“Historia de un sueño” es una canción incluida en el tercer álbum del grupo pop español “La Oreja de Van Gogh” titulado “Lo que te conté mientras te hacías la dormida”. Salió a la venta el año 2003.
En dicha canción se narra la historia de una madre fallecida, que visita a su hija en un sueño. El autor de la música y de la letra es Xabi San Martín, teclista y compositor del grupo. La vocalista es Amaia Montero que abandonó el grupo en 2007 para iniciar su carrera en solitario.
Los sueños resultan vitales para la regeneración del organismo, así como para la selección de lo que merece la pena guardar en la memoria.
Juan José Benítez, en sus “Caballos de Troya” y especialmente en sus libros “Estoy bien” y “Pactos y señales”, señala que los sueños, en ocasiones, son mucho más que sueños. Constituyen un canal entre los hombres y otras dimensiones desconocidas... A través de los sueños se pasa información, se comunican cosas y aparecen las personas muertas.
En el capítulo 27 de “Pactos y señales”, JJ Benítez “sugiere” que Xabi San Martín estuvo “especialmente inspirado” al componer esta canción. Hace tiempo que Benítez piensa que las ideas y pensamientos no son nuestros, sino que los “recibimos”.
«Perdona que entre sin llamar. No es esta la hora y menos el lugar. Tenía que contarte que en el cielo no se está tan mal.
Mañana ni te acordarás. “Tan solo fue un sueño”, te repetirás. Y en forma de respuesta pasará una estrella fugaz.
Y cuando me marche estará mi vida en la Tierra en paz. Yo solo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más.
Promete que serás feliz. ¡Te ponías tan guapa al reír!... Y así, solo así, quiero recordarte. Así, como antes. Así, adelante. Así, vida mía, mejor será así.
Ahora debes descansar. Deja que te arrope como años atrás. ¿Te acuerdas cuando entonces te cantaba antes de ir a acostar?
Tan solo me dejan venir dentro de tus sueños para verte a ti… Y es que aquella triste noche no te di ni un adiós al partir.
Y cuando me marche estará mi vida en la Tierra en paz. Yo solo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más.
Promete que serás feliz. ¡Te ponías tan guapa al reír!... Y así, solo así, quiero recordarte. Así, como antes. Así, adelante; Así, vida mía.
Ahora te toca a ti, solo a ti, seguir nuestro viaje.
Se está haciendo tarde, tendré que marcharme. En unos segundos vas a despertar.
... Y así, solo así, quiero recordarte. Así, como antes. Así, adelante. Así, vida mía, mejor será así».
Tal vez, estés “muy lejos”.
Tal vez, este mundo ya sea para ti un vago recuerdo.
Tal vez, ya te hayas liberado de tu pasado en la Tierra y de los lazos familiares, pero has atravesado el umbral de mis sueños para establecer conmigo una relación basada en una nueva energía sin ataduras.
Tal vez, tengas importantes tareas en tu camino sagrado, pero, cuando te tomes un respiro, si te es posible, entra en mis sueños. Yo, aquí, ¿abajo?, sigo echándote de menos.
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