Este cuento pertenece a una colección de 30 cromos antiguos titulada “Fábulas ilustradas” con publicidad de Chocolates Camps y galletas Viñas de Barcelona. De autor anónimo, fueron publicados hacia 1920. Las colecciones de cromos eran por entonces, educativas y artísticas.
Los cromos en su anverso ilustran a todo color las escenas y personajes de la fábula y en su reverso la relatan y llevan la publicidad.
Las antiguas colecciones de cromos son un rico patrimonio por su valioso testimonio informativo: son una crónica ilustrada de la sociedad de su época, de la evolución de la publicidad y de las artes gráficas.
«En épocas lejanas, los buitres se declararon la guerra por un fútil pretexto, y fue tal el encarnizamiento y saña con que se acometían, que los despojos de los combatientes caían a tierra, cubriendo la llanura los restos de los guerreros.
Los dioses, impasibles, presenciaban el exterminio de una raza y todo hacía presumir que el combate feroz continuaría por largo tiempo, cuando las palomas intercedieron, deseando ser árbitros de la contienda.
Al efecto, enviaron mensajeros y mientras se discutían los preliminares de una paz honrosa, los buitres reconocieron su error y de común acuerdo ambos bandos beligerantes, arremetieron contra las palomas, que débiles en demasía sufrieron la muerte, guiadas solo por el altruismo y bondad, y por el deseo de que la sangre no se derramase entre las aves».
- La corneja
- La desgracia de unos es la dicha de otros
- La luciérnaga
- La mangosta y el bebé
- Meterse a redentor
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