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martes, 29 de mayo de 2012

El coco

Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.

Desde lo alto de un cocotero, un mono arrojó un coco sobre la cabeza de un sufí.

El hombre lo recogió, bebió el dulce jugo, comió la pulpa y se hizo una escudilla con la cáscara.

Gracias por criticarme.


sábado, 26 de mayo de 2012

Campaña en defensa de la Educación Pública


  “Yo estudié en la Pública”. Yadam.

Creo en una educación que garantice la igualdad de oportunidades y la compensación de las desigualdades.

Creo en una escuela democrática y laica.

Creo que para salir de la crisis hace falta más y mejor educación.

No acepto los recortes en inversión educativa ni los recortes de personal.

En las sociedades democráticas occidentales la enseñanza de titularidad pública es el eje vertebrador del sistema educativo. En España, el 67% de los alumnos de educación no universitaria estudia en centros públicos. En países de nuestro entorno, el sector educativo público es abrumadoramente mayoritario pues en el conjunto de los países de la OCDE alcanza el 90%.

El modelo de escuela pública se sustenta sobre valores como la democracia, la integración, la interculturalidad, la participación y la solidaridad. Éstas no son solo palabras bonitas para quienes consideramos prioritaria la cohesión social, el progreso y el desarrollo científico y humanístico de nuestro país. La escuela pública, a diferencia de la privada, es la escuela de todos y para todos, con independencia de la clase, el género, la nacionalidad, la etnia o la capacidad económica y es gestionada democráticamente.

Pero la escuela pública necesita poderes públicos que crean e inviertan en ella. Así de sencillo. Es fundamental que las administraciones educativas, de manera decidida, se comprometan con la escuela pública, inyecten los fondos suficientes en la misma y le presten la máxima atención.

Me preocupa el trasvase de alumnado que se está produciendo en los últimos años a la escuela concertada porque muchos padres temen que esté descendiendo la calidad de la enseñanza.

Me preocupa que la escuela pública acabe convirtiéndose en un gueto que solo escolarice a inmigrantes y a alumnado nativo con bajo nivel socioeconómico o con necesidades educativas especiales, mientras que la concertada escolariza a las clases sociales más acomodadas cuando, según el Informe PISA, los resultados académicos son similares entre los alumnos de los centros públicos y concertados.

En nuestro país siempre ha habido una histórica falta de presupuesto destinado a la educación con el consiguiente desgaste de la escuela pública.

Las distintas administraciones no han sabido o no ha querido transmitir a la sociedad un modelo claro de escuela pública. Mientras que la escuela privada-concertada defiende su proyecto educativo, fundamentado en el individualismo y en el éxito escolar... ¿quién defiende el modelo de la escuela pública?



miércoles, 23 de mayo de 2012

Estamos perdiendo el norte


“Estamos perdiendo el norte” es el título de una corta historia que nos cuenta Javier Urra, Psicólogo Forense de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid (en excedencia voluntaria) y Defensor del menor de la Comunidad de Madrid desde 1996 hasta 2001, en su libro “¿Qué se le puede pedir a la vida?” publicado en febrero de este año.

«Siendo defensor del Menor me encontré con algún caso en que los padres denunciaban a los agentes de policía municipal. ¿La razón? Detención ilegal.

Investigados los casos, comprobamos fehacientemente que dichos agentes habían sido requeridos por ciudadanos que encontraron a niños y niñas de 13 y 14 años bajo los efectos devastadores de una ingesta masiva de alcohol, por lo que estos servidores de la ley y de la sociedad los condujeron a toda velocidad al hospital más próximo.

Los padres, en lugar de agradecer su diligencia (pasadas las horas necesarias para superar la brutal borrachera, que en un caso acabó en delirium tremens), de dar las gracias a los profesionales sanitarios y de hablar con los hijos para interesarse por la razón profunda de esta conducta autolesiva, lo que hicieron fue denunciar a los policías».

Me gustaría que vierais el siguiente vídeo del programa Noticias 4 del día 17 de junio de 2009, en el que se recoge la opinión del periodista Iñaki Gabilondo.


