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miércoles, 29 de mayo de 2024

Escribir números: ¿cifras o letras?

Esta es, sin duda, un tipo de entrada poco usual en este blog. Lo de ejercer de maestra lo solía dejar, sin conseguirlo del todo, para la escuela. Esta publicación es la evidencia de que sigo sin lograrlo.

Cuando escribimos números, algunas veces, no sabemos si debemos hacerlo con cifras o con letras. En caso de duda, si te resultara clara mi explicación, puedes recurrir a ella cuando lo necesites y siempre podemos consultar el Diccionario panhispánico de dudas de la Academia Española.

En la actualidad, para qué engañarnos, son muchos los que descuidan la correcta utilización del lenguaje porque lo consideran algo accesorio. Nadando contracorriente, en esta entrada recopilo algunas reglas básicas para escribir correctamente los números.

En textos científicos y técnicos los números deben escribirse con cifras y es obligado hacerlo en operaciones matemáticas, fórmulas, gráficos, etc., pero ¿cómo se escriben los números en los demás textos?


Los números cardinales


Se escriben con letras:

- Los números cardinales inferiores a cien y los que se expresan con una palabra.

Os recuerdo que los números del uno al treinta (diecinueve, veintiocho…), las decenas (cincuenta, ochenta…) y las centenas (trescientos, quinientos…) se escriben en una sola palabra.

Tengo noventa y seis ovejas / Tengo 96 ovejas.

Su precio es cincuenta euros / Su precio es 50 euros.

Compré ochocientos ejemplares / Compré 800 ejemplares.

Tengo ciento cincuenta ovejas / Tengo 150 ovejas.

Se escriben con cifras:

- Los números cardinales que indican años y los que aparecen seguidos de abreviaturas.

Nació en 1953 / Nació en mil novecientos cincuenta y tres.

Vale 30 cts. / Vale treinta cts.

Al escribir con cifras debes saber que:

* No se deben combinar cifras y palabras, salvo si el número va seguido de millar, millón, billón, etc.:

Quince mil cabezas de ganado / 15 000 cabezas de ganado / 15 mil cabezas de ganado / Quince millares / 15 millares

Ocho millones de euros / 8 millones de euros.

* No deben utilizarse ni el punto ni la coma para separar los grupos de tres dígitos; solo se debe marcar con un espacio:

Mi teléfono es el 456 848 421.

* No se utiliza espacio en los años, códigos postales y números identificadores como el del DNI.

Lo compré el año 2017.

Mi código postal es 32007.

Mi DNI es 27938274H

* En los números decimales se debe usar el punto como signo separador, aunque también se admite el uso de la coma.

Saqué 9.4 en el examen / Saqué 9,4 en el examen.

Escritura de la hora:

- Para expresar la hora podemos usar las palabras o los números, pero sin mezclarlos.

Las nueve de la noche / Las 21:00 h

* Las horas deben separarse de los minutos utilizando los dos puntos, pero es válido el empleo del punto. El símbolo h (hora) se escribe sin punto y separado por un espacio.

Son las 11:35 h / Son las 11.35 h / Son las 11,35 h / Son las 11:35 h.

Escritura de la fecha:

- Predomina el orden día, mes y año.

20 de diciembre de 2017.

* El día y el año se escriben con números y el mes con minúscula. Como vimos más arriba, en el año nunca se pone punto ni separación en los grupos de tres dígitos.

20 de Diciembre de 2017 / 20 de diciembre de 2.017 / 20 de diciembre de 2 017.

* También son válidas las siguientes abreviaturas de las fechas:

31-1-17, 31/1/2017, 31.1.2017 y 31-1-2017


Los números ordinales

- Se escriben en una sola palabra hasta el vigésimo y en dos palabras a partir del vigésimo primero.

Decimotercero, decimoctavo…

Vigésimo cuarto, cuadragésimo quinto…

Se pueden abreviar con números romanos y, cuando el número resulta muy complejo, con cifras seguidas de punto y de letra volada.

II Guerra Mundial / IIª Guerra Mundial (Segunda Guerra Mundial)

LXXVIII Campeonato de Ajedrez / 78.º Campeonato de Ajedrez.

Numeración de nombres de papas, reyes y emperadores:

- Se pueden leer como ordinales o cardinales hasta el número diez. A partir del diez se deben leer como cardinales.

Alfonso IX (Alfonso noveno o Alfonso nueve) / Juan XXIII (Juan vigésimo tercero / Juan veintitrés).

* Recuerda que los siglos se escriben en números romanos.

Siglo XXI

* Los ordinales correspondientes a los números 11 y 12 presentan dos formas válidas: undécimo y decimoprimero, duodécimo y decimosegundo, pero se prefieren las primeras.

Subimos al undécimo piso / Subimos al decimoprimer piso.

