nadie puede reemplazar su ausencia y siempre anhelaré su abrazo.


Este conmovedor cortometraje titulado “Madre”, del cineasta iraní Mohammad Reza Kheradmandan, en tan solo un minuto, captura la ternura, la belleza y la universalidad del anhelo que todos tenemos por el abrazo de una madre.


sábado, 14 de octubre de 2023

Vivir una mentira

En esta entrada se recogen algunas reflexiones del psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden (1930-2014), autor de libros de autoayuda y de numerosos artículos sobre ética y filosofía política. Branden ha trabajado especialmente en el campo de la psicología de la autoestima y desempeñó un importante papel en el desarrollo y la promoción del objetivismo, el sistema filosófico de Ayn Rand.


Fuente: “365 semillas de conciencia para una vida plena” de Daniel Ramos Autó.

Las mentiras más devastadoras para nuestra autoestima no son tanto las que decimos como las que vivimos. Vivimos en una mentira cuando desfiguramos la realidad de nuestra experiencia o la verdad de nuestro ser.

Así, vivimos una mentira cuando:

- Fingimos un amor que no sentimos.

- Simulamos una indiferencia que no sentimos.

- Nos presentamos como más o menos de lo que somos.

- Decimos que estamos irritados y lo cierto es que tenemos miedo.

- Aparentamos indefensión y lo cierto es que somos unos manipuladores.

- Negamos y ocultamos nuestro entusiasmo por la vida.

- Fingimos una ceguera que niega nuestra comprensión.

- Pretendemos poseer una información que no tenemos.

- Nos reímos y en realidad necesitamos llorar.

- Pasamos un tiempo inútil con gente que no nos gusta.

- Nos presentamos como la personificación de valores que no sentimos ni poseemos.

- Somos amables con todos menos con las personas que decimos amar.

- Nos adherimos falsamente a ciertas creencias para gozar de aceptación.

- Fingimos modestia.

- Fingimos arrogancia.

- Permitimos que nuestro silencio implique asentimiento con respecto a convicciones que no compartimos.

- Decimos que admiramos a una clase de persona, pero dormimos siempre con otra.

Si falseamos la realidad de nuestra persona, estamos engañando la conciencia de los otros y la nuestra propia y lo hacemos porque consideramos inaceptable lo que somos y valoramos cualquier idea de otro por encima de nuestro propio conocimiento de la verdad.

Si vivimos en la mentira nos condenamos a la angustia de preguntarnos eternamente cuándo nos descubrirán y atravesaremos la vida con la atormentada sensación de ser unos impostores.


domingo, 8 de octubre de 2023

Servir a los demás (IV)


Fuente: Esta historia, de autor desconocido, está incluida en el libro “Cuentos con alma” de Rosario Gómez.

Recibí una llamada telefónica de un buen amigo. Me gustó mucho escucharle. Lo primero que me preguntó fue:

—¿Cómo estás?

Y sin saber por qué, le contesté:

—Muy solo.

—¿Quieres que hablemos? —me dijo.

Le respondí que sí.

—¿Quieres que vaya a tu casa?

—Sí.

Colgó el teléfono y en menos de quince minutos ya estaba llamando a mi puerta.

Le hablé durante horas de todo: de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas… y él me escuchó siempre atento.

Se nos hizo de día. Me quedé muy cansado mentalmente, pero me había hecho mucho bien su compañía y, sobre todo, que me escuchara, que me apoyara y me hiciera ver mis errores. Me sentía muy a gusto.

Cuando él observó que yo ya me encontraba mejor, me dijo:

—Bueno, me voy que tengo que ir a trabajar.

Yo me sorprendí y le dije:

—¿Por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar? Mira la hora que es, no has dormido nada…

Él sonrió y me dijo:

—No hay problema, para eso estamos los amigos.

Yo me sentí feliz y orgulloso de tener un amigo así.

Lo acompañé hasta la puerta. Él caminaba hacia su coche y le grité desde lejos:

—Y, a todo esto, ¿por qué me llamaste anoche tan tarde?

Él volvió y me dijo en voz baja:

—Es que te quería dar una noticia…

—¿Qué pasó?

—Fui al médico y me dijo que estoy muy enfermo.

Me quedé mudo. Él sonrió y me dijo:

—Ya hablaremos de eso. Que tengas un buen día…

Se dio la vuelta y se fue. Pasó un buen rato hasta que asimilé la situación y me pregunté una y otra vez: “¿Por qué cuando me preguntó cómo estaba me olvidé de él y sólo hablé de mí? ¿Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación…?”.

Desde entonces, mi vida ha cambiado. Suelo ser menos dramático con mis problemas y disfruto mucho más de las cosas buenas de la vida. Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero.

La vida es como una escalera: si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila, pero si miras hacia abajo verás que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar.

Detente a escuchar y a ayudar a quien te necesite.

“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.


lunes, 2 de octubre de 2023

Los ángeles están aquí

Al bello ser de luz que está junto a mí por voluntad de Dios.

