David Casstevens, del periódico Dallas Morning News, cuenta un episodio referente a Frank Szymanski, estudiante de la Universidad de Notre Dame allá por los años cuarenta, a quien habían llamado como testigo en un proceso civil en el South Bend.
—Este año, ¿está usted en el equipo de fútbol del Notre Dame?
—Sí, señoría.
—¿En qué posición?
—Centro, señoría.
—Y ¿qué tal centro es?
Szymanski se removió en su asiento, pero respondió con voz firme:
—Señor, soy el mejor centro que jamás haya tenido el equipo de Notre Dame.
El entrenador Frank Leahy, que se encontraba en la sala del tribunal, se quedó sorprendido: Szymanski había sido siempre modesto y nada fanfarrón, de manera que, terminada la sesión del tribunal, Leahy hizo un aparte con él para preguntarle por qué se había expresado de esa manera. Szymanski se ruborizó.
—Me supo muy mal hacerlo, entrenador —fue su respuesta—, pero es que, después de todo, estaba bajo juramento.
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