Inicio / Presentación / Frases para el cambio / Con una boca prestada / Libro de visitas

  ÍNDICES POR TEMAS O ETIQUETAS

Cuentos e historias para despertar Redescubrimiento personal Reflexiones Algo personal Pequeños grandes mensajes Un mismo sentir Educación y escuela El espíritu de la Navidad Natural_mente Pausa publicitaria Así es mi Tierra Con mucho arte Algo para recordar La historia más grande jamás contada.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Cuerpos sin alma

“Te mueres en vida no cuando tu corazón deja de latir, sino cuando tus días se convierten en una tediosa y monótona rutina de acciones sin alma”.
Antonio Gala



Fuente: “Ser feliz es fácil” de Borja Vilaseca.

«Una de las expresiones más utilizadas para describir a la sociedad actual —enajenada y alienada— es la de “muertos vivientes” o “zombis”. No es para menos. Esta palabra procede el criollo haitiano y significa “cuerpos sin alma”, es decir, individuos deshumanizados, que están muertos en vida y que caminan por inercia; que se mueven como autómatas, sin consciencia y desconectados de su verdadera esencia; que no utilizan el cerebro —no piensan ni reflexionan—, sino que se mueven por impulsos y reacciones; que carecen de empatía, compasión y amor; que no se puede razonar con ellos; que van siempre en manada y siguen al rebaño; que son voraces e insaciables; que no contribuyen, no suman ni aportan ningún valor; que no buscan curación y que no paran hasta que literalmente revientan.

Otro de los rasgos predominantes de los zombis es su aversión hacia los vivos, pero, a diferencia de lo que sucede en la ficción, en el mundo real no tratan de devorar sus cerebros, sino que los atacan con juicios y críticas despiadados. No soportan la vitalidad ni la felicidad ajenas. Es como si vivir plenamente fuera un pecado imperdonable en un mundo en el que la mayoría no sabe cómo hacerlo.

“Estos cuerpos sin alma”, movidos por su amargura, envidian en secreto a quienes les van bien las cosas y disfrutan de la vida. De ahí que suelan mirar con desprecio y recelo a las personas genuinamente felices, lanzándoles frases envenenadas llenas de ironía y sarcasmo como: “¡Qué bien vives, ¿no?!”. Estas palabras son dardos disfrazados de humor y su objetivo es despojar de alegría a quien aún la conserva. Intentan apagar en los otros la chispa de luz que no logran encender en su interior y poder así justificar su propia oscuridad.

Ten cuidado: en presencia de un muerto viviente, que no se note tu felicidad. Cada vez que te cruces con uno de ellos, disimula. Recuerda que solo van a por los vivos y si te preguntan cómo estás, pon cara de cansado y simplemente di: “Tirando ¿y tú?”».


miércoles, 22 de octubre de 2025

La puerta estrecha

Puerta del muro oeste del refectorio del Monasterio de Santa María de Alcobaça en Portugal.

Fuente: “Pensamientos cotidianos” de Omraam Mikhaël Aïvanhov.

«“Entrad por la puerta estrecha”, decía Jesús. Comprenderéis mejor estas palabras si os presento otra imagen: la de la serpiente que cambia la piel. La serpiente siente que una nueva piel se ha formado debajo de la antigua, y busca entonces entre las rocas una fisura o un agujero pequeño, y se mete en él. Es difícil, debe hacer esfuerzos para pasar por esta “puerta estrecha”. Pero cuando finalmente sale otra vez, ya se ha desprendido de su antigua piel.

De la misma manera, cada uno de nosotros debe pasar un día por “la puerta estrecha” para perder su vieja piel, es decir sus viejas concepciones, sus viejos hábitos, sus viejos razonamientos. Debéis saber, pues, que a vosotros también os llegará este momento. Este paso por la puerta estrecha es, claro está, una prueba dolorosa. Pero no os preocupéis, no tengáis miedo, más bien alegraos de perder vuestra vieja piel para convertiros en un ser nuevo con una comprensión más amplia, con un corazón más generoso y con un comportamiento que solo va a aportar bendiciones a los demás».


lunes, 20 de octubre de 2025

Tu legado

Como la luz de las estrellas, aún perdura tu legado. El día que cerraste tus ojos y tu corazón dejó de latir, comprendí que ningún ser humano podría amarme tanto como tú lo hiciste. Sé que esta música, más que mis palabras, te llegará allá donde estés.

