Anatole France (Premio nobel de literatura, 1921).
Fuente: “365 ideas para cambiar tu vida” de Francesc Miralles.
Según la Real Academia Española, “serendipia” es un hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. Así, por ejemplo, el descubrimiento de la penicilina fue una serendipia.
La historia de la humanidad está llena de equivocaciones afortunadas que nos han llevado más allá de nuestros límites.
Desde el error de cálculo que condujo a Colón al continente americano, muchos aciertos humanos han surgido en pequeñas y grandes catástrofes que han hecho de la necesidad una virtud.
El yogur hoy presente en la mayoría de las neveras lo descubrió, según la tradición, una caravana de comerciantes búlgaros que trasladaba leche de un poblado a otro y vio como, por efecto del sol, ésta había fermentado. Uno de ellos la probó para ver hasta qué punto se había echado a perder. El sabor le gustó y, con el tiempo, se descubrió que tenía efectos beneficiosos para el estómago. Había nacido un producto que acabaría conquistando el mundo.
Tenemos mucho que aprender de las llamadas serendipias.
También en nuestra vida, hay errores mucho más afortunados que los propios aciertos.
- Los Diez Mandamientos
- Los tres príncipes de Serendip
- No hay justicia en el mundo
- Todo está bien
- Todo ha sido previsto
Que curioso. No sabía que a los efectos de la casualidad sobre los descubrimientos se le llamaba serendipia. Un abrazo.
ResponderEliminarYo lo he descubierto hace poco… La palabra serendipia, al parecer, procede del inglés serendipity, un neologismo que se formó a partir de un cuento tradicional persa llamado “Los tres príncipes de Serendip” (Serendip era el antiguo nombre de Ceilán, la actual Sri Lanka), en el que sus protagonistas solucionaban sus problemas gracias a increíbles casualidades. Es mi intención publicar en breve una entrada con este cuento.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.