Ocupa el puesto duodécimo / Ocupa el puesto decimosegundo.




miércoles, 22 de mayo de 2024

Las personas descalificadoras


Fuente: “Gente tóxica” de Bernardo Stamateas.

Las personas descalificadoras disfrutan menospreciando y rebajando a los demás. Tienen como objetivo desestabilizar las emociones y controlar la autoestima de sus víctimas, da igual el vínculo que tengan con ellas, para que, de esta forma, ellas puedan brillar y ser el centro del universo. Dignas representantes de la gente tóxica, se encargarán de hacerte cumplir sus exigencias o, de lo contrario, te harán la vida imposible.

Es de gran importancia conocer que el poder destructivo de la descalificación puede contagiarse y la persona que alguna vez sufrió en carne propia este tipo de maltrato, puede convertirse en agresora. Muchas de las personas descalificadoras, probablemente, en algún momento de sus vidas, hayan sido descalificadas. Son seres que proyectan en los otros todas la frustraciones e inseguridades que no les permitieron desarrollar su potencial y sus sueños. Como ellos/as no pudieron llegar a la meta, su objetivo será que tú tampoco lo logres. Sólo al lograr disminuirte y menospreciarte podrán sentirse, al menos por un momento, importantes.

Cómo actúa una persona descalificadora

Todos, alguna vez, hemos sido víctimas de un/a descalificador/a. Conocer su “modus operandi” nos permitirá neutralizar sus ataques y coartar o limitar sus intenciones.

- En primer lugar, la persona descalificadora se tomará tiempo para conocerte. Poco a poco, encontrará la forma de satisfacer tus necesidades, de ofrecerte paz y cooperar contigo para que, una vez que le hayas dado tu confianza, sean sus palabras y sus decisiones las que tengan poder y peso sobre tu vida. Llegarás a dudar de tus capacidades y hasta agradecerás que esa persona esté a tu lado. Sus movimientos son tan insidiosos que ni te darás cuenta de lo destructiva que su manipulación puede llegar a ser.

- La mentalidad de este tipo de persona es avasallante y precisa. Sabe con exactitud cuál es el dardo que saldrá de su boca. Si haces algo, te criticará y si no actúas, te juzgará por no hacerlo. Su idea es que te sientas inseguro/a y dependas de sus palabras y opiniones.

- Mediante indirectas e insinuaciones te hará creer que lo que estás haciendo no está del todo bien, influyendo negativamente en tu motivación y energía. Agigantará tus errores y tus fracasos y reducirá al máximo el valor de tus logros y de tus éxitos. La persona descalificadora conoce a la perfección todo lo que eres capaz de alcanzar si te lo propones y, como conoce tu potencia, intentará por todos los medios hacerte sucumbir y amedrentarte.

- Vive usando una lupa para ver con detalle tus defectos, observará a la perfección todas tus acciones y escuchará con atención las quejas que tú hagas de ti mismo/a para, en el momento adecuado y certero, sacarlos a la luz y desvalorizarte.

- Vivirá escondido/a detrás de una máscara para jugar mejor su juego. En determinados momentos intentará ser un ángel, ocultando su mal humor, su irritabilidad y la falta de dominio propio, pero, en el momento preciso, será capaz de dar la estocada final.

- La persona descalificadora siempre tiene razón y conoce a la perfección todos los temas y asuntos que puedan tratarse. Se considera perfecta, jamás podrá admitir un error y, por supuesto, no sentirá culpa por nada. Nada de lo que sucede merece su atención, excepto aquello relacionado con lo que quiere alcanzar.

- A medida que su víctima le deja espacio, va ganando territorio. Al cabo de los meses y de los años, su humor será más irritable y sus contestaciones más hirientes, hasta verse convertido en un ser sumamente difícil para la convivencia. Su agresividad irá en aumento en la medida en que tome conciencia de que quienes están a su alrededor, en cuando puedan, lo alejarán de sus vidas. Claro que, en un momento determinado, esa agresión se volverá contra ellos/s, convirtiéndose en una depresión llena de culpas que desembocará luego en una enfermedad psicosomática.

Cómo controlar a una persona descalificadora

- Podemos confrontar a la persona descalificadora, pero esto no dará buen resultado: siempre se las arreglará para salir ilesa de la situación y hacer que tú quedes con toda la culpa y la responsabilidad del asunto. Esa persona te dirá: “¿De dónde has sacado esa idea de que yo te estoy usando? Yo nunca te utilizaría”. Con estas palabras te llenará de angustia y remordimientos por sentir que has pensado mal y, entonces, tomará un mayor control sobre tu mente y sobre la situación en general.