“Saturno”, la música de esta entrada, se lanzó en 2014 y pertenece al proyecto “Atlas: I” de “Sleeping At Last” (Durmiendo al fin), nombre artístico con el que se conoce al cantautor, productor y compositor Ryan O'Neal. He seleccionado el fragmento donde comienza la letra, pero os recomiendo que la escuchéis completa.


 “Saturn” (“Saturno”). (Fragmento). Sleeping at last.

Antes de irte, me enseñaste el eterno valor de las estrellas cuya luz continúa después de morir.

Con tu último aliento me explicaste lo infinito: ¡qué raro y hermoso es tan solo existir!

Daría lo que fuera por oírte decir, una vez más, que el universo fue creado solo para ser visto por mis ojos.

Con mi último aliento explicaré lo infinito: lo rara y hermosa que es nuestra existencia.


miércoles, 15 de octubre de 2025

Mejor, en persona

“La mejor manera de interactuar con las personas es en persona”.
Robin Sharma



Fuente: “La riqueza que el dinero no puede comprar” de Robin Sharma.

En la actualidad, tenemos la posibilidad de estar unidos virtualmente y, sin embargo, precisamente ahora, son muchas las personas que se sienten más solas que nunca. Así, podemos tener varios cientos de ciberamigos, pero raramente quedamos con algunos para, por ejemplo, tomar café.

Las relaciones se construyen relacionándose cara a cara. Muchas expresiones populares así lo reflejan. En Italia se dice: “No somos amigos hasta que hayamos comido juntos” y en España y Latinoamérica dos personas que “comen del mismo plato” o “comen en el mismo plato” tienen una amistad muy cercana.

La magia suele producirse cuando nos reunimos, nos estrechamos la mano, nos miramos a los ojos, sentimos la energía y percibimos la química de los que están a nuestro lado.

El psicólogo y filósofo Dr. Arthur Aron, profesor de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), que lleva cuarenta años estudiando el amor, la amistad, la intimidad y todos aquellos elementos que refuerzan e inducen a la cercanía interpersonal, realizó un estudio en el que diferentes personas debían sostener la mirada en los ojos durante cuatro minutos. Pablo Motos, director y presentador de “El Hormiguero”, hizo el mismo experimento social para su programa, enfrentando, cara a cara, a un grupo de parejas, amigas o familiares, para demostrar el poder de mirarse a los ojos. El documental que recoge el experimento se mostró en el programa del día 21 de mayo de este año. Todas las personas que han participado se han visto sorprendidas por la increíble cantidad de sentimientos que pueden transmitirse mirándose a los ojos.

En una época de incesantes interacciones en internet, debemos, encarecidamente, aprovechar al máximo todas las oportunidades de relacionarnos con los demás en persona.

Dejemos el teléfono, salgamos de internet, pongámonos el abrigo y salgamos a pasear. Vayamos a ver a las personas en persona.


miércoles, 8 de octubre de 2025

Soñar que se está despierto


Este cuento está incluido con el título “¿Hasta cuándo dormido?” en el libro “101 cuentos clásicos de la India”. Recopilación de Ramiro Calle.

Era un pueblo de la India cerca de una ruta principal de comerciantes y viajeros. Acertaba a pasar mucha gente por la localidad. Pero el pueblo se había hecho célebre por un suceso insólito: había un hombre que llevaba ininterrumpidamente dormido más de un cuarto de siglo. Nadie conocía la razón. ¡Qué extraño suceso! La gente que pasaba por el pueblo siempre se detenía a contemplar al durmiente.

—¿Pero a qué se debe este fenómeno? —se preguntaban los visitantes.

