Este cuento está incluido en el libro “Gracias, maestros” de Juan Carlos López Rodríguez.
Cuento taoísta
Cuento taoísta
Con la ayuda de un manual de instrucciones, una mujer estuvo durante horas tratando de montar un aparato que acababa de comprar. Finalmente, se rindió y dejó las piezas esparcidas encima de la mesa de la cocina.
Imagínese la sorpresa que se llevó cuando, al cabo de varias horas, regresó a la cocina y comprobó que la asistenta había montado el aparato y éste funcionaba a la perfección.
“¿Cómo diablos lo ha hecho?”, le preguntó asombrada.
“Verá, señora..., cuando uno no sabe leer se ve obligado a emplear el cerebro”, le respondió tranquilamente.
ALGUNAS ENTRADAS RELACIONADAS EN ESTE BLOG:
- El grano de granada
- El portero del prostíbulo
- El reformatorio
- Usar la imaginación (I)
- Usar la imaginación (II)
No hay comentarios
Publicar un comentario en la entrada