«El estupor de los adultos ante el poder arrollador de las nuevas generaciones, es inevitable. Es ley de vida. Pero ésta es la primera generación adulta acoquinada ante sus hijos, seguramente porque perdió sus propias certezas y no está nada segura de lo que desea trasmitir. Quien se escandaliza ante lo nuevo, demuestra que se está haciendo viejo. Pero quien defiende cualquier cosa que sea nueva demuestra su estupidez. Y que un chaval o una chavala de catorce años llegue borracho o borracha a su casa no es una novedad, es un desastre. Y no tenemos ni herramientas ni convicciones para evitarlo».


domingo, 20 de mayo de 2012

La generación que nos regaló la prosperidad


Fernando Sánchez Salinero en su blog “Territorio Pyme” del periódico digital Tribuna de Salamanca escribió el siguientes artículo que reproduzco literalmente:

La generación que construyó España

“¿Quiénes son los pobres? Los nietos de los ricos”.
Aforismo castellano

Cuando analizas lo que ocurre en una empresa o una sociedad, debes buscar las causas que provocan su situación, porque sólo trabajando sobre las causas, puedes cambiar los efectos. Y no tengo ninguna duda de que una de las principales causas de la prosperidad que vivimos en los años pasados fue la actitud de la generación de nuestros padres, y una de las principales causas de la crisis, es haber perdido esa actitud.

Recuerdo que hace años, un empresario brillante que viajó a China para hacer negocios, me comentaba: “China va a ser imparable. Cuando llegas allí el ambiente te recuerda la España de los años 70. Todo el mundo quiere trabajar mucho, ahorrar, comprarse su casa, su coche, que sus hijos vayan a la universidad… Cuando una generación está así centrada, no hay quien la pare” Este pensamiento me hizo reflexionar entonces y me ha vuelto a la memoria al contemplar a las tres generaciones que convivimos.

Mis padres tienen en torno a 70 años, y siempre han sido un ejemplo de trabajo, honradez, austeridad, previsión y generosidad. Pertenecen a una generación que, como dice mi padre, les tocó el peor cambio: de jóvenes trabajaron para sus padres y de casados para sus hijos.

Son gente que veían el trabajo como una oportunidad de progresar, como algo que les abría a un futuro mejor, y se entregaron a ello en condiciones muy difíciles. Son una generación que compraba las cosas cuando podía y del nivel que se podía permitir, que no pedía prestado más que por estricta necesidad, que pagaban sus facturas con celo, y ahorraban un poco “por si pasaba algo”, que gastaban en ropa y lujos lo que la prudencia les dictaba y se bañaban en ríos cercanos, disfrutando de tortillas de patata y embutidos, en domingos veraniegos de familia y amigos.

Y tan sensatos, prudentes y trabajadores fueron, que constituyeron casi todas las empresas que hoy conocemos, y que dan trabajo a la mayoría de los españoles.

Sabían que el esfuerzo tenía recompensa y la honradez formaba parte del patrimonio de cada familia. Se podía ser pobre, pero nunca dejar de ser honrado.

La democracia significaba libertad y posibilidades y seguir viviendo en armonía y respeto.

Y cometieron los dos peores errores imputables a esa generación:

1) “Que mis hijos no trabajen tanto como trabajé yo”. Nos cargamos la cultura del esfuerzo y del mérito de un plumazo, convirtiendo el trabajo en algo a evitar.

2) “Como tenemos unos ahorrillos, hijo, tu gasta, que para eso están tus padres”. Con lo que mi generación empezó a pensar que el dinero nacía en las cuentas corrientes de sus padres, que daban la impresión de ser inagotables y que los bancos eran unas fuentes inagotables de hipotecas, rehipotecas y contrarrehipotecas.

Y entonces, eclosionó nuestra generación (yo soy del 67). La generación de los nuevos ricos, la generación de “los pelotazos”, del gasto continuo, de la especulación, de la ingeniería financiera, de la exhibición del derroche, la de lo quiero todo y lo quiero ya, la de “papá dame”.

