Nuestra más importante mercancía es el tiempo. El tiempo se nos escurre de las manos como granitos de arena y ya no vuelve. Se trata de un recurso no renovable.
El dominio del tiempo conduce al dominio de la vida. No sé si os habréis dado cuenta de que las personas más atareadas son las únicas que tienen tiempo para todo y es porque son muy eficaces con su tiempo.
Ser bueno administrando el tiempo no significa volverse adicto al trabajo. Dominar el tiempo debe permitirte disponer de más tiempo para hacer las cosas que tienen más significado para ti.
La naturaleza no previó un ritmo de vida frenético por eso, quienes son dueños de su tiempo viven una vida sencilla.
Invierte tiempo en fomentar tu relación con tu familia y amigos, en estar en contacto con la naturaleza y agradecer todo lo que tienes la suerte de poseer, en renovar tu mente, tu cuerpo y tu espíritu…
Una de las grandes reglas, la regla del veinte, consiste en que de los cientos de actividades a los que dedicamos nuestro tiempo, solo el veinte por ciento tiene influencia sobre la calidad de nuestra vida. Por eso, dirige tu tiempo a actividades que te interesen. Muévete por prioridades. Éste es el secreto del dominio del tiempo.
No dejes que otros te roben tiempo. Cuídate de los ladrones de tiempo. Son esas personas que siempre te llaman por teléfono cuando te has apoltronado en tu butaca para leer una novela. Con tu tiempo has de ser despiadado. Aprende a decir no. La gente te respetará más cuando vea que eres una persona que valora su tiempo.
Dejemos de obrar como si nos quedaran quinientos años de vida. Fomentar una mentalidad de lecho de muerte es una manera nueva de ver la vida, un paradigma, algo que nos recuerda que hoy puede ser el último día y que, por tanto, debemos aprovecharlo al máximo. En realidad, es una filosofía sobre la vida. Se trata de vivir como si cada día fuera el último.
Esta mentalidad puede por sí sola cambiar nuestra vida y aportar un entusiasmo y un ánimo especiales a todo lo que hagamos. Empezaremos a centrarnos en todas las cosas importantes que hemos ido relegando y dejaremos de despilfarrar el tiempo en cosas nimias que nos han ido arrastrando al caos y la crisis.
- Saborear la vida
- Saborear la vida (II)
- Simplificar la vida
- Una hora "extra" al día
- Vivir como si cada día fuera el último
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