En las cercanías de la localidad vivía un eremita. Era un hombre huraño, que pasaba el día en profunda contemplación y no quería ser molestado, pero había adquirido fama de saber leer los pensamientos ajenos. El alcalde mismo fue a visitarlo y le rogó que fuera a ver al durmiente por si lograba saber la causa de tan largo y profundo sueño. El eremita era muy noble y, a pesar de su aparente adustez, se prestó a tratar de colaborar en el esclarecimiento del hecho. Fue al pueblo y se sentó junto al durmiente. Se concentró profundamente y empezó a conducir su mente hacia las regiones clarividentes de la consciencia. Introdujo su energía mental en el cerebro del durmiente y se conectó con él. Minutos después, el eremita volvía a su estado ordinario de consciencia. Todo el pueblo se había reunido para escucharlo. Con voz pausada, explicó:

—Amigos. He llegado, sí, hasta la concavidad central del cerebro de este hombre que lleva más de un cuarto de siglo durmiendo. También he penetrado en el tabernáculo de su corazón. He buscado la causa y, para vuestra satisfacción, debo deciros que la he hallado. Este hombre sueña de continuo que está despierto y, por tanto, no se propone despertar.

El Maestro dice: Como este hombre, tal vez estés espiritualmente dormido, pero crees que estás despierto.


miércoles, 1 de octubre de 2025

Miríadas de ángeles


Fuente: “Hermón. Caballo de Troya 6” de Juan José Benítez.

En un proyecto secreto, dos pilotos de la USAF (Fuerza Aérea Norteamericana) viajan en el tiempo al año 30 de nuestra era, a Judea, para seguir los pasos de Jesús de Nazaret y comprobar cómo fueron sus últimos días.

Fascinados por la figura y el pensamiento de Jesús de Nazaret, deciden acompañar al Maestro durante su vida pública. Para ello deben actuar al margen de lo establecido oficialmente en la operación denominada “Caballo de Troya”. Jasón y Eliseo, así son conocidos los dos pilotos, retroceden al mes de agosto del año 25 de nuestra era. Buscan a Jesús y lo encuentran en el monte Hermón, permaneciendo con Él durante cuatro semanas.

Todos los días, Jesús se marchaba al amanecer hacia los ventisqueros y solía volver al “campamento” sobre las tres o las cuatro de la tarde. Solo en tres ocasiones Jesús los invitó a que subieran con Él y lo acompañaran. La segunda ocasión fue el día 7 de septiembre del año 25. Llegaron al ventisquero hacia las nueve de la mañana. Jesús se alejó un poco, entregándose a la comunicación con Ab-bā. A mediodía compartieron un frugal almuerzo: miel, queso y fruta.

Sobre las tres de la tarde, Jesús se encontraba orando, en pie, sobre una laja de piedra, cuando al lugar se acercaron una osa con su osezno. Los pilotos, muy preocupados ante la posibilidad de que alcanzaran a Jesús, ante la imprevisible reacción que pudiera tener la osa, decidieron no actuar. El Galileo siguió ajeno a todo. Al final, la osa olió las provisiones de los pilotos, dio buena cuenta de la comida y se alejó con su cría. Hacia las cuatro de la tarde, Jesús abandonó su aislamiento: no se había percatado de nada. Tal era su poder de concentración, su “hilo directo” con Ab-bā.

A raíz del suceso, Jasón se planteó una inquietante cuestión: ¿Jesús se hallaba sujeto, como el resto de los mortales, a los riesgos de la existencia? Jasón conocía su final y sabía que era un Hombre sometido al dolor y a la muerte, pero ¿qué sucedía con las etapas anteriores? “Algo” invisible parecía preservarlo y esa misma noche, tras la cena, se lo expuso abiertamente…

Con el fin de no hacer muy extensa la entrada, he suprimido algunas frases que no influyen en el contenido del texto original.

«Esa misma noche, tras la cena, no pude resistir la tentación y lo expuse abiertamente.

—No temas, Jasón —replicó el Galileo, ratificando mis sospechas—, nada sucede ni sucederá, sin el consentimiento de mi Padre.

Y añadió con aquella seguridad de hierro:

—¡Estoy en las mejores manos! […] La vida es para VIVIRLA. Con mayúsculas… Y yo he venido también para experimentar la existencia humana. Todo ha sido minuciosa y escrupulosamente medido.

Estaba claro.

Eliseo intervino, interpretando las afirmaciones del Maestro “a su manera”, como siempre…

—¿Quieres decir que un ángel te protegió?

—Es más complejo, pero vale…

—Entonces reconoces que los ángeles existen…

Jesús le contempló asombrado.

—¿Cuántas veces tendré que repetirlo? El reino de Ab-bā es un hervidero de vida.

