Este cuento está incluido en el libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello.
En cierta ocasión, un predicador preguntó a un grupo de niños: «Si todas las buenas personas fueran blancas y todas las malas personas fueran negras, ¿de qué color seríais vosotros?».
La pequeña Mary Jane respondió «Yo, reverendo, tendría la piel a rayas».
Y así tendrían también la piel el reverendo, y los mahatmas, y los papas, y los santos canonizados.
Los intentos de nuestras santas gentes por ocultar su piel rayada muchas veces no tienen éxito y siempre son fraudulentos.
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