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domingo, 5 de enero de 2014

El guardián de Cástulo

Cástulo es el nombre de una antigua e importante ciudad ibera, capital de la Oretania. Sus ruinas se localizan en el municipio de Linares, Jaén, a unos 5 km al sur de su núcleo urbano. Tuvo una situación estratégica por situarse en la cabecera del Valle del Guadalquivir, siendo su último puerto navegable, y en las estribaciones de Sierra Morena, configurándose como nexo de unión con la meseta peninsular. Fue escenario de la Segunda Guerra Púnica que enfrentó a cartagineses con romanos y una de las pocas ciudades que acuñaron su propia moneda desde finales del siglo III antes de Cristo. En Cástulo nació la princesa ibera Himilce, unida en matrimonio al cartaginés Aníbal.

El yacimiento arqueológico de Cástulo en uno de los más importantes de la Península Ibérica. Estuvo ocupado ininterrumpidamente desde finales del III milenio antes de nuestra era hasta el siglo XV.

Aunque su trayectoria es similar a otras ciudades como Jaén o Martos, su singularidad radica en que, al no tener encima la ciudad moderna, los vestigios de Cástulo se han conservado en mejor estado.

Este yacimiento, que cuenta con un Centro de Interpretación, es enorme. La zona arqueológica ocupa 3.200 hectáreas. El corazón de esta extensa zona es la ciudad amurallada, que abarca 50 hectáreas. Lo que se ha explorado en los últimos tres años han sido solo unos 500 metros cuadrados, es decir, solo una milésima parte de la superficie amurallada.

Desde el año 2010, se lleva a cabo un proyecto de la Universidad de Jaén denominado Fórum MMX, que retomó las excavaciones abriendo un nuevo horizonte en la investigación arqueológica de Cástulo.

En 2011, la Junta de Andalucía cataloga a Cástulo como conjunto arqueológico e institución del Patrimonio Histórico Andaluz con gestión diferenciada.

En junio de 2012, durante la segunda fase de excavaciones en el foro romano de Cástulo, un equipo de arqueólogos del Proyecto Fórum MMX, dirigido por Marcelo Castro, sacó a la luz un mosaico romano, conocido como Mosaico de los Amores, de comienzos o mediados del siglo II. Presenta un vivo colorido y un magnífico estado de conservación gracias, en parte, a una capa de ceniza que lo cubría. Está compuesto por pequeñas teselas de piedra y pasta de vidrio en tonos rojos, amarillos, verdes y azules características del Alto Imperio y semejantes a las de Pompeya.

En el mosaico aparecen representados los mitos del Juicio de Paris y de Selene y en las cuatro esquinas del mosaico se representan sendas alegorías de las cuatro estaciones.

La revista National Geographic, incluye su descubrimiento entre los más importantes de 2012.

En septiembre de 2013, en el mismo edificio en el que fue hallado el Mosaico de los Amores, pero en una estancia situada en el lado opuesto, se puso al descubierto un nuevo mosaico con motivos geométricos y colores variados, fechado entre finales del siglo I y principios del siglo II d.C.

Ambos mosaicos se ubican en un recinto con una superficie de 33 por 12 metros, que alterna patios con zonas cubiertas y del que todavía no se ha confirmado su uso. Pudo ser un edificio público dedicado al culto imperial, en honor del emperador Domiciano.

El nuevo mosaico presenta un buen estado de conservación y está decorado con coloridas teselas —que no son de pasta vítrea, como ocurre en el Mosaico de los Amores— y que forman cuatro grandes octógonos que encierran otros más pequeños en el centro, creando todo ello una especie de tela de araña.


El guardián de Cástulo

El pasado mes de noviembre se descubrió, en las excavaciones de la muralla de la ciudad, una escultura con forma de león datada en el siglo II-I a.C. que, al parecer, flanqueaba uno de los laterales de la puerta de entrada a la ciudad, a la que han llamado “La Puerta del León” o “Puerta de Aníbal” y en la que posiblemente hubiera dos felinos.

Leones similares se han encontrado en las provincias de Córdoba, Sevilla, Málaga y Jaén, como el llamado “Oso de Porcuna”, pero ninguno es tan espectacular y se encuentra tan completo y bien conservado como el que ha hallado en Cástulo.

La figura, que presenta unos rasgos muy helenísticos y arcaicos, de 1,20 metros de largo por 90 centímetros de alto, pesa una tonelada de peso.

Tiene entre sus garras la cabeza de un personaje humano, como símbolo de la muerte, de la dominación del animal sobre la naturaleza humana. En época ibero-romana, el león era símbolo de fuerza y de protección.

El conjunto arqueológico de Cástulo es el yacimiento arqueológico más emblemático de la Provincia de Jaén. Aporta luz a más de cuarenta siglos de historia abarcando las fases prehistórica, ibérica, púnica, romana, visigoda, musulmana y cristiana.

Estoy segura de que Cástulo nos seguirá dando muchas más sorpresas con nuevos descubrimientos que, poco a poco, nos irán narrando su historia.


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