«La mejor inversión que cualquiera de nosotros podemos hacer es fomentar nuestra salud, mantener nuestro equilibrio y ser más conscientes de la grandeza con la que nacimos. En el fondo, se trata a aprender a cuidar de nosotros mismos para así cuidar de otros.
Invertir en uno mismo y apostar por uno no es un gesto de egoísmo, sino de inteligencia. Nadie puede dar de lo que no tiene. La única manera de crear entornos ilusionantes y confiados es que nosotros seamos fuente de ello, viviendo ilusionados y llenos de confianza.
No importa si estamos en un desierto; basta un poco de lluvia para que ese desierto empiece a florecer. Cada uno de nosotros podemos ser esa lluvia tan necesaria.
El mundo necesita personas que irradien vitalidad, serenidad, alegría y confianza. Si la depresión es contagiosa, también el entusiasmo lo es.
Cada uno ha de elegir cómo quiere vivir los distintos momentos que marcan su existencia. Ya no nos convencen las palabras, solo nos inspira el ejemplo.
La verdadera riqueza es la riqueza interior. Aunque todos poseamos una mina de diamantes, no todos están dispuestos a picar para extraer de la tierra aquello que es tan valioso. Por eso, la pregunta clave no es si puedes ser más feliz, sino si estás dispuesto a serlo».
- Escucha tus sensaciones
- Ganar felicidad
- Gestionar el estrés
- Médico de ti mismo/a
- No estás deprimido, estás distraído
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