Y todos nos volvimos ricos (en apariencia), todos nos convertimos en gastro-horteras. ¿Conocéis a alguien que se atreva a comer un bocata de chorizo? Le corren a gorrazos por paleto. Ahora hay que comer hamburguesas deconstruidas al aroma de los almendros al atardecer. ¿Y qué decir del vino? Pasamos del Don Simón con Casera, al Vega Sicilia sin fase de descompresión. El vino ya no está “bueno”, ahora tiene matices a fruta del bosque, con un retrogusto alcohólico, que adolece de un cierto punto astringente, con demasiada presencia de roble. Esto, por supuesto, a golpe de docenas de euro, que para ser un “enterao” hay que pasar por taquilla. ¡Y es que pocas cosas cuestan tanto, como ocultar la ignorancia!

Somos la generación de “endeudarse para demostrar que eres rico”. Increíble pero cierto.

- ¿Sólo debes 500.000 €? Es que eres un cutre. Mira, nosotros debemos ya 2.000.000 y nos están estudiando una operación por otros 2 más.

- Vosotros sí que sabéis sacar provecho al sistema… Ojalá yo algún día pueda deber esas cantidades. ¡Cuánto envidio tus préstamos!

En Alemania no daban abasto a fabricar Mercedes, Audis, BMW para los españoles.

Irrumpió Europa en nuestras vidas y llegó en forma de mega infraestructuras que producían mega comisiones para todos los involucrados. ¡Viva el cazo! ¡Viva el yerno del Rey! ¡Que se besen los padrinos! Además, llovían las subvenciones, nos daban una fortuna por plantar viñas y luego a los dos años otra fortuna por arrancarlas. Que llegaba un momento que no sabías si tenías que plantar o arrancar. A propósito, ¿Qué toca este año?

Si algún “tarao” dice que hay que parar esto, se le lapida y “que no pare la fiesta”. Por supuesto que todos estamos de acuerdo que esto es imposible que se sostenga, pero hay que empezar a recortar por el vecino, que lo mío son todo derechos esculpidos en piedra en la sacrosanta constitución.

De la siguiente generación mejor no hablar (lo dejaré para otro post). Esa es la generación que dice el aforismo que será pobre, por ser nieta de ricos.

Si somos incapaces de volver a los valores con los que se construye una sociedad sostenible, nos hundiremos, eso sí, cargados de reivindicaciones.

En mi casa siempre he tenido un ejemplo vivo de cordura, honradez y esfuerzo. Y no han sido menos felices que nosotros. Los psiquiatras, de hecho, dicen que, al revés, que han sido bastante más. Debe ser que la sencilla tortilla, el melón fresquito, comprar el sofá cuando se podía, poner las cortinas cosidas por nuestra madre, con ayuda de la abuela, trabajar y echarle huevos para emprender (aunque no lo llamaban así) no debía ser mala receta.

Desde aquí quiero dar las gracias a mis padres y a toda esa generación que nos regalaron un país cojonudo, que nos hemos encargado de arruinar (entre todos, que todos hemos aplaudido la locura), y que sólo con que nos descuidemos un poquito más, le vamos a dejar a nuestros hijos un protectorado chino, donde serán unos esclavos endeudados y tendrán unas historias legendarias sobre la prosperidad que crearon sus abuelos, empeñaron sus padres y son incapaces de imaginar los nietos.

Estamos a tiempo de cambiarlo, pero cada vez tenemos menos. Podemos encontrar maestros en casa.


miércoles, 16 de mayo de 2012

La búsqueda del asno

Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.

Todo el mundo se asustó al ver al Mullah Nasrudín recorrer apresuradamente las calles de la aldea, montado en su asno.

«¿Adónde vas, Mullah?, le preguntaban.

«Estoy buscando a mi asno», respondía Nasrudín al pasar.

En cierta ocasión vieron a Rinzai, el Maestro de Zen, buscando su propio cuerpo. Ello hizo que se rieran mucho sus más estúpidos discípulos.

¡Llega uno a encontrarse con gente seriamente dedicada a buscar a Dios!


domingo, 13 de mayo de 2012

Perder las ilusiones. ¿Para qué vivir?


