Desde niños tenemos programadas, por conveniencias sociales y mediante una mal llamada educación, una serie de ideas convencionales y culturales que tomamos como verdades cuando no lo son. Entre muchas otras, las ideas de patria y
En la naturaleza no existen fronteras... Solo están en nuestra mente.
La patria es el producto de la política. Las emociones ante el nombre de patria, raza, idioma o pueblo son provocadas por la cultura con la que se nos adoctrina.
Política y cultura nos llevan a conflictos y a dar respuestas, ante situaciones determinadas, sin pararnos a cuestionar nada.
Cuando somos un producto de nuestra cultura, nos convertimos en robots. La cultura, la religiosidad y las diferencias nacionales o regionales nos vinieron impuestas, nos han sido estampadas como un sello, las tomamos como algo real y seguimos, así, con ellas colgadas como una piedra al cuello.
Toda cultura no es más que un conjunto de ideas que nos separan.
- Desprográmate
- El poder de cambiar
- Ideología
- No te ates
- Reprogramar el subconsciente
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