- Otro método no muy aconsejable para controlar a la persona descalificadora es actuar como ella: eres descalificado/a, entonces descalificas y así sucesivamente. Sin embargo, esta solución no es la óptima ya que, si la eliges, te estarás sumando a su juego y corriendo el riesgo de salir nuevamente herido/a. La persona descalificadora tiene millones de métodos que sacará para cada situación en la cual decidas enfrentarte y si no la tiene en su mente, la improvisará como todo buen actor.

- No te enfrentes a esa persona en público. Es vengativa. Nunca dejará pasar por alto una humillación y tu nombre estará escrito en su memoria para siempre.

- No la contradigas. Contradecirla abiertamente es una batalla que nunca vas a ganar y se cobrará tu hazaña. Este tipo de persona detesta ser confrontada.

- Mira a esa persona y sonríe. Supón que la persona descalificadora está frente a un grupo de cinco o seis personas y lo primero que hace es ponerse a discutir contigo con el único objetivo de demostrar quién tiene el poder. En este caso, lo que debemos hacer es mirar a esa persona con “cara de nada”, sonreírle y darle a entender que lo has escuchado, para así tomar el control de la situación. Es difícil, pero se puede.

- No caigas en su juego, no cedas a sus golpes bajos. Solo si logramos controlar nuestras emociones y contamos “hasta tres” antes de comenzar a hablar, sabremos que, si no hacemos frente a esta clase de manipuladores emocionales, seremos capaces de ganar la batalla.

Algunas conclusiones

¿Una persona descalificadora puede vivir en pareja? ¿es capaz de sentir amor, de compartir sus pensamientos con un amigo?, ¿puede trabajar en equipo, sentir la belleza de vivir?

La respuesta en “no”, a menos que tome conciencia de sus actitudes, de su manipulación y decida revertir su mentalidad y su trato. Todos tenemos la oportunidad de cambiar y de pedir disculpas si hemos descalificado, pero también es cierto que no es el destino de nadie tener que convivir con personas cuya meta es limitarnos y lastimarnos, ni tampoco nos compete ser sus socorristas.

Si en reiteradas ocasiones te dijeron que no eras capaz, que no servías y terminaste por aceptarlo, pon en orden tu mente y refuta todo lo que hasta hoy has aceptado como cierto. Un pensamiento verdadero acarrea otro pensamiento verdadero y la suma de todos ellos sanará tu autoestima y cambiará el valor y el poder de tus decisiones. Comienza por priorizar tu vida, cuida tus emociones, deshazte de toda la gente tóxica que durante años ha estado cerca de ti. Pon todo tu potencial en marcha. Poco a poco sentirás que estás capacitado/a para alcanzar lo que te propongas y con perseverancia, las mejores oportunidades estarán a tu alcance. Sigue tu camino. Sé el constructor/a de tu propio destino.


miércoles, 15 de mayo de 2024

Los diez no mandamientos

Fuente: “El diario de Eliseo” de Juan José Benítez.

En Ptolemais, julio del año 29.

...Allí, Jesús conversó con un pequeño grupo de seguidores. Y los animó a continuar haciendo la voluntad del Padre Azul. Al terminar la reunión, el maestro recitó los “diez no mandamientos”.

«1. Dios no juzga… No vives para ser bueno o malo.

2. Tú no eres lo que crees… Eres mucho más.

3. Dios no está afuera… Él te habita en silencio.

4. Lo más bello no ha llegado aún… La muerte te sorprenderá.

5. Dios no castiga… Es el hombre el que cree que Dios castiga.

6. Tú no eres libre (ahora)… Lo serás mañana.

7. Dios no establece condiciones… Es un Dios de lujo.

8. Dios no es el final… La segunda era no ha empezado.

9. Dios no es religioso… Lo suyo es el arte y la simetría.

10. Tú no puedes ofender a Dios (aunque lo pretendas). Tú no puedes beberte el mar.

Y el undécimo:

No molestes a Dios con simplezas...».

miércoles, 8 de mayo de 2024

Hoy puede ser un gran día

Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943), cantautor, compositor y poeta, está considerado como una de las figuras más destacadas de la canción moderna y sus temas han pasado a formar parte de la memoria emocional de varias generaciones en España e Iberoamérica. La trayectoria de Serrat ha estado marcada por su compromiso y defensa de la democracia y los derechos humanos. Ha sido famoso por la calidad de sus letras; por haber puesto música a poemas de algunos de los principales poetas españoles y latinoamericanos (Antonio Machado, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Joan Salvat-Papasseit, León Felipe y Mario Benedetti, entre otros); por su reivindicación de la lengua catalana (es precursor del movimiento Nova Cançó catalana) y por la denuncia de la represión e injusticias del régimen franquista.

En 1968 renunció a representar a España en Eurovisión por no poder cantar en catalán la canción “La, la, la” que, al final, ganó el festival interpretada, en español, por Massiel.

