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domingo, 20 de diciembre de 2020

Vivir en el cielo

Felicitación de Navidad del año 2020 para los seguidores del blog

Como cada año, quiero felicitar en Navidad a los seguidores del blog “Si yo cambio, todo cambia” a través de Blogger, Facebook, Twitter, Pinterest o correo electrónico, con un pequeño “gran mensaje”.


 “Immanuel”. Michael Car.

Fuente: “Escúchate” de Prem Rawat.

Me gustaría que supieras que, cualesquiera que sean tus creencias, hay un cielo aquí en la tierra para ti, un cielo que apreciar y del que disfrutar de múltiples maneras.

El cielo es el lugar donde uno se siente pleno. Encontraremos este cielo si abrimos los ojos y el corazón hacia él; si lo percibimos en el aquí y ahora; si apreciamos la importancia y el milagro de cada momento; si reconocemos lo hermoso de estar hoy en este planeta; si nos damos cuenta del regalo de la existencia. Está ahí cada vez que respiramos.

El cielo empieza para nosotros cuando vivimos en paz.

Ver aparecer los primeros rayos de sol es celestial.

Sentir el calor de ese sol que sale, trayendo el día y todas sus posibilidades, es celestial.

Oír los coros de pájaros al amanecer, cantando la dicha de sus corazones, es celestial.

Ver una ballena desafiando la ley de la gravedad durante unos gozosos segundos es celestial.

Sentir el viento fresco en la cara es celestial.

Beber agua bien fría en un día caluroso es celestial.

Comer fruta madura directamente del árbol es celestial.

Ver, durante el crepúsculo, cómo se hunde el sol en el horizonte, despidiéndose del día e invitándonos a descansar, es celestial.

Saber que siempre hay un amanecer y un atardecer teniendo lugar en algún sitio de este hermoso planeta es celestial.

Ver las formas de los campos matizadas por la suave luz de la luna es celestial.

Oír el ulular del búho en la oscuridad del bosque es celestial.

Ver estrellas fugaces, súbitas y sublimes, es celestial.

Ver sonreír a alguien a quien amas es celestial.

Sentirse contento es celestial.

Notar la divinidad en el aliento es celestial.

Estos sentimientos, que son la alegría de la vida, la dicha de existir, están ahí para que todos los saboreemos; dondequiera que vivamos, sea cual sea nuestra edad, creamos lo que creamos, seamos quien seamos.

¡FELIZ NAVIDAD!


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