Hoy, día de la “Inmaculada”, deseo enseñaros el belén de mi casa. Ya es el séptimo año que os lo muestro a través de un vídeo. Su título, el mismo de esta entrada, es el de la primera composición musical que aparece en él: “A cool wind is Blowing” (Un soplo de aire fresco) de Djvan Gasparyan.
Es un belén de misterios en el que se recogen las escenas evangélicas que nos narran los acontecimientos acaecidos en torno al nacimiento y la infancia de Jesús. Este tipo de belén, tal y como ocurriera en la Edad Media, recoge una de las tradiciones más antiguas del catolicismo: la de enseñar por medio de la imagen. En él se sacrifica la unidad espacio-temporal. Así, por ejemplo, no existe ningún inconveniente para situar en un mismo escenario Belén y Nazaret o para que hechos alejados en el tiempo, como la Anunciación a la Virgen o la infancia de Jesús, parezca que suceden en un mismo momento y a muy pocos metros de distancia. Los misterios recogidos son: la Anunciación del Ángel a María, los Desposorios de María y José, la Visita de María a su prima Isabel, el Empadronamiento en Belén, José y María buscando posada, el Nacimiento de Jesús, la Anunciación a los pastores, la Visita de los Reyes Magos, la Presentación de Jesús en el templo, el Sueño de José, la Huida a Egipto, la Matanza de los Inocentes, el Regreso a Nazaret y, por último, cerrando el ciclo, el Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Se trata de un belén bíblico, también llamado “hebreo” o “palestino”, porque recrea el paisaje, los personajes, los enseres y las costumbres que había en Palestina en el momento del Nacimiento de Jesús. Sin embargo, tiene importantes detalles locales porque se incluyen monumentos de Jaén, mi ciudad: el castillo de Santa Catalina, el pilar del Arrabalejo, el arco de San Lorenzo, los arcos del Torreón del Conde de Torralba y la basílica de San Ildefonso.
Es abierto o panorámico porque solo lo cierra un telón liso de fondo. Puede calificarse de popular porque se han utilizado técnicas sencillas de montaje, con materiales tradicionales (corcho, musgo, serrín, etc.), pero, por otra parte, puede considerarse artístico porque el belenista, mi marido, es el que construye los edificios y pone la iluminación adecuada.
Como quiera que, año tras año, ha ido creciendo y ocupando toda la sala de estar, por estas fechas nos “mudamos” a una habitación más pequeña, recolocando y hacinando los muebles lo mejor que podemos. No tengo que contaros la que se arma…
A pesar de todo el esfuerzo, trabajo y dedicación, solo tengo agradecimiento por poder seguir disfrutando, un año más, con esta bella tradición, parte de “mi patrimonio” cultural y de los más emotivos recuerdos de mi infancia.
A partir de hoy, las puertas de mi casa quedan abiertas a los familiares, amigos y vecinos que quieran visitarlo.
Os dejo con el vídeo de este año. Deseo que os guste.
- Meditando con Dios (2017)
- Pura luz (2016)
- La cuna de la vida (2015)
- El belén del mar (2015)
- Todos los caminos llevan a Belén (2014)
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