A los seguidores del blog a través de Blogger, Facebook, X, Pinterest o Instagram. En grande y despacito: G-R-A-C-I-A-S.
Fuente: “Escúchate” de Prem Rawat.
Contaré una pequeña historia sobre la oración:
«Un día, un joven iba en bicicleta a una importante entrevista de trabajo cuando chocó con una piedra y se le pinchó una rueda. “Esto es terrible”, pensó, “si no arreglo la rueda, no conseguiré el empleo”, y comenzó a rezar para que se solucionara su problema. A la vuelta de la esquina había otro joven sentado a la puerta de su taller de reparación de bicicletas. “Es terrible”, pensaba, “si no tengo un cliente hoy, voy a quedarme sin trabajo”, y comenzó a rezar».
Ya ves, la desgracia de una persona puede ser la respuesta a la oración de otra.
Entiendo perfectamente por qué la gente recurre a la oración cuando se enfrenta a circunstancias difíciles. Yo lo he hecho en muchísimas ocasiones a lo largo de mi vida… y lo sigo haciendo. Sin embargo, es muy importante rezar también cuando las cosas nos van bien.
Orar no es solo hacer peticiones personales. Piensa en una guerra y verás soldados de ambos bandos rogando por la victoria. Para mí, la auténtica oración es cuando se dan gracias.
Cuando damos sinceras gracias por la vida que hemos recibido, se crea en nuestro interior una maravillosa sensación de paz.
La forma de orar más profunda y poderosa es dar gracias por lo que hay, no por lo que podría haber.
Las oraciones de agradecimiento, siempre obtienen una respuesta.
La voz de nuestro corazón está preparada para cantar con gratitud, con reconocimiento de lo que es bueno y agradable en nuestra vida. He aquí una hermosa paradoja: la gratitud nos hace sentir completos, pero siempre somos capaces de más. Todos tenemos una capacidad infinita de paz, alegría y amor. ¿No es extraordinario?
- El misterio de la vida (2022)
- Vivir en el cielo (2020)
- Por siempre joven (2019)
- Dibujar con deseos (2018)
- Hay que sembrar (2017)
No hay comentarios
Publicar un comentario en la entrada