Entre los recuerdos más emotivos de mi infancia, está la construcción del “belén” que cada año, por Navidad, montábamos en un rincón del comedor de mi casa.
Esta tradición es parte de “mi patrimonio” y me llena de alegría ver cómo, superada la crisis causada por la competencia de las modas anglosajonas y del árbol de Navidad, el belén vuelve a prepararse en las casas.
Este año, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada, quiero mostraros el belén de mi casa. Desde hoy, quedan abiertas sus puertas a familiares, amigos, vecinos... y a cambio de cantar un villancico delante del belén, a ser posible acompañados con zambombas y panderetas, les daremos “las pascuas” (mantecados, dulces de navidad y algún licor entre los que no faltarán el coñac y el anís).
Todo el mérito es de mi marido, pues él ha sido el único artífice y escenógrafo.
Esperamos que os guste.
- Pura luz (2016)
- La cuna de la vida (2015)
- El belén del mar (2015)
- Todos los caminos llevan a Belén (2014)
- Montar el “Belén” (2013)
Tienes un Belén precioso. Muy buena la composición y por lo que veo todas las figuras están bien proporcionadas. Cuando era niño me preocupaba y me producía cierto enfado cuando veía los soldados romanos al fondo en el castillo, muy grades y desproporcionados con el edificio, mientras que las figuras de primer plano eran a menudo muy pequeñas. Yo era muy niño y no comprendía que las figuras fueron compradas por mis padres en años sucesivos y no caían en la cuenta de respetar esas proporciones de la distancia.
ResponderEliminarEn fin, parece que como dicen de los nacidos en Libra, ya era por aquel entonces un obseso de el orden, la proporción y la simetría.
Saludos y feliz Navidad.