Fuentes: “La buena vida” de Álex Rovira y “La inutilidad del sufrimiento” de Mª Jesús Álava Reyes.

¿Nos hemos preguntado qué les falta a las personas que se sienten infelices o agotadas, a las que nos dicen “¡ya no puedo más!”, a los amigos que vemos apáticos y decaídos, a muchos niños “de hoy” que parecen estar “aburridos”, a tanta gente “mayor” con los ojos sin brillo?... ¿Qué nos falta cuando nos sentimos impotentes y sin esperanzas?

Nos faltan ilusiones.

Es difícil vivir sin dinero y más aún sin salud, pero es imposible vivir sin ilusiones.

El ser humano no puede vivir sin ilusiones porque entonces nuestra existencia sólo es un cúmulo de obligaciones sin sentido, de esfuerzos malgastados, de falsas responsabilidades, de insatisfacciones permanentes de trampas constantes… que terminan por agotarnos.

Perder las ilusiones es como perder la brújula, la fuerza que nos mueve.
Las ilusiones en todos los momentos de nuestras vidas, deben constituir el eje que dé sentido a nuestros movimientos.

Uno de los primeros aspectos que conviene trabajar cuando se ha perdido la ilusión, es volver a encontrar nuestra misión, esa meta que justifica nuestros esfuerzos y la utilidad a nuestro trabajo o sacrificio.

Todos tenemos una misión y el día que la persona no lo sienta así, será el principio de su desaliento y solo le quedará la desesperanza.

¿Para qué vivimos?

Quizás nadie como el doctor Viktor Frankl (1905- 1997) en su libro “El hombre en busca de sentido” ha dado respuestas tan lúcidas a esta pregunta. Esta obra marcó un antes y un después en el análisis existencial del ser humano y desarrolló una aproximación revolucionaria a la psicoterapia, conocida como “logoterapia” o terapia basada en el sentido.

Una de sus mayores aportaciones nace del siguiente enunciado, tan simple como esencial:

“La última de las libertades humanas, la libertad esencial, aquella que nadie nos puede arrebatar, es la de elegir nuestra actitud sean cuales sean las circunstancias que nos rodean, por difíciles, dolorosas o complejas que sean tales circunstancias. Y es precisamente esta libertad que no nos puede ser arrebatada, la que hace que la vida tenga sentido y propósito.
Si existe tal libertad, incluso ante el dolor y la muerte, el ser humano no está totalmente condicionado y determinado, sino que es él quien determina si ha de entregarse a las situaciones o hacer frente a ellas. En otras palabras, el ser humano, en última instancia, se determina a sí mismo; no se limita a existir, sino que siempre decide cuál será su existencia”.

Su mensaje es extraordinariamente positivo sobre nuestra capacidad de superar adversidades y construir una vida con sentido no solo para nosotros mismos, sino para los demás.

El amor a alguien o a una tarea que realizar -amor y creatividad- son los pilares sobre los que se construye la esperanza y el sentido de la vida. Hay que ser capaz de trascender los estrechos límites de la existencia centrada en uno mismo y creer que uno puede hacer una contribución a la vida de los demás. Solo así podemos hablar de sentido, de cumplimiento y de realización.

A veces, simplemente tendremos que “mirar” con esos “ojos de ver”. En otras ocasiones, será bueno que encontremos ilusiones nuevas que nos motiven y nos ayuden a salir de un estado lamentable. Para conseguir recuperar esas ilusiones tendremos que llevar a cabo cambios importantes en nuestra vida y tendremos que conseguir desarrollar e implantar nuevos hábitos.


miércoles, 9 de mayo de 2012

Efectos de la amabilidad

Entre los múltiples correos que me mandan los amigos y amigas a través de “la red”, ha llamado mi atención un vídeo presentado por la fundación “Life Vest Inside” (Chaleco salvavidas interior) basado en una especie de cadena de favores. El vídeo ejemplifica cómo un sencillo gesto amable con una persona desconocida, puede desencadenar un “efecto boomerang” que puede ayudar a muchas personas. Todo lo que se necesita es un pequeño paso para iniciar el proceso.

