Campofrío vuelve a sorprendernos con su nuevo anuncio navideño realizado por McCann Erickson España y dirigido por la cineasta Icíar Bollaín.
En esta ocasión, ha contado con una pre-campaña en la que se nos incita a cambiarnos de nacionalidad por otra más útil.
La idea contó con la complicidad de dos de nuestros deportistas más internacionales, Pau Gasol y Rafa Nadal. Pau anunciaba en su cuenta personal de Twitter que le habían propuesto cambiarse de nacionalidad y en una entrevista radiofónica que le hacía el periodista deportivo Antoni Daimiel, declaraba “estar pensándose lo de hacerse extranjero” ante el asombro de Rafa Nadal quien, también partícipe en esta broma, le trató de convencer de lo contrario.
Esta pre-campaña creó mucha expectación. Se trataba de lanzar la idea de hacerse extranjero para, finalmente, darle la vuelta en el anuncio que, protagonizado por Chus Lampreave, transmite un mensaje más positivo y optimista.
El anuncio se sitúa en un mercadillo de nacionalidades en el que Chus busca el país idóneo. En su recorrido, se va cruzando con otros conocidos personajes que destacan las bondades de sus nuevas nacionalidades. De repente, la campaña da un giro y Chus se empieza a preguntar sobre aquellas costumbres que nos hacen españoles: los abrazos, hablarnos a gritos, cocinar para tres y que coman quince, luchar, aunque no se tengas fuerzas… Al final cuando Chus Lampreave va a recibir el certificado que la declara sueca, dice: “No, no, no puedo. Uno puede irse, pero no hacerse”.
El anuncia finaliza con el eslogan “Que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida”.
Han participado en esta campaña humoristas como Chiquito de la Calzada, Goyo Jiménez, Leo Harlem y las Hermanas Hurtado; cantantes como Rosario Flores, Manuel Carrasco y El Langui; actores como Gabino Diego, Verónica Forqué y Enrique San Francisco; aventureros como Jesús Calleja; periodistas como Javier Sardá y conocidos cocineros como Martín Berasategui.
El anuncio no ha debido gustar “mucho” a los casi 400.000 jóvenes, altamente cualificados, que han terminado sus estudios y que, desde 2008, han tenido que emigrar porque no encontraban trabajo. Lo han hecho por necesidad, no porque se han dejado seducir por las bondades de otros países.
El lunes 23 de diciembre, paradójicamente, la empresa Campofrío pasó a ser controlada por la compañía mexicana Sigma y la china Shuanghui, principales accionistas de la empresa: “Hazte extranjero, que yo ya lo soy”.
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