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martes, 5 de octubre de 2010

Los papás-colega

La mayoría de los padres protectores son el resultado de un sistema educativo que ha eliminado valores fundamentales del mismo y por tanto de la misma sociedad. Pensar que un niño o niña puede educarse sin un mínimo de disciplina es abocarlo/a al fracaso intelectual y personal. Ni siquiera la vida misma es ajena a disciplinas elementales convertidas en automatismos que facilitan la existencia.

LA OPINIÓN DE GABILONDO. 10 de septiembre de 2009.

«Lo de Pozuelo se ha convertido en un libro abierto. En él podemos leer perfectamente el relato del fracaso educativo español.

Ya les hemos contado que un juez de menores ha decidido castigar a los vándalos que hicieron algunas cosas bastantes serias como intentar asaltar la comisaría de policía, por ejemplo. Tres meses sin salir después de las diez de la noche.

Eso de castigar a los chicos sin salir es algo que antes solían hacer los padres, pero hoy no hay redaños para eso. Necesitamos que aparezca un juez. Ahora bien, los padres no se han limitado a rajarse ante sus hijos o a abdicar de sus obligaciones, sino que se oponen a quien lo haga. ¿Saben ustedes cómo han reaccionado los papás al conocer la sanción de sus hijos? Pues protestando por la decisión judicial que creen excesiva y haciendo causa con sus cachorros, angelitos míos, que solo querían divertirse. ¿Es que acaso el juez no ha sido nunca joven? Tres meses ¿a quién se le ocurre?

En fin, es muy fácil imaginar cómo va a cumplirse esta sentencia en esas casas, cuando se han solidarizado los papás con sus bestezuelas y se han unido contra el juez.

Este aval de los papás-colega, ha triturado los principios educativos más elementales. Miles de profesores podrían contarnos ahora mismo historias similares: es tan frecuente que el niño castigado por mal comportamiento se vea apoyado por sus padres y que éstos vuelvan su ira contra el profesor que se atrevió a castigarles.

Así que, si en las casas nadie dice no, si en los colegios nadie puede decir no, ¿quién podrá marcar límites en los espacios públicos?

La disciplina ha hecho mutis por el foro. Ahora los sociólogos, pedagogos y demás expertos, van a escanear nuestra realidad para tratar de identificar los orígenes de este problema, los políticos a revisar nuestras normas, la sociedad toda a debatir o reflexionar, pero, se llegue a donde se llegue, algo es seguro: en el principio estarán los padres.

Como ahora, con la crisis económica, todo lo que no sean cuentas nos parecen cuentos, nuestro desastre educativo y cívico no nos preocupa demasiado, salvo estrépitos como el de Pozuelo. Pero estamos avanzando hacia el analfabetismo social y no cabe un negocio peor».


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