En 1975 se vio exiliado en México por haber condenado los últimos fusilamientos del régimen franquista y, muerto Franco, regresó a España el 20 de agosto de 1976.

Con una trayectoria musical de más de medio siglo y después de haber grabado cuarenta discos y más de quinientas canciones, Serrat se despidió de los escenarios el 23 de diciembre de 2022 con una actuación en el “Palau San Jordi” de Barcelona que puso fin a su última gira “El vicio de cantar 1965-2022”.

Joan Manuel Serrat ha sido galardonado el 24 de abril con el premio “Princesa de Asturias de las Artes 2024” que le será entregado el próximo octubre en una ceremonia que tradicionalmente presiden los reyes en el “Teatro Campoamor” de Oviedo.

Los catorce miembros del jurado decidieron por unanimidad reconocer un trabajo de honda raíz mediterránea en el que “se aúna el arte de la poesía y la música al servicio de la tolerancia, los valores compartidos, la riqueza de la diversidad de lenguas y culturas, así como un necesario afán de libertad”. Defensor del diálogo frente a la crispación, su obra es “un exponente de su irrenunciable vocación de tender puentes entre países y generaciones”.

Considero que este merecido premio pone el broche de oro a una carrera profesional larga y satisfactoria y en esta entrada quiero celebrarlo con su tema “Hoy puede ser un gran día” incluido en el álbum “En tránsito” de 1981.

Se trata de una canción optimista en la que la idea principal es que cada persona es, en parte, responsable de lo bueno que pueda ocurrirle. El punto de partida es plantearse que el día puede llegar a ser grande y, a partir de aquí, el autor, en forma de poema, nos da algunos buenos consejos para conseguirlo.

Ten siempre presente que hoy puede ser un gran día y mañana... también.


  “Hoy puede ser un gran día”. Joan Manuel Serrat.

Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

No consientas que se esfume,
asómate y consume la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.

Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.

Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.

Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.

Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.

Pelea por lo que quieres
y no desesperes si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.

En este blog se incluyen temas de Joan Manuel Serrat en las siguientes entradas:

- Celebrar el agua.

- Un mañana con memoria.

- La saeta de Antonio Machado.

- Cada loco con su tema.

- Reivindicar la alegría.

- Esos locos bajitos.

- Bendita ilusión.


miércoles, 1 de mayo de 2024

Deja de juzgar (II)


Fuente: “El libro de los quizás” de Fran Russo.

Los seres humanos no paramos de emitir juicios, incluso sin conocer lo que estamos juzgando y sin tener información real; es lo que llamamos “prejuicios”.

Los juicios constantes se convierten en el “ruido de fondo” de la intranquilidad, interferencias que no te dejan en paz, especialmente, cuando tratas de dormir o quedarte en silencio. Enjuiciamos nuestros actos, los de los demás, los pasados, los futuros, los presentes… Enjuiciamos todo lo que nos sucede, lo que nos puede suceder y lo que, probablemente, ni siquiera nos sucederá jamás.

El ego es un especialista en juzgar, vive de ello. Si comienzas a dejar de alimentarlo, lo dominarás. Lograrás que coma de tu mano, lo que tú digas, cuando tú digas, y no cuando lo dictamine él. Aprender a controlar el ego y usar el ego te proporcionará una ventaja que ahora ni imaginas. Olvídate de eliminarlo, es parte de ti. Solo debes domesticarlo porque es una fiera salvaje en tu vida.

Todos tenemos una misión en la vida, todos tenemos algo que hacer y que decir, pero normalmente nos conformamos con la peor versión de nosotros mismos, porque, entre otras cosas, no nos sentimos capaces. Nuestra misión es hallar la mejor versión de nosotros mismos y es una tarea de gran importancia, nuestra odisea.

Olvídate de llamar la atención. No confundas el éxito o llegar a ser alguien con que los demás reconozcan públicamente tu mérito. Puedes triunfar en el más absoluto de los silencios. Es un silencio hermoso y pleno. No necesitas el aplauso, porque tu verdadera misión sólo puede ser juzgada por ti mismo. Si tu meta acarrea una tarea pública y su reconocimiento, acéptalo también, pero que no sea el reto en sí, sino una vía, una consecuencia. Y si lo que atañe es polémica, crítica y presión social, igualmente: que no te distraiga, estás por encima de ello. Todo lo que te ataque te hará más fuerte. Déjalo estar y no le des la importancia que no tiene.

La gente rehúye de su propio interior, quiere entretenerse con mil cosas externas para no pensar, por vértigo a sí mismos y a la profundidad que pueden hallar dentro de sí mismos.

Pero no juzguemos. Cada uno tiene su tiempo, su momento. Tarde o temprano, en una existencia o en otras, llegará esa vida trascendental en la que decidan salir del círculo, de la espiral de búsquedas que solo tiene un propósito: hallarnos.