Te resulte evidente o no, el universo, que se desenvuelve como debe siguiendo sus propias leyes, tiene su forma de devolver el equilibrio alterado. En esta ocasión, estamos pagando un precio muy alto y un virus, que ha provocado una pandemia, nos ha obligado a parar forzosamente a una sociedad, basada en la productividad y el consumo, en la que todos corremos no sabemos bien para qué.
Ahora tenemos que estar quietos en casa, día tras día, teniendo que volver a ser familia, a utilizar nuestro tiempo sin un fin específico y nos han arrebatado el contacto real y la verdadera proximidad.
Ahora es cuando devolvemos el valor a un paseo por el parque, a los abrazos, a los besos, a las celebraciones familiares, a las reuniones con amigos, a un verano en la playa, a un amanecer, a una puesta de sol…
Ahora es cuando evidenciamos, de un mazazo, la fragilidad de la vida, que todo lo que tenemos puede perderse en cualquier momento, que no somos perdurables ni imprescindibles.
Ahora que resurgen algunas políticas e ideologías discriminatorias, aparece un virus que no respeta ni raza, ni dinero ni posición social.
En esta situación, el individualismo no es una opción. Lo único que nos puede hacer salir de esta situación es unirnos y cuidarnos como seres humanos, sin importar raza, sexo, edad, religión o ideas políticas. Todos somos importantes. De nuestras acciones dependen los que nos rodean y nosotros de ellos.
Solo nos salvará el poder de la tribu, del amor, de la solidaridad, del respeto hacia los demás, a nosotros mismos y hacia la naturaleza. Párate a pensar. Si esto acabara ahora, ¿el viaje habría merecido la pena?
Disfruta de la vida, que no se te escape de las manos. Da gracias cada día porque estar vivo es un regalo. La gratitud es un acto de humildad y una manifestación del amor. Con ella el universo se confabula a nuestro favor.
Los momentos más difíciles, encierran el gran propósito del reencuentro con la esencia de la vida. Ojalá que todo esto sirva para volvernos más humanos.
- Desiderata
- El eco de la vida
- Fluye con la vida
- La primera ley hermética o ley de la atracción
- Una perspectiva superior
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