—O sea…, ¡existen!

—Y en tal cantidad —replicó el Maestro— que no hay medida en la Tierra para sumarlos.

—¿Y cómo son?

—¿Por qué no esperas a comprobarlo por ti mismo?

—¡Ah!, entonces lo veré cuando pase al “otro lado”…

—¿Al “otro lado”?

—Ya me entiendes, Señor… Cuando muera.

—El “otro lado”…. Me gusta la definición… Claro, eso es lo establecido.

—¿Tienen alas?

—¿Alas como los pájaros? Si quieres imaginarlos con alas… muy bien. Cuando pases al “otro lado”, como tú dices, te llevarás una sorpresa. Los ángeles con criaturas de luz. Pertenecen a esas “otras realidades” de las que ya te hablé. No disponen de cuerpos físicos. Han sido creados en perfección y no saben de sexos. Son una “realidad” muy parecida a la que os aguarda en el “otro lado”.

—Y si no hay sexo, ¿cómo se divierten?

—¡No seas bruto! —le reproché

—No importa —terció Jesús—. Me gusta su naturalidad… Hijo mío, ahora no estás capacitado para entenderlo, pero hay otros placeres inmensamente más intensos y gratificantes que el sexo. Te garantizo que, en el “otro lado”, no te aburrirás.

Intenté reconstruir la conversación y pregunté:

—Y esos seres de luz, ¿cuidan de los humanos?

—Algunos sí. No todos.

—¡El famoso ángel guardián!

—Los famosos ángeles, Jasón, en plural…

La matización, lógicamente, nos dejó confusos. Y Eliseo lo abordó:

—¿En plural? ¿Cuántos tenemos?

—Esas deliciosas criaturas son creadas siempre por parejas. Son dos en uno. Cada mortal que lo merece, por tanto, recibe un custodio doble.

—¿Y por qué dos?

—Cosas de Ab-bā. Ya sabes que es muy imaginativo…

—¿Cada mortal que lo merece? ¿Qué has querido decir?

—Cuando el ser humano toma la suprema decisión de hacer la voluntad de Ab-bā, una pareja de serafines es destinada de inmediato a la custodia del pequeño Dios. Y lo acompañará hasta la presencia del Padre… y más allá.

—Un momento —clamó el ingeniero desconcertado—. ¿Y qué pasa con los que nunca han querido o, incluso, no han podido hacer suya esa gran decisión?

—Mi Padre, también te lo dije, tiene otros métodos y caminos. El Amor no distingue.

—Veamos —intervine—, ¿quiere eso decir que una mente subnormal, por ejemplo, se halla indefensa?

El Maestro, leyendo en mi corazón, se apresuró a negar con la cabeza. Adoptó un tono más grave y aclaró:

—No, hijo mío. Esas criaturas son especialmente cuidadas por los ángeles al servicio de Ab-bā.

Y subrayó con énfasis.

—¡Especialmente!

—En otras palabras —aventuré—: nadie queda sin protección.

—Querido Jasón, el día que descubras hasta dónde llega el Amor del Padre, esa reflexión te llenará de sonrojo.

—Pero, Señor, no entiendo. Si toda criatura humana es guardada y vigilada, ¿qué significado tiene esa pareja de ángeles que aparece cuando se toma la decisión de hacer la voluntad de Ab-bā?

—Muy sencillo. Te dije que el Amor es dinámico. Si tú prosperas, el Amor prospera…

—Entiendo —resumió Eliseo—. Esa pareja “extra” es un lujo…

—Dios es un lujo. Un continuo e inagotable lujo…

—Y tú, Señor, como ser humano, ¿cuántos ángeles tienes a tu lado?

El galileo, divertido, miró a su alrededor y, señalándonos, dijo:

—Solo veo dos…

No insistimos. Esta clase de “respuestas” marcaba casi siempre un punto final en el asunto que manejábamos. Algunos de los temas que salían a la luz no eran satisfechos por el Maestro como hubiéramos deseado. Recuerdo que una vez, en plena vida de predicación, me atreví a interrogarlo sobre el particular y Él, afectuoso, colocando las manos sobre mis hombros, sentenció.

—Mi querido ángel, la revelación es como la lluvia. En exceso solo trae problemas. Dejadme hacer…».