Como bien dice el vídeo, “la bondad es lo que mantiene a flote el mundo” pero la bondad es también una sonrisa, una caricia o una palabra de consuelo. La amabilidad es un lenguaje universal que tiene un poder edificante tremendo y el más pequeño gesto puede alegrar un día oscuro o aliviar una pesada carga. Puede, en definitiva, cambiar significativamente nuestro entorno.



domingo, 6 de mayo de 2012

Qué no daría yo

Cuando mi memoria, no sé por qué, aunque aparentemente lo hace de forma caprichosa, rescata del olvido expresiones o gestos que identifico con personas a las que he amado, o mejor, que sigo amando, pero que ya no están conmigo, siento una gran alegría: me recreo desempolvándolos junto a mis recuerdos y los hago míos introduciéndolos en mi lenguaje cotidiano y al hacerlo, es como si conectara con mis raíces y fluyera una red de energía que acaricia mi alma y me une a ellas.

Tal vez tú lo entiendas. ¡Qué no daría yo…!

Hay un correo electrónico que conservo de forma muy especial, porque, desde la nostalgia, siempre que lo leo arranca en mí una sonrisa: se trata de frases que hemos escuchado de boca de nuestras madres y que con el paso de los años nos hemos sorprendido pronunciándolas en más de una ocasión.

«Mi madre me enseñó a apreciar un trabajo bien hecho:

“Si os vais a matar, hacedlo fuera que acabo de terminar de limpiar”.

Mi madre se preocupó por mi formación religiosa:

“Reza para que esta mancha salga de la alfombra”.

Mi madre me enseñó a razonar:

“Porque yo lo digo, por eso… y punto”.

Mi madre me enseñó el camino hacia la rectitud:

“Como te dé un tortazo te voy a poner más derecha que una vela”.

Mi madre me enseñó a ser ahorrativa:

“¡Guárdate las lágrimas para cuando yo me muera!”.

Mi madre me enseñó a tener fuerza de voluntad:

“Te vas a quedar sentada hasta que te comas todo”.

Mi madre me enseñó a ser comedida al hablar:

“¡Te he dicho un millón de veces que no seas exagerada!”.

Mi madre me enseñó lo que era la ironía:

“Tú sigue llorando y verás cómo te voy a dar una razón para que llores de verdad”.

Mi madre me enseñó un montón de habilidades:

- Contorsionismo:

“¡Mira qué sucio tienes el cogote!”.

- Ósmosis:

“Cierra la boca y come”.

- Ventriloquia:

“Cállate y dime: ¿por qué lo hiciste?”.

Mi madre me enseñó a modificar mis patrones de comportamiento:

“Eres igual que tu padre...”.

Mi madre me enseñó Geografía de España:

“¡Como sigáis así, a ti te voy a mandar a Cádiz y a tu hermano a La Coruña!”.

Mi madre me enseñó Lógica:

“Mamá, ¿qué hay de comer? —¡Comida!”

Mi madre me enseñó Biología:

“¡Tienes menos cerebro que un mosquito!”.

Mi madre me enseñó a descifrar el lenguaje encriptado:

“No me, no me… que te, que te...”».

“Qué no daría yo”. Pastora Soler


sábado, 5 de mayo de 2012

El mejor trabajo del mundo

El 6 de mayo, primer domingo del mes, se celebra en España el Día de la Madre. Por ello, he seleccionado un anuncio que nos habla de la dura y difícil tarea de ser madre. ¡Feliz día de la madre!

Ser madre es el trabajo más difícil del mundo, pero también es el mejor. Este es el mensaje que lanza la multinacional Procter & Gamble (Ariel, Fairy, Pantene, Olay, Gillete, H&S y Braun), aprovechando los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en un anuncio que valora y agradece la incansable labor de las madres y nos recuerda que detrás de cada atleta hay una madre extraordinaria.

El anuncio viene con el sello de la agencia norteamericana Widen+Kennedy.