El santoral católico hace hincapié hoy en la figura de los ángeles custodios, también conocidos como ángeles de la guarda. Nuestros ángeles guardianes, nuestros protectores, nuestros guías espirituales o como queramos llamarlos, están más cerca de lo que imaginamos; ellos nos protegen y, si se lo pedimos, pueden guiar nuestros pasos en la Tierra.


Fuente: Esta historia, al parecer de autor desconocido, es una adaptación de la incluida en el libro “Cuentos con alma” de Rosario Gómez.

La siguiente historia ocurrió en Nueva York. Elisa llevaba asistiendo tres días a un taller de ángeles. De vuelta a su casa, iba pensando cómo poner en práctica todo lo que estaba aprendiendo. Al llegar a Central Park, invocó a sus ángeles guardianes para pedirles protección y decirles que les abría su corazón para que pudieran ser parte de su vida. Mientras Elisa atravesaba el parque, se cruzó en su camino un hombre, de unos veinticinco años, que la miró de una forma que la estremeció. Sintió que corría peligro y se apoderó de ella un miedo inmenso, pero a esa hora de la tarde camina por Central Park mucha gente de regreso a casa después de su jornada laboral y pensó que ese hombre no podría hacerle nada… Miró hacia atrás y al comprobar que no la seguía, apresuró el paso.

Al llegar a la esquina del edificio en el que vivía, escuchó la sirena de una ambulancia y un coche de policía en dirección hacia el parque.

Subió a su apartamento, se cambió de ropa, se preparó un té y se sentó frente al televisor. En ese momento, interrumpieron la programación para dar la noticia del asesinato de una joven que regresaba a casa tras salir de la universidad. La joven, que cruzaba Central Park, ofreció resistencia a un hombre que intentaba robarle la mochila y recibió un disparo. La policía pudo detenerlo en una calle cercana al lugar del crimen.

Cuando Elisa vio la imagen del hombre, le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo: era el mismo hombre del cual ella había tenido miedo en el parque.

Se quedó muy impactada y muy intrigada. No sabía por qué se había salvado de ese hombre. Pasado un tiempo, se armó de valor, fue a la cárcel donde estaba recluido el asesino y consiguió un permiso para visitarlo. Tras el cristal, le preguntó si se acordaba de ella. El hombre le contestó que sí, que ella iba delante de su víctima la tarde del crimen.

Ella, asombrada, le preguntó:

—¿Por qué no me hizo nada a mí?

—Tú eras mi víctima esa tarde, pero, cuando me crucé contigo, aparecieron dos hombres, como de un metro noventa, que caminaban a tu lado. No me atreví a acercarme. Entonces decidí buscar otra víctima.

Elisa no podía creer lo que escuchaba. Estaba convencida de que fueron sus ángeles quienes la protegieron e impidieron que la mataran.

Después de esta experiencia, todas las mañanas los invoca al comenzar el día.

Hace algo más de veinticinco años, una de mis tías, hermana de mi madre, a la cual yo admiraba por su inteligencia, elocuencia y vivacidad; por su saber estar; por su porte, belleza y elegancia; por su fino sentido del humor… fue hospitalizada porque había sufrido una caída y se había roto la cadera o, tal vez, en las personas mayores que sufren osteoporosis es difícil de determinar, se le había roto la cadera y se había caído. Como les ocurre a muchos mayores cuando son hospitalizados, sufría, en algunos momentos, algunos síntomas de lo que se conoce como “síndrome confusional” y, en ocasiones, su pensamiento era algo incoherente.

La última vez que la visité, me acerqué, como siempre, hasta la cama para besarla. Me reconoció perfectamente y observé que, sin dejar de mirar hacia la puerta, me preguntó por el hombre joven, tan alto y guapo, que me acompañaba e insistió varias veces para que yo le dijera que pasara, que no se quedara en la puerta.

Sorprendida, miré reiteradamente hacia la puerta. No había nadie o, mejor, yo no vi a nadie y desacertadamente, en tono jocoso, le dije: “¿Un hombre alto y guapo a mi lado? ¡No me digas eso, por Dios! ¡Y yo sin saberlo!¡Qué más quisiera yo!”... Sonriendo la besé, le pregunté cómo estaba y la conversación siguió por otros derroteros. Dos días después murió.

Aún me sigo preguntando por qué reaccioné de aquella manera en vez de dejar que siguiera hablando sobre el apuesto “joven” que me acompañaba. Todavía sigo renegando de mi torpeza.

Después de todo este tiempo, aunque ni siquiera puedo imaginar al bello ser de luz que está junto a mí por voluntad de Dios, me siento acompañada y tutelada por “el joven alto y guapo”. Sé que estará conmigo hasta que muera y custodiará mi alma y mi memoria hasta que “despierte”. Algún día lo conoceré, o mejor, lo reconoceré y en su momento, tal vez, iniciemos juntos otro largo camino.