Un niño y su padre estaban caminando en las montañas.
De repente, el hijo se cae y grita:
—¡Aaaaaaaahhhhhh!
Para su sorpresa oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña:
—¡Aaaaaaaahhhhhh!
Con curiosidad el niño grita:
—¿Quién está ahí?
Recibe una respuesta:
—¿Quién está ahí?
Enojado con la respuesta, el niño grita:
—¡Cobarde!
Y recibe de respuesta:
—¡Cobarde!
El niño mira a su padre y le pregunta:
—¿Qué sucede?
El padre sonríe y le dice:
—Hijo mío, presta atención.
Entonces el padre grita a la montaña:
—¡Te admiro!
Y la voz responde:
—¡Te admiro!
De nuevo, el hombre grita:
—¡Eres un campeón!
Y la voz le responde:
—¡Eres un campeón!
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
Luego, el padre le explica:
—La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que dices o haces.
Nuestra vida es un reflejo de nuestras acciones.
Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor.
Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean.
Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que conoces.
Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti. Revisa lo que estás dando.
- A su imagen y semejanza
- El poder de la gratitud
- El reflejo de la vida
- La casa de los mil perros
- La Primera Ley Hermética o Ley de la Atracción
Tus cuentos son siempre muy ilustrativos, con su correspondiente moraleja. Educan en el saber vivir. Sigue así. Un abrazo
ResponderEliminarFeliz año, Don Lope. Muchas gracias por tu comentario, aunque te diré que no sé cuánto más seguiré... Llevo un tiempo pensando en finalizar el blog, pero, de momento, aquí estoy.
EliminarOtro abrazo para ti.
Sí es por falta de interacción con posibles lectores del blog, comentarios y esas cosas, no te desanimes. Esto de las redes tiene su técnica. A mí, hasta ahora me leían con asiduidad solo unos cuantos miembros de mi club de lectura. Ahora, el que fue creador del grupo, un entendido en redes, ha abierto el grupo, y lo ha conectado con otros, de tal forma que mis lectores se han multiplicado por cuatro. Aún así, cuando yo hice mi blog no fue buscando gran difusión sino por satisfacción personal de saberme integrado en la difusión de conocimientos e ideas sobre literatura. Escribir, bien o mal, ya es un auténtico placer. A veces pienso que cuando muera, mis comentarios me sobrevivirán en la red durante bastante tiempo. Es una tontería, lo sé. Un abrazo.
EliminarSi me hubiera preocupado mucho la interacción, los comentarios, etc., no habría llegado a publicar, a día de hoy, novecientas ochenta y siete entradas durante más de diez años. Según las estadísticas del blog, no puedo quejarme de visitas y son muchas las descargas de las fotos que lo ilustran en Pinterest. Todo es mucho más simple, don Lope. Tengo algunos “proyectillos” para mi tiempo libre, que no es mucho todavía, y no doy abasto porque, además, no quiero “robarle” tiempo a mis relaciones con las personas que quiero. Probablemente, seguiré publicando entradas, pero, de momento, con menos frecuencia.
EliminarCuídate mucho. Un abrazo.