Hace unos días volví a recibir por correo electrónico una presentación PowerPoint sobre la matanza de delfines calderones en Las Islas Feroe de Dinamarca.
Los calderones o ballenas piloto son un tipo de delfines especialmente inteligentes. Son criaturas muy tranquilas y sociables que se acercan tranquilamente a los barcos y a las personas sin miedo y con curiosidad.
Es una especie que está ampliamente distribuida por los mares tropicales, templados y subpolares de todo el planeta. Les gusta vivir en manadas. Alcanzan 5-7 metros de largo, un peso de más de 2 toneladas y viven una media de 50 años.
A pesar de su tamaño y fuerza y de haber sido víctimas de la depredación humana, las ballenas, en su ambiente natural, demuestran ser tolerantes con la proximidad de los humanos y muchas veces inician deliberadamente interacciones positivas con las personas.
Se desorientan fácilmente en aguas costeras y frecuentemente quedan varadas. Esto ha sido explotado durante siglos por los balleneros que empujaban a los calderones hacia las costas para matarlos en masa. En algunos lugares como Las Islas Feroe, continúa vigente la caza de estos delfines.
Los calderones, que se mueven en manadas durante sus migraciones, pasan cerca de las islas Feroe sobre todo en el período veraniego. Cuando son avistadas se da la alarma y toda la población se pone en marcha para iniciar la caza. Las ballenas son rodeadas en semicírculo por los barcos y dirigidas a las aguas costeras de pequeñas bahías donde sus asesinos las esperan.
Según fuentes oficiales de estas Islas, las matan con un corte neto en el cuello para cercenar la médula espinal y las arterias con lo que el animal pierde la conciencia en 5 o 10 segundos. Según los testimonios de las personas que han asistido a esta matanza, vídeos y fotos que se encuentran en la web, las cosas no se desarrollan exactamente en esta manera: las ballenas son matadas bárbaramente a cuchilladas mientras se debaten y gritan de dolor y el mar se pone rojo de su sangre.
Esta tradición, que tiene unos 1.200 años y se considera una ceremonia de iniciación para los adolescentes que llegan a la edad adulta, estaba relacionada con la subsistencia: para conseguir comida, piel para realizar cuerdas, grasa para sacar aceite como combustible, estómagos como flotadores...
Este argumento, que podría ser válido hace siglos, indudablemente hoy es anacrónico.
La economía de estas islas, por su geografía, se basa principalmente en la exportación y uso de la carne de este cetáceo, pero esto no da pie a la barbarie y brutalidad de la matanza ni a la libre explotación de un animal en riesgo. En esta ceremonia se matan de 1.000 a 2.500 calderones.
Además, no se explica por qué, habiéndose comprobado científicamente que la carne de los calderones contiene altos niveles de mercurio, extremadamente dañinos por la salud humana, se continúa esta caza.
¿Entonces cuál es el verdadero motivo? ¿Quizás una caza que ya se ha convertido en un deporte?
A continuación, incluyo un vídeo sobre la matanza que recomiendo ver hasta el final.
Es muy impresionante y nos hace pensar en la crueldad del ser humano, pero yo no estoy en posición de juzgarlos. ¡Qué fácil es pensar lo malos que son los demás! pero por mi culpa, que como carne de vaca, cerdo, pescado, pollo, conejo, cordero, pavo, etc. se condena a grandes cantidades de animales a vidas horribles y muertes atroces... No me vale la frase “pero yo no los mato...”. Nadie compra carne muerta creyendo que está viva...
Hay una doble moral en todo lo relacionado con las matanzas de animales. Indefensos ante nuestra crueldad están todos. Vivo en España y en este país la tortura y matanza en público de los toros es la fiesta nacional para mucha gente.
Las personas que a diario consumimos carne de pollo, cerdo, ternera etc. colaboramos y participamos en la masiva matanza y cruel crianza de animales. Las terneras, los lechones y los corderos son cachorros. Esto en lo que se refiere a los mamíferos que parece que nos duelen más. Podríamos decir lo mismo de los animales acuáticos, los que se utilizan para bolsos, abrigos etc.
Las imágenes del agua ensangrentada y las aletas de delfines reventados me han revuelto el estómago, pero sinceramente, también me lo revuelven los trozos de animales colgados de ganchos en las carnicerías. ¿O porque no son tan simpáticos como los delfines no tiene derecho a la vida? ¿Acaso en los mataderos duermen a las vacas antes de matarlas para que comamos sus deliciosas hamburguesas?
La mayoría comemos atún ¿no? Pues en España, los atunes se pescan en el sur mediante el antiguo arte de la almadraba. Lo de los feroenses es una almadraba, pero de calderones. No nos duele matar y comer atunes, pero sí calderones. Los feroenses comen calderón igual que nosotros atún. Y la pesca del atún es parecida. Quizá no con tanta sangre ni tan roja, pero sangre y roja, al fin y al cabo.
La Unión Europea no puede intervenir legalmente porque Las islas Feroe, desde 1948, son una región autónoma del Reino de Dinamarca con amplia autonomía para todas las cuestiones políticas internas y no forman parte de la Unión Europea con la que tienen sólo acuerdos comerciales bilaterales. En el marco del derecho ambiental comunitario, todas las especies de ballenas están protegidas en las aguas de la Unión Europea que, sin embargo, no se opone a la caza de la ballena practicada por las poblaciones autóctonas con fines de subsistencia a condición que tal actividad respete los límites de captura establecidos.
No es posible hacer una estimación del número de delfines calderones existente. Es indudable que su principal alimento, los calamares, están en constante disminución con las consecuencias que esto conlleva para la especie que, además, está seriamente amenazada por la contaminación del medio ambiente.
Es desconcertante que Japón, Noruega y Islandia (los más grandes cazadores de ballenas del mundo) argumentan que las ballenas y los delfines comen demasiados peces y, por lo tanto, están empobreciendo los mares y por este motivo tienen que ser cazadas.
No sólo estas especies se enfrenta a una posible extinción. Actualmente más del 70 por ciento de las poblaciones mundiales de peces están sobre-explotadas o en recuperación. Algunas, que se suponían inagotables como el bacalao de Terranova, casi han desaparecido y no muestran signos de recuperación.
Los ecosistemas marinos se están degradando y en algunos casos han sufrido grandes cambios que afectan a su funcionamiento.
Cada vez más los científicos están recomendando el establecimiento de reservas marinas, áreas donde no estén permitidas las capturas, con el objetivo de reparar el daño hecho durante décadas por la sobre pesca.
No se logrará nunca solucionar el problema si seguimos pensando que los seres humanos tenemos derechos incondicionales sobre la naturaleza y podemos disponer de ella a nuestro agrado; si siguen prevaleciendo los intereses económicos; si no se termina con una caza hecha por puro deporte y diversión...
“Lo que les suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos. Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo”.
(Carta que envió en 1855 el jefe indio Seattle de la tribu Suwamish al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce).
Estoy harta.
Cada día en las noticias veo imágenes de guerras, atentados terroristas, mujeres asesinadas por sus parejas, bebés en coma por palizas de sus padres, bosques incendiados por un poco de dinero, etc.
Y estoy harta de quejarme.
¿Qué he hecho por el lugar dónde vivo? ¿Acaso no hay nada en mi comunidad que atente contra la naturaleza? ¿No sería más fácil si cada uno de nosotros empezara a resolver primero lo que pasa en su ciudad?
- Compromiso
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