Presentación   /   Página de Inicio   /   Frases y citas para el cambio   /   Libro de visitas
  ÍNDICES POR TEMAS O ETIQUETAS:

sábado, 13 de agosto de 2022

La comparación social en las redes


Fuente: “¿Por qué no soy feliz?” de Silvia Álava Sordo .

La comparación social es uno de los enemigos que más nos aleja del bienestar emocional y está en el origen de muchos de nuestros sentimientos de insatisfacción e inseguridad.

Hoy en día no es necesario pasarnos el tiempo mirando por la ventana lo que hacen nuestros vecinos. Las redes sociales se han convertido en el escaparate de nuestra vida. Mostramos nuestro “mejor producto”, aquel que queremos vender o con el que creemos que podremos atraer una mayor clientela. Y esto pone en una bandeja de oro la comparación social. Basta encender el teléfono o el ordenador para que nos lleguen notificaciones de lo que hacen nuestros amigos y compañeros, incluso gente que ni siquiera conocemos, pero seguimos porque nos gusta lo que cuentan. Esta exposición en las redes sociales hace que la máquina inconsciente de la comparación se encienda.

Las vidas que los demás exponen en las redes parecen divertidas, llenas de momentos mágicos y la nuestra, a su lado, parece de lo más aburrido y llena de obligaciones. La vida de los demás parece mejor que la nuestra. ¡Hasta nuestra comida parece menos apetitosa que la que los demás ponen en sus fotos!

Las redes sociales no son el problema: puedes utilizarlas para estar informado de lo que te gusta, saber qué hacen los amigos o conocer más sobre temas en concreto que te interesan. Las redes sociales no son buenas ni malas en sí mismas; no obstante, si detectas que te estás comparando con las personas que ves, es el momento de analizar lo que te ocurre y evitar dicha comparación.

Al abrirte una cuenta de una determinada aplicación no ponía que era un concurso de ver quién tenía más likes, o más seguidores o quién publicaba la mejor foto. No entres en ese juego.

A todos nos gusta ver un buen número de “me gusta” en nuestras publicaciones. Queremos gustar a los demás y necesitamos su aprobación. El problema surge cuando te importa en exceso gustar a los demás y tus emociones dependen de cuántos “corazones” consiguen tus publicaciones.

No es sano estar comparándose continuamente con los otros y menos en el escaparate de las redes sociales, donde las personas no colgamos la realidad de nuestra vida, sino la proyección de ésta, lo que queremos mostrar, muchas veces con filtros y fotos que deforman la realidad.

Tener el foco puesto en la vida de los demás es comprar todas las papeletas de la rifa de la infelicidad. Cuanto más te compares, más posibilidades tienes de salir perdiendo, es decir, de darte cuenta de que va a haber alguien más guapo, más inteligente, con más dinero, con una casa más grande… Cuando te comparas “hacia arriba”, tu autoestima queda dañada y te genera sentimientos de inferioridad porque interpretas que eres menos que los demás.

En la vida es aconsejable querer mejorar, tener metas que alcanzar. De hecho, aprender algo nuevo cada día nos ayuda a generar emociones agradables y con ello incrementar nuestro bienestar emocional. El problema empieza cuando el objetivo no es mejorar, aprender o hacer las cosas lo mejor posible, sino que estamos en todo momento revisando qué tienen o qué hacen los demás porque no queremos quedarnos atrás.

El objetivo no es ser más que nadie ni tener más cosas que nadie, sino sentirse orgulloso y satisfecho respecto a lo que se hace. Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, desaparece esa necesidad de comparación continua y no nos importa estar con personas más inteligentes o mejor posicionadas. Nos alegramos por ellas e incluso podemos vivirlo como una oportunidad para aprender.

Querer mejorar, aprender cada día, son aspiraciones que te acercan a conseguir la mejor versión de ti. Eso es suficiente para generar emociones agradables.

Toma las riendas de tu vida. Solo tienes que gustarte a ti mismo. Ajusta tus expectativas y decide por ti. Deja de compararte, aprende a valorar lo que tienes y no pongas el foco en lo que te falta.

La vida no es un concurso, sino un largo camino por recorrer y con el que disfrutar.


No hay comentarios

Publicar un comentario en la entrada