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miércoles, 19 de abril de 2023

Celebrar el agua

Fuentes: “La vida empieza cada día” de Anne Igartiburu y canción “El hombre y el agua” de Joan Manuel Serrat.

Desde que hay vida en el planeta Tierra, agua y vida son sinónimos. No podríamos vivir sin agua, como tampoco podríamos hacerlo sin aire.

Pocas maravillas de la naturaleza tienen el poder del agua que nos da la vida y es capaz de pulir y dar forma a las rocas más duras.

El agua, como elemento esencial de la vida, ha inspirado durante toda la historia a gran cantidad de músicos para componer bellas obras y canciones inspiradas, a su vez, por la música del agua muy anterior al ser humano: el suave susurro del agua de los arroyos, el cristalino tintineo de la gota que cae de la estalactita…

Para esta entrada he seleccionado el tema “El hombre y el agua” del cantautor Joan Manuel Serrat incluido en su disco “Utopía” (1992).

 “El hombre y el agua”. Joan Manuel Serrat.
«Si el hombre es un gesto, el agua es la historia.

Si el hombre es un sueño, el agua es el rumbo.

Si el hombre es un pueblo, el agua es el mundo.

Si el hombre es recuerdo, el agua es memoria.

Si el hombre está vivo, el agua es la vida.

Si el hombre es un niño, el agua es París.

Si el hombre la pisa, el agua salpica.

Cuídala como cuida ella de ti.

Brinca, moja, vuela, lava, agua que vienes y vas.

Río, espuma, lluvia, niebla, nube, fuente, hielo, mar.

Agua, barro en el camino,

agua que esculpes paisajes,

agua que mueves molinos.

¡Ay agua! que me da sed nombrarte,

agua que le puedes al fuego,

agua que agujereas la piedra,

agua que estás en los cielos

como en la tierra».
Magia y alquimia del agua

El investigador japonés Masaru Emoto (1943-2014), conocido como el profeta del agua, afirmaba que la estructura molecular del agua registra las vibraciones de sonidos, palabras, emociones y pensamientos y la hacen cambiar, influyendo en su calidad, modificando la forma de los cristales de hielo que de ella se obtienen. Según Emoto, la apariencia estética, la belleza, de los cristales depende de si las palabras o pensamientos son positivos o negativos.

Emoto es ampliamente criticado por sus afirmaciones, consideradas pseudocientíficas, que violan claramente las leyes de la física y por emplear métodos inapropiados para refrendarlas.

Los creyentes en Emoto aceptan que se puede influir en la estructura o propiedades del agua y que dicha influencia pasaría del agua al cuerpo humano al ingerirla. Por otro lado, nosotros, que estamos compuestos por un 60% o 70% de agua, también somos susceptibles de esa alquimia. Esto nos hace reflexionar sobre qué pensamientos y palabras nos dedicamos a nosotros mismos o si utilizamos la música para modular nuestro estado de ánimo.

Mágica o no, el agua es esencial para la vida y nos procura una conexión con el entorno. Por eso es un privilegio disfrutar de este elemento en plena naturaleza. Tanto si nos bañamos en una playa o en un río como si gozamos de la lluvia que fertiliza la tierra.

Sentir el agua, interna y externamente, es fuente de bienestar. El agua purifica, hidrata y emociona.

Celebrar el agua es celebrar nuestra propia vida.


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