Un hombre que vivía en un pueblo del interior de la India y nunca había tenido ocasión de contemplar el mar, había instalado con fijeza una idea en su mente: no podía morir sin ver el mar. Para ahorrar algún dinero y poder viajar hasta la costa, tomó otro trabajo además del suyo habitual. Ahorraba todo lo que podía y suspiraba por que llegase el día de estar ante el mar. Fantaseaba sobre lo maravilloso que debía ser el mar e imaginaba muchas cosas respecto a sus cualidades. Fueron años difíciles.
Por fin consiguió ahorrar lo suficiente para hacer el viaje. Tomó un tren que le llevó hasta las cercanías del mar. Se sentía entusiasmado y gozoso. Llegó hasta la playa y observó el fantástico espectáculo. ¡Qué olas tan mansas! ¡Qué agua tan bella! Se acercó hasta la orilla, cogió un poco de agua con la mano y se la llevó a los labios para degustarla. Entonces, desencantado y abatido, pensó: “¡Qué pena que sepa tan mal con lo hermosa que es!”.
Y se sintió muy desilusionado.
Cuando creemos que la vida nos ha fallado, es porque teníamos otro plan. Es justo ese plan imaginario lo que nos ha fallado, no la vida.
Nos hace daño lo que esperamos que pase y no pasa, no lo que pasa. Nos hace daño lo que esperamos que nos diga alguien y no nos dice, no lo que nos dice. Nos hace daño lo que esperamos de la vida, no la vida.
No aceptamos que la realidad tenga un curso diferente a lo que habíamos pensado o imaginado porque el cerebro da por cierto lo que pensamos con tanta fuerza, que a veces cuesta aceptar que la vida traiga algo diferente.
La vida es como es, no como queremos que sea. Los acontecimientos no piensan. Cada uno de nosotros da un significado diferente a lo que acontece y elige cómo deja que le influya lo que pasa cuando no le gusta que pase porque no lo esperaba. Darnos cuenta de que está funcionando el mecanismo basado en la expectativa, nos ayudará a reconducir la forma de mirar y vivir lo que pasa.
Hemos de mirar lo que está pasado, lo que es, no lo que quisiéramos que fuera, abrir nuestras expectativas a la realidad y abrazar el ahora. Quizá es diferente a lo que esperábamos, pero es lo que es.
Cada persona crea su vida a su manera, con lo que quiere, con lo que siente, con lo que es, con lo que se permite ser...
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