Finalmente, quiero haceros una sugerencia:

Estando las cosas como están, buscar un regalo para vuestra madre puede resultar complicado pero ¿no dicen ellas que los mejores regalos no cuestan dinero? Hay algo que siempre podéis hacer: agregar a vuestra madre al Facebook. Es lo que nos sugiere en el siguiente anuncio Central Lechera Asturiana:

“Porque madre no hay más que una... agrégala a tu vida”.


martes, 1 de mayo de 2012

El cambio y la teoría del caos

¿Existe el destino? ¿El devenir es accidental? ¿Nuestras decisiones hacen nuestro futuro? ¿Es la existencia simplemente una sucesión inevitable de causas y consecuencias?

Me gustaría que vierais el siguiente vídeo de la película “El curioso caso de Benjamin Button”, un hombre que nace con 80 años y va cumpliendo años hacia atrás haciéndose cada vez más joven. En este fragmento, se lleva a la realidad la teoría del caos: hechos y personas en un lugar del mundo, pueden estar conectados y ejercer influencia sobre hechos y personas lejanas.

“La teoría del caos” se ha convertido en un método de estudio de la realidad y es uno de los pilares más serios y fundamentales de la ciencia moderna.

Uno de los padres de la teoría del caos fue Edward Lorenz, un matemático y meteorólogo estadounidense. En 1963, experimentando sobre el comportamiento de la atmósfera en modelos computarizados, calculó el cambio en las condiciones atmosféricas frente a unas pequeñas modificaciones de temperatura programadas. Los resultados fueron sorprendentes: cambios insignificantes en los valores de algunas variables meteorológicas, resultaron modificar el panorama atmosférico de una forma gigante e impredecible. De aquí nació el dicho popular del efecto mariposa que dice: “el aleteo de una mariposa en Hong Kong causará un tifón en México”, haciendo referencia a que por más insignificante que parezca una circunstancia, siempre acarreará algún tipo de consecuencia importante.

Por primera vez en la historia de la ciencia alguien caía en cuenta de que los sistemas complejos de la naturaleza como la atmósfera, no funcionan de forma lineal y predecible, ya que pequeños cambios en las condiciones iniciales no producen cambios proporcionales en los resultados, sino que alteran el sistema de una forma insospechada y caótica.

Sin embargo, es necesario aclarar que la palabra “caos” no hace alusión a desorden, sino precisamente a un orden tan complejo, que es prácticamente imposible descifrarlo usando las herramientas de razonamiento lineal.

Posteriormente este principio sería extrapolado y aplicado a una infinidad de saberes como los sistemas biológicos, la herencia genética, la homeostasis celular, la salud, la evolución de una epidemia, el nacimiento de estrellas y planetas, las oscilaciones bursátiles de los mercados de valores...

En el siguiente vídeo el profesor y físico cuántico Carlos González, entrevistado por Pedro Riva en el programa “Tierra de sueños” (09-17-2011), explica la teoría del caos desde un prisma muy didáctico y comprensible.

La Teoría de Caos no debe ser considerada como algo perteneciente solo al campo de las ciencias. Es también una herramienta valiosa para entender el comportamiento de la conducta humana y social.

Debemos ser conscientes de que un hecho, un acto, una modificación, una palabra, una mirada, una omisión, una buena o mala decisión etc. siempre producirán efectos importantes para el futuro, aunque no seamos capaces de observarlos al corto plazo. Un pequeño cambio puede generar grandes resultados.

Un viejo refrán inglés ya nos advertía sobre la importancia de las cosas pequeñas y sus repercusiones:

Por culpa de un clavo se perdió la herradura.
Por culpa de la herradura se perdió el caballo.
Por culpa del caballo, se perdió el jinete.
Por culpa del jinete, se perdió el mensaje.
Por culpa del mensaje, se perdió la batalla.
Por culpa de la batalla, se perdió el reino.

Hay hechos en nuestra vida que consideramos intrascendentes, pero, sin embargo, pueden cambiar nuestras vidas. La vida como un sistema dinámico es la suma de infinitos comienzos, cada uno de ellos influyendo en el siguiente.