Tengo algo para ti. Es una respuesta.
Fuente: “De la mano con Frasquito” de Juan José Benítez.
[…] «La cuestión es que tú jugabas al fútbol con tu abuela. Fue ella quien contó lo sucedido.
Os encontrabais en el exterior de la casa. Tú te dedicabas a pasar la pelota, que es lo tuyo, y Blanca hacía lo que podía: replicaba a los pelotazos con más entusiasmo que acierto. Pero eso poco importaba. Lo importante era pasar la pelota, y en eso estabas.
Y de pronto, en mitad del partido, sucedió algo impensable: tú, Frasquito, dejaste de perseguir el balón. Blanca no entendía. Te quedaste mirando hacia lo alto de las escaleras que conducen a la salida de la casa y empezaste a sonreír, como si allí hubiera alguien. Allí, sin embargo, no había nadie. Y Frasquito continuó sonriendo, con la mirada fija en alguien invisible. Debía de ser alguien especial, y muy atractivo, para que el niño detuviera el juego […]
[...] Y ya que ha surgido el asunto de lo invisible, déjame decirte algo: lo que no vemos, querido Frasquito, es infinitamente más numeroso que lo visible. Llegará el día —siempre ocurre— en el que dejarás de percibir lo invisible. Es la ley. No olvides, sin embargo, que esa realidad —la auténtica— seguirá abrazándote […]
[…] Hay miles de ojos invisibles que te miran, segundo a segundo. Es la ley».
- Bienvenido al clan
- Buscar en lugar equivocado
- La pregunta es ¿quién eres tú?
- Las culpas inexistentes
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