Una cosa es dedicar la vida a un gran propósito, que suele estar relacionado con un servicio a otros (sanar enfermedades, enseñar, resolver reclamaciones en una empresa, fundar una ONG, conducir un taxi...) y constituir una de las motivaciones más dignas de alabanza y potentes que hay; y otra bien diferente es sacrificar la propia vida por los demás, empleando a esos demás como excusa.
¿Hasta qué punto una persona se esconde, se escuda, cuando dice hacerse responsable de/por otros, precisamente para no hacerse cargo de su propia vida?
El matiz es sutil. No es fácil de discernir. O admitir.
- Abandona tu nada
- La generosidad interesada
- La responsabilidad
- Responsabilidad y sentido común
- Una carta de George Carlin
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